4. A pesar de las buenas notas, Miguel, por el empeño y la necesidad paterna, sólo pudo ir al colegio desde los ocho a los catorce años. Empieza a escribir poesías, aproximadamente hacia 1925. Su principal fuente de inspiración es el entorno en el que vive: la huerta, su patio, la montaña, las cabras, el pastoreo, el río…
5. El poeta-pastor marchó a Madrid a los veinticuatro años, cuando ya había publicado un libro, Perito en lunas. En marzo de 1937 se casa con Josefina Manresa y en 1938 tiene un hijo que se muere poco después, provocando una serie de poemas que anuncia en su libro Cancionero y romancero de ausencias . Actúa como soldado, y como poeta, en diversos frentes. Al finalizar la guerra civil, nace su segundo hijo
6. Miguel intenta escaparse a Portugal, pero se lo impide la policía portuguesa y es entregado a la Guardia Civil Puesto, inesperadamente, en libertad, es detenido de nuevo en Orihuela, trasladado de nuevo a prisión y condenado a pena de muerte En 1942 muere en la enfermería de la prisión con 31 años de edad.
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9. Andaluces de Jaén, aceituneros altivos, decidme en el alma:¿quién, quién levantó los olivos? No los levantó la nada, ni el dinero, ni el señor, sino la tierra callada, el trabajo y el sudor. Unidos al agua pura y a los planetas unidos, los tres dieron la hermosura de los troncos retorcidos. Levántate, olivo cano, dijeron al pie del viento. Y el olivo alzó una mano poderosa de cimiento.
10. Andaluces de Jaén, aceituneros altivos, decidme en el alma:¿quién, amamantó los olivos? Vuestra sangre, vuestra vida, no la del explotador que se enriqueció en la herida generosa del sudor. No la del terrateniente que os sepultó en la pobreza, que os pisoteó la frente, que os redujo la cabeza. Árboles que vuestro afán consagró al centro del día eran principio de un pan que sólo el otro comía.
11. Cuántos siglos de aceituna, los pies y las manos presos, sol a sol y luna a luna, pesan sobre vuestros huesos! Andaluces de Jaén, aceituneros altivos, pregunta mi alma: ¿de quién, de quién son estos olivos? Jaén, levántate brava sobre tus piedras lunares, no vayas a ser esclava con todos tus olivares. Dentro de la claridad del aceite y sus aromas, indican tu libertad la libertad de tus lomas.
12. NANAS DE LAS CEBOLLAS La cebolla es escarcha cerrada y pobre: escarcha de tus días y de mis noches. Hambre y cebolla: hielo negro y escarcha grande y redonda. En la cuna del hambre mi niño estaba. Con sangre de cebolla se amamantaba. Pero tu sangre, escarchada de azúcar, cebolla y hambre. Una mujer morena, resuelta en luna, se derrama hilo a hilo sobre la cuna. Ríete, niño, que te tragas la luna cuando es preciso.
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14. Besarse, mujer, al sol, es besarnos en toda la vida. Asciende los labios, eléctricamente vibrantes de rayos, con todo el furor de un sol entre cuatro. Besarse a la luna, mujer, es besarnos en toda la muerte: descienden los labios, con toda la luna pidiendo su ocaso, del labio de arriba, del labio de abajo, gastada y helada y en cuatro pedazos.