2. Apocalipsis 18:1
Después de esto vi a otro
ángel descender del cielo
con gran poder; y la tierra
fue alumbrada con su
gloria.
3. Joel 2: 28, 29
Y después de esto derramaré mi
Espíritu sobre toda carne, y
profetizarán vuestros hijos y
vuestras hijas; vuestros ancianos
soñarán sueños, y vuestros
jóvenes verán visiones.
Y también sobre los siervos y
sobre las siervas derramaré mi
Espíritu en aquellos días.
4. Viene el Reavivamiento
Antes que los juicios de Dios
caigan finalmente sobre la tierra,
habrá entre el pueblo del Señor un
avivamiento a la piedad primitiva,
cual no se ha visto nunca desde
los
tiempos
apostólicos.
El
Espíritu y el poder de Dios serán
derramados sobre sus hijos.
(CS 517)
6.
La mayor y más urgente de todas
nuestras necesidades es la de un
reavivamiento de la verdadera piedad en
nuestro medio. Procurarlo debiera ser
nuestra primera obra. Debe haber
esfuerzos fervientes para obtener las
bendiciones del Señor, no porque Dios no
esté dispuesto a conferirnos sus
bendiciones, sino porque no estamos
preparados para recibirlas… Sólo en
respuesta a la oración debe esperarse un
7. Condiciones para el
Reavivamiento
SINCERA CONVERSIÓN
Zac. 12: 10 up
2.
«y mirarán a mí, a quien traspasaron, y
llorarán como se llora por hijo
unigénito, afligiéndose por él como
quien se aflige por el primogénito. En
aquel día habrá gran llanto en
Jerusalén,
como
el
llanto
de
Hadadrimón en el valle de Meguido.»
8.
Nuestro Padre celestial está más
dispuesto a dar su Espíritu Santo a los
que se lo piden, que los padres
terrenales a dar buenas dadivas a sus
hijos. Pero constituye nuestra tarea,
por medio de la confesión, la
humillación, el arrepentimiento, y la
oración ferviente el cumplir las
condiciones en virtud de las cuales
Dios ha prometido concedernos su
9. Condiciones para el
Reavivamiento
3.
ESPÍRITU DE ALABANZA Y
ACCIÓN DE GRACIAS (Joel 2:
15 – 18)
«Tocad trompeta en Sion, proclamad ayuno, convocad
asamblea. Reunid al pueblo, santificad la reunión, juntad a
los ancianos, congregad a los niños y a los que maman,
salga de su cámara el novio, y de su tálamo la novia.
Entre la entrada y el altar lloren los sacerdotes ministros
de Jehová, y digan: Perdona, oh Jehová, a tu pueblo, y no
entregues al oprobio tu heredad, para que las naciones se
enseñoreen de ella. ¿Por qué han de decir entre los
pueblos: Dónde está su Dios? Y Jehová, solícito por su
10. Condiciones para el
Reavivamiento
4.
ESPÍRITU
ABNEGADO Y
CAMBIO RADICAL (Joel 2: 12
– 14)
«Por eso pues, ahora, dice Jehová, convertíos a
mí con todo vuestro corazón, con ayuno y lloro y
lamento. Rasgad vuestro corazón, y no vuestros
vestidos, y convertíos a Jehová vuestro Dios;
porque misericordioso es y clemente, tardo para
la ira y grande en misericordia, y que se duele del
castigo. ¿Quién sabe si volverá y se arrepentirá y
11.
Deben producirse un reavivamiento y
una reforma bajo la ministración del
Espíritu Santo. El reavivamiento y la
reforma son dos cosas diferentes. El
reavivamiento significa una renovación
de la vida espiritual, un avivamiento de
las facultades de la mente y el corazón,
una resurrección de la muerte espiritual.
La reforma significa una reorganización,
un cambio de ideas y teorías, en hábitos
y prácticas. (SC 53)
12.
Un Reavivamiento sin una
Reforma es sólo
emocionalismo/sentimentalismo
Una Reforma sin un
Reavivamiento es sólo
fanatismo/legalismo
13.
La reforma no traerá los buenos
frutos de la justicia a menos que
este
vinculada
con
el
reavivamiento del espíritu. El
reavivamiento y la reforma han de
realizar la obra señalada y al hacer
esta
obra
ambos
deben
combinarse.
(SC 54)
14.
Los cristianos deben prepararse para lo que
pronto ha de estallar sobre el mundo como
sorpresa abrumadora, y deben hacerlo
estudiando diligentemente la Palabra de Dios
y esforzándose por conformar su vida con sus
preceptos.
Los tremendos y eternos
resultados que están en juego exigen de
nosotros algo más que una religión
imaginaria, de palabras y formas, que
mantenga a la verdad en el atrio exterior, Dios
pide un reavivamiento y una reforma. Las
palabras de la Biblia, y de la Biblia sola, deben
oírse desde el púlpito.
PR. págs. 460 - 461