2. Exterior de la “Fábrica de Cristal” de Volkswagen en Dresde.
3. Los visitantes pueden ver el funcionamiento de la fábrica. En ella se realiza el montaje final del automóvil a partir de las piezas procedentes de otras fábricas.
5. Este otro tren lleva las piezas de repuesto a l interior de la planta
6. Si desde fuera parecía espectacular… Vamos a ver que por dentro es todavía más impactante y sofisticada.
7. Área automatizada. Cada coche se revisa de manera personalizada, y cada técnico tiene un equipo electrónico de la más alta tecnología a su servicio.
8. Esta es la línea de ensamble, y se va moviendo a medida que se le agregan piezas a cada coche, y se prueban para que queden perfectamente.
9. La línea de montaje es la que está entre los ‘puntos’.
10. Los técnicos de montaje, se ‘meten’ prácticamente en la carrocería del coche.
11. Cada ‘banco de ensamble’, cuenta con una rampa que se eleva de forma hidráulica. Pero en caso de que se necesite ver el coche por debajo…
12. Tienen estas ‘grúas’ que lo giran y lo ponen en la posición y el ángulo deseado por el operador, para colocar cualquier pieza de manera muy precisa.
13. Las grúas llevan a cada coche a donde están las piezas, y no al revés…
16. En esta zona se lleva a cabo el ensamble especial de motores, según las especificaciones de los clientes, respecto al chasis, o al tipo de carrocería y colores deseados.
21. Los coches se guardan en una impresionante estructura de cristal con dos edificios de forma cilíndrica.
22. Cada torre mide 30 metros y tiene capacidad para 400 coches. Están conectadas directamente a la fábrica mediante unos túneles de 700 metros de largo. Sirve como escaparate, para todos los visitantes que la recorren cada miercoles, -aproximadamente unos 5,500 cada semana- cuando está repleta esta enorme ‘vitrina’. Esta planta se dedica al armado de Volkswagens, y también de Audis, Bentleys y Lamborghinis.
