El Imperio Romano se dividió y debilitó debido a tres causas principales: 1) El emperador Marco Aurelio dividió los ejércitos para defender Italia de los bárbaros, lo que llevó a los generales a luchar entre sí y dejar menos soldados para la defensa; 2) una plaga se propagó a través de las cañerías de plomo y mató a muchos soldados; 3) finalmente, los bárbaros invadieron Roma, sembrando el caos y eliminando el imperio.