2. El día en que la
Iglesia celebra el
nacimiento de San Juan
Bautista, el papa Francisco
inició su homilía diciendo:
"Cuando pensamos en la
vida de Juan , vemos que
es un profeta", un "gran
hombre que luego termina
como un hombre pobre".
¿Quién es por lo tanto
Juan? Él mismo, lo
explica:
"Yo soy una voz, una voz
en el desierto", pero "es
una voz sin la Palabra,
porque la Palabra no es Él,
es Otro".
3. He aquí, pues lo que es
el misterio de Juan:
"Nunca se apodera de
la Palabra", Juan
"es el que significa, el
que señala".
El "sentido de la vida
de Juan es indicar a
otro".
4. “Era el hombre de la luz, llevaba la luz,
pero no era su propia luz, era una luz
reflejada".
Juan es "como una luna",
y cuando Jesús comenzó a predicar,
la luz de Juan "comenzó a declinar".
"Voz, no Palabra , luz, pero no propia":
5. Juan parece ser nada.
Esa es la vocación de
Juan: desaparecer.
Y cuando
contemplamos la vida
de este hombre,
tan grande, tan
poderoso
-todos creían que él
era el Mesías-,
cuando contemplamos
esta vida, cómo
desaparecía hasta
llegar a la oscuridad
de una prisión,
contemplamos un gran
6. “La figura de Juan me
hace pensar mucho en la
Iglesia":
"La Iglesia existe para
anunciar, para ser la voz
de la Palabra, de su
esposo, que es la Palabra.
Y la Iglesia existe para
anunciar esta Palabra
hasta el martirio”.
7. Martirio precisamente en las manos de los
soberbios,
de los más soberbios de la Tierra.
Juan podía volverse importante, podía decir algo
acerca de sí mismo. Se sentía la voz, no la Palabra.
Es el secreto de Juan. ¿Por qué Juan es santo y sin
pecado? Porque nunca tomó una verdad como
propia.
8. No quiso volverse un ideólogo.
Es el hombre que se negó a sí mismo,
para que la Palabra crezca.
Y nosotros, como Iglesia, podemos pedir hoy la
gracia de no convertirnos en una Iglesia
ideologizada...".
9. "Pidamos la gracia de imitar a Juan, sin ideas
propias, sin un Evangelio tomado como
propiedad,
sino solamente una Iglesia-voz que señala la
Palabra, y esto hasta el martirio".
10. El 25 de julio dijo:
“Ser cristiano es una
llamada de amor,
una llamada a
convertirse en hijos
de Dios
y nadie lo es "por
pura casualidad”. La
certeza del cristiano
es que el Señor
jamás abandona y
pide seguir adelante
en medio de las
dificultades.”
11. Abraham, "continúa caminando".
“Dejó su tierra para ir, no sabía dónde, pero
donde el Señor le dirá". Sigue caminando,
entonces, porque cree en la Palabra de Dios
que "lo había invitado a salir de su tierra".
Este hombre, quizás nonagenario, mira la
tierra que le indica el Señor y cree.
12. "Abraham parte de su tierra con una
promesa: todo su camino es ir hacia esta
promesa.
Y su recorrido es también un modelo de
nuestro recorrido. Dios llama a Abraham,
una persona, y de esta persona hace un
pueblo.
13. Si vamos al Libro del Génesis, al inicio, a la
Creación, podemos encontrar que Dios crea
las estrellas,
crea las plantas, crea los animales, crea las,
los, las, los… Pero crea al hombre: el
singular, uno".
14. "A nosotros Dios siempre nos habla en singular,
porque nos ha creado a su imagen y semejanza.
Dios ha hablado a Abraham y le dio una promesa
y lo invitó a salir de su tierra.
Nosotros cristianos hemos sido llamados en singular:
¡ninguno de nosotros es cristiano por pura casualidad!
¡Ninguno!"
15. Existe una llamada
"con nombre, con una
promesa", "¡Ve
adelante,
Yo estoy contigo!
Yo camino junto a ti".
Y esto, lo sabía Jesús:
"también en los
momentos más difíciles
se dirige al Padre":
16. "Dios nos acompaña,
Dios nos llama por el
nombre, Dios nos
promete una
descendencia.
Y esto es un poco la
seguridad del
cristiano.
No es una casualidad,
¡es una llamada!
Una llamada que nos
hace ir hacia adelante.
17. Ser cristiano es una
llamada de amor, de
amistad; una llamada a
convertirme en hijo de
Dios, hermano de Jesús; a
volverme fecundo en la
transmisión a los otros de
esta llamada;
a convertirme en
instrumento de esta
llamada.
18. Hay tantos problemas, hay momentos
difíciles:
¡Jesús pasó tantos! Pero siempre con aquella
seguridad: ‘El Señor me ha llamado.
El Señor es como yo. El Señor me ha
prometido’".
19. “El Señor, es fiel, porque Él jamás puede
renegar de sí mismo: Es la fidelidad". Y
pensando en este pasaje donde Abraham "es
ungido padre, por primera vez, padre de los
pueblos, pensamos también en nosotros que
hemos sido ungidos en el Bautismo y
pensamos en nuestra vida cristiana":
20. "Alguno dirá ‘Padre, soy
pecador’… Pero todos lo
somos. Eso se sabe. El
problema es: pecadores,
ir adelante con el Señor, ir
adelante con aquella
promesa que nos ha
hecho,
con aquella promesa de
fecundidad y decir a los
demás, contar a los otros
que el Señor está con
nosotros, que el Señor nos
ha elegido y que Él no nos
deja solos, ¡jamás!
Aquella certeza del
cristiano nos hará bien".
21. “Que el Señor nos dé,
a todos nosotros,
este deseo de ir
adelante, que tuvo
Abraham,
en medio a los
problemas; pero ir
adelante,
con aquella seguridad
de saber que Él me ha
llamado, que me ha
prometido tantas cosas
bellas ¡está conmigo!"
22. El 26 de junio, el Papa Francisco dijo:
"¿somos piedras vivas o, por el contrario,
somos, por así decirlo, piedras cansadas,
aburridas, indiferentes?"
23. "¿cómo vivimos nuestro ser Iglesia?
¿Somos piedras vivas o, por el contrario,
somos,
por así decir, piedras cansadas, aburridas,
indiferentes? ¿Han visto qué cosa más fea es
un cristiano cansado, aburrido o
24. El cristiano tiene que estar vivo y alegre de
ser cristiano; debe vivir esta belleza de
formar parte del Pueblo de Dios que es la
Iglesia".
25. “¿Nos abrimos a la acción del Espíritu
Santo para ser parte activa de nuestra
comunidad o nos cerramos en nosotros
mismos diciendo: "tengo tantas cosas que
hacer, y no es mi obligación?"
26. Retomando la reflexión sobre la Iglesia como
el templo, el Papa dijo: "nos hace pensar en
un edificio, en una construcción; a muchos en
el gran templo de Salomón en Jerusalén que
era el lugar de encuentro con Dios en la
oración y que custodiaba el Arca de la
Alianza en cuyo interior estaban las Tablas de
la Ley, el maná del desierto y la vara de
27. "Una llamada al hecho
de que Dios había
estado siempre dentro
de la historia de su
pueblo, había
acompañado su camino
y guiado sus
pasos...También
nosotros cuando
vamos al templo
debemos recordar...
nuestra historia...
cómo Jesús me ha
encontrado, cómo ha
caminado conmigo,
como me ama y me
28. "La imagen del antiguo
templo, por la fuerza del
Espíritu Santo, se realiza
ahora en la Iglesia como
"casa de Dios",
lugar de su presencia",
el templo de Salomón
estaba construido por las
manos del hombre para
dar una morada a Dios y
ser un signo visible de su
presencia entre el pueblo,
con la Encarnación
"es Dios mismo el que
construye "su casa" para
venir a habitar entre
nosotros".
29. "Cristo es el Templo viviente del Padre y
Cristo mismo edifica su "casa espiritual", la
Iglesia,
hecha no de piedras materiales sino de
‘piedras vivas’ que somos nosotros...
30. ¡Qué hermoso! Nosotros somos las piedras vivas
del edificio de Dios, unidas profundamente a
Cristo que es la piedra que sustenta todo y
también a nosotros. Esto significa que el templo
somos nosotros, que nosotros somos la Iglesia
viva... y cuando estamos juntos entre nosotros
está también el Espíritu Santo que nos ayuda a
crecer como Iglesia. No estamos aislados, somos
Pueblo de Dios: esta es la Iglesia".
31. "El Espíritu Santo con sus dones diseña la variedad
que es la riqueza en la Iglesia...La Iglesia no es un
entretejerse de cosas e intereses, sino el templo
del Espíritu Santo,
el templo en que Dios obra, del que cada uno de
nosotros con el don del Bautismo es piedra viva".
32. "ninguno es inútil en la Iglesia, todos somos
necesarios para construir este templo ninguno es
secundario, ni más importante; todos somos
iguales a los ojos de Dios.
33. somos hermanos, ninguno es anónimo: la Iglesia
la construimos y la formamos todos. Pero este
hecho nos invita también a reflexionar sobre el
dato de que si falta el ladrillo de nuestra vida
cristiana,
falta algo de la belleza de la Iglesia".
34. “Pidámosle a Dios "su gracia y su fuerza para que
podamos estar profundamente unidos a Cristo,
piedra angular...
de nuestra vida y de toda la vida de la Iglesia ... y
para que, animados por el Espíritu Santo, seamos
siempre piedras vivas de su Iglesia".
35. El 28 de junio, al celebrar la Misa dijo:
Muchas veces el Señor entra en nuestra vida
“tan lentamente, que caemos un poco en el riesgo
de perder la paciencia: ‘Pero Señor, ¿cuándo?’ Y
rezamos, rezamos… Y no llega su intervención en
nuestra vida”.
36. “Otras veces, cuando pensamos en aquello que el
Señor nos ha prometido, que es tan grande, somos
un poco incrédulos, un poco escépticos y como
Abraham,
un poco a escondidas, reímos… La Primera
Lectura dice que Abraham agachándose, se puso a
reír”.
37. Abraham tenía “un poco de escepticismo,
‘¿Acaso le va a nacer un hijo a un hombre de cien
años?
¿Y puede Sara, a sus noventa años, dar a luz?’”.
38. “Cuando el Señor viene, no siempre lo hace de la
misma forma. No existe un protocolo de acción
de Dios en nuestra vida”, pero lo hace siempre.
“siempre existe este encuentro entre nosotros y el
Señor”.
39. Muchas veces, cuando el Señor no viene,
“no hace el milagro y no hace aquello que
queremos que Él haga, nos volvemos impacientes
o escépticos”.
40. “Pero no lo hace,
a los escépticos no
puede hacerlo.
El Señor toma su
tiempo. Pero también
Él,
en esta relación con
nosotros, tiene tanta
paciencia.
No sólo nosotros
debemos tener
paciencia:
¡Él la tiene! ¡Él nos
espera!
Y nos espera ¡hasta el
final de la vida!”.
41. Veamos el ejemplo del
buen ladrón,
quien “precisamente al
final, reconoció a Dios.
El Señor camina con
nosotros, pero tantas
veces no se deja ver,
como en el caso de los
discípulos de Emaús”.
42. “El Señor está comprometido en nuestra vida,
¡esto es seguro!, pero tantas veces no lo vemos.
Esto nos pide paciencia. Pero el Señor que camina
con nosotros, Él también tiene tanta paciencia con
nosotros”.
43. “Algunas veces en la vida, las cosas se vuelven
tan oscuras, hay tanta oscuridad, que tenemos
ganas,
si estamos en dificultad, de bajar de la Cruz”.
44. “Este, es el momento preciso: la noche es más
oscura, cuando la aurora está cerca. Y siempre
cuando nos bajamos de la Cruz, lo hacemos cinco
minutos antes que llegue la liberación, en el
momento de la impaciencia más grande”.
45. “El Señor, sólo nos dice
aquello que dijo a
Abraham:
‘Camina en mi presencia
y sé perfecto’, sé
irreprensible,
es la palabra justa. Camina
en mi presencia y trata de
ser irreprensible”.
46. “Éste es el camino con el
Señor y Él interviene,
pero debemos esperar,
el momento, caminando
siempre en su presencia y
tratando de ser
irreprensibles.
Pidamos esta gracia al
Señor: caminar siempre en
su presencia, tratando de
ser irreprensibles”
47. El 29 de junio, en la fiesta
solemne de los Santos
Pedro y Pablo dijo: “He
aquí la experiencia de la
misericordia,
del perdón de Dios en
Jesucristo: esta es la Buena
Noticia, el Evangelio que
Pedro y Pablo han
experimentado en sí
mismos y por el cual han
dado su vida.
Misericordia, perdón; el
Señor siempre nos perdona,
el Señor tiene misericordia,
es misericordioso, tiene un
corazón misericordioso y
nos espera siempre”.
48. “¡qué alegría creer en un
Dios que es todo amor,
todo gracia! Esta es la fe que
Pedro y Pablo han recibido
de Cristo y han transmitido
a la Iglesia”.
49. “Debemos aprender a escuchar más a nuestra
conciencia. Pero ¡atención! Esto no significa seguir
el propio yo,
hacer aquello que me interesa,
que me conviene, que me gusta... ¡No es esto!”.
50. “La conciencia es el espacio interior de la escucha
de la verdad, del bien, de la escucha de Dios; es
el lugar interior de mi relación con Él, que habla a
mi corazón y me ayuda a discernir, a comprender
el camino que debo recorrer, y una vez tomada la
decisión, a ir adelante, a permanecer fiel”.
51. “Jesús también les dice a sus discípulos,
encargados de precederlo en el camino hacia
Jerusalén para anunciar su paso, que no impongan
nada: si no encontrarán disponibilidad a recibirlo,
continúen, vayan adelante.
Jesús no impone jamás, Jesús es humilde, Jesús
invita.
Si tú quieres ven. Y la humildad de Jesús es así.
Él nos invita siempre. No impone”.
52. “Jesús, tuvo la conciencia: el escuchar en su
corazón la voz del Padre y seguirla. Jesús a
nosotros los cristianos nos quiere libres como Él.
Con aquella libertad que viene de este diálogo
con el Padre, de este diálogo con Dios”.
53. “Jesús no quiere cristianos egoístas, que sigan el
propio ‘yo’, que no hablan con Dios, ni cristianos
débiles, cristianos que no tienen voluntad,
cristianos a control remoto, incapaces de
creatividad, que buscan siempre conectarse con la
voluntad de otro, y no son libres. ¡Jesús nos
quiere libres!”.
54. “Y ¿dónde se
consigue esta
libertad? En el
diálogo con Dios en
la propia conciencia.
Si un cristiano no
sabe hablar con Dios,
no sabe escuchar a
Dios en su propia
conciencia no es
libre”.
55. “Que María nos ayude a convertirnos cada vez
más en hombres y mujeres de conciencia - con
conciencia libre, porque en la conciencia tiene
lugar el diálogo con Dios – hombres y mujeres
capaces de escuchar la voz de Dios y de seguirla
con decisión”
56. “A los participantes en la VI Jornada de los
jóvenes en Lituania, el Papa Francisco dijo:
“el amor de Cristo y su amistad no son una ilusión
–Jesús en la cruz muestra cuán concretos son–
ni están reservados sólo para algunos”.
57. “Jesús quiere ser su
amigo,
su hermano,
maestro de la verdad
y de la vida”,
“esta amistad de Jesús,
que nos trae la
misericordia
y el amor de Dios, es
‘gratuidad’ puro don.
Él no les pide nada a
cambio, sólo les pide
que lo reciban”.
58. “Jesús quiere amarlos por
lo que son, incluso en su
propia fragilidad y
debilidad, para que,
tocados por su amor,
puedan ser renovados”.
59. “el encuentro con el amor de Dios en la amistad
con Cristo es posible, en primer lugar, en
los Sacramentos, especialmente la Eucaristía y la
Reconciliación”,
“Jesús siempre nos perdona”.
60. Es muy importante el
rezo del Rosario,
pues en él “nos
dirigimos a la Virgen
María para que nos
guíe hacia una unión
cada vez más estrecha
con su Hijo Jesús”,
“el Rosario es un
medio eficaz para
abrirnos a Dios,
porque nos ayuda a
vencer el egoísmo y a
brindar paz a los
corazones, en las
familias, en la
sociedad y en el
mundo”.
61. “¡No tengan miedo de vivir la fe! Sean
testimonios de Cristo en sus ambientes cotidianos,
con sencillez
y valentía ... mostrando el rostro de la
misericordia
y el amor de Dios, que siempre perdona,
anima, da esperanza”
62. En twitter dijo:
La lógica mundana nos empuja hacia el
éxito,
el dominio, el dinero; la lógica de Dios,
hacia la humildad, el servicio y el amor.
63. A veces sabemos lo que debemos hacer,
pero nos falta el ánimo. Aprendamos de
María saber decidirnos, con la confianza
puesta en Dios.
64. Cristo nos guía a salir cada vez más de nosotros
mismos, para entregarnos y servir a los demás.
65. El cuidado de la creación no es sólo un mandato
divino al principio de la historia; es también para
nosotros, es parte del proyecto de Dios.
66. Con la “cultura del descarte” la vida humana no
es considerada ya un valor fundamental que hay
que respetar y tutelar.
67. No debemos tener miedo de la solidaridad, de
poner a disposición de Dios lo que somos y
tenemos.
68. Hoy, muchas de las pobrezas morales y materiales
vienen del rechazo de Dios y de poner en su lugar
a tantos ídolos.
69. Que la Iglesia sea siempre lugar de misericordia y
esperanza, donde cada uno se sienta acogido,
amado y perdonado.
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Que Dios te llene de bendiciones.
Y que permanezcamos unidos en el amor
a Jesús.