Las ciudades del futuro tendrán hogares más pequeños debido a familias más reducidas, y estarán hiperconectados con dispositivos que facilitarán las tareas domésticas. Las ciudades serán más verticales para acomodar la creciente población urbana, e integrarán espacios verdes y zonas comerciales. Promoverán la ecología y energías renovables, aunque el mayor desafío será fomentar actividades al aire libre ante estilos de vida más sedentarios. El transporte público reemplazará al privado, y
2. Composiciones familiares más pequeñas y la omnipresencia de la tecnología serán responsables del diseño interior de los hogares del futuro. Los
espacios tenderán a ser más pequeños consecuencia de núcleos familiares más reducidos (menor cantidad de hijos y padres solteros) y un
mayor costo por metro cuadrado a medida que la densidad en las grandes ciudades aumenta. Dispositivos conectados a internet facilitarán las
tareas domésticas, aumentando la productividad en el hogar y el tiempo libre. Estos hogares del futuro no dispondrán de un estudio de trabajo
sino que el estudio estará incorporado en los distintos ambientes del hogar. Asistentes personales, hologramas, acceso a internet desde
prácticamente cualquier dispositivo harán que los hogares se conviertan en verdaderos “home offices”.
Hogares hiperconectados
3. Desde poco antes del año 2010, por primera vez, la proporción de la población mundial viviendo en ciudades sobrepasó a la población viviendo
en zonas rurales. Indicador apalancado ciertamente por la creciente urbanización de la India, China y los países en vías de desarrollo. Esta
tendencia, que se espera continúe, demandará ciudades aún más grandes y construcciones verticales más elevadas e integradas con espacios
verdes, zonas comerciales y de ocio para acaparar esta creciente densidad poblacional en las grandes urbes.
El mundo se urbaniza
verticalmente
4. Las ciudades del futuro apuntarán al fomento de la ecología mediante la integración de espacios verdes, energías renovables, “descarbonización”
del transporte y cuidado del medio ambiente como medio para incrementar la calidad de vida y salud de sus habitantes. No obstante, el mayor
desafío consistirá en la promoción de actividades al aire libre a medida que las personas tienden a volverse más sedentarias pasando más tiempo
dentro de sus hogares. Hogares cada vez más inteligentes y autosuficientes, que además hacen de oficina, y donde internet ofrecerá nuevos
espacios de interacción social.
Ciudad outdoor vs
estilo de vida indoor
5. Energia
El diseño y sostenibilidad de las ciudades del futuro estarán íntimamente ligados con el acceso a energía y su impacto en el medio ambiente. La
coalición de intereses y esfuerzos por parte de los gobiernos, empresas privadas y la ciudadanía conllevarán al desarrollo de nuevas formas de
producción de energía, de escala local, más limpias. Entre éstas predominarán fuentes de energía como turbinas de viento, paneles solares y
generadores geotérmicos. Al tiempo, las construcciones se diseñarán buscando reducir la dependencia energética disminuyendo, por ejemplo, el
uso de aire acondicionado mediante aislamientos apropiados, ventilación natural y espacios verdes incorporados dentro de los edificios.
Uso eficiente de la energía dentro
de los fundamentos de diseño
6. El incremento en el costo de la energía, junto a una mayor consciencia sobre el cuidado del medio ambiente y aumento poblacional de las
ciudades, desplazará el transporte privado en favor del público. Medios de transporte público colectivos más bondadosos con el medio
ambiente, como trenes provistos de energía por paneles solares, serán la nueva orden en materia de transporte de larga y media distancia.
Adicionalmente, variables como la cercanía al trabajo, centros de estudio, hospitales, centros comerciales y lugares de ocio, cuando no se
encuentren integrados en el mismo complejo, serán decisivos a la hora de optar en donde vivir en aras de disminuir los desplazamientos al
máximo. Las bicicletas se convertirán en el medio preferido para cortas distancias.
Se acortan las distancias y
disminuyen los desplazamientos
7. La tecnología estará presente no solo dentro de hogares y establecimientos sino también en el exterior cada vez más integrada al día a día y
necesidades de las personas. El comercio electrónico cambiará la fisonomía de los comercios así como también la interacción de las personas
con éstos. Tiendas físicas se convertirán en vidrieras, el dinero físico se virtualizará y las transacciones serán unipersonales.
Del comercio físico al virtual
8. Uno de los mayores impactos del continuo incremento del costo de la energía reside en el transporte. No solo en el transporte de personas sino
también en el transporte de objetos. Esto provocará que, a pesar de una mayor globalización con cinco billones de personas conectadas para
mediados de la década del 2020, se desarrollen y crezcan mercados de productos de “producción local”.
“Made in town”
9. En un mundo cada vez más conectado es de esperar que la necesidad de oficinas físicas se reduzca sustancialmente. Los hogares y cafés internet
se convertirán en las nuevas oficinas de trabajo y puntos de encuentro entre colaboradores. Adicionalmente, el acceso a internet por billones de
personas ofrecerá mayores posibilidades de colaboración y co-creación, características distintivas de la ascendente “Generación Y” dentro del
mercado laboral. La búsqueda de un mejor balance entre vida profesional y personal por la “Generación Y”, traducida en empleos de tiempo
medio y contratos más flexibles, abrirá las puertas para incorporar a la masa laboral a adultos mayores (más de 60 años) previamente relegados.
Esto se verá impulsado, adicionalmente, por los Gobiernos los cuales sentirán una presión importante en sus sistemas pensionales al
incrementarse la esperanza de vida de las personas.
La “Generación Y” domina
el mercado laboral
10. Finalmente, dentro de 20 años el grupo demográfico más grande que ha existido, al menos en el mundo occidental, los “Baby Boomers”, habrán
llegado a su vejez. Las generaciones subsiguientes han mantenido tasas de nacimiento sustancialmente menores lo que provocará un
envejecimiento de la población acompañado de un incremento de la expectativa de vida. Las sociedades del futuro no solo tendrán el desafío de
mantener laboralmente activas a personas de más de 65 años sino que las ciudades deberán diseñarse bajo una perspectiva que contemple las
necesidades de las distintas generaciones, con especial cuidado, atención e involucramiento de las personas mayores.
Ciudades amigables con personas mayores