6. Cuando la catedral se vació Pedro entró. Una vez
dentro empezó a escuchar extraños ruidos. Horror
sentía.
7. Pedro entre tanto horror encontró la sonrisa bondadosa y serena
de la virgen, que segundos después de que le tranquilizara acabó
transmitiéndole mas terror.
8. Las estatuas de la catedral, de repente, cobraron
vida, y descendiendo de sus huecos ocuparon
toda la catedral.
9. Al día siguiente encontraron a Pedro. El infeliz,
aún con la ajorca, estaba loco