2. (Salto, 1878 - Buenos Aires, 1937) Narrador uruguayo
radicado en Argentina, considerado uno de los mayores
cuentistas latinoamericanos de todos los tiempos.
Su obra se sitúa entre la declinación del modernismo y
la emergencia de las vanguardias.
Las tragedias marcaron la vida del escritor: su padre
murió en un accidente de caza, y su padrastro y
posteriormente su primera esposa se suicidaron; además,
Quiroga mató accidentalmente de un disparo a su amigo Federico Ferrando.
Estudió en Montevideo y pronto comenzó a interesarse por la literatura. Inspirado en
su primera novia escribió Una estación de amor (1898), fundó en su ciudad natal
la Revista de Salto (1899), marchó a Europa y resumió sus recuerdos de esta
experiencia en Diario de viaje a París (1900). A su regreso fundó el Consistorio del Gay
Saber, que pese a su corta existencia presidió la vida literaria de Montevideo y las
polémicas con el grupo de J. Herrera y Reissig.
Ya instalado en Buenos Aires publicó Los arrecifes de coral, poemas, cuentos y prosa
lírica (1901), seguidos de los relatos de El crimen del otro (1904), la novela breve Los
perseguidos (1905), producto de un viaje con Leopoldo Lugones por la selva misionera,
hasta la frontera con Brasil, y la más extensa Historia de un amor turbio (1908). En
1909 se radicó precisamente en la provincia de Misiones, donde se desempeñó como
juez de paz en San Ignacio, localidad famosa por sus ruinas de las reducciones
jesuíticas, a la par que cultivaba yerba mate y naranjas.
3. Nuevamente en Buenos Aires trabajó en el consulado de Uruguay y dio a la
prensa Cuentos de amor, de locura y de muerte (1917), los relatos para niños
Cuentos de la selva (1918), El salvaje, la obra teatral Las sacrificadas (ambos
de 1920), Anaconda (1921), El desierto (1924), La gallina degollada y otros
cuentos(1925) y quizá su mejor libro de relatos, Los desterrados (1926).
Colaboró en diferentes medios: Caras y Caretas, Fray Mocho, La Novela
Semanal y La Nación, entre otros.
En 1927 contrajo segundas nupcias con una joven amiga de su hija Eglé, con
quien tuvo una niña. Dos años después publicó la novela Pasado amor, sin
mucho éxito. Sintiendo el rechazo de las nuevas generaciones literarias,
regresó a Misiones para dedicarse a la floricultura. En 1935 publicó su último
libro de cuentos, Más allá. Hospitalizado en Buenos Aires, se le descubrió un
cáncer gástrico, enfermedad que parece haber sido la causa que lo impulsó al
suicidio, ya que puso fin a sus días ingiriendo cianuro.
Influido por Edgar Allan Poe, Rudyard Kipling y Guy de Maupassant, Horacio
Quiroga destiló una notoria precisión de estilo, que le permitió narrar
magistralmente la violencia y el horror que se esconden detrás de la aparente
apacibilidad de la naturaleza. Muchos de sus relatos tienen por escenario la
selva de Misiones, en el norte argentino, lugar donde Quiroga residió largos
años y del que extrajo situaciones y personajes para sus narraciones
4. ESTRUCTURA DE LA OBRA.
El libro es una selección de 18 cuentos de Horacio Quiroga escritos a lo
largo de sus distintas etapas como escritor, muchos de ellos publicados,
por primera vez, en periódicos y revistas. El orden de la selección respeta
el cronológico en el que fueron escritos por Quiroga.
LOCALIZACIÓN DE LA OBRA. INFLUENCIA DE LA VIDA DEL AUTOR.
Los cuentos que configuran esta obra fueron escritos por Horacio Quiroga
a principios del siglo XX, entre 1919 fecha en la que se publicó “Cuentos
de Amor, de locura y de muerte” y 1935 año en el que se publicó “Más
allá””.
Quiroga se vio influenciado por autores como Kipling y Edgar Allan Poe. A
éste último lo descubrió en su juventud, en la temporada que pasó en
París
Según algunos críticos literarios, la etapa más brillante y decisiva en su
carrera como escritor se inicia con su libro “Cuentos de Amor, de Locura y
de Muerte” En todos ellos la tragedia, la enfermedad, las obsesiones, el
vicio y la locura son los temas a través de los cuales el autor muestra la
debilidad del ser humano ante su propio destino. Cuentos en los que
queda reflejada la influencia de Edgar Allan POE.
5. Primavera
La historia comienza un día martes, en un Carnaval y en Concordia. Nébel estaba en el
Carnaval de Concordia, ni bien ingresó en el Carnaval miro al carruaje que estaba
enfrente a él y vio a una hermosa chica, Lidia, a su madre y a un hombre que no conocía.
Preguntó a sus amigos quién era ese hombre, y ellos le dijeron que era el doctor
Arrizabalaga y que la chica que le gustaba era sobrina del doctor.
Nébel fijo entonces sus ojos en la hermosa muchacha de 14 años. Era hermosísima y
Nébel quedó deslumbrado por su belleza. Cuando Nébel miraba a Lidia, ella de vez en
cuando también le sonreía al muchacho. Luego el doctor Arrizabalaga y la madre de Lidia
también le sonrieron a Nébel.
La madre de Lidia y Arrizabalaga se reían, volviendo la cabeza a menudo y la muchacha
no podía despegar los ojos de Nébel. Nébel aprovechó el momento y le dio un ramo de
flores a Lidia. Ella también buscó un ramo de flores para darle a Nébel pero no encontró
ninguno, sus acompañantes se reían. Entonces la madre le dio un ramo para el
muchacho. Justo el carruaje arrancó y cuando Nébel se dio cuenta corrió hacia la
ventanilla de la preciosa muchacha quién le entregó el ramo de flores a Nébel.
Nébel había venido hace tres días de Buenos Aires. Había permanecido en Bs. As. siete
años y lo que conocía de Concordia era mínimo. Debía quedarse sólo quince día allí y
luego volver a su ciudad natal. Lidia se iba al día siguiente a Montevideo. Por lo menos
iría con ella hasta Buenos Aires.
Nébel y Lidia viajaron juntos hasta Buenos-
6. Verano
El 13 de junio Nébel volvió a Concordia. Durante dos meses, Nébel y Lidia, se
adoraron y cada momento que se separaban el uno del otro se extrañaban. Nébel
dejando de lado su estudio, su carrera y todas las demás cosas, en lo único que
pensaba era en casarse con Lidia y ser feliz.
Cuando Nébel le contó a su padre lo que tenía en mente su padre lo reprochó
totalmente y se opuso a la boda. Sólo faltaba el consentimiento del padre
Nébel fijó para el 18 de octubre el casamiento. Faltaba más de un mes, pero la madre
de Lidia le dio a entender que quería la presencia del padre de Nébel en la boda.
Nébel le contestó que iba a ser difícil y luego cuando fue al día siguiente le dijo a la
madre de Lidia que a su padre le iba a ser imposible asistir
Nébel vivió cuatro días en la más honda desesperación. Al quinto día, al anochecer,
recibió una carta:
“Octavio: Lidia está bastante enferma ”Esa misma noche fue a ver a Lidia, cuando
entró se sentó en el borde de la cama, y sólo se miraron y se rieron.
Al día siguiente cuando fue casa de Arrizabalaga Nébel le preguntó a la sirvienta si
habían salido y le contesto que se fueron a Montevideo
Entonces se fue a su casa, cargó el revolver y justo cuando iba a apretar el gatillo,
recordó que le prometió a un dibujante amigo que lo iba a ir a ver antes de matarse.
Al día siguiente a la mañana fue a visitar a su amigo. Nébel volvió a su casa y cuando
llegó le había llegado una carta de Lidia: en la que le dice que su madre decidió que si
se casaban, Lidia iba a sufrir y decidió que lo mejor era separarlos e irse con su hija a
Montevideo.
7. Otoño (once años después)
Una tarde en Buenos Aires, viajando en tranvía, se
detuvo el tranvía durante un tiempo largo y Nébel,
mientras leía, levantó la cabeza y vio a una señora que
se sentó a su lado. La señora le preguntó: ¿me
recuerda? Y él le respondió que sí, era la esposa del
doctor Arrizabalaga. Ella lo invitó a la casa a ver a
Lidia y él aceptó. Le dio la dirección, Boedo 1483, y
Nébel prometió pasar a saludarlos.
Al día siguiente Nébel fue visitar a Lidia. La madre de
Lidia le abrió la puerta y lo saludó cordialmente. La
madre le comentó que estaban peor que en la miseria.
Nébel le comentó que estaba casado. Luego entró
Lidia, estaba cambiada tenía 26 años y siempre con
una belleza impresionante. La madre de Lidia le pidió a
Nébel pasar un tiempo en su campo y él aceptó. Lidia
le preguntó hace cuanto estaba casado, y él contesto
que hace cuatro años.
8. Invierno
La madre de Lidia había quedado deshecha por el cansancio y la morfina.
Entonces cenaron temprano y se fueron a dormir.
Al día siguiente, Nébel entró precipitadamente en la cocina y vió a Lidia que se
bajaba las faldas y que tenía una jeringuilla en la mano. Entonces le preguntó si
eso lo hacía hace mucho tiempo y ella le contestó que sí.
Nébel tomó una decisión le quitó la morfina a la madre de Lidia. Luego la madre
le Lidia le rogó que le devolviera la droga porque sino, no viviría, y él le contestó
que si seguía tomándola se moriría en dos horas. Luego hablo con Lidia, y le
preguntó si sabía que tenía su madre y ella le contestó que sí.
Una mañana Lidia entró bruscamente en el cuarto de Nébel y gritando dijo:
¡Mamá se muere! Y fueron corriendo al cuarto. Nébel vio el tarro de morfina
vacío al lado de la cama y Lidia le dijo que probablemente su madre lo sacó del
cuarto de Nébel cuando él no estaba. Finalmente la madre de Lidia falleció a la
una de la mañana. Esa misma tarde, tras el entierro, Nébel acompaño a Lidia iba a
tomar el tren para irse él le entregó a ella un cheque por diez mil pesos
Ella se subió a la escalerilla del vagón y antes de que arrancara el tren Nébel tomó
a Lidia por la cintura y la besó hondamente en la boca.
9. Personajes Principales
Nébel: Tenía, cuando comenzó la historia, 18 años. Su
padre se opuso a la boda.
Lidia: Tenía, cuando comenzó la historia, 14 años. Su
madre falleció cuando tenía 26 años. A los 14 años
era bellísima, ojos azules, cabello oscuro, y cutis muy
fino.
10. ¿Por qué tiene ese título?
Porque el autor compara el
amor entre Nébel y Lidia con
las estaciones.
Tema del Cuento: El Amor