2. DOMINGO CUARTO
DE CUARESMA CICLO
B
Segundo libro de las Crónicas, 36, 14-23
Los jefes de Israel, los sacerdotes y todo el pueblo eran
completamente infieles a Dios.
Ellos mancharon la Casa de Dios con sus idolatrías
copiadas de las malas costumbres de los pueblos
páganos.
Dios envió, desde el principio, avisos por los profetas,
porque tenía compasión de Israel y de su Templo.
Pero ellos no escucharon a los mensajeros de Dios,
despreciaron sus palabras y se burlaron de los profetas.
El Señor Dios se enfrentó a su pueblo y lo corrigió con
un castigo: El exilio
Los babilonios incendiaron el Templo y derribaron las
murallas de Jerusalén.
Ellos quemaron sus palacios y destruyeron todos los
objetos sagrados.
A las personas que escaparon de la muerte los llevaron
cautivos a Babilonia,
Allí, todos los judíos fueron esclavos del rey y de sus hijos
hasta la llegada de un nuevo reino: El Reino de los
Persas
Así se cumplió la Palabra de Dios dicha por el Profeta
Jeremías:
“El país pagará todos los sábados que no respetó,
descansará todo el tiempo en una gran depresión, hasta
que se cumplan los setenta años”
Setenta años después, Dios movió el corazón de Ciro, Rey
de Persia.
El Rey ordenó publicar un aviso de palabra y por escrito
en todo su reino:
“Así habla Ciro, Rey de Persia: El Señor, Dios del Cielo, me
ha dado todos los reinos de la tierra.
Dios me ha encargado que Israel construya una casa para
Él en Jerusalén.
Las personas que, entre vosotros, sean judías,
pertenezcan al Pueblo de Dios…
¡Vayan con Dios y suban a Jerusalén!”
Lo mismo que
Moisés levantó
la serpiente en
el desierto, así
tiene que ser
levantado el
Hijo del
hombre, para
que todo el que
cree en Él tenga
vida eterna.
2
3. Evangelio según San Juan, 3, 14-21
Jesús dice a Nicodemo:
Lo mismo que Moisés levantó la serpiente en el desierto, así tiene que ser levantado el Hijo
del hombre, para que todo el que cree en Él tenga vida eterna.
Dios ama tanto al mundo que ha entregado a su único Hijo, para que no muera ninguno de
los que creen en Él, sino que tengan vida eterna.
Porque Dios no ha enviado su Hijo al mundo para condenar el mundo, sino para que el mundo
se salve por Él.
El que cree en Él, no será condenado; el que no cree, ya está condenado, porque no ha
creído en el nombre del Hijo único de Dios.
Y esta la causa de la condenación: que la luz ha venido al mundo, y muchas personas
prefieren las tinieblas a la luz, porque sus obras eran malas.
Pues las personas que obran malvadamente odian la luz, y no se acercan a la luz, para no
verse acusadas por sus obras.
En cambio, el que realiza la verdad se acerca a la luz, para que se vea que sus obras están
hechas según Dios.
Carta de San Pablo a los
Efesios, 2, 4-10
Nosotros estábamos muertos por los
pecados, pero Dios, grande en
misericordia, por el gran amor con que
nos amó, nos ha hecho vivir con Cristo.
Dios nos ha resucitado con Cristo Jesús y
nos ha sentado en los cielos con Él.
¡Estamos salvados por pura gracia!
Así, Dios demuestra, en todos los
tiempos, la inmensa riqueza de su gracia,
su bondad para con nosotros en Cristo
Jesús.
Porque estáis salvados por gracia y
mediante la fe.
Y no es por vuestros méritos, sino que
es un don de Dios.
Y tampoco es por vuestras obras. Nadie
puede presumir.
Todos somos obra suya. Dios nos ha
creado en Cristo Jesús para dedicarnos a
las buenas obras que Dios ha proyectado
que realicemos.
6. 6
Ningún otro puede salvar
PRIMERA LECTURA
LECTURA DEL SEGUNDO LIBRO DE
LAS CRÓNICAS 36, 14-16. 19-23
7. Segundo libro de las Crónicas, 36, 14-23
Los jefes de Israel, los sacerdotes y todo el pueblo eran
completamente infieles a Dios.
Ellos mancharon la Casa de Dios con sus idolatrías
copiadas de las malas costumbres de los pueblos
páganos.
Dios envió, desde el principio, avisos por los profetas,
porque tenía compasión de Israel y de su Templo.
Pero ellos no escucharon a los mensajeros de Dios,
despreciaron sus palabras y se burlaron de los profetas.
El Señor Dios se enfrentó a su pueblo y lo corrigió
con un castigo: El exilio
Los babilonios incendiaron el Templo y derribaron las
murallas de Jerusalén.
Ellos quemaron sus palacios y destruyeron todos los
objetos sagrados.
A las personas que escaparon de la muerte los llevaron
cautivos a Babilonia,
Allí, todos los judíos fueron esclavos del rey y de sus
hijos hasta la llegada de un nuevo reino: El Reino de los
Persas
8. Así se cumplió la Palabra de Dios dicha por el Profeta
Jeremías:
“El país pagará todos los sábados que no
respetó, descansará todo el tiempo en una gran
depresión, hasta que se cumplan los setenta años”
Setenta años después, Dios movió el corazón de
Ciro, Rey de Persia.
El Rey ordenó publicar un aviso de palabra y por escrito
en todo su reino:
“Así habla Ciro, Rey de Persia: El Señor, Dios del Cielo,
me ha dado todos los reinos de la tierra.
Dios me ha encargado que Israel construya una casa
para Él en Jerusalén.
Las personas que, entre vosotros, sean judías,
pertenezcan al Pueblo de Dios…
¡Vayan con Dios y suban a Jerusalén!”
10. Carta de San Pablo a los Efesios, 2, 4-10
Nosotros estábamos muertos por los pecados,
pero Dios, grande en misericordia, por el gran amor con
que nos amó, nos ha hecho vivir con Cristo.
Dios nos ha resucitado con Cristo Jesús y nos ha sentado
en los cielos con Él.
¡Estamos salvados por pura gracia!
Así, Dios demuestra, en todos los tiempos, la inmensa
riqueza de su gracia, su bondad para con nosotros en
Cristo Jesús.
Porque estáis salvados por gracia y
mediante la fe.
Y no es por vuestros méritos, sino que es un don de
Dios.
Y tampoco es por vuestras obras. Nadie puede presumir.
Todos somos obra suya. Dios nos ha creado en Cristo
Jesús para dedicarnos a las buenas obras que Dios
ha proyectado que realicemos.
11. 11
LECTURA DEL SANTO
EVANGELIO SEGÚN SAN
JUAN 3, 14-21
EVANGELIO
Dios mandó su Hijo al mundo para
que el mundo se salve por él
12. Jesús dice a Nicodemo:
Lo mismo que Moisés levantó la serpiente en el desierto,
así tiene que ser levantado el Hijo del hombre, para que
todo el que cree en Él tenga vida eterna.
Dios ama tanto al mundo que ha
entregado a su único Hijo, para que no muera
ninguno de los que creen en Él, sino que tengan vida
eterna.
Porque Dios no ha enviado su Hijo al mundo para
condenar el mundo, sino para que el mundo se salve
por Él.
13. El que cree en Él, no será condenado; el que no cree, ya
está condenado, porque no ha creído en el nombre del
Hijo único de Dios.
Y esta la causa de la condenación: que la luz ha venido al
mundo, y muchas personas prefieren las tinieblas a la luz,
porque sus obras eran malas.
Pues las personas que obran malvadamente odian la luz,
y no se acercan a la luz, para no verse acusadas por sus
obras.
En cambio, el que realiza la verdad se acerca a la luz,
para que se vea que sus obras están hechas según
Dios.
14.
15. COMENTARIO
El Exilio
La primera lectura continua el Tema de la Alianza.
Se habla de la infidelidad del pueblo y de la restauración
que realizó Dios.
El Exilio es interpretado como castigo por la infidelidad del
Pueblo a la Palabra de Dios.
La vuelta del Exilio está dentro de los actos de fidelidad de
Dios al pacto hecho con David.
16. 16
San Pablo
Expresa con fuerza la plenitud el Misterio Salvador de Jesucristo.
Ese Misterio es la Pascua.
Dios no se limita a curarnos, sino que, a nosotros, que estábamos
muertos, nos ha resucitado y nos ha sentado en el Cielo con
Cristo.
Profunda unión entre la Pascua de Cristo y la vida del cristiano a
partir del Bautismo.
Se trata, pues, de una Nueva Creación que no se debe a nuestra
obras ni a nuestros méritos sino que es un don de Dios.
17. 17
San Juan
Dios ama tanto a sus criaturas que entrega a su Hijo único para
que muera ( a esta vida) y dé vida (eterna)
Nosotros miramos a Jesús levantado sobre el madero de la cruz (
es decir, creemos en el crucificado)
Jesús no es juicio sino salvación. Dios no es el que juzga, sino el
que salva. La luz es dada a todos. La fe es el modo que tienen las
personas para entrar en la salvación.
Juan señala el corazón mismo de cada persona . En la libertad para
elegir está la respuesta responsable con la oferta de Dios.
Esa libertad de aceptar o no ser salvado por la fe en Cristo se
expresa y se decide en el comportamiento.
Obrar en la luz es obrar según la Verdad. La Verdad es el proyecto
revelado por Dios en la historia humana de transformarnos a todos
como hijos en el Hijo,