1. 331
Gonzalez Reveles, Beatriz Elvira.
Reporte de lectura del libro El perfume
El siguiente reporte de lectura es sobre el libro El perfume, escrito por el autor alemán Patrick
Süskind en el año de 1985. Este libro es una novela, que cuenta la historia del personaje principal
llamado Jean-Baptiste Grenouille, que vivió en el siglo XVIII en Francia, era de los hombre más
geniales y abominables de esa época. Su única ambición era el efímero mundo de los olores. La
historia de este personaje se basa en el olfato, puesto que el protagonista de la novela va buscando
el olor perfecto a través del olfato. En la época que se relata esta historia, reinaba en la ciudad un
hedor, es decir, un olor desagradable que apenas era soportable.
“Las calles apestaban a estiércol, los patios interiores apestaban a orina, los huecos de las
escaleras apestaban a madera podrida y excrementos de rata; las cocinas, a col podrida y
grasa de carnero; los aposentos sin ventilación apestaban a polvo enmohecido; los
dormitorios, a sábanas grasientas, a edredones húmedos y al penetrante olor dulzón de los
orinales. Las chimeneas apestaban a azufre; las curtidurías, a lejías cáustica; los
mataderos, a sangre coagulada. Hombres y mujeres apestaban a sudor y a ropa sucia; en
sus bocas apestaban los dientes infectados, los alientos olían a cebolla y los cuerpos,
cuando ya no era jóvenes, a queso rancio, a leche agria y a tumores malignos” (Süskind,
1985, p.9)
Jean-Baptiste Grenouille nació el 17 de julio de 1738, en el lugar más maloliente de todo
el reino, en un mercado situado en un cementerio, en París. Era uno de los días más calurosos del
año. Este era el quinto parto de la madre de Grenouille. A todas las criaturas las había tenido en
ese mismo puesto de pescado, donde habían nacido medio muertas o muertas, porque su carne
2. llena de sangre se distinguía apenas de las tripas de pescado que cubrían el suelo y por la noche
eran recogidos con una pala y llevado al cementerio o al rio. La madre de Grenouille era joven,
de unos veinticinco años y muy bonita.
“Y cuando empezaron los dolores de parto, se acurrucó bajo el mostrador y parió allí,
como hiciera ya cinco veces, y cortó con el cuchillo el cordón umbilical del recién nacido.”
(Süskind, 1985, p.11).
Ella cayó desvanecida debajo de la mesa y fue rodando hasta llegar arroyo, donde quedó
inconsciente con el cuchillo en la mano. Dejando abandonado a Grenouille. La multitud corrió a
ver lo que le pasaba y avisaron a la policía. Investigó lo que había pasado y se dio cuenta que
había abandonado a la criatura, gracias a que éste dio un grito y así lo descubrieron. Apresan a la
madre, condenándola por infanticidio múltiple y después de dos semanas la decapitan en la Place
de Greve.
Con el pequeño Grenouille lo entregaron a una nodriza de oficio. Al pasar el tiempo
cambia de nodriza tres veces, ya que ninguna quería conservarlo más de dos días. Decían que
porque era muy voraz, robando así la leche a los otros niños lactantes. Fue a parar a la casa de la
nodriza Jeanne Bussie, pero ella lo detestaba porque no olía normal, no olía como el resto de los
bebes y tras una larga discusión con el padre Terrier, lo dejó en el convento de Saint-Merri a
cargo del padre.
El padre Terrier después de un tiempo se deshizo del bebé, dejándolo en manos de
madame Gaillard, que aceptaba a todos los niños de cualquier edad y condición, siempre y
cuando se pagara el hospedaje. Madame Gaillard tenía menos de treinta años pero aparentaba el
doble, el triple o el cuádruple de años, parecía la momia de una jovencita.
3. “Por otra parte…o tal vez precisamente a causa de su total falta de emoción, madame
Gaillard poseía un frío sentido de orden y de la justicia. No favorecía a ninguno de sus
pupilos, pero tampoco perjudicaba a ninguno. Les daba tres comidas al día y ni un bocado
mas. Cambiaba los pañales a los más pequeños tres veces diarias, pero solo hasta que
cumplían dos años. El que ensuciaba los calzones a partir de entonces recibía en silencio
una bofetada y una comida de menos. La mitad justa del dinero del hospedaje era para la
manutención de los niños, la otra mitad se la quedaba ella.” (Süskind, 1985, p.24)
Al ir creciendo Grenouille, madame Gaillard se dio cuenta que él contaba con habilidades
que ningún niño contaba. El olfato lo tenía muy desarrollado, no sabía hablar mucho, pero si
sabía identificar a la perfección cada olor, como si su vocabulario fuera los olores y aromas que
percibía. A través se su olfato podía saber donde escondía madame Gaillard su dinero, cuentos
niños había en una habitación si antes haber entrado. Esto causaba el espanto de madame Gaillard
y hasta de los mismos niños que no lo quería tener ahí.
Madame Gaillard entregó a Grenouille cuando él tenia ochos años de edad a un curtidor
llamado Grimal, en donde trabajaría. Dado al trabajo que realizaba contrajo el ántrax maligno,
que era una enfermedad muy temida ya que podía producir la muerte. Sin embargo, Grenouille
superó la enfermedad. Solo le quedaron cicatrices que tuvo detrás de la oreja, en el cuello y en la
mejillas, que de desfiguraban y asiéndolo aun más feo, pero ya tenía inmunidad a esa
enfermedad, lo cual lo hacía más difícil de reemplazar y el valor de su vida y trabajo se
incremento. Su calidad de vida mejoró, ya no era considerado por Grimal como un animal
cualquiera. Cuando Grenouille tuvo doce años, Grimal le concedió medio domingo libre y a los
trece tenía una hora libre todas las noches después del trabajo, donde podía hacer lo que él
quisiera.
4. El 1 de septiembre de 1753, percibió un olor nuevo, un olor que nunca antes había olido,
era una fragancia pura. Decidió ir en busca de aquella fragancia, con el solo sentido del olfato
pudo dar con aquel aroma. Era de una muchacha que se hallaba sentada en una mesa limpiando
ciruelas amarillas. Debía tener como unos trece o catorce años, era una bella jovencita. Ella se
dio cuenta de que Grenouille la olía, se quedó pasmada del susto, pero no pudo hacerle nada ya
que él rodio con sus manos el cuello de la joven, dejándola muerta.
Fuente:
Süskind, P. (1985). El perfume. Seix Barral: Barcelona.