Los agricultores en el subtrópico siembran sus cultivos sin abono y limpian la maleza con herramientas manuales como el machete, mientras que en la sierra ecuatoriana, las familias cultivan huertos y invernaderos usando abono orgánico hecho de desperdicios de mercado y ajo podrido, y usan té fermentado para controlar plagas, produciendo alimentos sanos y nutritivos para su consumo y venta.