La Capilla Sixtina es la capilla más famosa del Vaticano, conocida por su arquitectura inspirada en el Templo de Salomón y sus frescos pintados por Miguel Ángel, Rafael y Botticelli. Miguel Ángel decoró la bóveda de 1,100 metros cuadrados y creó su obra maestra El Juicio Final, un gran fresco del Juicio Final extraído del Apocalipsis de San Juan en el ábside de la capilla.