Este documento resume una entrevista con el artista Mauricio Vélez sobre su exposición "Mitad ángeles mitad demonios". Vélez explica que la serpiente ha sido un símbolo recurrente en su trabajo desde la niñez debido a experiencias que tuvo. También discute su interés en la religión y cómo aborda temas religiosos desde una perspectiva artística más que crítica. Vélez proporciona el ejemplo de su reinterpretación de la Última Cena, la cual generó controversia pero fue hecha con intenciones art
Arte Paleolítico Documental “La cueva de los sueños olvidados”
Mitad angeles mitad demonios
1. PLIEGO
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At il magnam fuga.
Pa velia volestem
magnam
FIRMA
Cargo
2.xxx. x-x de mes de 2010
PLIEGO
“Considero que el arte, además de comunicar algo, en la medida
de lo posible debe tener un contexto estético que permita
penetrarlo sin generar rechazo” (Mauricio Vélez).
Mitad ángeles mitad demonios
Óscar A. Elizalde Prada
Docente – Investigador, Universidad de La Salle
37. 8 - 21 de octubre de 2011
2. PLIEGOPLIEGO
Cuerpo, arte y religión
bajo el lente de Mauricio Vélez
24
En menos de 24 horas Mauricio Vélez confirmó la posibilidad de realizar la entrevista en su apartamento. Al ingresar al edificio es
imposible no advertir el lente artístico de Vélez en las fotografías de gran escala que se encuentran en el “lobby”. Por unos instantes,
mientras el vigilante me anunciaba, me sentí como en una galería de arte.
Subí a las 11:05. El ascensor me dejó “ad portas” de su estudio, en el piso octavo. Fui recibido con un gesto de jovialidad. Al fondo,
junto a la ventana, colgaba el torso de monedas que aparecía en una de las fotografías de la muestra. Sobre el costado opuesto a la bi-
blioteca se encontraba el famoso cuadro de la última cena, protagonizado por Alejandra Azcárate y una docena de personajes de nuestro
variopinto escenario público que posaron para la controvertida fotografía.
La nuestra era una entrevista sin “advertencias”, con el deseo de conocer el cosmos en el que se configura su propuesta. Así se lo hice
saber en el primer momento. Desde el rigor estético del arte, que también se deja abrazar por las éticas de la cotidianidad, me propuse
descubrir las sensibilidades y las historias que hacen parte de la obra, y por tanto de la vida, del artista.
Por su parte, Mauricio confesó que se había demorado 25 años para presentar por primera vez un trabajo personal. Ahora se sentía con
la capacidad de contar la historia desde su perspectiva profesional, con honestidad y veracidad.
Me ofreció un tinto y entramos al asunto. Nuestro anfitrión colocó sobre el escritorio el “libro rojo” que contiene el Catálogo completo
de “Mitad ángeles mitad demonios”. En la portada aparece una imagen anfibia: la serpiente. La misma que se encontraba en el tríptico
que acogía a los visitantes de la exposición en la Cámara de Comercio de Bogotá…
3. Vélez en la historia de la fotografía
colombiana. Como pocos, su nombre
ha dejado imágenes memorables y
su notable talento ha nutrido buena
parte de la iconografía colombiana”.
¿Qué significa el trabajo de Vélez en un
país de tantos contrastes, de mayorías
católicas o al menos sensibles ante “lo
numinoso”, donde cohabitan el bien
que muchos quieren hacer y el mal que
a otros tantos les conviene no evitar?,
¿cómo leer la huella de la religión
en una sociedad acostumbrada a los
extremos radicales: o se es godo o se es
liberal, o se es de Millos o se es de Santa
Fe (¿o de Chicó?), o se es creyente o se es
ateo, o se es de Pedro o se es de Apolo?
¿Acaso Colombia no es la tierra de la
“raza cósmica”, como lo expresó Fals
Borda, donde confluyen las más bellas
parábolas de la diversidad?
En el intento por comprender la
complejidad de la obra de Vélez, en
la que se aborda un variado abanico
de tópicos con múltiples propuestas
dialécticas, VIDA NUEVA COLOMBIA lo
visitó. Tan sorprendido podría haber
estado el artista, ante la inusitada
entrevista, como los entrevistadores
que concertaron el encuentro de un día
para otro. Fue una experiencia amable
y abierta, muy fluida e inédita. Durante
casi dos horas emergieron narrativas
de vida, perspectivas existenciales
y experiencias de búsqueda de
sentido. Al descubrir algunos rasgos
de la espiritualidad que ha movido a
Mauricio, se abrieron nuevos horizontes
de comprensión de cara a su obra, más
allá de las controversias.
¿Qué hay detrás de estas series
fotográficas en las que se abordan
diversos asuntos de orden religioso,
que van desde los relatos míticos del
pos-paraíso en el Génesis hasta los
escándalos de pedofilia de algunos
hombres de Iglesia?, ¿por qué la
serpiente es un símbolo recurrente en
su trabajo?, ¿cuáles son las lecturas
del bien y del mal que se proponen?,
¿qué vínculos se tejen entre el sexo,
el poder y el dinero? Estos y otros
interrogantes permitieron delinear
algunos esbozos en torno a las
intencionalidades que mueven al
artista. No tuvo reparos para explicar
los matices y las expresiones que se
transmiten en su Catálogo.
“Advertencia: Los contenidos
de las imágenes pueden
herir las sensibilidades de
los visitantes. Las opiniones
de índole cultural, social y
religioso manifestadas por
el artista, no representan
la posición institucional de
la Cámara de Comercio de
Bogotá”.
25
E
ste discreto aviso en letras
blancas y a ras de piso, ubicado
justo en la entrada de la sala
de exposiciones del Centro Empresarial
Chapinero, en la Cámara de Comercio de
Bogotá, bien podría ser una premonición
de las polémicas que giran en torno a
la obra artística de Mauricio Vélez, o
también podría ser una expresión de
prudencia sacra ante la posibilidad de
que alguien se “rasgara las vestiduras”
luego de visitar la exposición.
La muestra “Mitad ángeles mitad
demonios”, hace parte de un trabajo
mucho más amplio que recupera buena
parte de los itinerarios artísticos y
las apuestas temáticas del reconocido
fotógrafo durante 25 años de carrera
profesional. En palabras de Germán
Santamaría, “es el cuerpo como lienzo.
Es la cámara que atrapa todos los
ángeles y demonios, todo el bien y
el mal, que yacen en todo el cuerpo
humano, de hombre o mujer. Es el
encuentro de un puñado de pintores
y un fotógrafo para hacer realidad en
el arte visual aquello que expresara
como nadie en la poesía el gran español
Miguel Hernández: el destino de todo
cuerpo es otro cuerpo”.
Visitar la exposición en varias
oportunidades no fue suficiente para
entender todo lo que se teje detrás de
cada una de las 42 fotografías que se
exhibieron al público capitalino entre
el 13 de julio y el 13 de agosto. Si bien
es cierto que el cuerpo ha sido un tema
muy recurrente en el trabajo de muchos
artistas, son pocos los que tienen la
osadía de conjugar la triada: cuerpo,
arte y religión.
Daniel Samper Ospina es categórico
al afirmar que “nadie duda de la
importancia enorme de Mauricio
En colaboración con Juan José Cobos
4. 26
MV: Así es. Esa cruz es una de tantas
que, sin darme cuenta, había elaborado
sobre el mismo tema. Es la cruz de la
tentación. si he hecho 10 imágenes
antes de lograr esa es poco.
VNC: ¿Entonces la serpiente es un
tema recurrente en su trabajo?
sí. de hecho, he investigado el asunto.
siempre me he sentido apasionado
por los mayas y he encontrado que
es una cultura que adora y respeta a
la serpiente. Para los egipcios es un
símbolo supremo.
VNC: ¿Y cómo percibe la imagen de la
serpiente en la Biblia?
MV: la Biblia presenta a la serpiente
como la tentación, la encarnación
del mal. Considero que muchas
cosas que leemos en la Biblia son
reinterpretaciones. seguramente
algunas se acomodan a la realidad
y algunas a una visión particular de
la persona que en su momento la
transcribe o reinterpreta. Por eso la
Biblia me genera una gran apertura para
este tipo de temas.
VNC: ¿Algún libro de la Biblia en
particular?
MV: Hay muchos apartes de la Biblia
que me parecen interesantes. leo los
salmos.
VNC: ¿Entonces la religión le ha
interesado?
MV: desde muy niño he procesado
información sobre la religión.
Recuerdo que cuando tenía cuatro
años vivía al lado de una iglesia
evangélica donde presentaban
películas todos los días. Obviamente,
cuando iba a ver películas escuchaba
los sermones y veía lo que sucedía.
luego nos mudamos de casa y en el
patio había una iglesia adventista.
Esto quiere decir que todos los días,
quisiera o no quisiera, escuchaba las
palabras del ministro. Además, con
relación a la Iglesia católica, todos
los domingos íbamos a la Iglesia.
Entonces hay una influencia religiosa
muy fuerte. soy estudioso de muchas
de las culturas y religiones: mayas,
egipcios, catolicismo… también
he estudiado la Cábala judía y el
budismo es lo que más me acompaña
en este momento. Es con lo que
más cómodo me encuentro en este
momento. Pero no estoy cerrado
absolutamente a nada.
mi reacción fue mirarla fijo. Me sentí
conectado con ella. Tres metros antes de
que me alcanzara, cayó en el piso y se
escondió en el monte. son experiencias
que me empiezan a marcan y a generar
impactos.
En el año 2002, subiendo a la sierra
Nevada de santa Marta, vi la misma
escena del pitón que se me apareció
a los cinco años. Entonces todo esto
empieza a adquirir una simbología muy
particular en mi vida. luego empiezo a
descubrir que estoy utilizando muchas
serpientes en mis imágenes.
VNC: Como las siete imágenes de la
mujer con la serpiente, en forma de
cruz…
Vida Nueva Colombia: ¿Por qué la
serpiente es la puerta de ingreso a
“Mitad ángeles mitad demonios”?
Mauricio Vélez: soy una persona
con una cantidad de experiencias
particulares, las cuales hoy por hoy me
permiten generar narrativas a nivel
visual. El símbolo de la serpiente me ha
acompañado desde mis primeros años.
de una manera muy natural, siempre
me he visto rodeado de serpientes.
Cuando diseñé el catálogo y la entrada a
la exposición caí en cuenta de ello.
Viví en un sitio, a las afueras de
Cartagena, donde la gente se moría más
por la mordedura de una serpiente que
por cualquier otra cosa. Hay dos hechos
muy curiosos relacionados con esto.
Cuando tenía cinco años, pasando por la
calle de noche, se me atravesó un pitón
de 4 a 5 metros aproximadamente. Esto
me generó un impacto muy fuerte. Tomé
un palo grande y traté de matar al pitón,
pero no apunté bien y cuando golpeé el
piso el palo me pegó en la frente y me
dejó privado. Al rato desperté ileso y ya
no estaba el pitón. la otra experiencia
fue con una serpiente que llaman la
fueteadora. Esta serpiente se para en la
punta de la cola cuando va a atacar o
cuando se siente agredida. Yo iba por un
camino angosto de herradura a los 8 o
9 años. Como a 50 metros de distancia
vi un movimiento: era una fueteadora
totalmente erguida. Yo me quedé quieto
y la serpiente se vino hacia mí a una
velocidad impresionante, dándome
la impresión de que volaba. Esta vez
PLIEGO
5. 27
VNC: ¿Por qué aborda temas
vinculados con la religión, bajo qué
perspectiva lo hace?
MV: Cuando empiezo a abordar estos
temas, no lo hago desde un sentido
crítico hacia la institución sino desde
una perspectiva netamente artística.
Siento que dentro del contexto del arte
no hay temas imposibles de abordar.
Lo bueno del arte es que te permite la
libre expresión. Así, tú tienes una visión
particular para interpretar cualquier
tema que influencia tu vida diaria,
según la manera como lo sientes y lo
vives. La manera como yo comienzo
a abordar estos temas están más
influenciados por la literatura y por lo
que veo en la cotidianidad, que por el
ánimo de generar ni ofensas ni afectar
de ninguna manera la fe y la cultura
cristiana.
VNC: Veámoslo con un ejemplo…
¿qué lo movió a proponer una nueva
interpretación de la última cena?
MV: En ese caso, me encuentro
con que un día vengo en un avión,
leyendo el Código Da Vinci. Encontré
tan fascinante y particular la historia,
que me pareció interesante plasmarla
en una historia visual que recreara,
de alguna manera, lo que yo estaba
leyendo. Ahí es cuando surge el cuadro
de la última cena. No lo hice con un
sentido crítico, ni confrontador, ni de
irrespeto. Es un tema que está abierto,
que toca el alma y, de alguna manera,
conllevan a contar una historia. El
escritor la escribe. En mi caso, como
artista visual, la pongo en imagen. Sin
embargo, a partir de lo que se recrea
en esta imagen, se empiezan a generar
situaciones políticas, egos y miedos, que
fue lo que generó esa gran polémica.
VNC: Cuando surgió el problema,
¿cuál fue su posición?
MV: Sólo ahora aparezco en los
medios porque estoy presentando mi
exposición por primera vez, pero cuando
se dieron esos sucesos que condujeron
a un litigio de tres años, nunca di un
solo argumento ante los medios de
comunicación, porque me parece que
el arte no hay que salir a justificarlo.
Cuando se genera una imagen, se
está contando lo que se piensa. La
interpretación es un asunto particular.
Depende de la persona que se pose
ante la obra. Muchas pueden sentir
admiración, otras pueden sentir rechazo
y mil emociones más. De eso se trata,
precisamente, una expresión artística.
El gran valor que tiene se refleja en la
libertad de pensamiento de quien la
crea, como de quien la mira y la admira.
De ahí parte todo este asunto de lo
religioso en mi trabajo y por todo eso
me parece interesante seguir abordando
estos temas. En el momento en que los
empiezo a realizar, no los hago con el
ánimo de que genere un efecto, sino
porque me produce una apertura que se
vincula a un conocimiento del mundo y
de lo religioso.
VNC: ¿Únicamente le ha interesado
abordar temas de la religión católica?
MV: No solamente abordo los temas
del contexto católico… (Abre el catálogo
y enseña la imagen donde aparece la
figura del Dalai Lama).
VNC: En esa fotografía aparece
una representación del Dalai Lama,
¿verdad?
MV: Así es. Esta imagen es, de alguna
manera, un resumen de la obra. Es una
manifestación de lo que nos hemos
convertido y lo que somos hoy por hoy
como seres humanos. Hemos perdido
el horizonte de la espiritualidad, de la
conciencia, y nos hemos vuelto seres
descarnados. Nos hemos convertido
en cánceres de la misma humanidad y
vivimos distorsionados, inconsecuentes
con lo que considero que es el verdadero
sentido de la vida: tener una vocación
espiritual, vivir bajo la frecuencia del
amor, en armonía con todo el mundo,
generar el bien, actuar desde la bondad...
Esta imagen habla de todo lo que estamos
viviendo. Embargados por el sexo, el deseo
por la carne, y el dinero, estamos muertos
en vida. Por eso ahí dice que si puede leer
esto no está muerto (textualmente: “If you
can read this, you are not dead”).
VNC: ¿Y qué significa la bolsa
cubriendo la cabeza?
MV: Es una bolsa con una estrella que
representa el horizonte que siempre
queremos perseguir, pero la mayoría de
veces no lo alcanzamos porque estamos
perdidos, hay muchos distractores. De
todas las experiencias espirituales que
he vivido, encuentro que la meditación
es mi camino de vida, de comunión
conmigo mismo, de centrarme, de
respeto absoluto por la vida.
VNC: ¿Entonces su obra refleja,
de alguna forma esa búsqueda del
horizonte perdido?
El título del proyecto, “Mitad ángeles
mitad demonios”, es la dualidad en la
que a diario nos debatimos. Los seres
humanos tenemos sueños. El sueño, la
vocación, el reconocimiento de las ideas
claras están en una parte de nuestro
hemisferio, pero la ejecución de todos
estos sueños están en el otro. En el cruce
de este trecho entre los dos hemisferios,
se encuentra nuestro conflicto como
seres humanos. Por eso todo el tiempo
nos debatimos entre la claridad y la
En colaboración con Joel Grosman
6. 28
tener una pareja, tener hijos. Eso hace
parte del contexto normal. Pero en la
psiquis humana siempre está primando
el deseo, tanto en el hombre como
en la mujer. Ahí se nos va gran parte
del tiempo de nuestras vidas, entre el
deseo y la tentación. Por eso busqué
representaciones para expresar que
si bien el sexo es lo que a veces más
deseamos, al mismo tiempo también es
a lo que más tememos. Es un poder que
simultáneamente nos atrae y nos aleja.
(Sigue enseñando varias imágenes y se
MV: Para no volverme repetitivo
con Adán, Eva, la manzana y todo lo
demás, quise abordar el tema bajo una
pregunta: ¿qué pudo haber pasado
después? Lo asumí desde una mirada
poética del cuerpo que es lo que se
encuentra representado en la primera
parte del Catálogo. El cuerpo no es visto
como un objeto de deseo, sino que se
encuentra descompuesto, planteado
de una manera estética totalmente
diferente que permite entrar a la imagen
con suavidad. Es así como me propuse
no hacer lo obvio del árbol, del Edén,
de Adán y Eva, sino lo que pudo haber
pasado después.
VNC: ¿Imaginó entonces la etapa pos-
paradisiaca del Génesis?
MV: Es un ejercicio de interpretación
personal. Quise contarlo con arte. Para
convertirlo en arte involucré a varios
artistas en el proyecto porque si bien
yo tengo la sensibilidad, es necesario
crear un contexto que tenga un sentido
profundo para las personas que lo
observan. Entonces me reuní con cada
uno de los artistas…
VNC: Entre otras cosas, un grupo muy
selecto…
MV: Es un grupo muy especial. Le
conté esta misma historia a Manzur y le
dije: “¿Cómo ves tú a Adán después de
esto?”. Entonces me respondió: “Yo no
veo en Adán algo distinto que un golpe
en el corazón, porque de alguna manera
pudo haber sentido que traicionó el
legado que le había dejado el Creador”.
Entonces se le ocurre que a Adán le
sangra el corazón y por eso se da esta
imagen (Enseña la imagen de Adán, en el
tríptico que se despliega en el Catálogo).
Con Darío ocurre exactamente lo mismo,
y Darío hace la interpretación de Eva
con el feto en estómago. A partir de
aquí la historia ya empieza a tomar
un viso fuerte e invité a otros artistas.
Lógicamente, no todas las imágenes
del libro se encuentran en la muestra.
Seleccioné las que me parecieron que
podrían tener una lectura más clara
para la gente.
VNC: El tema de las tentaciones
también es recurrente, ¿verdad?
MV: Exacto. ¿En qué se basan las
tentaciones y cómo transforman las
sociedades? En el contexto sexual.
Me explico, el sueño de toda persona
es crecer, desarrollarse, evolucionar,
oscuridad. Y es normal, me parece que
es tan necesario lo uno como lo otro.
VNC: Desde esta perspectiva, ¿es
posible hacer una lectura espiritual de
su obra?
MV: Para mí es eso: una lectura
espiritual. Por eso considero que el
debate que se ha empezado a generar en
torno a la obra no se ha enfocado. Este
proyecto quiere ser una invitación a la
reflexión. Por eso utilizo imágenes que
generan apertura como la de Lilith.
VNC: La gente normalmente no sabe
quién es Lilith.
MV: Pero sí debería saberlo, porque
ella aparece en la Biblia. En Lilith
encontramos la encarnación del mal.
Y se engendró a partir del sexo, pues
ella no quería tener sexo con Adán.
Entonces busqué la manera más
poética de contar una historia que
podría haber sido una imagen muy
fuerte y agresiva. Lilith nos lleva a las
bajas pasiones que empieza a generar
todo el contexto de nuestra sexualidad
que intento reproducir de una manera
mucho más contemporánea. Todo esto
nos ha llevado a un encarcelamiento
espiritual, a una visión de la vida que
se encuentra básicamente atravesada
por el sexo, el dinero y el poder. Y bajo
esa cárcel vivimos.
VNC: ¿La imagen del tríptico, donde
se encuentran Adán y Eva, también
refleja esta tensión?
PLIEGO
En colaboración con Fabio Mesa
En colaboración con David Manzur En colaboración con Efraín Zúñiga
7. 29
detiene en aquellas donde se representa
el pos-paraíso sobre el cuerpo de una
mujer). Encontramos entonces que el
paraíso se nos convirtió en el cuerpo de
la mujer.
VNC: También utiliza monedas en
algunas imágenes, ¿qué representan?
MV: Son una secuencia de tres donde
se utiliza un torso hecho en monedas.
El poder que se ejerce para tener
acceso al sexo, normalmente se funda
en intereses económicos. En el tener,
en la ambición, tanto en la versión
masculina como femenina. Si se tiene
deseo y dinero, se tiene acceso al sexo.
(Pasa la siguiente página del Catálogo,
donde aparece la imagen de un cuerpo
con señales de óxido). Con el tiempo, el
óxido corroe nuestro cuerpo y queremos
transformar nuestra vida. Somos como
una serpiente queriendo cambiar de
piel. Es cuando tratamos de buscar la
espiritualidad, centrarnos, encontrar
el camino de Dios o de Buda o el que
sea. En este debate nos encontramos
todo el tiempo. Es como si tomáramos
consciencia de nuestros momentos de
oscuridad, ante los cuales queremos
despertar y emprender un camino
espiritual que nos aliviará el alma.
VNC: Esa transformación que usted
propone, ¿se refleja mejor en las
imágenes donde abunda el color?
MV: Claro. Es empezar a mirar el
cuerpo de una manera más mágica,
colorida… Por eso todo el simbolismo
de corazones y color que señala la
búsqueda de una línea espiritual con
representaciones: el ojo que todo lo ve,
la serpiente nuevamente, la libertad en
el corazón… es la búsqueda de nuevos
senderos. El cuerpo en danza es como
una proyección del sol, una evolución
a un mundo totalmente distinto
que nos lleva también a un cuerpo
infinito. Aquí hay algo de naturaleza,
de chamanismo, que es todo lo que
implica la obra de Jacanamijoy.
VNC: ¿Una forma de redención?
MV: La redención es un salir de este
caos en el que vivimos. El caos también
está representado en la imagen de
la mujer que cubre el rostro con sus
manos. Es el caos que se deriva de la
abundancia, de los excesos. Y al final
de todo debemos elegir entre un camino
que conduce al bien y otro que conduce
al mal. Son dos puertas, una hacia la
luz y otra hacia la oscuridad. También
son las puertas de lo masculino y lo
femenino. (En ese momento, entramos
a observar las imágenes controvertidas
donde se representan temas
explícitamente religiosos).
VNC: ¿Desde el concepto del bien y
del mal también se aborda lo religioso?
MV: Sin entrar a debatir lo que no es
mi menester, si la religiosa o el cura
deben ser célibes o deben casarse, yo
pienso que es absolutamente natural
que dentro de la religiosidad también
se sienta deseo. Esto hace parte de
la condición humana. San Antonio
también fue tentado por el deseo. Por
eso hago la interpretación de la monja
con el cinturón de castidad, porque
aunque ella tenga vocación, no quiere
decir que no sienta deseo. Yo veo el
drama de esta mujer en su soledad y por
eso el auto-castigo, la auto-flagelación.
VNC: ¿Además de San Antonio, qué
otra iconografía católica le ha llamado
la atención?
MV: San Antonio y San Miguel
Arcángel son los dos personajes con
los que siento profunda conexión.
(Seguimos avanzando en el Catálogo y
llegamos a la serie sobre la pederastia).
VNC: ¿A qué se debe su sensibilidad
por el tema de la pederastia?
MV: Tiene que ver con una experiencia
que viví cuando tenía unos 11 años.
Vivía en Riosucio, Caldas y mi familia
tenía mucha cercanía con el contexto
religioso católico. El tema de los abusos
a menores, por parte de dos sacerdotes,
era socialmente reconocido pero nadie
opinaba. Siempre fue un debate que
se dio dentro de mi espacio vital. Por
el poder que tiene la investidura y la
institución que representa el sacerdote,
a mucha gente le da miedo encarar
esas cosas hasta el día de hoy. Por eso,
cuando trato el tema me dicen: “es que
le estás dando duro a la Iglesia”. No. Yo
en ningún momento estoy confrontando
a la Iglesia. Estoy confrontando un tema
En colaboración con Tot
8. 30
también he recibido mensajes de
felicitación. Una asociación de Nueva
York, que trabaja a favor de la gente
afectada por la pederastia me escribió
diciéndome que les dejara usar la
imágenes.
VNC: ¿Y les va a dar el permiso para
publicarlas?
MV: Mi función no es amarillista.
Ellos las tienen en su página de internet,
pero no están autorizados para hacer
publicaciones porque no me interesa. Me
parece que no es la manera de comunicar
algo que para mí es una reflexión ante un
individuo que comete este tipo de actos y
no más. (Tras un breve silencio, pasó a las
imágenes sobre la muerte).
VNC: ¿Estas son las últimas imágenes
del Catálogo?
MV: Sí. La muerte es nuestro fin y a
la vez puede terminar siendo nuestro
principio. (Pasamos de largo la imagen
de la Última Cena, que ya había explicado
al inicio de la entrevista). Finalmente,
esta imagen representa la ascensión de
María Magdalena.
VNC: ¿También está inspirada en el
libro de Dan Brown?
MV: Esto también sale de ahí.
VNC: Usualmente usted presenta
imágenes con una sola persona, son
escasas las fotografías donde aparecen
varias. Me llama la atención porque
normalmente en la Iglesia se enfatiza el
valor de la comunidad…
MV: He partido de una visión particular
que podría empezar a contagiar.
Hablar en nombre de una comunidad
me parecería irrespetuoso. Si algunas
personas comulgan con esta visión, están
en su libre albedrío de hacerlo. Siento que
es muy pretencioso querer involucrar más
gente en esta mirada. Definitivamente es
mi visión personal.
VNC: A manera de colofón: ¿Cómo
define “cuerpo” y “estética”?
MV: Cuerpo, lo que somos, y estética,
lo que es bello. VNC
secuencia avanza en torno a la dualidad
que vive el abusador y la humillación
que siente el abusado.
Otro asunto importante es que cuando
empiezo a investigar sobre el tema, me
encuentro con que no hay imágenes. Se
encuentran caricaturas, pero no imágenes
directas. De este modo, en mi posición de
contar historias a nivel visual, pretendo
hacer un “reportaje gráfico”.
VNC: ¿Por eso las imágenes que se
publicaron en Soho no tenían ningún
texto en particular?
MV: Así es. El caso es que no había
imágenes que expresaran esta realidad.
Yo ya lo tenía en la cabeza y sentí que
por alguna razón era el designado
para hacerlas. Esto ha suscitado
controversias con el Procurador, pero
de un ser humano que tiene el poder
de llevar una investidura y abusa de su
poder para cometer hechos que están en
contra de las personas.
VNC: ¿Y por qué elige la figura de un
obispo?
MV: Las imágenes las abordo desde
representaciones cuidadosas en el
campo de la estética. Por fuertes que
sean, trato de tener el cuidado visual
para que sean observadas sin entrar
a juzgar la imagen de una manera
distinta. Cuando empiezo a realizarlas,
venía de Nueva York, con toda la
información del cardenal que en ese
momento es acusado en Estados Unidos.
Pero en las fotografías intento reflejar
la imagen que tengo del sacerdote de mi
pueblo, con su túnica morada. Luego la
PLIEGO
“Mitad ángeles mitad demonios”
Fotografías: Mauricio Vélez.
Artistas invitados: David Manzur, Dario Ortiz, Ge-
rardo Rodríguez, Efraín Zúñiga, Joel Grosman, Juan
José Cobos, Tot.
Agradecimiento: a Pilar Torres Silva por su acom-
pañamiento y colaboración en el desarrollo de este
trabajo.
Al final del encuentro pude entender otros detalles de las cartografías que hacen parte del
mundo de Mauricio Vélez y sus prospectivas. Me habló sobre la manera como se ha ido
constituyendo una experiencia de “comunidad” entre los artistas que participaron de sus
obra. También me anticipó que “el Quijote” sería uno de sus próximos temas.
¿Por qué hace lo que hace? La respuesta a esta inquietud emergió en el momento que se
definió como mediador: “finalmente no somos más que medios en todo lo que hacemos y
proyectamos. Yo no hago las imágenes, las imágenes llegan, invaden y piden que se hagan”.
Ahora, “Mitad ángeles mitad demonios” se va de gira. Primero en Shanghái, luego en Bar-
celona y probablemente también en Nueva York. Coincidimos con el autor en que los temas
del arte, del cuerpo y de la religión hacen parte de un debate que apenas empieza. De ahí la
importancia de dar a conocer los “contextos” que hacen parte de un trabajo que, a primera
vista y tal vez sin haber visto la exposición, podría ser interpretado prejuiciosamente.
Los positivos comentarios expresados por buena parte de los visitantes de la muestra,
podrían ser una buena premonición y no una advertencia más: “los símbolos religiosos
también hacen parte de la cultura y son susceptibles a las interpretaciones artísticas”.
En colaboración con Gerardo Rodríguez
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