El niño quería jugar con la Luna y el Sol, pero la Luna corría rápido para esconderse. El niño finalmente atrapó a la Luna en un pozo de agua y la tapó, creyendo que la había guardado. Por la noche, el niño tuvo un sueño en el que la Luna lloraba. Al día siguiente, descubrió que la Luna se había ahogado en el pozo.