Qué es el déficit atencional y las terapias alternativas
1. QUÉ ES EL DÉFICIT ATENCIONAL Y LAS TERAPIAS ALTERNATIVAS
Hace poco fui invitada a hablar en radio Panamá sobre el Déficit Atencional y cómo
trabajarlo, siendo Directora de un Centro para el tratamiento alternativo de todo tipo
de diagnósticos en nuestros niños, considero que la entrevista puede ser valiosa para
todas las mamás, especialmente las mamis del Club MAI a quienes dedico este
artículo.
Comencemos con identificar qué es el Déficit Atencional ó TDA:
- Es un Trastorno de conducta repetitivo o persistente que se presenta a lo largo
del desarrollo en nuestros niños y puede venir acompañado con o sin
hiperactividad más un gran porcentaje de actividades impulsivas y de falta de
atención.
¿Qué tan frecuente se presenta?
- Aproximadamente en 1 de cada 20 niños, aunque hay estadísticas más
temerarias y nos hablan de 1 en cada 10 niños. Eso significa que en un salón
de clase de más o menos 30 alumnos habrán de 3 a 6 niños con TDA.
¿A qué se debe que tengan esta condición?
- Aún no se define exactamente, pero pueden ser razones genéticas, es decir que
alguno de sus progenitores lo tiene; puede ser por factores ambientales o
psicosociales, es decir la constante exposición a elementos tóxicos o consumo
de drogas en la madre durante su embarazo; puede ser por razones físicas
como dificultades durante el nacimiento o psicológicas o neurológicos por
alguna disfunción emocional o cognitiva.
- El asunto es que hay un fallo en la transmisión de información entre los
neurotransmisores de dopamina o noradrenalina (substancias químicas del
cerebro encargadas de transportar información como autocontrol, atención,
organización, regulación de conducta, inhibición).
¿A qué edad se detecta?
- Toda estimulación temprana es beneficiosa, mientras más pronto estimulemos
el desarrollo de nuestros niños, mucho mejor, y si observamos que el
comportamiento no está acorde a lo comúnmente observado, es importante
tomar nota. Sin embargo cuando más podemos determinar es cuando los niños
están en edad escolar y su comportamiento tiene, lo que yo llamo, banderas
amarillas, o alertas; estoy hablando alrededor de los 5 o 6 años.
¿Qué síntomas debemos observar?
- Dentro de los síntomas de desatención tenemos:
2. o No escucha
o No atiende los detalles
o No se concentra
o Se le olvidan las cosas
o Pierde sus cosas
o No se organiza
o No sigue instrucciones
o Evita tareas complicadas
o Se distrae fácilmente
o Tiende a soñar despierto
o A menudo comete errores por descuido
o No finaliza sus trabajos
o No retiene más de dos o tres instrucciones a la vez
o Pierde el rumbo de lo que estaba haciendo
o Parece que estuviera en otro mundo
- Dentro de los síntomas de impulsividad:
o Interrumpe frecuentemente
o No espera a que termine la pregunta y ya responde
o Tiene dificultades para esperar su turno
o Tiene bajo nivel de tolerancia
o Tiende a ser competitivo en todo
o No mide consecuencias
o No mide riesgos
o Es impulsivo
- Dentro de los síntomas de hiperactividad:
o Habla mucho o muy rápido
o Se mueve constantemente, mueve los dedos, las piernas
o Se levanta frecuentemente
o No puede pasar mucho tiempo en un mismo sitio tranquilo
o No puede participar en actividades recreativas en orden
o Tiene dificultad de esperar
o Corre o salta en lugares inapropiados
o Es inquieto
- Si presenta 6 o más de cada una de éstas condiciones de manera repetitiva y en
diferentes ambientes como casa, escuela, etc., entonces podemos sospechar de
un TDA y el diagnóstico debe darnos un profesional luego de observarlo y
evaluarlo completamente, incluso a nivel neurológico. Los profesores o
maestros de escuela o colegio serán los primeros en observar las diferencias y
referir a los padres donde un profesional.
¿Cómo las terapias alternativas pueden ayudar a un niño con TDA?
3. - Hemos revisado las condiciones que presentan los niños con TDA, entonces en MAI
Center, trabajamos de la mano con un equipo de psicólogas que permiten abrir
canales alternativos con Arteterapia en los niños:
- Estableciendo límites cuando trabajamos con un espacio reducido al que debe
adecuar su cuerpo, su movimiento, su espacio, su ritmo, su obra o su material
- Establecemos rutinas, algo necesario para todos los niños en etapa de
desarrollo. Aprenden a respirar, meditar, internalizar su sentir.
- Determinamos objetivos o metas pequeñas cada vez, de manera que los logros
sean frecuentes y positivos (proyecto que se comienza, proyecto que se acaba)
- Establecemos reglas claras, cortas y precisas que puedan ser seguidas.
- Identificamos emociones a través de un trabajo proyectivo que nos dice lo que
sus palabras no pueden.
- Aprendemos a relacionarlos con sus propias emociones, incluso la baja
tolerancia o el alto nivel de frustración.
- Aprenden a ser recursivos, comprendiendo sus recursos y construyendo
creativamente lo que no tienen.
- Ellos se divierten creando, mientras nosotros trabajamos sus objetivos
terapéuticos.
- Dejan de ser tachados como “flojos” para ser reconocidos como valiosos.
¿Y qué debemos hacer?
- Primero hay que tener cuidado en no confundir un niño inquieto y curioso o un
niño con educación deficiente, con un niño con TDA, este es un error que
muchos caen. No podemos tirar diagnósticos al azar; ojo que los síntomas de
desatención o hiperactividad puede darse también en niños que pueden estar
sufriendo otro tipo de condición emocional ya sea por factores como divorcio,
pérdidas de seres queridos, cambios fuertes, etc.
- Segundo acudir a un profesional para que pueda guiarnos sobre los mejores
pasos a seguir. Puede ser una evaluación al niño, o simplemente Orientación
Familiar sobre los mejores métodos de conducta con los chicos.
- Tercero no nos quedemos en el diagnóstico, el tratamiento viene de la mano de
terapias: cognitivas, adaptativas, emocionales, de Orientación familiar, y las
alternativas como el arte, la música, el yoga, que también son tremendamente
válidas para cualquier tratamiento no invasivo en los niños y además son
divertidas. Todo esto con el objetivo que nos permita cambiar la percepción de
nuestros niños.
- Evitemos etiquetarlos como “flojos” o “vagos” o “diablos” porque eso hará que
ellos refuercen sus actitudes negativas. Al contrario, este proceso requiere de
mucha paciencia y amor.
- Tampoco usemos la fuerza, por más rabieta que el niño dé. El uso de la fuerza
es contraproducente. Lo que sí recomiendo es la FIRMEZA, que no es lo mismo
que fuerza. La fuerza lastima; la firmeza educa.
Lic. Yadyra Yánez de Paz y Miño
4. Life coach, arte terapeuta
Directora MAI Center.
Centro de terapias y métodos alternativos integrados
Para los niños y sus familias.