Antonio quería un auto a control remoto para Navidad, pero sus padres no tenían suficiente dinero debido a que el padre no tenía un trabajo estable. Su tío llegó de visita desde Argentina y le trajo los regalos que siempre deseaba: el auto a control remoto y una pelota. Antonio durmió feliz agradecido a su tío. Sus padres pudieron comprarle zapatos de fútbol con el dinero que habían reunido.