1. CARTA ABIERTA A LAS Y LOS MILITANTES DEL PARTIDO SOCIALISTA DE CHILE
El partido Socialista tiene un compromiso profundo con los contenidos
transformadores del programa de gobierno de Michelle Bachelet y
reiteramos como tarea central de este periodo asegurar el cumplimiento de
las reformas en materia económica, social y laboral comprometidas con el
pueblo de Chile.
Lo que está en disputa en este periodo es la capacidad de las fuerzas políticas
progresistas de instalar una alternativa viable al modelo neoliberal instalado
en nuestra sociedad y transitar desde los derechos individuales, un estado
subsidiario, la privatización de la seguridad social y la competencia como
elemento central del desarrollo, hacia un modelo basado en derechos
colectivos, un estado capaz de implementar un política de seguridad social
que asegure derechos, el mercado como elemento de crecimiento
económico pero donde la dignidad de las personas sea el centro del modelo
de desarrollo.
La importancia del nuevo ciclo político y social que vivimos exige a los
socialistas de un mayor esfuerzo y es por esto que queremos hacer una
invitación a los militantes de nuestro Partido Socialista de Chile a enfrentar
de manera colectiva lo que nos parecen las tareas políticas más relevantes
del período, fortalecer nuestro rol como fuerza de cambio social, de
articulador de la unidad de la Nueva Mayoría como base política y social
esencial que sustente las transformaciones, de respaldo y apoyo al programa
de gobierno de nuestra compañera Michelle Bachelet y de ser parte activa de
un proceso que culmine con un nuevo pacto social basado en derechos
sociales.
Creemos que para lograr estos objetivos el PS debe hacer una revisión
profunda de su forma de actuar y debemos avanzar a un Partido Socialista
2. más moderno, más cercano con la gente, más humilde a la hora de reconocer
sus errores, más fraterno para tratar las diferencias internas, más firme para
enfrentar a quienes pueden caer en la lógica simplista de la administración
de poder –desprovistos de objetivos y de los principios que el socialismo
defiende –incentivando el debate interno y el dialogo entre las corrientes
internas- y más coherentes para promover la lucha por la igualdad,
develando los privilegios e inequidades presentes en todos los ámbitos de
nuestra sociedad.
Creemos que en este nuevo ciclo los socialistas debemos llevar a cabo
nuestras tareas con una conducción colectica, amplia, democrática, que
favorezca el diálogo social, con mayor capacidad de escuchar que de
imponer, con liderazgos que nos acerquen a la sociedad y no que nos alejen.
En particular nos parece importante hacer un llamado a las nuevas
generaciones a incorporarse a la lucha política por mayor democracia y más
justicia social y hacer explícito nuestro compromiso con promover el
recambio de liderazgos que requiere la política y en especial el Partido
Socialista.
La forma de hacer nuestra política es un tema decisivo para fortalecer y
legitimar la acción política de los socialistas.
Reconocemos que en el último periodo la conducción del Partido Socialista
ha dado muestras claras de una acción más inclusiva, de entender las nuevas
demandas de los ciudadanos a la política respaldando los procesos de
primarias y generando un dialogo respetuoso al interior del partido,
marcando un camino sobre el cual no debemos retroceder, sino por el
contrario seguir y profundizar.
Asumimos la crisis de la democracia representativa y por eso consideramos
prioritario perfeccionar el sistema político y avanzar hacia una democracia
3. participativa donde los ciudadanos puedan incidir en forma más directa en
las decisiones de las políticas públicas, este compromiso debe permear la
forma en que el Partido Socialista se organiza, toma sus decisiones y se
relaciona con la sociedad.
En este marco el partido socialista debe avanzar hacia una organización más
descentralizada que acerque las decisiones a los militantes de base, hacer de
la deliberación una herramienta permanente y fortalecer su democracia
interna.
También queremos aumentar la capacidad y densidad política de nuestro
partido y para este fin debemos hacer del Partido Socialista la gran escuela
de formación política de sus militantes y de dirigentes sociales y sindicales,
por lo cual el rol del Instituto Igualdad debe ser no sólo generar debate de
elite sino promover la formación de base.
El Partido Socialista debe aportar al fortalecimiento de lo que entendemos
como “las fuerzas transformadoras” que se están desencadenando a partir
de la discusión y puesta en marcha de las reformas que por mucho tiempo la
sociedad chilena está esperando.
Este conjunto de reformas, así llamadas estructurales, ponen su foco central
en la lucha contra la desigualdad, una desigualdad que junto a los abusos de
grandes grupos económicos han configurado una situación inaceptable para
la gran mayoría de los chilenos y generado un profundo malestar en temas
fundamentales como la educación, la salud, la previsión, los derechos
laborales e incluso nuestro propio sistema político-electoral.
Es por esto que nos parece central impulsar una nueva constitución que
exprese un nuevo pacto social con el pueblo de Chile, acorde al avance que la
4. humanidad ha realizado en la consagración de los derechos humanos de
manera integral y que están contenidos en diversos pactos internacionales,
en particular consideramos relevantes los derechos sociales a la educación y
salud, a la jubilación justa, la protección de nuestros recursos básicos, el
carácter pluriétnico de nuestra sociedad, entre otras.
Sostenemos que una tarea permanente del partido socialista es ampliar y
profundizar la democracia, entendida como la expresión más plena de la
voluntad popular y es por ello que reafirmamos nuestro compromiso con la
Asamblea Constituyente como la mejor forma de construir una nueva
constitución para Chile.
Chile necesita al Partido Socialista y así como fue protagonista de las luchas
políticas y sociales que marcaron el siglo XX en el país, desde el ascenso de
las clases medias y populares que culminó en el Gobierno de Salvador
Allende hasta el proceso de recuperación de la democracia, ahora, en pleno
siglo XXI, puede y debe jugar un rol en las transformaciones de este periodo.
Antes como ahora, a Chile le hace bien contar con una fuerza política
progresista, de izquierda, que sirva de contrapeso a la fuerza de las ideas
conservadoras asociadas, desde siempre, al poder económico en nuestro
país.
El socialismo chileno tiene como tarea ayudar a construir un movimiento
político social amplio, diverso, mayoritario, capaz de empujar el proceso de
reformas, es por esta razón que debemos ser capaces de recuperar nuestra
participación en el movimiento social y ayudar a restablecer el rol de las
organizaciones sociales en los procesos políticos.
Se trata, en definitiva, de construir una organización capaz de ser un actor en
la lucha político social por las transformaciones que permitan superar la
sociedad neoliberal.
5. Es por lo anterior, que quienes suscribimos este documento hemos asumido
el compromiso de enfrentar en conjunto los procesos de definición interna
del Partido Socialista de Chile, impulsar un amplio diálogo político con
nuestros militantes y la sociedad, y acumular la capacidad política, social y
cultural para cumplir con nuestro programa de gobierno y construir un
proyecto de país que nos guíe no sólo para los cuatro años de este Gobierno
sino para cimentar el camino de desarrollo que esperamos para Chile en las
próximas décadas.