Este documento presenta los objetivos y posición de la Federación Argentina de Estudiantes de Comunicación (FAEC). La FAEC busca promover la democratización de los medios y articular el movimiento estudiantil con otros sectores. Defiende la aplicación de la Ley de Servicios de Comunicación Audiovisual y rechaza que los medios sean un negocio en lugar de un derecho. Propone que los estudiantes de comunicación desarrollen medios propios e integrados con las comunidades para ganar independencia y escala, en lugar de depender de gran
1. COMUNICADO DE LA FEDERACIÓN ARGENTINA DE ESTUDIANTES DE COMUNICACION
“Aun cuando uno se reconozca comunista, o socialista, o peronista, o cualquier otra ideología política en
determinado país, solamente caben dos posiciones en la historia:
o se está a favor de los monopolios o se está en contra de los monopolios”.
Ernesto “Che” Guevara
“La masa no será detenida con consignas sino con la satisfacción de las necesidades”.
John William Cooke
¿Quiénes somos?
Desde hace 10 años, agrupaciones pertenecientes de diversas Universidades Nacionales de Argentina organizan el
Encuentro Nacional de Estudiantes de Comunicación (ENEC). En el 2010 la propuesta avanzó a un primer Encuentro
Binacional en conjunto a los compañeros de la Asociación de Estudiantes de Ciencias de la Comunicación, AECCO, de
la Universidad de la República de Uruguay; para que, finalmente, en Octubre de 2011 el trabajo conjunto decantara
en la construcción de un 1º Encuentro Latinoamericano de Comunicación (ELaC) en Uruguay.
En este sentido, y con la intención de seguir apostando a la democratización de los medios y a la articulación del
movimiento estudiantil con los trabajadores, organizaciones sociales, campesinas e indígenas; es que decidimos
crear la Federación Argentina de Estudiantes de Comunicación (FAEC), concreción de una instancia superior de
organización estudiantil.
Como estudiantes el motivo que siempre nos ha reunido fue tratar de dar las discusiones que consideramos
fundamentales a la hora de pensar e intervenir en el campo de la Comunicación. Creemos que no podemos
desligarnos de la realidad de nuestro país y continente. Como estudiantes, que decidimos participar de procesos de
transformación, no concebimos quedarnos encerrados en los claustros ni dentro de las paredes de una biblioteca.
Los hechos y procesos que conforman nuestra realidad cotidiana tienen estrecha relación con nuestro futuro como
trabajadores, periodistas, comunicadores, intelectuales y militantes del campo de la comunicación.
¿Cómo la vemos?
Somos conscientes de que el 7 de diciembre no se juega una pelea entre un gobierno y un monopolio mediático,
sino que estamos dando una enorme batalla contra la derecha. Que primero vino con los tanques, después con
dirigentes cipayos y entreguistas y que ahora resiste desde los medios monopólicos y la bandera de la libertad de
empresa tras la chapa de la libertad de prensa.
Por eso, este 9 de diciembre vamos a estar en la plaza, bancando la total aplicación de la LeSCA. Porque es nuestro
deber como estudiantes de comunicación, como integrantes de la FAEC y, por sobre todo, como militantes que
pensamos que la comunicación nunca debe ser un negocio, sino un derecho de los pueblos.
2. Nosotros construimos desde el convencimiento de estar en el camino de las luchas populares latinoamericanas para
la liberación de nuestros pueblos. Nuestros enemigos no sólo son los medios concentrados y monopólicos como el
Grupo Clarín, sino todos aquellos grupos, fundaciones y partidos políticos que hoy defienden la falsa “libertad de
expresión” a favor de una verdadera libertad de empresa. Estos mismos sectores de la sociedad son los que en los 90
vaciaron de contenido nuestras instituciones sociales y encabezaron una política entreguista de nuestra economía
nacional.
Por eso tenemos muy en claro que nuestro lugar de lucha es el de los medios comunitarios y cooperativos, de
organizaciones sociales y de comunicación popular. Somos conscientes de todo lo que se ha avanzado y también de
todo lo que falta: la demora en la presentación de un plan técnico; el reconocimiento jurídico del sector de medios
comunitarios, alternativo y populares con concursos específicos y diferenciados y planes de promoción y fomento
para dicho sector; así también la vigencia del decreto 527/2005 que congeló por 10 años los plazos de las licencias ya
otorgadas; entre otras cosas fundamentales.
Para nosotros diciembre tiene que ser un punto de llegada y uno de partida. De llegada para poder alcanzar un
estadio novedoso en nuestra democracia. Dónde exista una verdadera pluralidad de voces. Y a la vez un punto de
partida para construir una escenario, en materia de comunicación, dónde aparezcan nuevas voces que sean capaces
de construir realidades nuevas que desafíen viejos y caducos paradigmas. Nuevos medios que fortalezcan nuestras
democracias, que abran canales de participación, de discusión y de transformación para dar impulso a la madre de
todas las batallas: la comunicación como derecho humano inalienable de los pueblos. Ahora bien, ¿cómo
garantizamos el derecho?
Lo que proponemos
En primer lugar, como Federación que nuclea 12 carreras de comunicación del país, creemos que el camino pasa por
la integración. La integración que no es solamente un valor, una de nuestras premisas. La integración no tiene que
ver solamente con vernos en forma colectiva. Sino que en lo concreto tiene que ver con desarrollar el sistema de
producción que está detrás de las palabras que queremos producir y poner en circulación y compartir con el resto de
la comunidad. Esto hoy se llama, en el marco del conflicto de intereses que atravesamos como sociedad, la lucha por
el sentido, la lucha por la verdad social, la diversidad de voces por la que estamos peleando. En definitiva, por un
conflicto superior que se denomina también “batalla cultural”.
Nosotros entendemos que esa batalla cultural no se puede ganar, no será posible alcanzarla, trascenderla, darla por
superada e inaugurar otra etapa histórica en nuestro país, sino pensamos mucho más allá del discurso. No se trata
solamente de enfrentar un debate de discursos y contra discursos, de verdades y mentiras, sino que se trata de
poder apropiarnos, de poder desarrollar por cuenta propia los medios de producción de la información y la cultura.
Ese es nuestro principal postulado. Si esos medios no están en el entramado de lo que denominamos el campo del
pueblo: sectores de la economía social, sectores pymes, del trabajo, las organizaciones políticas y sociales, las
comunidades, hasta las más chicas del país; o si nosotros no somos capaces de hacer ese desarrollo, el debate de
ideas seguirá siendo sólo el debate de ideas. Seguirá siendo solamente opiniones supeditadas a las idas y venidas de
variables económicas y siempre en el marco del mercado.
3. Ese desarrollo, alejado de la idea de propiedad privada de unos pocos que podamos ser en el conjunto de la
comunidad, tiene que ver, justamente, con la integración con otros sectores, para así darle ESCALA a nuestro
proyecto.
Si nuestros proyectos no pueden trascender nuestra opinión, la opinión de con quienes trabajemos en particular,
como circulación de ámbito privado que no construye una verdad social – publica y que no logra estructurar el
conjunto de la sociedad, entonces nuestro proyecto será minúsculo. Sera un proyecto en el que seguiremos
planteando valores, pero no podremos trascender hacia la nueva organización de nuestra comunidad.
Tenemos que desarrollar tanta escala en la organización social de nuestro territorio, como han desarrollado las redes
trasnacionales y nacionales en nuestro país, que se han apropiado de la palabra tras apropiarse de los medios de
producción y de los usufructos de los recursos que tenemos en nuestro suelos. Sino ganamos esta disputa seguimos
enajenados de la palabra. Y no hay forma de recuperar la palabra si no recuperamos los medios.
Por lo tanto, el gran esfuerzo para ganar la batalla cultural, no sólo tiene que ver con una lucha de sentidos. Sino con
poder trascender ésta y desarrollar los medios para superar la dependencia. Dependencia a otros medios que
circunstancialmente, por diferentes variables que inclusive no manejamos, como el ritmo de la economía, pueden
que coincidan con nuestros intereses. En un momento particular donde estas empresas también están disputando
mercado y sus propias condiciones de existencia, puede que cedan la palabra a los sectores del pueblo. Pero eso
puede ser una circunstancia. Si no trabajamos sobre la estructura de los medios no vamos a lograr esa tan ansiada
independencia que necesitamos para desarrollarnos.
El sentido del desarrollo de esta industria cultural, es el de que empecemos a concebirnos como pueblo organizado
y como productores culturales que poseen los medios, tanto para producir sus palabras como ponerlas en
circulación.
El proceso de integración del que hablamos tiene que ver con ganar la escala, pero fundamentalmente, con la
integración directa con nuestras comunidades. Por eso tenemos que entender que los medio de comunicación no
son ese lugar en el que otro nos va a valorar, nos va a mirar o va a aprobar-desaprobar lo que hacemos. Estrategia
que rigió por mucho tiempo el juego de supervivencia de las organizaciones en pleno neoliberalismo.
Por eso, como FAEC, creemos que lo que está en el medio es la comunicación, no el medio donde se discute la
política. Lo que está en juego es la concepción completa de comunicación, de la que los medios son instrumentos
pero no son los únicos. Si nosotros concurrimos a discutir la política en el campo de los medios de comunicación
estamos resignando la construcción social, y seguimos pretendiendo acumular, construir fuerza, construir poder y
legitimidad en un campo de virtualidad. Podremos construir titulares que digan nuestra verdad pero no estaremos
logrando el desafío de la integración. Si nosotros seguimos mirando que esa verdad está en los diarios, en la TV y no
nos preocupamos en la integración con la comunidad, no estaremos logrando el cambio en las estructuras
productivas organizativas de nuestras instituciones, sin las cuales no va a ser posible dar el siguiente paso.
Por eso decimos que el 7D es un punto de llegada y de partida. Queda mucho por hacer y de lo único que podemos
estar completamente seguros es de que, como Movimiento Estudiantil, estaremos a la altura de las circunstancias.
Federación Argentina de Estudiantes de Comunicación.