El proceso administrativo consta de cuatro fases: planeación, organización, dirección y control. La planeación implica definir objetivos y planes de acción. La organización establece la estructura de la empresa. La dirección se refiere a la influencia del administrador para implementar los planes. El control verifica que los resultados coincidan con los objetivos planeados. Juntas, estas cuatro fases buscan dar solución a problemas administrativos de una organización de manera eficiente.