Gestión directiva y prácticas docentes clave para logros
1. INFORME DE INVESTIGACIÓN
¿LA BUENA GESTIÓN DEL DIRECTOR DE UNA ESCUELA O LAS BUENAS
PRÁCTICAS DOCENTES, PERMITEN ALCANZAR LOGROS?
Integrantes : Marlen correa.
Karin hermosilla.
Maribel Igor.
Ma. Jesús Sánchez.
Daniela vargas Díaz.
Ma. Evelyn Villegas Z.
Asignatura : Pip IV.
Docente : José Córdoba.
Carrera : Pedagogía Básica.
Fecha : 08/11/10.
FACULTAD DE EDUCACÓN
2. Introducción.
El presente informe tiene como objetivo entregar información acerca de la
siguiente pregunta, ¿La buena gestión del director de una escuela o las buenas
prácticas docentes, permiten alcanzar logros? Para un mejor entendimiento de la
información recabada en dicha investigación, el informe se desglosa de la
siguiente manera, se introduce al tema definiendo lo que es gestión escolar, para
continuar con lo que plantea el marco para la buena dirección, una propuesta del
Ministerio de Educación, luego se analiza el marco para la buena enseñanza, todo
en relación con el alcance de logros en un escuela, posteriormente se analizan
ambas practicas de intervención en logros educativos.
3. ¿La buena gestión del director de una escuela o las buenas prácticas
docentes, permiten alcanzar logros?
Para comenzar, por gestión escolar se entiende, a un conjunto de buenas
acciones que complementan acciones financieras- administrativas –pedagógicas-
organizativas y de evaluación que permiten un logro de aprendizajes de los
alumnos con la ayuda de la comunidad educativa en conjunto, poniendo énfasis
en la profesionalización del Director, lo que se quiere lograr encontrar en todos los
establecimientos educacionales, ya sean rurales, particulares y municipales, sean
subvencionados o no.
Se espera encontrar directores con liderazgo y preocupados de obtener
buenos resultados en sus alumnos, manteniendo una buena relación con la
comunidad educativa. En conclusión que sea un líder positivo en el cual los demás
vean un motivo de inspiración por querer mejorar las cosas, por querer lograr
buenos resultados de aprendizajes en sus alumnos, más allá de los resultados del
establecimiento y del reconocimiento propio.
“El marco para la buena dirección plantea que la función principal del
director consiste en conducir y liderar el proyecto educativo institucional, además
de gestionar administrativa y financieramente el establecimiento cuando se le
hayan transferido tales atribuciones, según la legalidad vigente”, amparad en la ley
JEC Nº 19.979.
En cuanto a lo pedagógico, el director debe hacer un seguimiento y
evaluación de las metas que se quieren alcanzar y el cómo se alcanzarán,
observar el trabajo pedagógico y formación profesional de los docentes, mantener
una constante comunicación con los apoderados con el fin de mantenerlos
informados acerca del progreso educativo de sus hijos, así como sobre el
funcionamiento del establecimiento; en el ámbito administrativo el director se
preocupa de que exista una buena y agradable convivencia escolar, organiza y
supervisa el trabajo de los docentes; y en lo financiero se encarga de asignar,
administrar y controlar los recursos entregados, esto sólo si esta facultad se ha
otorgado el sostenedor del establecimiento.
El marco para la buena dirección divide el liderazgo del director en cuatro
áreas de acción, las cuales contienen los criterios que permitirán reconocer un
destacado desempeño directivo, estas son:
Liderazgo, el cual incorpora habilidades y competencias directivas, fundamental
para la gestión escolar. Liderazgo que no solo debe cumplir el director si no
también toda la comunidad educativa que lo sigue, el rol que cumple el director en
este proceso es el de motivar a los docentes, alumnos, padres y apoderados.
4. Gestión escolar y/o curricular, donde el buen director aparte de cumplir con un
liderazgo positivo debe asegurar el aprendizaje efectivo al interior de las aulas, sin
dejar de lado la cultura que caracteriza al establecimiento a demás de llevar a
cabo lo establecido en el proyecto educativo
Gestión clima organizacional, es uno de los factores que más aporte hace a la
buena dirección ya que favorece la motivación y compromiso de la comunidad
educativa.
Por último encontramos la gestión de recursos, y el cómo distribuye, organiza y
utiliza lo recursos humanos, financieros y materiales necesarios para alcanzar las
meta de aprendizaje y el buen desarrollo del establecimiento educativo.
En cuanto a como las buenas prácticas docentes influyen en el alcance de
logros, el marco para la buena enseñanza supone que los agentes educativos que
se desempeñan en una sala de clases son profesionales educadores
comprometidos con la formación de sus estudiantes, esto supone involucrarse
más allá de conseguir buenos resultados, se trata de alcanzar las metas en
conjunto con la gestión directiva, de formar en valores, de lograr aprendizajes en
los alumnos, más allá de sólo resultados académicos, en definitiva se trata de
llevar a cabo las buenas prácticas docentes. Este marco busca representar los
deberes de un profesor en su quehacer docente, lo que contribuye
significativamente en el éxito del docente con sus alumnos.
El marco para la buena enseñanza hace referencia a cuatro dominios en los
que se considera al ciclo del proceso de enseñanza-aprendizaje, dentro de cada
uno el principal actor es el docente, encargado principal de hacer que dicho
proceso sea de todo satisfactorio y efectuado dentro de los parámetros de las
buenas prácticas, para conseguir los logros deseados.
En vista a lo anteriormente expuesto, los dominios son los siguientes:
El primer dominio es la preparación de la enseñanza, este se enfoca a los
criterios que se refieren a la disciplina, principios y competencias que enseña el o
la docente necesarios para organizar el proceso de enseñanza. El profesor(a)
debe tener total conocimiento de los objetivos, conocimientos, habilidades,
competencias, actitudes y valores que sus alumnos(as) deben alcanzar para
desenvolverse en nuestra sociedad actual. Al mismo tiempo debe conocer y
comprender las disciplinas que enseña y los conocimientos, competencias y
herramientas pedagógicas que facilitan la mediación de los contenidos, los
alumnos y el contexto de aprendizaje, considerando en todo momento las
características cognitivas, culturales, sociales, expectativas, conocimientos,
habilidades, entre otros, de cada uno de sus alumnos(as).
5. El segundo dominio es la creación de un ambiente propicio para el
aprendizaje, este se refiere al ambiente que genera el docente en la sala de
clases, elemento indispensable para el correcto desarrollo del proceso de
enseñanza-aprendizaje. En la misma línea se hace referencia a que la calidad del
aprendizaje esta ligada en gran parte a los componentes socio-afectivos y
materiales del aprendizaje, este se ve favorecido por un clima de confianza,
aceptación, equidad y respeto entre alumnos- docentes y alumnos- alumnos.
El tercer dominio es la enseñanza para el aprendizaje de todos los
estudiantes, aquí lo importante es que los criterios que lo componen apuntan a
generar oportunidades de aprendizaje y desarrollo para todos los estudiantes. El
papel del docente radica en utilizar sus habilidades para organizar situaciones
productivas de aprovechamiento del tiempo para que el aprendizaje se torne
efectivo, que se involucre como persona y comparta con los estudiantes los
objetivos de aprendizaje y procedimientos y que monitoree en forma permanente
los aprendizajes para retroalimentar sus propias prácticas, ajustándolas a las
necesidades de sus alumnos.
Y el cuarto y último dominio son las responsabilidades profesionales, que están
asociadas al principal propósito y compromiso que es contribuir a que todos los
alumnos aprendan, reflexionando consciente y sistemáticamente sobre su practica
y reformulándose de ser necesario. La responsabilidad social también implica la
conciencia de su compromiso y participación del proyecto educativo del
establecimiento. Así el trabajo docente va más allá del trabajo en el aula, es decir
involucra la relación de este con su profesión, la relación con sus pares, con la
comunidad y el sistema educativo. Por otro lado el compromiso con sus alumnos
se extiende a, por medio de la evaluación, descubrir sus dificultades, ayudarlos a
superarlas considerar el efecto que ejercen sus estrategias de trabajo en el logro
de sus estudiantes.
Todo lo expuesto anteriormente, tanto en el marco de la buena dirección
como en el marco para la buena enseñanza, deja en claro que es lo que se quiere
lograr y debería llevarse a cabo en todo centro educativo, así es el director el
responsable de mantener un adecuado y estructurado ambiente de trabajo en su
establecimiento, en la mayoría de estos se generan situaciones que afectan la
convivencia de la comunidad educativa, lo cual se convierten en un reto más para
los directivos y docentes, sin embargo a pesar de estos problemas que se ven
comúnmente en los establecimientos existen docentes y directivos que se atreven
a tomar la iniciativa y enfrentar el problema que se les presenta, solo aquellos que
demuestran su vocación y quieren realmente un cambio en sus alumnos son los
que se atreven a innovar en sus prácticas pedagógicas, ya que se encuentra hoy
en día a muchos directores y profesores que se dejan abatir por la rutina,
sobrecarga laboral, problemas personales que trasladan al establecimiento, y lo
más importante la falta de compromiso social. Sin embargo la sola buena gestión
del director no surgiría mayor efecto si no cuenta con docentes que trabajen con
buenas prácticas y viceversa, si sólo los profesores(as) encaminan el proceso de
enseñanza-aprendizaje bajo las buenas prácticas docentes pero no cuentan con el
6. apoyo de la buena gestión del director es poco el éxito a lograr y es mucho mayor
el desgaste de los docentes, lo cual llevaría a posibles frustraciones que se verían
reflejadas en el negativo alcance de logros. Es por esto que la buena gestión
directiva y las buenas prácticas docentes deben trabajar en conjunto y se deben
complementar para alcanzar logros.
Por todo lo anterior y con los datos recavados en entrevistas informales a
distintos directores y docentes es que se puede responder a la pregunta inicial y
decir que efectivamente la buena gestión del director de una escuela en conjunto
con las buenas prácticas docentes, permiten alcanzar logros significativos en los
alumnos.
7. Conclusión.
Para finalizar y de acuerdo con todos los datos entregados y con bases en
las propias experiencias de las investigadoras, alcanzadas en cada práctica
educativa, es que se puede concluir que es de vital importancia la buena gestión
del director en conjunto con las buenas prácticas docentes para alcanzar logros
significativos en los estudiantes. Hoy en día el compromiso que cada cual tenga
con los aprendizajes, en todos los aspectos, de sus alumnos será un elemento
decidor al momento de poner en marcha el tan complejo proceso de enseñanza-
aprendizaje, puesto que se requiere de una profunda responsabilidad social para
mantenerse firme con dicho compromiso. Tanto la buena gestión directiva como
las buenas prácticas docentes se necesitan más que nunca para dar un vuelco a
lo que se está generando hoy en la educación, especialmente en sectores que
están social y culturalmente mal influidos.