La escuela rural tenía alumnos muy educados que saludaban a todos y respetaban a los profesores. Jugaban sin pelear y disfrutaban las clases, por lo que casi nunca faltaban. Tres niños de ciudad con malas costumbres - peleaban, insultaban y robaban - llegaron y contaminaron a algunos, hasta que insultaron a un profesor y golpearon a otros, por lo que fueron expulsados, restaurando la normalidad.