1. Curso 2012/2013 2ºB | NEREA DELGADO SÁNCHEZ
EDUCACIÓN
Y SOCIEDAD EL FRACASO ESCOLAR
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ÍNDICE
1. ¿qué es el fracaso escolar? Pág. 3.
2. Evolución del fracaso escolar Pág. 4.
3. Tasa del alumnado que sale de la ESO sin titulación Pág. 5.
4. Relación entre el fracaso escolar administrativo y fracaso escolar PISA Pág. 7.
5. Evolución en los distintos niveles de rendimiento en la comprensión lectora Pág. 9.
6. Resultados en la comprensión matemática Pág. 12.
7. Rendimiento en competencia científica Pág. 14.
8. Evolución de los resultados globales en las tres competencias Pág. 15.
9. Webgrafia Pág. 16.
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1. ¿Qué es el fracaso escolar?
El fracaso escolar es una expresión que tiene la virtud de señalar de forma
inmediata una realidad social, pero el defecto de cargar dicha realidad
negativamente. Es un concepto vinculado a la extensión de la escolarización
obligatoria. En España, antes de los 70, no tenía tanto sentido hablar de fracaso
escolar debido a que el Estado franquista no se sentía obligado a garantizar una
escolarización mínima a toda la población. Pero hacia el final de la Dictadura, la Ley
General de Educación (LGE) de 1970 modificó este panorama, al establecer la
Educación General Básica (EGB) como el nivel educativo mínimo para toda la
población, que se podría obtener a los 14 años de edad, si, como estaba previsto, se
empezaba la educación reglada a los 6 y no se repetía curso. Quienes alcanzaban
tal nivel obtenían el título de Graduado Escolar, y quienes permanecían en la
escuela sin pasar las pruebas, el Certificado de Escolaridad. No obtener el título
de Graduado Escolar era sinónimo de fracaso escolar. Con la Ley orgánica de
Ordenación del Sistema Educativo (LOGSE) se prolongó la educación obligatoria a
los 16 años, acabando con la indefinición que suponía que la edad mínima para
abandonar la escuela fuera los 14 años, y la edad mínima para empezar a trabajar,
los 16. A partir de la LOGSE, el fracaso escolar es el resultado de no lograr título
de Educación Secundaria Obligatoria (ESO).
Además, se atribuye como fracaso del estudiante un objetivo impuesto, es decir, el
nivel mínimo de educación arbitrario fijado por el Estado. Si se me permite el símil,
sería equivalente a que el Estado decidiese que las personas sanas deben correr
100m. En 12 segundos, siendo “fracasados” quienes no lo consiguieran. Carabaña
(2004) ahonda en esta dimensión del fracaso escolar, en tanto que debido a la
definición de una línea arbitraria de rendimiento educativo, y por tanto poco útil
para predecir el futuro de integración social del alumno. Según Carabaña, es un
concepto que debe limitarse a la práctica docente, pero que no debe trascender la
práctica del aula. Pero debido a la ideología dominante, según la cual la educación es
un bien de salvación (Martín 2004), se tiende a relacionar de forma casi
automática fracaso escolar y exclusión social, por lo que los efectos
estigmatizadores de la expresión podrían llevar a que esta relación se convierta en
una profecía autocumplida.
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2. Evolución del fracaso escolar
Si tomamos como indicadores del fracaso escolar administrativo tanto la evolución
de su tasa bruta como de su tasa neta, podemos afirmar que está aumentando. Las
tasas brutas no están homogeneizadas para el periodo de la EGB y de la ESO, y, al
no ser ambas titulaciones comparables (en una la edad teórica de finalización es a
los 14 años y en la otra a los 16 años), tan sólo podemos apreciar las tendencias. Se
observa claramente que primero se incrementa el fracaso escolar en los 70,
pasando del 32% en la primera promoción de titulados de EGB (1974-75) hasta el
38% en 1980-81, para luego descender hasta el 17% en la última promoción para la
que sólo existe dicho sistema (1996-1997). A partir del curso 1999- 2000 todos
los adolescentes ya están escolarizados en el nuevo sistema de la LOGSE, y
apreciamos la tendencia ascendente del fracaso escolar. Faltan los años en los que
conviven ambos sistemas debido a que no ha sido posible encontrar datos. Conviene
recordar una diferencia fundamental entre los dos sistemas: un joven con sólo 3º
de ESO aprobado (a los 15 años, como edad teórica) estaría contabilizado como un
caso de fracaso escolar, pero un joven con 8º de EGB (14 años) sería un caso de
éxito escolar. Con la implantación de la LGE de educación también se observó una
mayor dificultad para lograr el título educativo mínimo (Carabaña 1999). Por tanto,
el nuevo sistema, en teoría, es más exigente, lo cual podría explicar, en parte, el
incremento del fracaso escolar que ha acompañado a la generalización de la
LOGSE, además del desajuste de unos profesores acostumbrados a tratar con
alumnado seleccionado, que deben hacer frente a todo tipo de adolescentes en el
aula.
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3. Tasa del alumnado que sale de la eso sin titulación. Informes
PISA.
Casi tres de cada diez, el 28,4%, se quedaron sin el título en el curso 2006-2007.
Se trata de los que llegan a cuarto curso de la ESO y lo aprueban, pues otros se
quedan por el camino sin recibir siquiera la certificación. La tabla muestra las
diferencias por comunidades autónomas, con la ya mencionada ubicación de
Baleares, Canarias, Andalucía, Extremadura, Ceuta y Melilla a la cola, a las que se
añaden la Comunidad Valenciana y Castilla-La Mancha, y del País Vasco y Navarra,
pero también de Asturias, a la cabeza.
En cuanto a las diferencias por sexos las mujeres aventajan claramente a los
hombres a la hora de la graduación: 78,6% frente a 64,9% en el curso 2006-2007,
casi 14 puntos porcentuales de diferencia.
La diferencia es mucho más amplia, más del doble, en los centros públicos (16,7
puntos) que en los privados (7,5 puntos). Por otra parte, los centros privados
aventajan claramente a los públicos, con casi un 20% más de probabilidades de
graduarse en ellos (83,8% de graduados en los privados frente a 65,3% en los
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públicos, aunque, como veremos en su momento, buena parte de esta diferencia se
debe al alumno, no al centro).
En este gráfico se observa la notable ventaja habitual de las mujeres, que estaba
por encima del 15% al comienzo del período y se reduce ligeramente al 14% al final
del mismo.
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4. Relación entre el Fracaso escolar administrativo y el
Fracaso escolar PISA
El fracaso escolar administrativo:
Podemos definir el fracaso escolar como el hecho administrativo de no lograr el
título académico mínimo o como no alcanzar cierto nivel mínimo de conocimientos,
tal y como se definen en los estudios de PISA. Fracasa quien no obtiene el título
educativo.
El fracaso escolar PISA:
Las pruebas del Programa para la Evaluación Internacional de Alumnos (PISA, en
sus siglas en inglés) (OCDE 2007a) permiten la medición del fracaso escolar como
falta de un mínimo de conocimientos. Las puntuaciones de estas pruebas se
obtienen normalizando los resultados de una batería de preguntas y ejercicios de
distinto tipo, de tal forma que la media de la distribución de todos los estudiantes
de 15 años es de 500 y la desviación típica de 100. Según el equipo responsable,
podríamos considerar que no han logrado el mínimo de conocimientos quienes no
obtienen al menos el nivel 2 en las pruebas (una puntuación por debajo de 409,45
en Ciencias, en Matemáticas, 420,05, y en Lectura, 407,45) 3. Hablaremos de
fracaso escolar – PISA para referirnos al hecho de no superar dichas
puntuaciones.
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5. Evolución en los distintos niveles de rendimiento de la
comprensión lectora
El promedio OCDE (27 países participantes en 2000) de estudiantes en los niveles
de rendimiento 1 e inferior a 1 ha sido en 2009 del 18.5% mientras que en 2000
fue del 19,3%.
En España el porcentaje de alumnos en los niveles bajos de rendimiento fue del
16,3% en 2000, del 21,1% en 2003, llegó al 25,7% en 2006 y ha retrocedido hasta
el 19,6% en 2009.
Los niveles de rendimiento 5 y 6 se consideran altos. El Promedio de los 27 países
OCDE ha descendido del 8,9% en 2000 al 8,1% en 2009. En España esos
porcentajes han variado en proporción muy similar a la de OCDE, del 4,2% en 2000
al 3,3% en 2009.
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Los resultados están siempre referidos a los valores promedios y totales por los
países OCDE, es decir, todos los resultado son relativos, excepto los que se
refieren a los niveles de competencias alcanzados por los alumnos.
Los resultados globales en las tres competencias se presentan gráficamente
mediante las puntuaciones medias obtenidas por los alumnos de los distintos países
de la muestra seleccionada y las comunidades autónomas que han participado en
PISA 2009. Estos resultados se refieren a una escala continua en la que se hace
equivaler a 500 puntos el promedio de las puntuaciones medias obtenidas por los
alumnos de los países OCDE en PISA 2000 y en la que la desviación típica es 100
puntos; en 2000 la lectura fue área principal y se ha tomado este año como
referencia de los resultados posteriores y para valorar su evolución. El promedio
OCDE es un índice promedio de los resultados medios de los países OCDE.
En la gráfica de los resultados promedio de rendimiento se ha optado por resaltar
unas franjas delimitadas por los valores correspondientes a los extremos inferior y
superior de los niveles de rendimiento.
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En España, el porcentaje de alumnos en los niveles 5 y 6, que corresponden a los
rendimientos más elevados, es del 3%, frente al 8% del Promedio OCDE.
En estos niveles altos de rendimiento sitúan al 6% de los alumnos, cifra similar al
Promedio OCDE, las comunidades autónomas de Castilla y León, La Rioja y Madrid;
el 5% de los alumnos se sitúa en estos niveles en Aragón, Asturias y Navarra; el 4%
de los alumnos se sitúa en estos niveles en Cantabria, Cataluña y Pais Vasco; el 3%
se sitúa en Galicia. El resto de comunidades autónomas tiene un 2% de alumnos en
estos niveles altos de rendimiento.
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6. Resultados en comprensión matemática:
El promedio de España en matemáticas (483) no tiene diferencia estadísticamente
significativa con los de Reino Unido (492), Estados Unidos, Portugal e Italia (483)
y las comunidades autónomas de Cataluña, Cantabria, Asturias, Galicia y Murcia.
Todos los promedios de los países y comunidades autónomas se encuentran en el
nivel 3 de rendimiento.
El porcentaje de alumnos en los niveles más bajos de rendimiento en competencia
matemática es en el Total OCDE del 25% y en el Promedio OCDE el 22%. España,
Suecia, Francia, Austria, EEUU, Portugal e Italia tienen entre un 21% y un 25% de
alumnos en esos niveles, cifras en las que se encuentra el promedio y el total de
OCDE. El porcentaje de alumnos en los niveles 5 y 6, en España es del 8% frente al
13% del Promedio OCDE.
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7. Rendimiento en competencia científica:
Los resultados españoles en competencia científica 2009 son los mismo que los
obtenidos en 2006 (488) y muy similares a los de 2003 (487).
El porcentaje de alumnos en los niveles más bajos de rendimiento en competencia
científica es del 20% en el Total OCDE y del 18% en el Promedio OCDE Finlandia y
Corea del Sur tienen un 6% de alumnos en esos niveles.
El porcentaje de alumnos en los niveles 5 y 6, en España es del 4% frente al 8% del
Promedio OCDE.
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8. Evolución de los resultados globales en las tres
competencias
Los promedios españoles han oscilado de 2000 a 2009 entre los 480 y los 493.
Mientras que los promedios OCDE oscilan en esas mismas fechas entre 493 y 501
puntos. Los resultados españoles han permanecido estables en unos valores
inferiores a los promedios OCDE de 10 puntos en lectura, 15 en matemáticas y 12
en ciencias en estos cuatro ejercicios.