Este documento ofrece consejos sobre la preparación de la catequesis. Sugiera que los catequistas 1) se preparen estudiando el tema, determinando cómo desarrollarlo para su grupo y practicándolo personalmente; 2) preparen el espacio y materiales antes de cada reunión; y 3) evalúen cada reunión para mejorar continuamente.
1. PREPARACIÓN DE LA CATEQUESIS
1. Preparación general
• La animación de un grupo exige una preparación personal del
catequista:
o Estudiar el tema (lo que uno sabe de ese tema, lo que dice el
libro, lo que se preparó con todo el grupo de catequistas, lo que
dicen otros libros de consulta...).
o Determinar el desarrollo del tema teniendo en cuenta al grupo
concreto (sus miembros, la geografía donde se reúne el grupo, la
historia del grupo...).
o Hacer él personalmente lo que propondrá después al grupo.
o Rezar y asimilar el tema
2. Preparación próxima
• El día del encuentro, antes de la reunión:
o Cuidar que todo esté a punto.
o Cuidar el local (si lo encuentran mal ya se predisponen para la
indisciplina; calor, frío, ruidos, ventilación).
o Cuidar de que lo que se va a proponer esté todo para realizar las
actividades (pizarra, tizas, casete, tijeras, cinta adhesiva, papel...).
o La Biblia, los libros, pensar en lo que se pueden olvidar los
miembros más distraídos...
3. Acogida de los niños
• Es importante que los niños se sientan esperados:
o Que vean que el catequista llega antes.
o Que vean que todo está preparado.
o Que le vean tranquilo, centrado en los miembros del grupo, no en
preparar cosas.
o Que salude a los adultos que acompañan a los niños.
o Que pregunte o recuerde alguna frase o anécdota o situación
familiar de los niños.
o Que observe cómo vienen de cansados, de frescos...
o Que se preocupe de los ausentes
2. 4. Los momentos o etapas de la reunión
• El tiempo de la reunión no es igual todo él.
o El inicio: saludo, situarnos, mirar, recordar... Quizás orar...
o Volver la vista atrás: hacia la reunión anterior para dar continuidad
a las cosas, a los temas, a las reuniones...
o Planteamiento del tema, de la actividad, de la sesión...
la propuesta
la profundización: teórica, o por actividades
la interpelación
la interiorización
o Síntesis. lo hecho, lo que queda, lo que concretamos...
o Oración
5. El diálogo y las preguntas
• Conducir un diálogo y hacer preguntas tiene su arte y su ciencia.
• Para que exista diálogo tiene que haber:
o Clima de escucha y atención.
o Centrar la mirada en las palabras y gestos del que habla.
o Entender lo que el otro dice y ser capaces de reformularlo con las
propias palabras: (“Si he entendido bien, tú quieres decir...”).
o Proponer preguntas y suscitarlas.
o Es mejor que en el grupo haya una sola pregunta que muchas a
la vez.
• La preguntas tiene también mucha importancia. Hay preguntas:
o Cerradas: (Tú dices que Jesús es bueno; ¿quieres decir que era
bueno con los que encontraba?).
o Abiertas: (Tú dices que Jesús era bueno; ¿qué quieres decir con
eso? ¿Qué entiendes tú con lo que pronuncias?).
• El silencio no es malo. En ocasiones es la única posibilidad para decir
algo interesante. Sin pensar las cosas no hay buenas cosas...
6. Las situaciones difíciles
• Pueden surgir situaciones difíciles:
o Por el número de los participantes (muchos, pocos...).
o Por las relaciones entre los miembros del grupo (peleas,
rivalidades, complicidades...).
o Por el tema que se trata.
3. o Por el comportamiento de algunos miembros difíciles.
o Por la hora en laque se tiene la reunión.
o Por la indisciplina de algunos miembros.
o Por el silencio de los tímidos.
o Por el desacuerdo con el animador.
o Por las circunstancias que rodean el ambiente de la reunión.
7. Después de la reunión de grupo
• El grupo no acaba con la reunión. El tiempo antes y el tiempo después
de la reunión son tiempos importantes para el animador y para cada
miembro.
Antes y después, el animador tiene la oportunidad de decir una palabra
personal a cada miembro sin que los demás la oigan, interrogar, pedir
explicaciones personales de frases, de comportamientos, de silencios,
etc.
También pronunciar palabras de ánimo, de aliento, de cercanía.
• Después de la reunión, el catequista tiene que hacer su diario personal:
o Balance de la reunión.
o Elementos que han funcionado bien (preguntas, oraciones,
actividades...).
o Elementos en los que se sintió perdido o que no dieron el
resultado esperado...
o Preguntas que le surgen al catequista sobre la pedagogía
empleada, sobre los contenidos, sobre lo que ha salido en el
diálogo, sobre lo que no supo dar razón...
o Detalles que quiere confrontar o preguntar a catequistas más
veteranos... para aclararse.
Sólo autoevaluándose puede un catequista ir avanzando y adquiriendo
experiencia.
Para Mayor Gloria de Dios.