Había un elefante que quería ser fotógrafo a pesar de las burlas de sus amigos. Fabricó una gran cámara de fotos a su tamaño y comenzó a tomar fotos, aunque su cámara se veía ridícula. Al principio parecía que no había nada que fotografiar, pero las fotos del elefante con su cámara hicieron reír a los demás animales, y terminó convirtiéndose en el fotógrafo oficial de la sabana.