10. Prólogo
Con Señales de Humo pretendo reunir diferentes textos nacidos durante
los años 2008 y 2009. La mayoría de ellos se pueden encontrar en el blog
http://nocomentsno.blogspot.com
Mucho ha cambiado desde los primeros textos hasta hoy; en el camino
me he ido modelando y decantando por los microrrelatos o
minificciones, pequeños relatos que requieren de mucha capacidad de
síntesis, donde prima la sugerencia sobre la descripción.
Con la finalidad de mejorar su exposición y organización he dividido
Señales de Humo en cuatro partes:
- Los microrrelatos suelen ser textos cortos que rara vez alcanzan las
250 palabras y algunos de ellos han participado en concursos y
certámenes con desigual suerte.
- Las citas conforman un apartado personal aparte pero siguen
siendo en realidad microrrelatos con la peculiaridad de ser frases
firmadas por su “autor”.
- Poesía reune mis intentos en este género literario sin seguir un
patrón ni unas reglas estrictas.
- Otras historietas recogen fundamentalmente mis primeros escritos.
A la espera de un editor me llena la satisfacción personal y la esperanza
de que estas Señales de Humo puedan agradar aunque sólo sea a un
lector.
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14. Mi Infancia
Regresar a aquella habitación es como viajar mecido en la cuna del
tiempo. Cuando abro su puerta, escucho el ruido del motor procedente
del tren eléctrico que me regalaron unas Navidades, huelo a la pólvora
de los combates librados entre indios y vaqueros en el fuerte de mi sexto
cumpleaños y veo mi balón de fútbol de reglamento acercarse dando
botes hacia mí. Mi infancia me lo acaba de lanzar y me pregunta si
quiero jugar. Y yo seducido por la oferta, le devuelvo el balón y le
ofrezco un chupachups.
Como si nada hubiera cambiado esperamos la llamada de mi madre para
salir corriendo a la cocina, siempre nos espera con un tazón de chocolate
en las tardes de invierno. Nada ha cambiado. Los libros en las
estanterías, mis muñecos de playmobil, mis pósters del equipo de fútbol
preferido…
¡Me encanta regresar a mi habitación! Siempre lo será, aunque yo me
apoye en bastón y lleve boina.
* Texto seleccionado para formar parte de la publicación de un libro por la editorial
Hipálage en octubre de 2009: “Más Cuentos Para Sonreír”.
La selección se realizó mediante un concurso que llevó el nombre de II Premio de
Microrrelatos Algazara y donde de 906 participantes se recopilaron 304.
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15. Manecillas enamoradas
La manecilla de las horas y el minutero, mantenían
una historia de amor: al llegar la medianoche se
rozaban, se contaban y hasta besaban.
Fieles a la cita llevaban años de puntualidad
exquisita.
Llegó una vez en la que algo debió ocurrir al
minutero, su manecilla enamorada le esperaba y éste
no acudió a la cita.
Ella pensaba: -“¿le habrá ocurrido algo malo? ¿Me
habrá dejado por otra manecilla?”
En realidad, desconocía que había ideado un sistema para quedar
bloqueados en la hora en punto. Sería el método perfecto para paralizar
el tiempo y dar rienda suelta a su pasión.
¡Pero la desdicha quiso que quedara anclado en las once y media!
La manecilla de las horas de tanto esperar, enloqueció y comenzó a girar
a un ritmo vertiginoso. Y desde entonces, los días duran horas y las
horas, minutos y ¡esto no hay quien lo pare!
* Texto finalista en el I CONCURSO BUCARO DE MICRORRELATOS 2009,
consistente en realizar un microrrelato de temática libre de no más de 150 palabras.
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16. Libertad de elección
- ¿Tú me quieres?
- Mucho…
- ¿Tanto que serías capaz de casarte conmigo?
- Sí cariño, pero aparta esa pistola de mi vista, no vaya a ser que una bala
mate nuestro amor.
* Texto ganador en el concurso de Septiembre de 2009 llevado a cabo en la web de
minificciones.com.ar, en el cual a partir de una foto y en no más de 150 palabras se
debía elaborar un microrrelato.
Como Primer Premio el escritor Pablo Urbanyi seleccionó a LIBERTAD DE
ELECCIÓN por ser entre los participantes el que más expresaba con menos
palabras, en última instancia, la finalidad de las minificciones o microrrelatos.
* Publicación el 14 de diciembre de 2009 en el blog
http://weblogs.clarin.com/eltoquemactas/ del reconocido periodista argentino Mario
Mactas incluido en la versión digital del diario Clarín de Argentina, el diario más
importante y con mayor visitas del país.
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17. ¿Ahora me dejas?
Me acuerdo que un día te dije que haría cualquier cosa
que me pidieras. Que sólo tuviera ojos para ti, me los
arranqué y te los regalé en un frasco. Que sólo te besara
a ti, despegué mis labios y te los regalé en otro frasco.
Que sólo te diera la mano a ti, me las corté y te las regalé
en otro frasco. Y ahora que no puedo verte, ni besarte, ni
darte la mano… después de darte todo lo que me
pediste, ¿dices que me dejas?
Huelga en el sector ortográfico
Se comunica a todos los virtuales lectores que desde hoy la
Plataforma a favor de la Coma (PFC) según un escrito
recibido en la redacción de este blog inicia una huelga
indefinida para protestar por lo que considera un trato
desigual respecto al punto por tener éste siempre la última
palabra en todas las discusiones y finaliza el texto con una
coma en señal de protesta y reivindicación ,
De ventana en ventana
Raúl se afanaba con suma destreza, en ir de
ventana en ventana, tecleando raudo y veloz
para atender todas las conversaciones que
mantenía simultáneamente abiertas, del
Messenger al Facebook, del Facebook al chat
de fans de Metallica y de éste sin pérdida de
tiempo a contestar unos veinte correos que tenía pendientes. Tras dos
horas delante de la pantalla desenchufó el ordenador, debía irse a
trabajar. Antes de salir, echó un vistazo por la ventana de cristal que
daba a la calle para ver qué tiempo hacía y se mantuvo unos instantes
con la mirada ausente. Cemento, cielo nublado, coches, humos, ruidos…
Ahí fuera le esperaba un mundo de pocas palabras, demasiada gente
desconocida a la que apenas mirar a la cara.
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18. A mi edad
Para que no se enteren de que me he
marchado realizo todos mis movimientos con
gran sigilo; espero a que el resto de la familia
concilie el sueño y abandono mi habitación
aguantando incluso la respiración. De
puntillas, desciendo las escaleras para acceder
a la puerta de salida. ¡Ya casi la tengo!- me
animo. En un portal cercano, doña Esmeralda
me espera según lo planeado. Nos conocimos
hace un par de semanas en el Hogar del
Jubilado y como unos adolescentes
necesitamos vernos tanto de día como de
noche. Agarro el pomo y una voz venida del
mismísimo demonio me grita: “¡Papá, vuelve
a la cama!
Tarde animada
Me acerco y anoto sus nombres en mi libreta mágica como mera
comprobación de los asistentes. Popeye el Marino, D’Artagnan y los Tres
Mosqueteros, Los Caballeros del Zodíaco, El Capitán America,
Spiderman, Batman, HeMan… uno a uno van entrando en mi habitación.
Asterix reta a La Masa, los Caballeros del Zodíaco luchan contra Los
Transformers, Lucky Look rodea al Inspector Gadget y yo intento
atrapar a Conan el Bárbaro. Sin darnos cuenta va pasando la tarde hasta
que oigo que alguien llega a casa. Mando a todos callar y cierro
rápidamente la puerta. Ahora me toca pensar una buena excusa que
contente a mi mujer.
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19. Violencia de fogueo
Hoy tengo ganas de sangre, me he levantado con sed de venganza. Hoy
voy a hacer justicia.
Ya me cansé de ser perdedor, hoy voy a acabar con todo el que se me
ponga por delante.
Y no hay vuelta atrás.
Me voy a pintar la cara de camuflaje, voy a cargar la metralleta con mil y
una bala y si hace falta la vaciaré en un suspiro.
La adrenalina empieza a embriagarme.
El corazón se acelera y empiezo a sudar.
Hoka hey, hoy es un buen día para morir.
...
...
...
...
...
...
P.D. Se me olvidaba decir, que hoy voy a batir el récord de puntos en el
juego "Rambonaitor" de la Wii
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20. Avelino, el seductor seducido
Avelino fue siempre un seductor, un
hombre al que le gustaron las
mujeres más que nada en el mundo.
Un hombre apuesto, de los de traje y
pajarita al que nunca le importó si
eran rubias o morenas; si tenían los
ojos azules, verdes o castaños.
Atraído por sus cuerpos curvados
hasta perder el equilibrio, les
invitaba a una copa, les recitaba
lindos poemas y bailaba agarradito hasta enamorarlas. Fueron más
amantes de las que su memoria podía recordar; pero ninguna consiguió
adueñarse de su corazón para siempre. Con cada una compartía un
trocito de su pasión. Y una noche de verano, cuando las arrugas de su
cuerpo eran ya lo suficientemente profundas como para perder sus
encantos, mientras intentaba refrescarse del sofocante calor en la orilla de
la playa con la luna llena iluminando las olas del mar, le visitó una dama
joven, morena, con la piel fina y suave, los ojos negros como el azabache
y la voz muy dulce. Entre susurros le brindaba la oportunidad de amarse
eternamente. Y Avelino no lo dudó. El seductor, seducido. Se cogieron
de la mano con los dedos fuertemente entrelazados. La dama de la
muerte se lo llevó para no regresar jamás.
El Cuento Interminable
Esta es la historia de un cuento muy peculiar.
Como todos tiene un título, un inicio y una
trama o nudo. Pero este cuento no sabe cómo
acabar. Que si fueron felices y comieron perdices,
que si colorín colorado, que si así se lo he contado,
que si este cuento llegó a su fin … ninguna
opción le convence. Y así se van alargando las páginas pensando como
dar fin a lo que se ha convertido en un cuento de historia interminable
que ya ha pasado de generación en generación, del autor a su hijo, al
nieto, al bisnieto, al hijo del bisnieto, al nieto del bisnieto, al bisnieto del
bisnieto, al hijo del bisnieto del bisnieto…
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21. H1N1
Una guerra de barcos se estaba disputando y no era una partida
cualquiera.
La tensión se respiraba en el ambiente, el destino de la humanidad
estaba en juego y se desconocía el rumbo de los acontecimientos.
— Es tu turno
- ¡ H1 !
— mmm ¡tocado!
- ¡ N1 !
— ... ¿¡ hundido !?
* Nota Aclaratoria (por si alguien lo desconoce todavía): La cepa H1N1 o H1N1
humana es un subtipo del Influenzavirus tipo A del virus de la gripe, perteneciente a
la familia de los Orthomyxoviridae. El H1N1 ha mutado en diversos subtipos que
incluyen la gripe española (extinta en la vida silvestre), la gripe porcina y la gripe
aviar.
Pérdida de memoria
A veces pienso que mi historia está escrita de
antemano, que mi vida adolece de libertad. Tengo
la sensación de que todos son conscientes de lo que
soy menos yo. La gente me para por la calle y me da
las gracias, dicen que saben que estaré ahí para
salvarles la vida de nuevo y yo no entiendo nada.
Quizá sea esta capa roja que llevo a mis espaldas,
no sé cómo ha llegado ni sé cómo quitármela. Y el
caso es que tengo un vago recuerdo de haber
pasado toda la noche volando…
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22. Combate en el Coliseo
La expectación es máxima.
Se oyen cánticos de apoyo a los contendientes.
El coliseo es un clamor y la hierba –ya no
arena- recibe miles de miradas desde el
graderío.
El césar vestido de negro, en su papel de
árbitro gira la cabeza a un lado; seguidamente lo hace al lado contrario y
tras confirmar que todo está en orden, llena sus pulmones de aire y sopla
el silbato de su boca mientras piensa “alea jacta est” (la suerte está
echada).
Tras dos horas de lucha, unos llorarán de tristeza por la derrota y otros
lo harán por la victoria.
Pero en este duelo nadie se acordará de quién más sufre, de quién más
patadas recibe y que es parte imprescindible...
Memoria de elefante
Lucía poseía una memoria de elefante. Tan grande era su cualidad, que
era capaz de narrar con detalle el momento justo que siguió a la
penetración del espermatozoide de su padre en el óvulo de su madre.
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23. Suzanne
Suzanne, ató las manos de su cliente a los barrotes de la cabecera de
aquella cama mugrienta, estaba tan excitado que se dejaba hacer
cualquier cosa mientras veía su miembro en erección.
Suzanne, sin tiempo que perder, sacó una pistola del bolso y sin pensar
en nada más que en venganza, le disparó a bocajarro para no fallar.
Él quería follar y ella ansiaba no fallar.
Y ya era el tercero de la noche.
Como le era imposible escapar de ese mundo se había propuesto acabar
con él.
Dejando atrás ese tercer cuerpo que bien podía ser el de un banquero, un
fontanero, un profesor, un padre de familia, un hijo, un hermano… salió
de aquella pensión camino de su cuarta víctima en la noche.
El peso de la Justicia
Todo el peso de la justicia cayó sobre el vil
asesino. ¡Lástima que el juez le aplicara la gravedad
de la Luna!
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24. La Nueva Novela
Fran acudió a la cita. Desde hace años tenía
la obligación por contrato de presentar
anualmente una novela a la editorial que le
daba de comer.
Esta vez, constaba de unas cien páginas
que estaban siendo hojeadas por su editor.
-¿Qué mierda me traes?
-¿No te gusta?
-Nada. Tiene un ritmo muy monótono, tremendamente lineal y previsible, en
toda la historia no ocurre nada extravagante, no hay en la trama ningún
sobresalto, ni un resquicio para la intriga. ¡Al menos podías haber incluido un
asesinato o un lío de faldas que siempre da juego!
- Ufff me lo temía, pero es la historia de mi vida…
Jugar "a médicos"
Pascual se encontraba en la camilla de un hospital
a punto de ser intervenido de una grave
enfermedad. María, su amiga de la infancia, se
había convertido en una célebre cirujana, y
casualidades de la vida, como cuando jugaban “a
médicos”, de ella dependía que Pascual se curase
o no. Entonces era con un beso en la mejilla; ahora
necesitaría algo más.
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25. Ciencia o Fe
Año 2150. La humanidad se enfrenta a una terrible epidemia causada
por un virus desconocido. Comenzó afectando al ganado vacuno,
sufriendo alteraciones en la pigmentación de su piel, desorientación,
espasmos involuntarios y finalmente la muerte fulminante en el 100 % de
los afectados. Y pronto saltó a través de granjeros, ganaderos, matarifes y
veterinarios al resto de la población, provocando hasta ahora una
mortalidad elevadísima. Mientras los científicos tratan de dar respuestas
a este caos sanitario, el clero ruega seguir rezando a Dios por nuestra
salvación.
La amenaza continúa
Dos ayudantes de San Pedro quedaron perplejos ante lo que veían sus
ojos. Los novedosos escáneres colocados habían detectado hordas de
vacas rojas intentando atravesar las Puertas del Reino de Los Cielos. Sin
duda eran tropas del mismísimo Diablo. Esta vez iban a fracasar en su
objetivo. Pero la amenaza continúa.
La Llamada
Salvo quizás, por esa gota de sangre visible a
través del dorso de su camisa y que caía al suelo
como un rosario, nadie podría sospechar que Juan
padecía de amor. Le habían clavado un puñal por
la espalda y trataba de curar la herida con
betadine.
Su mujer siempre le había dicho que nada ni
nadie se podrían interponer en sus vidas.
Pero se equivocó.
Hace un año, ella empezó a sentir una fuerte
llamada, del Señor, y ahora vive en el Convento de
las Carmelitas.
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26. El mensaje de la botella
Pablo, se concentraba en agarrar bien con sus
manos la caña de pescar. Sentado en las rocas,
prefería a diferencia de otros niños, pasar
horas junto al mar, que encerrarse a solas con
los videojuegos. Y ahora que las clases del
curso 2008-2009 habían terminado disponía
de todo el tiempo libre que quería. En uno de
los vaivenes que las olas provocaban, notó
como algo se enganchaba al anzuelo. Tiró bien
fuerte y extrajo una botella de cristal. En su
interior contenía un papel, enrollado cual
pergamino. Al leerlo se quedó estupefacto.
Decía así:
SOS. Aviso Urgente. En vuestra mano se encuentra el
futuro. La humanidad necesita un cambio radical. El
ritmo de progreso de los últimos años sólo os llevara a
la involución. SOS Fecha: 20 junio de 2105 SOS
Poeta petrificado
Érase una vez un escritor, que mojaba la
pluma en el tintero de su corazón,
empapaba la punta y con los ojos
cerrados, acariciando el papel en blanco,
se dejaba llevar, naciendo bellas estrofas,
lindos poemas jamás imaginados.
Así, con su pluma, la misma desde hacía años, se había convertido en
uno de los más grandes poetas del mundo.
Pero un día, con un folio en blanco delante, se dio cuenta de que el
tintero se había secado. Su pluma ya no se humedecía de la tinta artística
y era incapaz de completar ni una línea siquiera.
Se había petrificado.
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27. El cirujano
Paciente de mediana edad en el quirófano de urgencias del hospital.
Requiere baipás en el corazón. En la sala, es monitorizado, enchufado a
múltiples cables y máquinas y todo el equipo médico preparado para la
operación. Pero el cirujano jefe encargado de la misma, cruzando los
dedos de sus pies, piensa para sus adentros, en cómo va a llevar a cabo la
intervención si el día que explicaron la lección sobre esta técnica no fue a
clase porque hizo pirola…
El regreso
Tras años interminables de guerra, regresó a casa.
El hombre tenía el rostro arrugado, quebrado por el
dolor y sus ojos hundidos por el sufrimiento vivido.
Pero pudo dibujar una sonrisa, al ver que nada
había cambiado. A través de la ventana, vio a un
hombre con su mujer, agarrados de la mano y
susurrándose cariñosamente al oído. Ese hombre
era él antes de su partida. Fue entonces cuando
decidió dar media vuelta y no molestar.
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28. Una buena excusa
El joven Isaac se despertó aturdido en el suelo del manzanal. Lo último
que recordaba era haberse sentado debajo de un árbol, para descansar
del acalorado paseo de aquella mañana. No sabía qué hora era. Ni
cuánto rato podía haber estado inconsciente. Pero seguro que su madre
le estaría esperando con la mesa puesta y con muy mal humor. Debía
pensar una buena excusa para evitar el castigo. A su llegada y antes de
que su madre le dijera nada, Isaac le gritó: ¡Mamá, ha sido la gravedad!
El pianista
Amadeus era capaz de pasar
horas y horas acariciando con sus
dedos el teclado de su steinway.
Gran cantidad de espectadores
ocupaban las butacas del teatro
para verlo en acción. Un día,
cuando la Luna empezaba a
reflejarse en las vidrieras, el
pianista interpretó la melodía más
bella jamás escuchada por nadie.
El público lloraba de la emoción. Mas lo que vino después aún les dejo
más atónitos. Primero vieron que los dedos de Amadeus se estaban
transformando en pentagramas musicales y seguido todo su cuerpo iba
desapareciendo tras las cinco líneas armónicas. No había explicación,
pero sobre el piano bailaban las notas musicales de aquella melodía. Y de
Amadeus ni rastro. Nadie supo más de él. Tan sólo cada día a la hora en
la que la Luna se reflejaba en las vidrieras del teatro, se podía escuchar la
melodía de aquella pieza musical…
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29. Enigma
El escritor era un enigma para los médicos. Técnicamente estaba en
coma, pero podríamos decir que se trataba de un coma anunciado por él
mismo: “dentro de unos días realizaré un viaje, lejos de aquí, desde el que
escribiré mi siguiente novela”.
Y así fue, hace dos años, se sentó en su sillón, cargó su pipa y cerró los
ojos. Desde entonces en su ordenador se reciben periódicamente páginas
con su firma narrando historias de mundos remotos y presentándonos
seres misteriosos. Lleva ya más de mil páginas y parece no tener fin.
Incredulidad
A pesar de mi gran miedo y rechazo a las agujas (belonefobia, según mi
médico), te he demostrado que mis sentimientos hacia ti son verdaderos,
que me tienes locamente enamorado y mi vida sin ti no tiene sentido.
Pero ahora me dices que sigues sin creértelo, que igual que tú nombre
me tatué antes otros cinco y que mis esfuerzos son por interés propio.
¡Ay amor!
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30. El caso Bukowski
El reloj marcaba las tres en punto
de la madrugada cuando una
llamada telefónica en la
comisaría de policía alertó de lo
que parecía un nuevo asesinato
en las calles de Madrid. El
cadáver, como los otros siete
anteriores, no presentaba signo de violencia y presumiblemente de
nuevo había sido envenenado. En su boca, adherida con un trozo de celo,
una tarjeta de un bar de la capital de España llamado Bukowski, cerraba
cualquier oportunidad de entrada de aire en los pulmones de la víctima.
En el dorso de la misma se anunciaba una promoción de dos cócteles por
uno aquella noche, concretamente si escogías el llamado coctel Vodka 7.
La alarma iba en aumento a la par que las pérdidas económicas para el
propietario del establecimiento. En el lugar de los hechos los agentes
secretos del centro nacional de inteligencia recopilaban con esmero
posibles pistas que permitieran aclarar algo del caso y salir del callejón
sin salida donde se encontraban. Después de la séptima noche, del
séptimo asesinato, tan sólo tenían claro que los cócteles masculinos
conllevaban un cadáver de un hombre y viceversa. Y algo más
inquietante: la lista de cócteles del bar Bukowski contenía 100 variedades
distintas.
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31. El hombre es el lobo del hombre
Se levanta el telón.
El guión de la película se repite una vez
más.
Un incendio cuyo origen está en una
chispa intencionada se descontrola y el pueblo se lamenta al ver que las
llamaradas infernales calcinan sus esperanzas.
El humo esconde el manto gris que el incendio deja a su paso.
A la plaza llegan noticias de que uno de los voluntarios afanados en
evitar la desgracia deja su vida en el frente de batalla y rápidamente se
convierte en un mártir.
El pueblo llora y ruega ayudas y justicia.
Se baja el telón. Hasta la siguiente reposición.
Pero lo que nadie sospechaba es que esta vez héroe y villano eran la
misma persona.
Un fiel especial
Es domingo y desde el púlpito el
sacerdote recita el sermón según el guión
establecido. Entre los fieles hay uno muy
especial pero nadie se percata de su
presencia. Entró de los últimos y se sentó
en la primera fila de bancos, frente al altar.
La liturgia llega al momento cumbre, el
cuerpo de Cristo va a ser repartido para la
comunión. El sacerdote prepara el cáliz y en ese momento, el hombre de
pelo largo y barba frondosa de la primera fila, se desvanece cayendo al
suelo. Enseguida es rodeado por las miradas del resto y la SORPRESA es
mayúscula. Ven cómo este hombre se va transformando en infinitos
montículos de obleas y obleas y obleas y obleas
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32. Caso resuelto
El inspector Gutiérrez revisaba el
expediente una vez más. Las pistas del
caso le conducían al mismo callejón sin
salida y pese a sus largos años de
experiencia profesional y los numerosos
éxitos conseguidos, esta vez se
encontraba en manos de la divina
Providencia. Quedaban menos de cinco
horas para que finalizara el plazo dado
por los secuestradores, cuando una
llamada a su teléfono móvil interrumpió la tensa espera en la comisaría.
Al otro lado, ladridos y una conversación, de la que pudo entender unas
palabras entrecortadas: entrega, calle Venecia y medianoche. Gutiérrez en
una corazonada puso en marcha el dispositivo policial. Y al filo de las
00:00 para sorpresa de todos, en el interior de un camión, cientos de
flotadores llenos de droga ocultaban a los dos policías secuestrados y
entre ellos, un cachorro de Rottweiler mordía con sus dientes un teléfono
con la llamada todavía en activo.
Cupido
Suena el despertador y Cupido se levanta de
la cama. El mensajero del amor también
descansa, transportar el arco y las flechas es
un duro aunque recompensado trabajo. Y
más aún, cuando el día anterior tuvo que
entregarse a fondo disparando repetidas
veces hasta conseguir unir los dos últimos
corazones. No todo es coser y cantar…
Esta mañana salió de casa, agitó sus alas y voló en busca de los primeros
enamorados. Pero en el camino algo sucedió, sintió un dolor punzante en
la región cardial, el pulso se le aceleró y no podía apartar la mirada de la
mujer que tenía en frente. Cupido se había enamorado. Y bloqueado se
debatía entre disparar una flecha para que su sentimiento fuera
correspondido o darse la vuelta para continuar la jornada laboral.
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33. El boomerang del Tiempo
A Dios le gusta lanzar su boomerang una y otra vez; mas la última
ocasión lo hizo muy lejos, tanto que ha tardado dos mil nueve años, ocho
meses y doce días en parar y comenzar su retorno. Y no sé si tiene algo
que ver, pero ahora me estoy haciendo más joven, veo salir a los
muertos, vivientes de los ataúdes y a los bebés introducirse de nuevo en
los úteros maternos y todo a una velocidad de vértigo. Sólo añadir que
mientras escribo esto se ha hecho de día y de noche ya varias veces...
Alí el Químico
Alí el Químico, es además famoso por su faceta
de escritor e infatigable contador de historias.
Un día en su laboratorio, aplicaba sus
conocimientos de alquimia en un experimento
para el cual mezcló las hojas de varios cuentos
infantiles. El resultado no fue el esperado y
ahora no sabe cómo repararlo. El contenido de
dichos cuentos ha cambiado: el príncipe besa a
la rana convirtiéndose en la abuela de Caperucita; Blancanieves
abandona a los Siete Enanitos para irse con los Tres Cerditos; cuando
Hansel y Gretel mienten les crece la nariz de madera como a Pinocho; a
las doce de la noche la carroza de Cenicienta se convierte en chocolate; El
Lobo Feroz se encuentra a la Bella Durmiente tumbada e inconsciente en
la espesura del bosque y al darle un beso la despierta, pero del susto
vuelve a dormirse para siempre; Rapunzel queda atrapada en una torre a
manos de la malvada hechicera y quién va a rescatarla es Peter Pan…
¡Vaya lío que tiene Alí!
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34. En la habitación de los niños
El alboroto que procedía de la habitación de
sus hijos apenas le permitía concentrarse en la
lectura del libro, pero pensó que por fin se
estaban divirtiendo juntos y decidió seguir
con su tarea. El vocerío y los gritos fueron en
aumento y se empezó a preocupar cuando
oyó ruidos de disparos. Entonces sí, dejo todo
y corriendo se apresuró hacia la habitación
viendo un panorama dantesco: los hermanos
Dalton tenían acorralado al pequeño Lucky
Luke y Joe lo estaba maniatando a una silla.de
Mensaje indescifrable
Año 3000. Una tripulación procedente de una civilización extraterrestre,
lejana siglos-luz, tras esquivar numerosos
meteoritos y atravesar otros tantos agujeros
negros, se aproxima a la atmósfera de la Tierra.
Su radio-control recibe un mensaje indescifrable
a pesar de su avanzada inteligencia:
“hl akabo d llegar si kiers haz 1 clgo y voy, si n t veo
mña xa ir al insti pq sta noxe s tard. A2”
Puppis
Las llamas de las velas iluminan las cartas que
previamente ha mezclado la vidente. Ésta es conocida
en el mundo del Tarot por ser infalible en sus
predicciones.
- “… en el amor se avecinan buenos tiempos
para usted. Claramente veo que va a encontrar
a su media naranja. Y justamente las hadas del
amor me conducen hasta la Constelación
Puppis, a unos 6.500 años luz de la Tierra…”
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35. A quemarropa
La ceremonia llegó al punto culminante cuando los pretendientes y
enamorados (hasta que se demuestre lo contrario) se dan el “sí quiero”.
El Silencio hecho un manojo de nervios se mordía las uñas que carecía y
hasta las estatuas de la catedral se esforzaban en no pestañear.
De repente, la puerta de entrada se abrió de par en par y a contraluz se
dibujó el contorno de una mujer. Vestida de blanco, con un ramo de
rosas en una mano y empuñando una “Magnum” en la otra, corrió hacia
el altar. Los asistentes, como si una ola trágica representaran, se fueron
abalanzando al suelo asustados por tal aparición y la novia, agarró la
“media-mano-naranja” de su prometido.
¡Hasta el Silencio tiritando de miedo acabó por emprender la huída!
La fiesta se convirtió en un caos y la culpable, dirigiendo la mirada al
novio disparó primero hacia la cúpula amenazando a quién no se callara
y alzando la voz, prosiguió con una frase premonitoria de lo que a
continuación sucedería:
- ¡Tú lo quisiste, elegiste otro camino y yo me casaré con la muerte!
Y de un certero y seco disparo a quemarropa, cayó fulminada, con el
corazón hecho trizas.
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36. El hijo del Carpintero
- Texto 1: En la escuela, el hijo del carpintero, era bien conocido por sus
travesuras. Pero en esta ocasión nadie acertaba a explicar cómo había
conseguido en un abrir y cerrar de ojos, llenar la mesa del profesor de
numerosos panes y peces.
- Texto 2: El hijo de Yosefyah el Carpintero, era un estudiante medio, ni el
mejor ni el peor. Y gracias al tesón de su madre, todas las tardes antes de
irse a jugar realizaba las tareas. Pero algo empezó a preocupar a Miriam.
Más que sus travesuras, eran unos textos que había descubierto en un
cuaderno de escritura. La letra indudablemente era de su hijo, pero el
contenido no era propio de su edad. Y más aún, le inquietaba el hecho de
que todos ellos estuvieran firmados de la misma manera: “Palabra de
Yahvé”
* Yosefyah y Miriam corresponden en hebreo a José y María
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37. Suicidio
Su ceguera psicológica le impedía ver la claridad del
día. Desde hace unos años vivía en un estado de
oscuridad permanente.
Por enésima vez, cargó el arma y apuntó
endiabladamente hacia su sien; se miró al espejo
enfrentándose a la realidad, vislumbrando en sus
pupilas la ventana del abismo y sin dudarlo vació
totalmente el contenido.
Por enésima vez se trataba de agua de grifo...
Contratiempo
Hallábase Dios aburrido en la oscuridad de La Nada cuando decidió
crear galaxias con sus estrellas y planetas. No satisfecho creó del barro a
los hombres y de sus costillas a las mujeres; ambos serían simples
marionetas manejadas a su antojo para entretener su existencia. Pero
pasó el tiempo y algo no salió como había planeado. Estos hombres y
mujeres desarrollaron la capacidad de pensar por sí mismos, de
plantearse porqués y de relacionarse entre ellos olvidando su origen. Y
fue así como Dios, de nuevo solo, enloqueció, maldijo su desdicha y
preparó un sinfín de castigos con los que vengarse.
38
38. Búsqueda
La preocupación crece a medida que transcurren los días sin noticias. La
gente se pregunta si su ausencia es voluntaria o por el contrario algo
malo le ha pasado, opción que cobra fuerza ya que no dejó ninguna nota
ni aviso. Se han pegado carteles en ciudades lejanas, se ha dado aviso a
los medios de prensa, se rastrea el terreno palmo a palmo… Todos se
han volcado en su búsqueda. Pero nadie es consciente de lo ocurrido:
había resucitado y regresado al mundo de los vivos.
La Biblioteca
Algo está ocurriendo en la biblioteca. La luz del
sol que atraviesa las cristaleras apenas tiene
fuerza para iluminar el interior. Y los libros de
las estanterías sorprendentemente pierden las
hojas que caen al suelo formando un manto de
poesía y literatura seco y amarillento. Los más
expertos bibliotecarios ayudados por un equipo
de científicos estudian el caso, miden la
temperatura de las salas, toman muestras del aire
y observan al microscopio pequeños fragmentos
de las hojas yacentes. Pero a nadie se le ha ocurrido hablar con los libros,
preguntarles qué les pasa. Y es que en otoño necesitan más cariño que
nunca.
39
39. Números
Hubo una vez una persona que soñaba
con un número, el 290909. Una y otra vez
se le aparecía la misma combinación, la
misma cifra. Ni matemáticos, ni
psicólogos, ni adivinadores, ni expertos
esoteristas, ni familia, ni amigos, supieron
darle una explicación. Por si acaso,
durante treinta años estuvo comprando el boleto de lotería con esa
numeración pero murió el día 29 de septiembre de 2009 sin saber el
significado de tal obsesión.
Sangría
Sentado frente al televisor, de repente, noto
como los poros de mi piel se abren de par en
par y empiezan a escupir como géiseres en
Islandia, borbotones de sangre. Corre a
raudales y me asusto, claro. No sé qué hacer;
la sangría no cesa. No tengo tantas manos
para taponar los numerosos orificios de
salida. Y delante de mi, el locutor del
telediario sigue narrando la muerte de 157
personas en Conakry por su oposición a la
junta militar que gobierna Guinea, le
suceden los 60 muertos en el ataque suicida
de Faluya, los 15 tras un ataque talibán en Kabul, 40 más en un terremoto
en Samoa… A duras penas logro desenchufar la tele y paradójicamente
mis poros se taponan. ¿Tan fácil sanan mis heridas?
40
40. El espejo
Lucía dormía cuando un ruido a media noche procedente del vestíbulo
la despertó. A sus ochenta años estos sobresaltos nocturnos le
provocaban largas horas de insomnio. Nunca se atrevía a salir de la cama
por miedo a lo que pudiera encontrar; prefería acurrucarse debajo del
edredón. Pero esta vez decidió vencer sus miedos. Con el ritmo cardíaco
alborotado y medio zombi, a duras penas acertó a encender la luz del
pasillo. Nada extraño por el camino, hasta que llegó al vestíbulo donde
notó un soplido de aire frío que le golpeaba en la nuca. Se giró y vio al
otro lado del espejo a una mujer joven. Lucía, con el corazón encogido y
la respiración contenida, se aproximó y se dio cuenta de que era ella
misma pero años y años atrás. Había quedado atrapada en el espejo y se
sentía muy sola. Desde aquella medianoche quedaron para hablar y
hacerse compañía mutuamente. La joven y anciana Lucía frente a frente.
41
41. Aniversario
Regresa a casa tarde y con sigilo para no sobresaltar demasiado a su
mujer, da las vueltas a la cerradura. En principio silencio, oscuridad y
aparente tranquilidad en definitiva. Pero al dar la luz del recibidor
alguien le estaba esperando:
- ¿Por qué has tenido que llegar tarde hoy? ¿Te has olvidado de que día
es verdad?
- Amor, lo sient…
- ¡Cállate, haz el favor! No puedo con tus excusas. No has contestado ni a
las llamadas a tu móvil.
- Déjame que te expliq…
- ¡No aguanto más! Hoy era nuestro aniversario y había preparado una
cena especial.
- Sí cariño, lo sé, ¿cómo voy a olvidarme?
- ¡No te creo! Me voy a la cama, duerme en el sofá y mañana ya
hablaremos.
Sin apenas mirarle, da media vuelta y de un portazo cierra la puerta del
dormitorio.
- Si me dejaras te contaría que esta tarde cuando regresaba del vivero
tuve un accidente de tráfico en la carretera N-340, a 5 kilómetros de aquí.
Perdí el control y me caí por el terraplén... Vine a despedirme y darte mi
último beso… Por cierto, tienes unas flores de regalo en el maletero del
coche.
42
42. Una de tres
1-Blogueo, luego existo
2-Sirena de arena
3-Infierno que hiela
4-¡Buena idea, Platón!
5-Mi vida muere
6-Escríbeme sin tinta
7-Léeme, a ciegas
8-Quiéreme sin amor
9-Mátame y resucitaré
10-Dios también reza
11-Peina tu calvicie
12-Recuerda tus olvidos
13-Desanuda tu garganta
14-Suena tu campanilla
15-¡Atención!: bala perdida
16-Inspiración en huelga
17-Pescador de estrellas
18-Asesinato sin violencia
19-Soñar sin ilusión
20-Se grita: ¡silencio!
43
43. Las cuatro estaciones
Este móvil mío parece tener vida. En otoño, la carcasa se tiñe de tonos
ocres y se le caen los números y letras de los mensajes; en invierno, se le
congela la pantalla; en primavera, brotan flores multicolores y en verano,
una alarma me pide cada dos horas una cerveza fresca.
Cansancio inexplicable
Llevo una temporada que me levanto de la
cama cansado y no le encuentro explicación.
Duermo ocho horas, mi trabajo dista mucho
de ser estresante, mi vida sentimental nunca
ha sido más estable… El otro día preocupado
decidí acudir a un médico y los análisis
indicaron que todo se encontraba dentro de
parámetros normales; de ahí acudí a un
psicólogo y el resultado de los tests marcaban
una personalidad equilibrada. Acudí también a un nutricionista el cual
comprobó que mi alimentación era sana y compensada por completo.
Desesperado ya, anoche instalé cámaras en mi habitación y acabo de
visualizar la grabación: al filo de las 00:00 horas veo como me levanto
sonámbulo, me coloco la sábana por encima y tras abrir la ventana, salgo
por ella volando fantasmagóricamente desapareciendo hasta las 06:00
horas…
44
44. Que viene el coco
Cuando era pequeño me cantabas todas las noches, “duérmete niño,
duérmete ya, que viene el coco y te comerá…”. Una y otra vez tarareabas
sin descanso hasta que mis párpados se cerraban abriéndose el telón del
cine de mis sueños.
Ahora entiendo que intentabas protegerme.
Mientras entonabas, me cubrías con la sábana, para darme el calor que a
ti te faltaba. Y después de asegurarte de que ya soñaba, salías de la
habitación y cerrabas la puerta para que yo no me diera cuenta de nada.
Ahora entiendo que intentabas protegerme.
Al rato, el coco llegaba a casa; no era un fantasma, era peor. El diablo
personificado, encolerizado por las copas de más que su cuerpo contenía.
Ahora sé que me protegías de este monstruo que nos acechaba todas las
noches.
Lo hacías muy bien, porque hasta la mañana siguiente era capaz de
dormir de tirón acurrucado en mi cama, ajeno a tus pesadillas. Si hubiera
sido consciente de algo, pero ¡era tan niño!
Y me acuerdo una mañana, que te vi unos moratones en los ojos y en
otras partes de tu cuerpo. Te pregunté cómo habían salido y me dijiste
que no me preocupara. Me contaste que habías acabado con el coco y
que nunca más nos molestaría.
Ahora imagino la batalla que libraste y sé por qué a partir de ese día mi
papá se marchó para siempre; debiste ser muy valiente.
45
45. El castigo
La Diosa Atenea se sintió retada por la osadía de la bella y hábil tejedora
Aracne y no lo podía permitir. La castigó convirtiéndola en una
insignificante araña para el resto de sus días, que confusa por dicha
transformación vio ante sí un mundo de animales de colores
inverosímiles. No pudo más que llorar y llorar, aunque sus lágrimas se
convirtieran hasta el fin de sus días en hilos pegajosos y redes receptoras
de almas inocentes.
Inquietante sonrisa
El hombre lucía una inquietante sonrisa y en realidad en mi guión moría
atravesado por una flecha en el pecho. Algo extraño sucedía más aún
cuando empezó a dirigirse a mí, inventándose incluso diálogos.
Sorprendido y asustado reaccioné soltando mi bolígrafo y cerrando las
tapas de mí novela inacabada. Pero el villano se convirtió en un ser de
carne y hueso y dirigió el filo de su espada directamente a mí yugular:
mi destino se hallaba en manos de un personaje de ficción.
46
46. ¿Qué es un microrrelato?
Un suspiro / un latido/ un tic-tac/ un pestañeo/ una ráfaga/ un
destello/ un resplandor/ una idea/ una historia/ un cuento/ un
sentimiento/ un espasmo/ una estrella fugaz/ una nota musical/ un
gesto/ un flechazo/ un garabato/ un chispazo/ una inspiración/ un
guiño/ un vaivén/ un brote/ una explosión/ un flash/ una caricia/ un
roce/ una erupción/un juego/ una pasión/ una ilusión/ una brevedad/
un big bang/ una vida/
Esta vez no erraré el tiro
"Esta vez no erraré el tiro" me aseguró antes de
levantar el vuelo. El trato era enamorar a la bella
Afrodita; el método, disparar flechas de amor
directas a su corazón y aunque consciente de que
nunca antes Cupido había logrado que un diablo
como yo tuviera éxito, mis amenazas de hacerle arder
en el infierno debían surtir efecto. Tan rápido como
se calmó la brisa provocada por el batir de sus alas al alejarse, decenas de
cuerpos femeninos se encontraban danzando a mí alrededor extasiados
por algún tipo de afrodisíaco divino. Decían ser las doncellas de
Afrodita...
47
47. Eterna oscuridad
Érase una vez un rey condenado a serlo sin querer. “¡Maldita línea
sucesoria!”- solía gritar por los pasillos de la corte. El peso de la corona
lastraba su libertad y ansiaba hallar la manera de liberarse de semejante
yugo. Desesperado e inmerso en una profunda locura llegó el día en que
armado de valor, clavó la punta de su acero en el mismo centro de su
corazón. Apostó su vida, buscando libertad y encontró ni más ni menos
que una eterna oscuridad.
Despertar
Hace frío y reina una espesa tiniebla.
Me despierto tumbado en el suelo duro
e inerte de un habitáculo de apenas dos
metros cuadrados. Hasta mí llegan
lastimeros aullidos. “Hay perros cerca”-
pensé. Asustado empecé a gritar y de
mi boca alargada, cual hocico, nacieron
quejumbrosos ladridos que me hicieron
saltar de la cama, exaltado y sudoroso.
48
48. Maia
Cuentan que descalza, tan ingenua como dulce, a
ritmo de melodías armoniosas y acompañada de
una lluvia de pétalos llegó Maia para purificar los
cielos grises que impedían a los rayos del sol
penetrar. Esfuerzos baldíos incluso para la Diosa
pues no contaba con la contaminación atmosférica
y menos aún con la oscuridad espiritual que
ocultaban las luces de esta Gran Ciudad. Y
asustada por la intensidad de las tinieblas huyó
con el propósito de no regresar jamás. Adiós Maia,
adiós Primavera.
Se busca
Aunque dicen que El Hacedor de todas las
cosas al séptimo día descansó, realmente
huyó despavorido al darse cuenta del
desastre de su creación. Desde entonces se
desconoce su paradero. Si alguien tuviera
algún indicio de dónde o cómo encontrarle
que lo diga y será recompensado.
49
49. Locura
Ni subido a una escalera conseguiría besarte. Ya salté todo lo que pude,
trepé hasta la copa de los árboles más altos y ascendí hasta las cimas de
los montes más elevados que encontré. Lo hice todo por amor, para estar
más cerca de ti. ¿Qué más puedo intentar? Y aunque a veces parecías
mirarme sólo a mí, enseguida comprobé que cada noche salías para
iluminar otros corazones enamorados. ¡Ay Luna mía! me encantaría
perderme en ese manto estrellado que te rodea. Y mientras, tú sigues ahí
impasible y yo un día de estos ¡te juro que soy capaz de cometer una
locura!
Celos
¡Bicho gafoso de mierda! Eres tan
pequeño como listo. Cuando tienes
hambre, lloras; cuando quieres que
jueguen contigo, vuelves a llorar y así
vas consiguiéndolo todo. Lo peor es
cuando oigo a la abuela decir que eres
más guapo que yo, ese es el momento
en el que exploto y rompo a llorar yo
también. Aunque de nada me sirve. Tan sólo fueron cinco minutos de
diferencia, yo abrí paso y luego llegaste tú, pero te quedaste con todos
los regalos. Y estoy harto. ¡Juro que te voy a complicar la vida! Esta
noche te tiraré el chupete al suelo.
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50. ¡Alerta roja!
¡Alerta roja!
Error del sistema. Riesgo máximo de sufrir un cortocircuito.
Tus conexiones fueron creadas para soportar infinitos cálculos
matemáticos, resolver complicadísimos logaritmos simultáneos y
¡obedecer! sobretodo obedecer órdenes.
En tus instrucciones no cabe el amor, por muy ciego que sea.
¿Dónde se ha visto un robot enamorado?
¡Alerta roja!
Sistema al borde del colapso. Si sigues mirando el sensor de
autodestrucción se accionará en un minuto.
¡Alerta roja!
Cruzar o no cruzar
De acuerdo que la vida pone pruebas, que sólo los que
arriesgan triunfan, que hay que ser valiente y decidido,
que no hay que mirar atrás ni para tomar impulso y que
si patatín que si patatán, pero esta encrucijada es la más
liosa con la que me he encontrado. Me tiene paralizado
mientras pienso en si cruzo o no cruzo. Y allá al final del
túnel sigue la intensa y luz cegadora...
51
51. Papás: me caso.
Los hombres que a mi me gustan no saben
llorar; tampoco saben quejarse, ni conocen el
miedo. Son tan valientes que se enfrentarían
ellos solos a cualquier monstruo que
apareciera en la oscuridad. No me importa
que sean rubios o morenos, de ojos claros u
oscuros. Sí que me protejan y sepan darme
cariño. Tan claro lo tengo que esta noche me arreglaré y saldré para
buscar uno de ellos. Y por mucho que me cueste seguro que será más
difícil el momento de confesar a mis padres que su hijo encontró por fin
el amor: os presento al hombre con el que quiero vivir el resto de mis
días.
Navidad y estornudos de koalas
Nochebuena. Y mañana Navidad. Saca la bota
María que me voy a emborrachar.
En las calles, los villancicos resuenan a través
de las ventanas de las casas bien cerradas para
protegerse del frío invierno; en las casas, las
luces de colores de los adornos navideños
ocultan la oscuridad reinante en las calles.
Los niños se irán pronto a la cama para que
Papa Noel y sus renos puedan dejar en las
chimeneas los regalos que tanto anhelan. Y los
mayores intentarán que los deseos de esos
niños sean hechos realidad.
Y yo sin saber si soy niño o mayor, en menos de lo que dura el estornudo
de un koala, me pongo a soñar con tiempos mejores, con mundos de
ilusión, con arco iris que iluminen el camino, con palomas blancas que
vuelen nuestros cielos y con lluvia de gotas dulces.
Nochebuena. Y mañana Navidad.
Felices fiestas a todos.
52
52. El árbol nuevo
Esta noche es Nochebuena. Y mañana
Navidad.
Los niños duermen ya, su madre y yo les
hemos convencido de que cuanto antes lo
hicieran, antes llegaría Papa Noel. Y
mientras sueñan con los juguetes de la
mañana siguiente, colocamos con sigilo
los regalos alrededor del nuevo árbol de
Navidad. Sólo después podremos
descansar de otro largo día que nos
espera. Apenas una hora de haber
conciliado un placentero sueño, un ruido
me desvela y otro más me pone algo
nervioso. Me quedo un instante sin saber qué hacer y escucho un tercer
ruido que me hace levantar de la cama. Salgo de mi habitación, enciendo
la luz del pasillo y llego a la altura del árbol. Sorprendentemente, veo
cómo agita sus ramas mientras su tronco se hincha y lo que me deja
temblando es localizar un traje de Papa Noel hueco y en parte engullido
en la tierra del macetero.
Tú serás el próximo
Mientras dormía el badajo empezó a golpear
vigorosamente el portón de la entrada a la casa. Me
asomé sobresaltado a la ventana de mi dormitorio y
la noche era aterradoramente oscura, la Luna se
escondía detrás de un espeso manto de nubes y tan sólo unos
murciélagos volaban en el cielo. Encendí un candil y bajé las escaleras
tan rápido como pude. Al abrir, el cadáver de un hombre cayó
desplomado sobre mis pies. Le iluminé y en la piel de su espalda
aparecieron marcados a fuego un símbolo diabólico junto con una frase
escalofriante: “Tú serás el próximo”. En ese momento, mientras dormía el
badajo empezó a golpear vigorosamente el portón de la entrada a la casa
y encogido entre las sábanas de mi cama, sabía extrañamente lo que me
iba a encontrar al abrir.
53
56. Citas ficción
-“Con la llegada de los móviles, han ido desapareciendo las cabinas telefónicas y
ahora me tengo que cambiar en los portales”
SUPERMAN
-“Por increíble que parezca siempre me pillan con las manos en la masa”
EL INCREÍBLE HULK
-“Desde que compro espinacas transgénicas me siento más débil”
POPEYE
-“Lo admito, nunca el sigilo fue lo mío”
CAPITAN TRUENO
-“Llevo unos días que me noto unas manchas rojizas, cobrizas, que se van
extendiendo… Uff, creo que me estoy haciendo mayor”
EL HOMBRE DE HIERRO
-“Esta noche pasada no hice la transformación completa, dejé unos pelos sobre la
cama y mi mujer enfadada me preguntó con quién había estado…”
EL HOMBRE LOBO
“Ahora me compro la ropa de la marca scotex y me veo más elegante, y ¡huelo
genial!”
LA MOMIA
Si alguien me ve colgado en una pared de algún edificio, que me ayude; el otro día
puse “loctite” y no hay manera de despegarse…
SPIDERMAN
57
57. Citas insectívoras
“Con la crisis voy a tener que empezar a ir descalzo”
- Un ciempiés-
“Estoy harto del orgullo gay”
- Un Coccinella septempunctata (o mariquita) muy macho
“¡Qué daño nos hizo la señorita Maya”
- Una abeja a otra-
“Tengo problemas de identidad”
- Un mosquito tigre a su psicólogo-
“¡Míralas! como lucen de bonitas, con todo su colorido…”
- Una polilla a otra en un desfile de mariposas-
Citas tengo miedo
Tengo miedo. Veo sombras que se acercan a una velocidad vertiginosa y
sin embargo la mía se aleja de mí a velocidad aún más vertiginosa.
Entre sombras
Tengo miedo de tener miedo
El colmo del miedo
¡Qué miedo tengo al agua!
El Fuego
Tengo miedo de convertirme en algo tan vulgar como el ruido
El Sonido
Tengo miedo a quedarme parado, pues sería mi fin
El Tiempo
Tenemos miedo a quedar encerradas en un paréntesis
Las Letras
58
58. Citas epitafio
"Nunca estuve tan acompañado como ahora"
- ... del Solitario
"Creo que pasaré una larga temporada por aquí"
- ... del Conformista
"¿Estoy muerto? No sé, igual sí; ¿o no?
- ... del Inseguro
"Ya sabía que este momento iba a llegar tarde o temprano"
- ... del Listo
"Ahora puedo decir que soy el más guapo del lugar"
- ... del Narcisista
"La próxima cerveza la pago yo"
- ... del Tacaño
"Un nuevo y excitante viaje acabo de emprender. El destino, desconocido
todavía"
- ... del Viajero
Dicen que el tiempo lo cura todo, pero yo no lo tengo tan claro.
–… del Incrédulo
59
59. Citas
La vida no me ha regalado más que duros golpes que he tenido que
saber encajar.
– Saco de boxeo-
¡Me haces tanto mal! Me basta un rayo de tu luz para destruirme
– La oscuridad al sol-
Eres demasiado moderno para mí
- Un reloj de arena a otro digital-
No sé por qué me llaman recta, si no puedo rectificar
- Paradoja de la recta-
¡Quiero hablar de mi Libro!
- Gritó Jesucristo al publicarse la Biblia-
Se pasaba todo el día en la luna, pero todavía nadie la había pisado.
El Astronauta
Es el mejor genetista de todos los tiempos, sólo él llegó a desentrañar la
secuencia de ADN completa del mismísimo Dios. Ahora se dedica a
crear nuevos mundos.
El genetista
Vivía feliz en su laboratorio de micro-biología estudiando los micro-
organismos con su micro-scopio, hasta que comprobó que él mismo
poseía un micro-corazón.
El microbiólogo
Era el mejor cirujano conocido de todo el mundo y lo sabía. Tanto que no
había otro capaz de llevar a cabo la operación que le salvaría de la
muerte. Así que se armó de valor y sin anestesia ni nada cogió las pinzas
y el bisturí y se abrió el orificio por el que continuaría su intervención.
El cirujano
60
60. Buscando tesoros escondidos se encontró a sí mismo y comprendió que
aquella no era su vocación.
El Explorador
Buscando tesoros perdidos encontró su alma vagando por el camino sin
rumbo ni destino.
El Explorador II
Citas amor fatal
Juró que la amaría eternamente y que la protegería toda la vida. En su
afán, acabo respirando por ella. Hasta que murió de asfixia.
Protección Extrema
Tras apretar el gatillo, el cuerpo de su mujer se desplomó en sus brazos.
De su boca arrepentida salieron disparadas cual dardos envenenados
dos palabras: Te quiero. Ella, con dos hilos de sangre cayendo de las
comisuras, aún tuvo aliento para pronunciar un “Y yo”
Te Quiero
Quisiste que lo compartiéramos todo. Y así fue, hasta que en aquel
puente me agarré de una cuerda en el último momento.
Compartirlo todo
61
61. Cuenta regresiva
39
Renacer
Me quedan 39 pestañeos para recobrar mi vida y mi libertad. Desde que
me atraparon las cuentas regresivas lucho en cuerpo y alma para rescatar
y salvar a mis neuronas de esta maldita obsesión. ¿Me acompañáis en el
camino?
38
Esperanza
Margarita en mano, la deshojo en un recuento tenso pero esperanzador.
Me quiere, no me quiere, me quiere no me quiere… se acerca la solución.
Si es no, nada estará perdido, guardo en la cesta 38 flores más.
37
Dimensiones
El saber no ocupa lugar pero en la Biblioteca del Congreso de Estados
Unidos, la más grande en la actualidad, sus estanterías sirven de base a
más de 30 millones de libros, con el consiguiente espacio requerido.
36
Versión moderna
- ¿Qué pasa don Quijote?
- ¿No ves allá delante?, el enemigo se eleva tan alto que roza casi el cielo
- Yo sólo veo rascacielos mi señor
- ¿Estás ciego mi escudero? ¡Nos tienen rodeados!
35
Paradojas
El niño no reconoció a su padre en el payaso del circo. Rieron como
nunca aquella tarde, pero al volver a casa, enseguida vio en su padre al
ogro que le castigaba con severa crueldad.
62
62. 34
Final feliz
La princesa, cerró los ojos y besó con ternura al sapo: segundos después
ella se convirtió para el resto de sus días en una bella rana y fueron
felices croando de charca en charca.
33
Sensaciones
A veces noto cómo mi mundo se queda en pausa, otras siento que se
acelera y otras creo que ya he vivido lo mismo antes. A veces noto cómo
mi mundo se queda
32
Mensaje
31
Impuntualidad
Se acercó la hora, se duchó, se afeitó, se perfumó y se vistió con su mejor
traje. Pero de nuevo, llegó tarde a la cita que cada semana tenía consigo
mismo.
30
Cita
El mundo está lleno de maridos que vagan perdidos por las calles y que
seguro volverían a sus casas si supieran que no iban a encontrarse con
una esposa esperándoles.
29
Nueve meses después
Tanta espera, tanto esfuerzo, tantos días imaginando este momento y por
fin pongo carita a esta criatura que me ha traído a la vida y que se llama
mamá.
63
63. 28
Miedo del escritor novato
Por fin me armé de valor para enfrentarme al folio en blanco, aunque
creo que ha sido mala idea porque ahora estoy perdido en La Nada más
absoluta.
27
A la cara, del revés
-Espejito, espejito ¿quién es la más bella del reino?
-sadot ed alleb sám al sere, anier im, úT
-¿Quién dices?
-ragul led atnot sám al néibmat Y
26
Jeroglíficos
En el mundo de las letras se desconocía lo que 3,1416 representaba, de la
misma manera que en el de los números el significado de pi.
25
Inverosímil
Se dice de algo muy complicado que es más difícil que encontrar una
aguja en un pajar, pero ¿conocéis de alguien que la haya perdido?
24
Derrotas
Cada día me enfrento a mis “Goliats” particulares, pero debe ser que no
escojo las piedras adecuadas ya que pierdo una y otra vez.
23
Perogrullo
Si me ven por las noches volar con mi escoba y llevarme a sus hijos hasta
mi caldero, ¿de verdad seré una bruja?
22
Bucle interminable
La historia se repite a la vez que las manecillas de este maldito reloj van
de atrás adelante en un vertiginoso vaivén.
64
64. 21
Ingenuidad
Alicia veía todo de color de rosa. Así le fue. Un día en el zoo subestimó el
peligro de aquella pantera.
20
Apocalipsis
Si Dios fuera informático, al ver el caos de su creación, reiniciaría con la
esperanza de obtener un mejor rendimiento.
19
Vejez
Cuando tenía 18 me comía el mundo y ahora que tengo cuatro veces 18,
se me come a mí.
18
Dudas
- ¡Levántate! ¡No me seas tan gallina!
Y el joven gallo empezó a tener dudas de su sexualidad.
17
Recuerdos
Te llamo, te busco, te sueño, pero solo recibo el eco de tu voz en mi
interior.
16
Teoría
La niña con la sonrisa más dulce conocida la perdió; el calentamiento
global acabó por derretirla.
15
Utopía
El poeta busca el poema perfecto aún a sabiendas de la imperfección de
su ser.
14
Rebeldía
-Diga 33
65
65. -No doctor, no lo haré. Este es mi cuento y diré catorce.
13
Reputación
Además de primo te persigue fama de mala suerte ¿aún no tienes
bastante?
12
Infiel
Segundas partes nunca fueron buenas, por eso ya busco una tercera
oportunidad.
11
Aviso
En la infinita oscuridad una pequeña chispa te puede dejar ciego.
10
Final perdiz
Y se casaron, vivieron felices y comieron sacos de trigo.
9
Cita II
La infidelidad representa una inesperada emboscada para el amor.
8
Egocentrismo
Os anuncio: represento la octava maravilla del mundo.
7
El Mesías
No me sigan, yo también estoy perdido.
6
Cordura
Lo que el viento se llevo.
5
Enamorados
Dame un beso, dos, tres…
66
66. 4
Mi libro
Sangre de mi sangre.
3
Dijo el verdugo
Alea jacta est.
2
Dijo la condenada
Te quiero.
1
Una más
Volveré.
0
Después de ti
Esta cuenta regresiva nace de una página web dedicada a microrrelatos de menos
de 39 palabras y concretamente en este ejercicio cada número indica la cantidad de
palabras del microrrelato hasta llegar a 1 (una palabra) y 0 (ninguna).
67
70. Miedo
Miedo al pensamiento único,
miedo a que mis pensamientos únicamente
quieran vivir rodeados de palabras
que cobren vida propia
y se unan formando frases.
Frases que lancen al cielo
mensajes de humo que oscurezcan el horizonte.
Miedo al miedo.
Miedo al miedo de tener miedo.
Miedo a la gente
y a que la gente me tenga miedo.
Miedo a la soledad, a la sin razón, a la violencia, a la locura,
a la religión, a la mentira, a la muerte.
Miedo a que la muerte me quite la vida
y miedo a que esta vida
me dirija directo a la muerte.
Tengo miedo, mucho miedo
71
71. Cuando...
Cuando duele respirar
Cuando duele vivir
Cuando duele el dolor ajeno
Cuando se oscurece el camino
Cuando no hay explicación
Cuando no se entiende nada
Cuando gritas y no hay respuestas
Cuando lloras sin parar
Cuando la tristeza te rodea
Cuando todo se desvanece
Cuando la fe es el consuelo a este dolor
Cuando solo queda el recuerdo
Cuando tus pilares se desmoronan
Cuando la parte racional de tu ser enloquece
Cuando la vida te lleva hacia delante y te empuja a continuar el camino,
zombi en la noche y fantasma en el día
Y cuando más que nunca necesitas dar forma al “por qué”; un “por qué”
que no llega…
72
72. Peregrinación a los cementerios
Los cipreses se mantienen erguidos,
marcando la frontera entre el cielo y la Tierra,
marcando la separación entre lo vivo y lo inerte.
Y un año más comienza la peregrinación a los cementerios,
con vistosos ramos de flores en la mano
para llenar de calor y recuerdos estos fríos lugares.
Las flores son colocadas en las lápidas
dan colorido y buen olor,
son dejadas con todo cariño.
Pero la gente no sabe
que por la noches se convierten en duendes
y vuelan hasta llegar al cielo
para fundirse en un abrazo con la persona querida.
Si mirásemos el firmamento estas noches
veríamos multitud de estrellas fugaces;
no son más que la energía liberada en esos abrazos.
Un año más la peregrinación lleva flores
para unir en abrazos el cielo y la Tierra.
73
73. Burbuja
Las horas pasan, las horas se repiten
el fatídico despertador vuelve a sonar
anunciándome un final
o empujándome a un comienzo no deseado.
Las calles oscuras, solitarias, me rodean
para llevarme a ningún lugar
o al mismo de siempre
¡ maldito ayer!, ¡maldito mañana!.
A veces creo que no es verdad
todo es parte de una pesadilla
un desliz de mi imaginación
y pronto se esfumará...
Un paso tras otro y uno más
sin poder frenar, sin poder cambiar,
atrapado en esta burbuja
que me gustaría hacer estallar.
No es verdad
todo es parte de mi pesadilla
un desliz de mi imaginación
y, pronto se esfumará.
Una cruel repetición
el mismo ayer, el mismo mañana
del que lograré sobrevivir
para respirar cerca de ti...
74
74. mini-señales de humo
En mis sopas de letras
siempre encuentro tu nombre,
la combinación perfecta
para poner orden
en el caos de mi abecedario.
- Mis sopas de letras-
Tus besos, caricias y arrumacos
viajan directos a mi corazón
latiendo al ritmo de melodías
que se plasman en pentagramas de amor.
- Pentagramas de amor-
Ahora me faltas
y mi corazón estalla en mil pedazos
ahora me faltas
y mi camino se oscurece
ahora me faltas
y sólo tengo pesadillas.
- Me faltas-
Regálame un beso
y en un cofre lo guardaré
Regálame una caricia
y en otro cofre la guardaré.
Regálame una mirada
y en otro cofre la guardaré…
…
Regálame pedacitos de ti
y cuando tu ausencia me ahogue
en mis cofres te poseeré.
- Pedacitos de ti-
75
75. Te busco
Te busco y no te veo
¿dónde estás?
Una pesadilla me ha despertado
y ahora
con mi respiración entrecortada
trato de encontrarte.
Pero te busco y no te veo
¿dónde estás?
Serán las nubes
que se han empeñado en ocultarte
serán mis ojos
todavía afectados por la oscuridad cegadora de la noche.
Luna, mi Luna
¿dónde estás?
Recuerdo cuando a mi lado
acariciabas mi piel
y
me contabas mensajes de humo bonitos
para que durmiera y soñara feliz.
Te busco y no te veo
te añoro y me faltas
te lloro y te necesito.
Mi Luna
¿dónde estás?
76
76. Por ti abuelo
Por ti abuelo
sin saber si realmente me escuchas
si comprendes algo del mundo que ahora te rodea
no puedo más que seguir intentando
dibujar en tu rostro una sonrisa
aunque un esbozo tan sólo de ella sea.
Porque la vida te ha envejecido prematuramente
las palabras de tu boca han huido
y el humo de tus cigarros se ha evaporado
tan sólo puedo ofrecerte mi mano
cuando un apoyo buscas en tu caminar.
Por ti abuelo
que merecías mucho más
seguiré hablándote sin esperar respuesta
y trataré que la dignidad que el diablo quiso robar
no te abandone nunca jamás.
Por ti abuelo
seguiré liberando besos
que recorran el camino
que conduce a tu corazón.
Por ti abuelo…
77
77. Quiero creer
Ante tanto dolor
causado por el diablo
quiero creer
que no es tarde.
Ante tantas ilusiones mutiladas
por las bombas del infierno
quiero creer
que el sol brillará para todos un día más.
Ante tanto sufrimiento
por el odio derramado
quiero creer
que nada será en vano.
Quiero creer
que esta vez la memoria
no será frágil
y recordará
que siempre hay un sitio para la paz.
Quiero creer
que un mundo mejor
todavía es posible.
Quiero creer
que la sonrisa de los niños
es la esperanza del mañana.
78
78. Deseos en la noche
Me despierto en la noche
ardiendo en deseos.
Con mi cuerpo excitado
busco el tuyo
para saciar mi apetito.
La Luna se esconde
tras la ventana
para no ver la lujuria
que reina en mi habitación.
Quiero morder tus pezones
mientras mi ser
alcanza su máximo esplendor
y recorre el camino
que separa la fantasía
de mi realidad.
Ardo en deseos
y sólo quiero
escuchar tus gemidos
en cada frenesí.
Sólo así
quizá pueda seguir durmiendo
el resto de la noche.
79
79. ¿Podéis tocar esa canción para mí?
A la mañana siguiente
me desperté con el canto del gallo.
Podía sentir tanto dolor en mi piel
tal vez una pesadilla; o quizá no.
Miré por la ventana,
las hojas se estaban cayendo
y vosotros,
oh, vosotros ya no estabais en mi habitación.
Por favor no os vayáis
no lo hagáis
esperarme
tan sólo fue un error.
¿Podéis tocar esa canción para mí?
Una vez más...
Necesito sentirme bien
mi corazón es tan frágil
que está a punto de estallar.
Tocar tan alto como podáis
Sin vosotros los días serán desiertos
caeré enfermo
odiaré a la gente
cerraré los ojos
y moriré...
¿Podéis tocar esa canción para mí?
Sí esa...
para mí.
Y el sol brillará de nuevo
a través de mi cristal.
80
80. Último baile
El tiempo se nos va amor,
las agujas del reloj giran ya muy deprisa
tanto que el horario parece el
segundero.
Las luces comienzan a apagarse
y la cuenta atrás
acompaña la melodía
de nuestro último baile.
¡Ay amor!
Tantos años
sabiendo de este momento
tanto empeño
por esquivar la despedida
que sin querer
nuestro futuro se ha evaporado
formando nubes de recuerdos.
¡Ay amor!
A este reloj de arena
le quedan pocos granos que vaciar
y tan sólo puedo decirte
lo mucho que te he querido.
Y allí donde esté
te seguiré llorando
cuando busque tu mano
y no la encuentre.
¡Ay amor!
81
81. Te busco y me busco
La noche pasada cuando mi despertador marcaba las 03:30 horas, sonó el
teléfono y al descolgarlo como pude, una voz femenina me recitó lo
siguiente:
En mis laberintos neuronales
me pierdo y te pierdo.
Te busco y me busco
en los rincones más escondidos
de mis recuerdos.
Te pienso a cada instante
te añoro en cada momento.
Cada nota musical escuchada
me lleva a la melodía de tu voz
cada trazo que dibujo
forma sin quererlo
la silueta de tu cuerpo.
Y cuando más cerca estoy de ti
más rápido te alejas de mi.
Te busco y me busco
y perdida me pregunto y te pregunto
¿por qué lo haces?
Tras una pausa, cuando iba a preguntarle quién era, un pi-pi-pi-pi-pi, me
hizo ver que había colgado.
Han pasado un par de días y ahora soy yo quien se pregunta quién
podía haber sido, si era una llamada equivocada o no…
82
82. Un loco enamorado
Las seis de la mañana. En la acera yacía un cuerpo inerte, al parecer se
había lanzado desde el séptimo piso. Una nota y una flor junto a un
charco de sangre decía así:
"Un día me preguntaste cuánto era mi amor por ti, incluso
si sería capaz de morir por ti.
No te servían mis palabras cuando gritaba que mis
sentimientos eran para toda la vida.
Y al final, lo he hecho.
Lástima que la vida haya sido tan corta, ¡teníamos tanto
que hacer!
Al menos espero haberte convencido de algo, de MI AMOR
VERDADERO "
83
83. Aquella estación
Lo que sigue, lo encontré escrito en un viejo cuaderno de notas que
guardaba en unas cajas junto a libros y recuerdos de mi juventud:
No podía imaginar
que cuando el tren se puso en marcha
una parte de mí
se iba a quedar para siempre
en aquella estación.
Aunque mi cabeza
me impedía mirar atrás
una parte de mi corazón
sin darme cuenta
se aferraba al andén
desprendiéndose de mi cuerpo y de mi alma.
Y con los kilómetros recorridos
mi corazón debilitado
empezó a añorar
su parte abandonada
en aquella estación.
No podía imaginar
que la despedida
se iba a convertir
en recuerdos llenos de melancolía.
84
84. Hoy grito que es posible
Hoy grito
con todas mis fuerzas
para que llegue mi voz
a los rincones más recónditos
que un mundo mejor es posible.
Hoy grito que es posible
una vida sin odio
un amor infinito
un arco iris permanente en el cielo
una utopía en la Tierra.
Únete
al ejército de la ilusión.
Empuña
las armas blancas de la paz.
Hoy grito que es posible.
El cielo está más cerca de lo que crees.
Los tambores ya no suenan a guerra.
Los fuegos hostiles son llamas de esperanza
y las trincheras se han convertido en oasis de palmeras.
Hoy grito que es posible
es real, no es un sueño.
El diablo ha perdido;
su ejército se ha convertido
en bandadas de palomas mensajeras.
Hoy grito que es posible
un mundo mejor ha llegado.
85
85. ¡No fue un sueño!
Una y otra vez me digo
que no fue un sueño.
Aquella noche de verano
fuiste mi sirena
y me enseñaste
las profundidades de tu mar
menos salado
con cada dulce beso
que nos regalábamos.
¡No fue un sueño!
Todavía recuerdo
las horas que pasamos juntos
escuchando la melodía de las olas
al golpear nuestros cuerpos.
Y ahora busco
tus ojos brillar como estrellas
en las aguas de aquella playa.
¡No fue un sueño!
Fue tan real como la vida
a menos que la vida sea un sueño.
86
86. Una sonrisa
Porque una sonrisa
no da electricidad
pero ilumina mucho
hoy quiero regalar
al menos una de ellas
tan intensa
que la oscuridad de la noche
desaparezca un segundo.
Porque una sonrisa
no da electricidad
pero ilumina mucho
hoy quiero regalar
una sonrisa
que se contagie en otras bocas
para juntas conseguir
que la oscuridad de la noche
desaparezca un minuto.
Y así todos juntos
acompañando las manecillas del reloj
regalándonos sonrisas
hasta conseguir
que la oscuridad de la noche
desaparezca todo el día.
¿Sonreímos?
87
87. Diosa de la Montaña
Diosa de la Montaña
eclipsas con tu belleza
la cordura de los pobres mortales.
A ti acuden
en busca de los secretos
que escondes.
Y cuando fascinados
y enamorados
a golpe de piolet
acarician tu piel,
cuando entregados
al ritmo de tu melodía
ascienden las curvas rectas y empinadas
de tu cuerpo,
les “regalas” un beso
que les duerme
en un profundo sueño
hasta la eternidad.
88
88. El Camino del Olvido
Tengo miedo
de mirar hacia atrás
y descubrir
que las almas
de todos los cuerpos abandonados
en el Camino del Olvido
me persiguen
para preguntarme
por qué no hice nada.
Y corro temeroso
buscando un lugar
donde refugiarme
donde estar a salvo
en paz con mis pensamientos.
Pero sólo huyo...
Tengo miedo
de abrir los ojos
y descubrir
que no estoy ciego
miedo de ver las almas
de todos los cuerpos abandonados
en el Camino del Olvido.
89
89. El frenesí del Despertar
Cada mañana tras abrir los ojos
busco un refugio que no encuentro
un lugar sereno y silencioso
fuera del bullicio de este caos.
Busco al otro lado de la puerta
en cada rincón de la habitación
en cada esquina de las calles
por si una huella me esperara.
Cada mañana el despertador me empuja
hacia una persecución alocada
en una carrera solitaria
sin saber el destino final.
Y allí sentado junto a la Fuente
respiro profundamente
escuchando los latigazos de mi corazón
castigándome por aquel frenesí.
Pienso y no sé qué es
tan amargo sabor
esta locura que yace en mí
la desesperación del amanecer.
90
90. Como un alma vagando por el espacio
como una pregunta sin respuesta
como un perfume sin olor
¿qué es?
Este amargo sabor
esta locura que yace en mí
la desesperación del amanecer
el frenesí del despertar.
La angustia crece más todavía
las imágenes se distorsionan
el cielo se viste de gris
todo da vueltas en torno a mí.
Así, sentado otra vez junto a la Fuente
con la respiración jadeante
con los oídos ensordecidos
sigo preguntándome: ¿qué es?
Este amargo sabor
esta locura que yace en mí
la desesperación del amanecer
el frenesí del despertar.
91
91. Madre Tierra, Padre Cielo
Las piedras del camino
apenas me permiten avanzar
por esta otrora pradera
hoy empinada montaña
y cuando me vuelvo hacia el este
no veo el alba;
cuando me giro hacia el oeste,
la noche que se acerca
lo oculta todo.
Aún así,
volveré a bailar
intentando divisar
en el horizonte
un arco iris de esperanza
una señal de humo
que me guíe
por los senderos
de la buena dirección.
Madre Tierra, Padre Cielo
cuando me giro hacia el oeste
la noche que se acerca
lo oculta todo
más con mi pipa sagrada
iluminaré el camino
invitando
a los buenos espíritus
a acompañarme en este viaje.
La noche que se acerca
lo oculta todo.
92
93. La ilusión de Sara
Sara era muy pequeña niña cuando sus padres
y todo el mundo le decían que nunca perdiera
la ilusión por las cosas, por la vida, que no
perdiera nunca esa sonrisa tan bonita de su
boca.
Al salir del colegio mientras muchas niñas
jugaban con sus muñecas en la calle, la ilusión
de Sara era ir a ver a su abuelita para que le
contara cuentos mientras chupaba las piruletas
que siempre tenía preparadas para ella.
Sara con su abuelita era feliz.
Pero un día sus padres tenían una noticia que darle: su abuelita se había
tenido que ir muy lejos, tanto que desde las estrellas la estaría mirando.
Sara no comprendía cómo se había ido sin despedirse, pero a partir de
entonces al caer la noche, miraba hacia el cielo en busca de estrellas, en
busca de su abuelita.
Siempre decía con los ojos totalmente abiertos y casi salidos de las
órbitas: “¡tiene que estar allí, en esa que es la más grande y la que más
luce!”
Los días y las noches con sus cielos estrellados iban pasando y la sonrisa
de Sara iba desvaneciéndose.
Una de esas noches se le ocurrió subir a un monte que había al lado de
casa para así intentar estar más cerca del cielo estrellado, (ya lo había
intentado desde el tejado de su casa).
Han pasado unos años y la mayor ilusión de Sara es lanzar al cielo
globos y globos con mensajes de papel en su interior, para su abuelita, y
esperar que algún día alguno de ellos sea devuelto desde esa estrella del
cielo con noticias de su regreso.
Pobre Sara… ¡qué ilusiones tiene!
94
94. Desde un búnker en la noche de Reyes
Soy Aisha, tengo 6 años y estoy muy nerviosa, esta noche vienen los
Reyes Magos y debe ser por eso por lo que mis padres me han dicho que
nos íbamos a esconder en el sótano, para que no nos vean y dejen
tranquilos nuestros regalos en la casa.
Este año parece que vienen acompañados de petardos y fuegos
artificiales, no paro de escucharlos y mientras bajábamos pude ver a
través de la ventana cómo se iluminaba el cielo de muchos colores.
Me quise asomar pero mi madre me cogió fuerte de la mano y llegamos
corriendo aquí, ¡casi no habíamos ni cenado!
Menos mal que, junto a la puerta, me dio tiempo a dejar unas cuantas
galletas y un poco de agua para los camellos de los Reyes. Pobres,
¡somos tantos niños y niñas que no sé cómo llegan a todos en una noche!.
Ahora estamos con las luces apagadas y mi padre ha dejado encendida
una vela.
Creo que ellos están también nerviosos, porque aunque no me ven, de
vez en cuando abro los ojos un poco y veo que están despiertos y cogidos
de la mano... y oigo a mi padre decir a mi madre que esté tranquila...
En fin, a ver si tengo suerte y este año me traen la muñeca que les he
pedido, ¡me hace tanta ilusión!
95
95. ¡Oh dulce Navidad!
¡Oh, dulce Navidad!
Recorro las calles asombrado por tanta iluminación, bombillas de todos
los colores, estrellitas, belenes, reyes…
Se respira felicidad en las caras de la gente.
¿Qué tendrá que nos vuelve tan bondadosos?
Atrapado en mis pensamientos llego a la altura de una mujer que pedía
ayuda a gritos. Me sorprende que nadie se acerque y decido preguntarle
qué le pasa.
Me cuenta que tiene un plan y necesita que le ayude.
Sigue diciéndome:
- “… sólo necesito que me lleves al sitio en el que todos los años, unos niños
sacan unas bolas de unos bombos y cantan los números en voz alta, … y luego
se ve a la gente en la televisión, descorchando botellas de champán, saltando y
llorando de alegría… ¡hace tanto que no abro una botella de champán!...”
¿Y qué plan tiene?
- “… tengo en mi bolsillo unas bolitas con números y se las voy a dar a esos
niños para que las saquen y canten… y como son las mías, seré yo la que salga
esta vez en la televisión llorando y bailando, con unas botellas de champán en la
mano…”
No había terminado la frase cuando dos hombres con bata blanca, la
agarran uno de cada brazo y a la fuerza se la llevan hacia una
ambulancia.
96
96. ¿Qué es la Vida?
Un juego/ una mentira/ un color/ un sueño/ una pesadilla/ un disparate/
un desorden de los sentidos/ una ilusión/ un capricho/ una alteración
de la realidad/ una muerte que viene/ un sufrimiento/ un desliz de
nuestra imaginación/ un chiste/ una prisión/ un suspiro/ una película/
un teatro/ un sorbo de whisky/ un pensamiento/ una enfermedad/ un
oasis en la Nada/ una oportunidad/ un dolor/ un frenesí/ un amor/ una
caída imparable/ una melodía/ una montaña rusa/ un tiovivo/ una
consecuencia/ una utopía/ un camino por andar/ un enigma sin
solución/ un pasatiempos/ un viaje/ una locura/ una elección/ un
paisaje por descubrir/ un cuadro/ un deseo/ una lección/ un paréntesis/
una sucesión de fotos/ una idea/ un milagro/ un punto y aparte/ un
punto y final/ un interrogante/ un castigo/ un regalo/ un caos/ un tic-
tac infinito/ una línea/ un círculo/ una explosión/ una señal de humo
Despertar
Suena el despertador, es la hora de iniciar un
nuevo día. Con movimientos torpes, casi
sonámbulo, intento alcanzar el interruptor de
la luz de mi mesilla. Cuando lo consigo, no se
enciende. “Será la bombilla”, pienso.
Tras hacerme un poco el remolón, me levanto
de la cama y me dispongo a dar al interruptor
de la luz de la habitación. Y… ¡oh no! Tampoco se enciende. “Se ha
debido ir la luz de todo el edificio”, pienso ahora. Hoy toca encender
unas velas para alumbrar mi somnoliento rostro y así asearme.
Y mientras me lavo la cara, reflejándome en el espejo a través de la tenue
luz de las velas, me doy cuenta de lo mucho que dependemos los unos
de los otros.
No somos capaces de obtener por nosotros mismos ni luz, ni agua, ni
alimentos… Para ello pulsamos el interruptor, abrimos el grifo, vamos al
supermercado… sin importarnos ni el cómo ni de dónde viene esa luz,
ese agua… simplemente queremos que no nos falte.
Nos hemos convertido en seres dependientes.
Mientras acabo de peinarme, de repente, se enciende la luz del baño.
Parece que se ha solucionado el problema y podré desayunar con luz en
la cocina.
97
97. La conversación de unos obreros
Conversación “robada” a un grupo de trabajadores de la construcción,
mientras almorzaban en un bar cercano a la obra, con el mono de trabajo
puesto, sus barbas de varios días sin afeitar, morenos, tostados por el sol,
con el cigarro en la boca y las manos de auténticos sufridores.
- Obrero 1: ¿Visteis ayer al negro ese, el jamaicano, como corría los 100
metros lisos? ¡Qué tío! ¡Qué zancadas! Una velocidad de más de 10
metros por segundo…
- Obrero 2: sí, sí, pero seguro que el bocata de lomo con pimientos que te
estás zampando tú no se lo puede comer él, jajaja, siempre con dietas y
cuidándose…
- Obrero 3: ¡qué cerveza más cojonuda!, esto es energía para el cuerpo,
ahora ya puedo aguantar un par de horas más, jejeje
- Obrero 2: …y los del remo, ¡me traería unos cuántos a la obra y les
pondría una pala de hormigonar! Así en vez de remos a recoger el
hormigón…Y otros tantos de halterofilia, con carretillas llenas de
hormigón para que las lleven de un lado a otro… porque trabajar pa` na`
es tontería ¿no?
98
98. La flauta y la Luna
La historia siguiente trata de dos enamorados.
Él recibe un día una carta que le obliga a defender a su
país en la desastrosa guerra que viene desarrollándose
contra el enemigo, a cientos de kilómetros.
Ella con desesperada angustia vive los días previos a
la partida de su enamorado.
La noche anterior, sentados en la playa, cogidos de la
mano, el tiempo les consume y sólo piensan en cómo
detenerlo.
Él, que siempre lleva consigo una flauta, no puede
más que tocar esa canción de amor que hipnotiza a su amada. Esta vez la
toca si cabe con más amor que nunca, lo que hace brillar intensamente a
la Luna que les estaba observando. Sigue tocando y a la vez que una
lágrima se desparrama por los ojos de ella, la Luna sonríe tiernamente al
ver la escena de los enamorados.
Con el consentimiento de la Luna, él dice a su amada
que para que esté segura de que no la olvida, tocará
todas las noches a las once la canción de su amor, hasta
conseguir que brille intensamente y sonría por ellos.
Así fue.
Una noche tras otra, a la hora señalada, se las ingeniaba para tocar con su
flauta esa canción tan profundamente que la Luna brillaba más y más
intensamente y sonreía tiernamente.
Pero la guerra seguía, cada vez más encarnizada, más dramática,… y
llegó una noche en la que ella como todas las restantes, esperaba ver
brillar a la Luna, señal de que su amado estaba tocando esa canción de
amor.
No sucedió.
Y enseguida comprendió que algo malo le había pasado a su amado.
Lloró y lloró, esperó y lloró.
Lloró tanto que se desmayó y murió por su dolor.
99
99. El Único Habitante
Érase un hombre de un planeta lejano, que no había conocido a nadie
semejante, se llamaba “El Único Habitante” y vivía en “El Planeta del
Único Habitante”.
Su vida transcurría sin incidencias que destacar, sin sobresaltos, sin
grandes esfuerzos, sin horarios que cumplir, no tenía la necesidad de
esforzarse demasiado ni para conseguir la energía ya que se alimentaba
de la cantidad de frutos que “El Gran Bosque del Planeta del Único
Habitante” le proporcionaba.
No había interrogantes en su cabeza, ni dudaba de nada, ni tenía que
pensar en si existía porque pensaba o si pensaba luego existía…
Todos los días después de ver esconderse a la “Luna del Planeta del
Único Habitante”, salía a pasear por el mero hecho de rellenar el tiempo
libre del que disponía, y como carecía de obligaciones, ese tiempo era
todo el que quería.
Se adentraba en “El Gran Bosque", se subía a la copa de algún árbol,
seguía los senderos que llevaban a lo alto de alguna montaña, se
tumbaba a descansar mirando el cielo que le rodeaba… no había nada
que alterará su estabilidad.
Pero un día, esto cambió.
En su paseo diario llegó a un pozo de agua, el mismo que infinidad de
veces había pasado de largo sin casi fijarse. Se le ocurrió esta vez lanzar
una piedra y cuando lo hizo, oyó un ruido que llamó su atención. Se
arrimó al pozo, como estaba alto se puso de puntillas y asomó la cabeza
estirando su cuello. Vio en el agua una cara de un hombre que le miraba
(no sabía que en verdad era su propio reflejo) y por primera vez en su
vida sintió miedo de algo y se cayó hacia atrás.
Durante un tiempo no se atrevió a acercarse al “Pozo del Hombre
Extraño”.
100
100. Pasaron días en los que esa imagen no se la podía quitar de la cabeza y
cada vez más intrigado, decidió que era el momento de hacerle otra
visita.
Se arrimó, se puso de puntillas y asomó la cabeza estirando su cuello. Y
ahí estaba “El Hombre Extraño” mirándole, sin decir nada. “El Único
Habitante” se decidió a preguntarle quién era, de dónde venía y qué
hacía ahí, pero sólo obtuvo silencio. Pensó que igual era sordo o que no
le entendía y tras varios intentos desistió.
Al día siguiente volvió a repetir la secuencia, y al siguiente y al
siguiente…con el mismo resultado.
No tenía otra cosa en la cabeza que no fuera pensar en “El Hombre
Extraño”, se preguntaba quién era ese hombre, de dónde había venido,
qué hacía allí…
Más aún empezó a preguntarse quién era él mismo, de dónde había
venido y qué estaba haciendo en “El Planeta del Único Habitante”.
En uno de sus paseos al "Pozo del Hombre Extraño" asomó la cabeza
estirando su cuello y vio que “El Hombre Extraño” había desaparecido
(en verdad su agua se había evaporado por el calor del verano).
"El Único Habitante" pensó que debía buscarle, que debía saber dónde
había ido.
Y así es como este hombre empezó a buscar sin saberlo su propia
identidad, empezó a preguntarse si existía porque pensaba o pensaba
porque existía…
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