El documento describe la obra de Charles Darwin "La expresión de las emociones en el hombre y los animales" de 1872, en la que estudia cómo los humanos y animales expresan sus emociones. Darwin justificó el uso de fotografías para capturar expresiones y realizó varios estudios para determinar si las expresiones emocionales son innatas o aprendidas. Concluyó que los patrones de expresión emocional están genéticamente determinados pero pueden modificarse por el aprendizaje.