3. La divina proporción o sección áurea se construye a partir del enunciado de Euclides (Elementos, libro IV, proposición 30) : “Dividir una longitud en dos partes desiguales de tal modo que la razón entre la menor y la mayor, sea igual a la razón entre esta última y la suma de las dos (la longitud original)” a = a + b b a Esta relación permite establecer el número de oro o , un invariante y un número algebraico inconmensurable: (1),6180339..... La sección áurea se ha encontrado en esculturas y edificios de la Antigüedad Clásica, de la Edad Media y del Renacimiento.
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5. A partir de este esquema se puede realizar un rectángulo de proporciones áureas. Si por E, punto áureo de AB, y siguiendo la perpendicular hasta F, retiramos el cuadrado AEFD, el rectángulo restante es un rectángulo áureo. Si retiramos el cuadrado EBGH, la figura restante, HGCF, también es un rectáungulo áureo. Este proceso se podría repetir indefinidamente hasta el rectángulo límite O, que se confunde con un punto.
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8. Luca Pacioli plantea las proporciones del cuerpo humano de acuerdo a la sección áurea. En el De divina proportione (1509), su libro ilustrado por Leonardo, figura esta cabeza, que algunos consideran el autorretrato de Leonardo. Los rectángulos inscritos cuya diagonal está dibujada tienen sus lados en proporción áurea o “divina proporción” en la terminología del propio Pacioli: el lado mayor del rectángulo menor es a su vez el lado menor del rectángulo mayor, lo que hace que toda la estructura se base en la misma proporción. La “divina proporción” o “sección áurea”, implícita en los sólidos platónicos, regula también el cuerpo humano: el ombligo divide la altura total en esta proporción y lo mismo hace la línea de las cejas con respecto a la altura de la cabeza.
9. Leonardo da Vinci Estudio de proporciones de la cabeza y del ojo - Lápiz y tinta, 197 x 160 mm Biblioteca Reale, Turín
10. Leonardo Cabeza de Hombre con proporciones c. 1490 Lápiz y tinta sobre papel 280 x 222 mm Gallerie dell'Accademia, Venecia
11. Leonardo, como otros artistas del Renacimiento, buscará el canon vitruviano y realizará algunos dibujos a partir de la medición de estatuas clásicas, como el Hombre Vitruviano (c. 1492) en dos posiciones: inscrito en un cuadrado cuando está con las piernas juntas y los brazos horizontales y en un círculo cuando tiene las piernas separadas y los brazos hacia arriba. Así Leonardo, de acuerdo con Luca Pacioli, relaciona las proporciones con las dos figuras principales: la circular, que es más perfecta, y la cuadrada equilátera. En el primer caso el centro es el ombligo y en el segundo, la ingle. Sin embargo, al mismo tiempo, Leonardo dibujará y medirá modelos vivos, lo que lo llevará a relativizar el modelo de hombre. En El tratado de la pintura escribe: “La cosa más maravillosa y laudable de las obras de la naturaleza consiste en que jamás se parece una persona a otra”.
20. Leonardo Da Vinci, La dama del armiño (Retrato de Cecilia Gallerani), 1488-1490. 55 por 40.5 cm. Cracovia, Czartoryski Muzeum Cecilia Gallerani fue amante del duque de Milán, Ludovico Sforza. El armiño es un emblema poético de pureza o de moderación y alude a un emblema heráldico del duque de Milán, a quien recientemente el Rey de Nápoles le había conferido la orden de San Miguel, también llamada del Armiño. El nombre griego del armiño, galè, evoca el apellido de la hermosa cortesana.. A partir de este juego Bernardo Bellincioni compuso un poema en homenaje al retrato.
21. Leonardo Da Vinci, La dama del armiño (Retrato de Cecilia Gallerani), 1488-1490. 55 por 40.5 cm. Cracovia, Czartoryski Muzeum Bernardo Bellincioni compuso un poema dialogante con la naturaleza en homenaje al retrato. ¿A quién guardas rencor, a quién envidias, Naturaleza? ¡A Da Vinci, que pintó una de mis estrellas! Cecilia, tan bella hoy es aquella Frente a cuyos ojos el sol parece sombra oscura Tuyo es el honor, aun cuando su pintura Nos dé a entender que escucha, y no habla Piensa que que cuanto más vivaz y hermosa aparezca Tanto mayor será tu gloria futura Dale las gracias pues a Ludovico, o bien Al ingenio y la mano de Leonardo Que te permiten participar de la posteridad Quienes la vean, por más tiempo que haya pasado Dirán al verla viva: así nos basta Para entender qué es arte y qué es naturaleza.
22. Leonardo Da Vinci, La Gioconda Antes de 1506-1510; 1513-1516 Oleo sobre madera 77 x 53 cm La Virgen es asimilada en distintos comentarios bíblicos a las montañas: ella es la “piedra no hendida por la mano del hombre”,”la montaña excelsa, intacta, cristalina”, etc.