El SIDA es causado por el virus VIH que ataca el sistema inmunológico al destruir las células CD4. Esto debilita las defensas del cuerpo y lo hace vulnerable a infecciones. Aunque los síntomas pueden no aparecer por años, el virus aún puede transmitirse. Actualmente hay tratamientos con varios medicamentos que suprimen la replicación viral y reducen la progresión de la enfermedad, pero requieren una administración estricta. Las mujeres representan una proporción creciente de casos de VIH, especialmente en África
2. El sida (de SIDA, acrónimo de síndrome de inmunodeficiencia adquirida, en inglés AIDS), es una enfermedad que afecta a los humanos infectados por el VIH (virus de inmunodeficiencia humana) .Cuando comenzó a expandirse se denominó HHH, virus de las tres H, (homosexuales, hemofílicos y heroinómanos) La pandemia actual arrancó en África Central, pero pasó inadvertida mientras no empezó a afectar a población de países ricos, en los que la inmunosupresión del sida no podía confundirse fácilmente con depauperación debida a otras causas, sobre todo para sistemas médicos y de control de enfermedades muy dotados de recursos. El sida consiste en la incapacidad del sistema inmunitario para hacer frente a las infecciones y otros procesos patológicos, y se desarrolla cuando el nivel de Linfocitos T CD4 desciende por debajo de 200 células por mililitro de sangre. Normalmente, los glóbulos blancos y anticuerpos atacan y destruyen a cualquier organismo extraño que entra al cuerpo humano. Esta respuesta es coordinada por un tipo de células llamados linfocitos CD4. Desafortunadamente, el VIH ataca específicamente a las células que expresan el receptor CD4, una de las más importantes son los linfocitos T CD4+ y entra en ellos. Una vez dentro, el virus transforma su material genético de cadena simple (ARN) a uno de cadena doble (ADN) para incorporarlo al material genético propio del huésped (persona infectada) y lo utiliza para replicarse o hacer copias de sí mismo. Cuando las nuevas copias del virus salen de las células a la sangre, buscan a otras células para atacar. Mientras, las células de donde salieron mueren. Este ciclo se repite una y otra vez.
3. No es posible efectuar un diagnóstico confiable de infección con VIH o SIDA basándose solamente en los síntomas. Las personas que viven con VIH pueden sentirse y verse completamente bien y sin embargo tener dañado su sistema inmunológico. Es importante recordar que, una vez que alguien es infectado, puede transmitir el VIH incluso si se siente saludable. A medida que el tiempo transcurre sin un tratamiento efectivo, el VIH debilita el sistema inmunológico de la persona volviéndola más vulnerable a las infecciones oportunistas. Estas infecciones son causadas por gérmenes que se encuentran a nuestro alrededor todo el tiempo pero que normalmente son combatidos por un sistema inmunológico sano. Una vez que el VIH ha destruido las defensas del cuerpo, tales infecciones pueden afirmarse y producir una amplia gama de síntomas, algunos de ellos muy graves. Algunos tipos de cáncer también se vuelven comunes cuando se debilita el sistema inmunológico. Sin embargo, tales síntomas no son causados directamente por el VIH y no pueden ser interpretados por sí mismos como signos definitivos de infección con VIH o SIDA. Un diagnóstico de SIDA requiere de signos de severa deficiencia inmunológica que no puede ser explicada por ningún otro factor que no sea VIH. Generalmente se requiere una prueba de VIH.
4. En el momento actual hay alrededor de 15 fármacos que se están utilizando en el tratamiento de la infección por el VIH. El tratamiento incluye la combinación de varios fármacos antirretrovirales que evitan el deterioro inmunológico y suprimen la replicación viral. La terapia antirretroviral (TAR) es compleja, pues supone la administración de al menos tres fármacos (triple terapia) con un elevado número de tomas y de comprimidos por día, que producen efectos adversos, interaccionan con otros fármacos y que deben de tomarse en presencia o ausencia de alimentos. Con estos fármacos se consigue una reducción del progreso de la enfermedad y de la aparición de infecciones oportunistas , con lo que se ha logrado una extraordinaria reducción de la mortalidad y de los ingresos hospitalarios de los pacientes VIH positivos. Se comprende, por la complejidad de la medicación , la importancia de una exacta dosificación y administración. Tres días sin tomar correctamente la medicación pueden ser suficientes para hacer fracasar el tratamiento. Asimismo se ha de cuidar con esmero el estado nutricional del enfermo VIH (+), pues condiciona el curso de la enfermedad. En efecto, una malnutrición aumenta la morbilidad por alterar el normal funcionamiento del organismo ya que empeora la tolerancia al tratamiento
5. Las Mujeres y el SIDA. Según el Fondo de las Naciones Unidas para las Mujeres (UNIFEM), a pesar de que la infección del VIH comenzó concentrándose básicamente en hombres, a día de hoy, las mujeres suponen el 50% de las personas infectadas con el VIH. Incluso en regiones como el África Subsahariana, las mujeres representan el 60% del total de la población con VIH. La única causa de la transmisión es el intercambio de fluidos corporales, en particular la sangre y las secreciones genitales. El virus VIH no se puede transmitir por la respiración, la saliva, el contacto casual por el tacto, dar la mano, abrazar, besar en la mejilla, masturbarse mutuamente con otra persona o compartir utensilios como vasos, tazas o cucharas. En cambio es teóricamente posible que el virus se transmita entre personas a través del beso boca a boca, si ambas personas tienen llagas sangrantes o encías llagadas, pero ese caso no ha sido documentado y además es considerado muy improbable, ya que la saliva contiene concentraciones mucho más bajas que por ejemplo el semen, y también porque la saliva tiene propiedades antivirales que hacen que destruya al VIH. Se considera que la transmisión del VIH es causada por penetración, sexo oral, vía parenteral, circuncisión...
6. Bibliografía: Wikipedia www.ctv.es/USERS/fpardo/homegraf.html Información de folletos www.elmundo.es (las 10 preguntas más frecuentes sobre el SIDA) Para prevenir esta gravísima enfermedad lo imprescindible es la máxima protección en las relaciones sexuales, además de medidas preventivas en cuanto a instrumental médico o cualquier otro que pueda penetrar la piel.