El documento resume las reflexiones de un seminario mariano realizado en Roma en 2013. Enfatiza la importancia de la identidad mariana de las Hijas de María Auxiliadora y su vocación de ser "verdaderas imágenes" de María para los jóvenes. Insta a las hermanas a profundizar su conocimiento de María y su filialidad para renovar su misión educativa en la Iglesia.
Recuperando el Rumbo Hasta la Transformación Parte #4.pptx
Circular 940 - FMA -
1.
2. La Madre ha escrito esta Circular a partir de la
experiencia vivida en el Seminario Mariano que
tuvo lugar en Roma del 23 al 28 de septiembre
del 2013.
Este Seminario se hizo como continuación del
Congreso Mariano desarrollado en Roma del 27
al 30 de diciembre del 2004 con el tema: «Yo
te daré la Maestra. El valor de educar en la
escuela de María»
4. Todas estamos
llamadas a ser
«verdaderas
imágenes» de la
Virgen, como quería
M. Mazzarello,
«auxiliadoras» sobre
todo entre los y las
jóvenes. En nosotras
está viva la certeza
que «María
Santísima es la
inspiradora de
nuestro Instituto y
que continúa siendo
la Maestra y la
Madre.
5. Es María quien
sostiene la Iglesia y
el Instituto en el
camino de la fe y de
la Nueva
Evangelización, la
que está
activamente
presente en la
historia
6. Os invito a compartir algunas ideas fuerzas sobre nuestra identidad de
FMA a fin de que pueda brillar una luz nueva en la Iglesia, en la
sociedad y particularmente entre las generaciones jóvenes.
7. El Amor a María es
grande en todas
nosotras y Ella tiene
un puesto especial en
la historia de nuestra
vocación, en las
diferentes etapas de
nuestra vida y
nuestra misión
educativa.
8. Tenemos necesidad de un
conocimiento más profundo
para ser siempre lo que
estamos llamadas a ser:
Hijas de una Madre que
continúa a generarnos
como Hijas.
Queremos matricularnos en
la «escuela» de María para
experimentar de nuevo la
alegría de sentirnos sus Hijas
y transmitirla con valentía,
entusiasmo y gratitud.
9.
10. La reflexión hecha en el Seminario mariano sobre la «filialidad» nos ha
hecho ver un proceso presente en el Instituto desde los inicios, que debe
traducirse en una renovada experiencia de fe para aportar a la misión
evangelizadora de las generaciones jóvenes con nuestro propio estilo.
11. Hemos hecho la
experiencia de un
retorno a las fuentes, al
núcleo esencial de la
experiencia cristiana: ser
Hijas en el Hijo que es
Jesús. La «filialidad» es
una realidad que parte
del Proyecto de Dios, es
un don que recibimos
de Él. Estamos llamadas
a ser signo para los
jóvenes y las jóvenes de
todos los tiempos y
todas las realidades.
12. El retorno a nuestras
raíces carismáticas nos
hace crecer en la
conciencia de que
nuestro Instituto
educativo tiene una
identidad
fuertemente mariana
que atraviesa toda su
historia
13. Ser FMA es el nombre que D. Bosco nos ha dado desde el primer esbozo de
las Constituciones y que ha sido por él confirmado el 5 de agosto de
1872 »Vosotras pertenecéis a una Familia Religiosa que es toda de María…»
Tened como una gloria
vuestro bello título de FMA
y pensad a menudo que
vuestro Instituto debe ser el
«monumento vivo de la
gratitud de D. Bosco a la
gran Madre de Dios,
invocada bajo el título de
Auxilio de los Cristianos».
(Cronohistoria I, 305-306)
14. Volviendo a recorrer el
camino de M. Mazzarello
descubrimos desde su
juventud una fuerte
espiritualidad mariana. Su
relación filial con María
encuentra sus raíces en la
familia, en su formación
catequística, en su
pertenencia a la Asociación
de «Hijas de la
Inmaculada», hasta el paso
a ser FMA
15. El Amor a María ha plasmado su identidad, ha sostenido el ritmo de su
madurez humana y religiosa, ha orientado su vida a una relación plena
con Jesús, a una segura pertenencia a la Comunidad y a la responsabilidad
del acompañamiento a las Hermanas y a las jóvenes.
Su ser «Esposa de Jesús» e Hija de María se traduce en solicitud educativa
y maternidad espiritual.
16. El enlace entre «filialidad, sororidad y maternidad» resplandece en toda
su existencia y se refleja en la vida de sus Hijas con transparencia,
credibilidad y entusiasmo.
17. En nuestra Familia Religiosa
encontramos encarnada en
la vida de tantas Hermanas
la conciencia de ser Hijas y
por lo tanto «Hermanas y
Madres». También hoy
encuentro FMA que en el
silencio del diario vivir
gozan de una experiencia
intensamente mariana y
misionera atrayente y
contagiosa.
18. Hermanas que con
la valentía del «Da
mihi animas coetera
tolle» abren con
audacia nuevas
fronteras misioneras
en situaciones
precarias, difíciles,
hasta poner en
riesgo la propia vida
para encarnar el
carisma allí donde
los jóvenes llaman y
esperan un futuro
más humano y
cristiano.
19. ¿De dónde proviene tal
valentía?
De la convicción interior de
ser llamadas por el Señor a
su seguimiento y de sentirse
Hijas y Hermanas que
creen en la presencia
constante de la Virgen y
son testimonios de esta
presencia con la lógica del
Amor, con la pedagogía de
los gestos concretos, como
nos está enseñando el Papa
Francisco
20. En el Seminario mariano estuvieron presentes tres figuras espléndidas
de FMA: Sor Laura Meozzi, Sor María Romero, Sor Nancy Pereira. De
modo diferente se dejaron guiar por María siendo colaboradoras
asiduas de niños y jóvenes, cuidando de los más débiles e indefensos,
defendiendo los derechos de los pobres, de las mujeres, sanando
enfermedades del cuerpo y del espíritu. Verdaderas Madres y
Hermanas que lo han demostrado con la Vida.
21. El aspecto mariano
de la identidad de
estas Hermanas era
signo de una
profunda relación
con el Señor y de un
particular vínculo
con María. No era
una identidad
estática, pasiva sino
dinámica, atenta a
los signos de los
tiempos, disponible
para dejarse
involucrar en una
fidelidad creativa
22. ¿Está viva en mí la conciencia de ser FMA con lo que esta identidad
implica? ¿En mi corazón vibra la alegría de ser Hija llamada a ser Madre?
El Papa Francisco a menudo dice a las Religiosas: «La Iglesia os quiere así:
Madres, Madres, Madres, personas que saben dar vida»
23. ¿Me siento llamada a
ser con la Vida un
Magnificat por las
cosas grandes que el
Señor ha hecho en
mí, en la vida de las
Hermanas y de los
jóvenes, en la historia
del Instituto, en la
Iglesia, en el Mundo?
¿Busco mirar el
Mundo con la
mirada de María?
25. ¡Cómo sería de hermosa
nuestra vida si fuera un
canto de alegría aún en las
fatigas, en los sufrimientos,
en la oscuridad que a veces
encontramos en la vida
diaria: la alegría del
misterio pascual donde se
realiza la Alianza de Amor
que Jesús establece con
nosotras!
26.
27. El Seminario nos ha
ayudado a abrirnos,
a tener una nueva
actitud como Hijas,
nos ha hecho sentir
mujeres de memoria
que acogen
seriamente en casa a
María. En Ella nos
espejamos y con Ella
somos regazo seguro
para las nuevas
generaciones,
generando vida en
Cristo.
28. Con la solicitud de
María podemos
llegar a las
periferias
existenciales para
asumir el cuidado
de los más
pequeños y de los
más pobres como
repetidamente
solicita el Papa
Francisco.
29. El empeño de una
Nueva
Evangelización nos
implica y nos empuja
a encontrar en María
la vía más actual y
segura para llegar a
Jesús y en Él «ser con
los jóvenes Casa que
evangeliza» a partir
del testimonio de la
vida
30. Es nuestra tarea
prioritaria es ser
Madres que generan
Vida, auxiliadoras de
la Vida en primer
lugar en nuestra
Comunidad para
irradiar Vida en las
personas que
encontramos. No se
puede dar lo que no
se vive con Amor y
gratuidad.
31. Donde juntas
buscamos construir la
Casa, invocando con
confianza el Amor
filial, hay fecundidad
apostólica, eficacia
educativa, comunión
de intentos,
fraternidad auténtica,
compromiso concreto
en el camino de la
santidad, Amor a la
Palabra de Dios,
vocaciones sólidas.
¿No es esto generar
Vida?
32. La novedad de la
cual tanto se habla
hoy está en nuestro
modo de ser
verdaderas
«imágenes» de
María, promotoras
de la Vida
desarrollando la
confianza filial que
es el secreto para
regenerar nuestras
Comunidades y la
sociedad con
términos
propositivos
33. Donde está María
hay escucha de Jesús,
hay Casa y Familia
donde resplandece la
luz nueva de la
confianza recíproca
de la que tanta
necesidad tenemos.
En algún caso renace
la Vida en quien se
siente desanimada,
inútil, pobre y
marginada.
34. Busquemos ser generosas en hacer gestos de cercanía y de cuidado, de
compasión y de ternura hacia quien tiene necesidad: Hermanas, jóvenes,
familias.
35. Permitamos a la
Virgen habitar
constantemente en
nosotras, en
nuestras
Comunidades, para
abrir caminos
nuevos de
evangelización y de
educación. Ella es
experta en las
nuevas fronteras
misioneras , camina
con nosotras.
36. Debemos salir con
valentía del silencio
inoperante y del
anonimato para
participar nuestra
fe y nuestra
pertenencia a
María que en la
historia del pueblo
de Dios tiene un
papel significativo.
Con María es
posible salir de la
invisibilidad para
testimoniar el
Evangelio en la
sociedad y en la
Iglesia hoy.
37. La Encíclica «Lumen
fidei» subraya las
etapas
fundamentales de la
vida de María,
evidenciando su
disponibilidad para
acoger con todo el
ser la Palabra de
Dios, para que en
Ella se hiciera carne
y fuera Luz para la
humanidad. En Ella
la fe ha dado fruto,
se ha hecho
portadora de Vida.
38. El Papa Francisco nos asegura que María está siempre cerca de
nosotros y nos precede. Tenemos necesidad de su mirada tierna, llena
de compasión y de cuidado. Ella nos enseña a tener una mirada que
acoge, acompaña, protege. Nosotros tenemos miedo – dice el Papa –
de salir y mirar a nuestros hermanos con la mirada de María.
39. Las palabras del
Papa penetran en
nuestro corazón y
nos estimulan a
superar toda forma
de superficialidad
espiritual para
recuperar una
conciencia renovada
de nuestro ser Hijas,
Hermanas y Madres,
mujeres portadoras
de ternura, de
esperanza y de
Amor para que los
jóvenes y las jóvenes
se abran a la Vida.
40.
41. En el Seminario
mariano hemos
percibido la
complejidad y la
urgencia de la
misión como FMA
responsables de
educarnos y educar
a la «filialidad» en
un tiempo de crisis
de identidad y
reconsiderar a esta
luz nuestra misión
en la Iglesia y en la
Familia Salesiana.
42. La experiencia de
sabernos hijas e
hijos amados,
buscados, sostenidos
y animados por Ma.
Auxiliadora, hoy
¿qué caminos se
podrían abrir en el
campo de la
educación y del
anuncio?
43. ¿Cómo profundizar
el misterio de la
«filialidad y de la
Maternidad
educativa» para las
jóvenes generaciones
necesitadas de Vida,
de esperanza y de
futuro y para las
familias, cuando las
corrientes filosóficas y
antropológicas que
las tocan, no tienen
en cuenta el
Proyecto de Dios
sobre la persona
humana?
44. María está presente en las grandes acontecimientos de la historia y
también lo está hoy. Es la «aurora» de una nueva humanidad. Ella,
Hija, Hermana y Madre, icono de fe perfecta, puede indicarnos el
camino para educar a la «filialidad» los jóvenes y ayudarlos a ser, ellos
mismos, generadores de Vida a través del respeto a la creación como
obra espléndida de Dios, pero que el descuido puede hacerla sujeto de
una catástrofe ecológica.
45. El Papa recordando
a San Francisco de
Asis, insiste sobre la
importancia y la
urgencia de
expresar el Amor
por toda la
creación, por su
armonía, el respeto
por todo lo que Dios
ha creado.
46. Las jóvenes y los jóvenes de
hoy y también las
generaciones futuras tienen
derecho de gozar de la
belleza y la integridad de lo
creado; saborear la alegría
de una humanidad
respetuosa de los derechos
humanos, formada por los
valores de la libertad, la
gratitud, la gratuidad,
tienen el derecho de
experimentar el calor de la
familia como lugar de
afecto auténtico donde la
filialidad, la fraternidad, la
maternidad y la
paternidad expresan la
armonía del Creador
47. En la Familia
Salesiana tenemos
una responsabilidad
específica: la de
hacer presente
visiblemente a
María Auxiliadora y
de abrir caminos de
educación
evangelizadora con
Ella, inspirándonos
en Ella.
48. Dos eventos nos
acompañan en este
recorrido:
1. la Jornada Mariana
12 y 13 de octubre
de 2013.
2. La III Asamblea
General
Extraordinaria del
Sínodo de los
Obispos del 5 al 19
de octubre del 2014
con el tema:
«Desafíos pastorales
de la familia en el
contexto de la
Evangelización»
49. Es providencial que el Sínodo
extraordinario se desarrolle
durante el CG XXIII.
Dejémonos guiar con
humildad y alegría por María
en los caminos de la Nueva
Evangelización para que
nuestros ambientes puedan
ser «Casas» donde
resplandece la dimensión
misionera de la vocación
cristiana y salesiana.
Concluyo con el augurio: que
siempre, en momentos de
prueba, podamos sentirnos
felices de ser FMA.