1. CASITO, EL CAMPESINO
Esta corta historia tiene lugar en
Ráquira (Boyacá), lugar de
tradiciones, de agricultura,
ganadería y producción de
cerámicas en barro, ese barro rojizo
que embellece aún más los paisajes
de este hermoso lugar.
Casito es un campesino, sí un
auténtico campesino, de generación,
de tradición y de corazón ya que sus
ancestros lo han sido desde
siempre. Casito tiene apenas 12
años y sin embargo tiene vivencias
en diferentes aspectos, de un joven
mayor que él, de las que describiré
brevemente aquellas que el campo
se ha encargado de ofrecerle.
Casito no se ha dejado llevar por las
modas y costumbres de su
generación porque él quiere ser
como sus abuelos: trabajador de la
tierra, arreador de ganado, productor
de loza. Casito ya sabe cuidar y criar ganado, cultivar, cosechar frutos de su pueblo,
conoce las épocas de siembra y los secretos para lograr que las planadas y cuestas de
las montañas tengan el verdor en sus suelos y el colorido de sus flores y frutos. También
su abuela se ha encargado de enseñarle como hacer diferentes artesanías, lo que lo hace
tan orgulloso como a ella.
Casito asiste a una pequeña escuela en el pueblo, donde la mayoría de sus alumnos, solo
deben preocuparse por estudiar y jugar, pero ninguno trabaja como lo hace Casito, ya que
él debe ayudar a sus padres a conseguir dinero para poder subsistir. Esto ha sido motivo
de burla para muchos de sus compañeros, en especial para Jacinto, quien suele
molestarlo y bromear delante de los demás, no solo por su trabajo sino porque se viste
con los atuendos de un campesino tradicional, usa sombrero, ruana y alpargatas, y se
expresa con frases populares del campesino boyacense, términos coloquiales pero muy
naturales para él.
Casito está cansado de los malos momentos ocasionados por Jacinto, su compañero
burlón que no entiende su felicidad, pues el sí disfruta hacer lo que en su familia siempre
se había hecho, le parece divertido y siempre ha soñado con llevarlo como una tradición
ancestral. Es así como un día decide enfrentar a sus compañeros, no con violencia sino
con argumentos, con la cordialidad e ingenuidad que lo caracterizan, contando sus
historias de vida, transmitiendo con ellas el gran amor a su trabajo, su pasado, sus
tradiciones, su pueblo y sus costumbres, con ello logra aclararle a Jacinto y a los demás
2. que la apariencia es solo un elemento externo pero su historia es como la de ellos, con un
pasado maravilloso y un legado muy rico que no deben dejar acabar, un presente de
mucho trabajo, con momentos agradables y dificultades como todos pero que sabiendo
valorar las riquezas que tienen en su terruño, les queda un futuro esperanzador que
depende de cada uno.
Así Jacinto se da cuenta lo afortunado que es al haber nacido en ese lugar, al tener el
pasado que tiene y al ser compañero de Casito, quién aunque tiene un nombre muy poco
popular vale demasiado como persona a pesar de su corta edad.