1. PSICOLOGÍA DEL NIÑO Y DEL ADOLESCENTE
CULTURA, MENTE Y EDUCACIÓN
(BRUNER)
PRESENTADO A:
CLAUDIA PATRICIA DUQUE
PROGRAMA LICENCIATURA EN LENGUA CASTELLANA
UNIVERSIDAD DEL TOLIMA
MARTES 8 DE OCTUBRE 2013
Jerome Seymour Bruner nació el 1 de octubre de 1915 en la ciudad de New Cork
(USA), en el seno de una familia judía acomodada. Su padre tenía cierta posición social
y se preocupaba por ofrecerle una esmerada educación, previendo además un fondo
especial para financiar sus estudios universitarios. Bruner ingresó en la Universidad de
Duke a los 16 años y se gradúa en 1937. Prosiguió sus estudios en la Universidad de
Harvard donde obtuvo el PhD en psicología en 1941. Durante la II Guerra Mundial se
alistó en el ejército, trabajando en el departamento de psicología del cuartel. Al terminar
la guerra regresa a Harvard en calidad de profesor e investigador, publicó trabajos
interesantes sobre las necesidades de la percepción, llegando a la conclusión que los
valores y las necesidades determinan las percepciones humanas.
2. Sus estudios en el campo de la Psicología Evolutiva y la Psicología Social estuvieron
enfocados en generar cambios en la enseñanza, que permiten superar los modelos
reduccionistas, mecanicistas del aprendizaje memorístico centrado en la figura del
docente, y que impedían el desarrollo de las potencialidades intelectuales de los
estudiantes. Estos modelos estaban fuertemente ligados a los conductistas, que
concebían a los estudiantes como receptores pasivos de conocimiento.
En 1960 funda el Centro de Estudios Cognitivos de la Universidad de Harvard. En ese
mismo año escribe El proceso de la Educación, libro que tuvo un fuerte impacto en la
formación política de los Estados Unidos e influyó en el pensamiento y orientación de
buena parte del profesorado. En el 63 recibe el premio de la asociación de psicología,
formó parte del equipo de investigadores del proyecto MACOS, que buscaba elaborar
un plan de estudios sobre las ciencias del comportamiento. En 1970 integra el equipo
de profesores de la Universidad de Oxford hasta 1980, realizando investigaciones
sobre la adquisición del lenguaje en los niños. En el 74 se hace acreedor de la Medalla
de oro CIBA por investigación original y excepcional, en 1987 obtiene el Premio Balzan
por contribuciones al entendimiento de la mente humana. Realizó importantes estudios
sobre cómo la pobreza afectaba severamente el proceso de enseñanza-aprendizaje y
reducía las oportunidades de superación de aquellos que vivían en los ghettos
miserables de las grandes ciudades estadounidenses.
Bruner ha desarrollado una teoría constructivista del aprendizaje, en la que, entre otras
cosas, ha descrito el proceso de aprender, los distintos modos de representación y las
características de una teoría de la instrucción. Bruner ha retomado mucho del trabajo
de Jean Piaget y Lev Vigotsky.
Bruner ha sido llamado el padre de la psicología cognitiva, dado que desafió el
paradigma conductista de la caja negra.
Las siguientes son las implicaciones de la teoría de Bruner en la educación, y más
específicamente en la pedagogía:
--> Aprendizaje por descubrimiento: el instructor debe motivar a los estudiantes a
3. que ellos mismos descubran relaciones entre conceptos y construyan proposiciones.
--> Diálogo activo: el instructor y el estudiante deben involucrarse en un diálogo activo
(p.ej., aprendizaje socrático).
--> Formato adecuado de la información: el instructor debe encargarse de que la
información con la que el estudiante interactúa esté en un formato apropiado para su
estructura cognitiva.
--> Currículo espiral: el currículo debe organizarse de forma espiral, es decir,
trabajando periódicamente los mismos contenidos, cada vez con mayor profundidad.
Esto para que el estudiante continuamente modifique las representaciones mentales
que ha venido construyendo.
--> Extrapolación y llenado de vacíos: La instrucción debe diseñarse para hacer
énfasis en las habilidades de extrapolación y llenado de vacíos en los temas por parte
del estudiante.
--> Primero la estructura: enseñarle a los estudiantes primero la estructura o patrones
de lo que están aprendiendo, y después concentrarse en los hechos y figuras.
ACERCA DEL MATERIAL TRATADO
En las décadas que siguen a la revolución cognitiva hubo cambios en las concepciones
sobre la naturaleza de la mente humana. Estos cambios surgieron de dos
concepciones divergentes sobre cómo funciona la mente. Cada concepción llevó
estrategias diferentes para indagar cómo funciona la mente y como se puede mejorar la
educación.
La concepción computacional: la mente puede concebirse como un mecanismo
computacional. Se interesa por el procesamiento de la info: cómo la info finita,
codificada, y no ambigua sobre el mundo es inscrita, distribuida, almacenada,
recuperada y organizada por un mecanismo computacional. Toma la información como
material dado, ya establecido en relación con algún código, preexistente y regulado por
reglas, que corresponde a estados del mundo.
La concepción culturalista: la mente se constituye por y a la vez se materializa en el
uso de la cultura humana. La mente no podría existir si no fuera por la cultura. Ya que
la evolución de la mente está ligada al desarrollo de una forma de vida en la que la
“realidad” está representada por un simbolismo compartido por los miembros de una
4. comunidad cultural en la que una forma de vida técnico-social es a la vez organizada y
construida en términos de ese simbolismo. Este modo simbólico no sólo es compartido
por una comunidad, sino conservado, elaborado y pasado a generaciones sucesivas
que, a través de esta transmisión, continúan manteniendo la identidad y formas de vida
de la cultura.
En este sentido la cultura es superorgánica. Pero también da forma a las mentes de los
individuos. Su expresión individual es sustancial a la creación de significado, la
asignación de significados a cosas en distintos contextos y en particulares ocasiones.
La creación del significado supone situar los encuentros con el mundo en sus contextos
culturales apropiados para saber “de qué se trata”. Aunque los significados están “en la
mente”, tienen sus orígenes y su significado en la cultura en la que se crean. Es este
carácter situado de los significados lo que asegura su negociabilidad y, en último
término, su comunicabilidad. Lo importante es q los significados aportan una base para
el intercambio cultural.
En esta perspectiva, el conocer y el comunicar son inseparables. Es la cultura la q
aporta los instrumentos para organizar y entender nuestros mundos en formas
comunicables. El rasgo distintivo de la evolución humana es q la mente evolucionó de
una manera que permite a los seres humanos utilizar las herramientas de la cultura. Sin
esas herramientas, ya sean simbólicas o materiales, el hombre no es un “mono
desnudo” sino una abstracción vacía. De este modo, el aprendizaje y el pensamiento
siempre están situados en un contexto cultural, siempre dependen de la utilización de
recursos culturales.
El culturalista toma como primera premisa q la educación no es una isla, sino parte del
continente. Y está interesado en las constricciones impuestas al proceso de educación:
constituciones externas, como la organización de escuelas y aulas, o la contratación de
profesores, e internas, como la distribución natural o impuesta de la dotación innata, ya
q ella puede estar afectada tanto por la accesibilidad de sistemas simbólicos como por
la distribución de los genes.
La tarea del culturalismo es doble. Por el lado macro, toma la cultura como un sistema
de valores, derechos, intercambios, obligaciones, oportunidades, poder. Por el lado
micro, examina como las demandas de un sistema cultural afectan a aquellos q deben
operar dentro de él. En esta última línea, se concentra en como los seres humanos
individuales construyen realidades y significados q les adaptan al sistema, con qué
coste personal, con qué resultados esperados. Sin bien el culturalismo no supone una
perspectiva en particular sobre las constricciones psicobiologicas inherentes que
afectan al funcionamiento humano, y en particular a la creación de significado, suele
dar esas constricciones por supuesto y considerar cómo operan con ellas la cultura y
su sistema educativo instituido.
5. Como el culturalismo no deja afuera los procesos de creación de significados, por
ende, no puede dejar fuera la subjetividad y su papel en la cultura. De hecho está muy
interesado en la intersubjetividad (como los “unos” pueden llegar a conocer la mente de
los “otros”). Así, el culturalismo debe contarse entre las ciencias de lo subjetivo, en
consecuencia lo llamare “psicología cultural”. Y sin duda ella, no deja afuera a la
“realidad” en ningún sentido ontológico. Defiende q la realidad externa u objetiva solo
se puede conocer por las propiedades de la mente y de los sistemas de símbolos sobre
los q se apoya la mente. Y en cuanto a las emociones y los sentimientos, están
representados en los procesos de creación de significado y en nuestras construcciones
de la realidad.
Bruner propone algunos postulados para el aprendizaje. A continuación veremos cuatro
de ellos:
1. El postulado del constructivismo:
La realidad que atribuimos a los mundos que habitamos es construida. La construcción
de la realidad es el producto de la creación de conocimiento conformada a lo largo de
tradiciones con la caja de herramientas de formas de pensar de una cultura. En este
sentido la educación debe concebirse como una ayuda para q los niños aprendan a
usar las herramientas de creación de significado y construcción de la realidad, para
adaptarse mejor al mundo en el q se encuentran y para ayudarles en el proceso de
cambiarlo según se requiera.
2. El postulado interaccional:
El pasarse conocimiento y habilidad supone una subcomunidad en interacción. Como
mínimo, un “profesor” (o libro o película, etc.) y un “alumno”. Es a través de la
interacción con otros que los niños averiguan de qué trata la cultura y como se concibe
el mundo. A diferencia de otras especies, los humanos se enseñan unos a otros en
contextos fuera de aquellos en los que se usará el conocimiento que se enseña (contar
y mostrar son tan universales como hablar).
Esta especialización descansa sobre el don del lenguaje. Pero también sobre nuestro
talento para la “intersubjetividad”: la habilidad para entender las mentes de otros, ya
sea a través del lenguaje, el gesto y otros medios. No son sólo las palabras las que
hacen posible esto, sino nuestra capacidad de aprehender el papel de los contextos en
los que las palabras, los actos y los gestos ocurren. Es esto lo que nos permite
“negociar” los significados cuando las palabras pierden el mundo. Es nuestra tradición
el “modelo de trasmisión”: un profesor solo, q cuenta o muestra a aprendices
6. presuntamente ignorantes algo de lo q presuntamente no saben nada.
3. El postulado de la identidad y la auto-estima.
Implica casi todo lo q ya se dijo. Tal vez la única cosa más universal sobre la
experiencia humana es el fenómeno del “YO” y la educación es crucial para su
formación.
Conocemos nuestro “YO” por nuestra propia experiencia interior y reconocemos a otros
como yoes. Aunque hay universales del yo, distintas culturas lo conforman de distinta
manera y a la vez establecen sus límites. La escolarización es uno de los compromisos
institucionales más tempranos fuera de la familia, y juega un papel crítico en la
formación del Yo. Dos aspectos del yo q se consideran universales:
El primero es la agencia. Las personas se experimentan a sí mismas como agentes. Es
algo más q la simple agencialidad sensorio-motora. Lo q caracteriza a la persona es la
construcción de un sistema conceptual q organiza un “registro” (de encuentros
agenciales con el mundo) q está relacionado con el pasado (memoria autobiográfica)
pero q también esta extrapolado hacia el futuro; un yo con historia y con posibilidad. Es
un “yo posible” q regula la aspiración, confianza y optimismo; y sus opuestos. Tan
importantes como la psicodinamica interna de la persona son las formas en q una
cultura la institucionaliza. Todos los lenguajes naturales hacen distinciones
gramaticales obligatorias entre formas agentes y pacientes: yo le pegué, él me pegó.
También hay un aspecto moral de la persona, q se expresa en fenómenos como
“culparse” o “culpar a otro” por actos cometidos o resultados de nuestros actos.
Lo que nos lleva a la segunda característica de la persona: la valoración. No sólo
experimentamos el yo como agente, también valoramos nuestra eficacia en llevar a
cabo lo q esperábamos o lo q se nos pidió hacer. El yo va tomando cada vez más el
sabor de esas valoraciones.Llamóo “auto-estima” a esta mezcla de eficacia y auto-
valoración. Combina nuestra idea de aquello de lo q creemos q somos capaces, y lo q
nos tememos está más allá de nuestro alcance. El cómo se experiencia esta auto-
estima varía con las formas de la cultura. Una baja estima a veces se manifiesta en
sentimientos de culpa sobre las intenciones, a veces sencillamente en vergüenza por
haber sido “descubierto”, a veces acompañada de depresión.
4. El postulado narrativo.
El modo de pensar y sentir en que se apoyan los niños crea una versión del mundo en
la que, psicológicamente, puede buscarse un sitio a sí mismos: un mundo personal. La
producción de historias, la narración, es lo q se necesita para eso. La enseñanza de
materias temáticas vislumbra la importancia de darle al aprendiz una idea de la
7. estructura generativa de una disciplina temática, el papel crucial del descubrimiento
auto-generado para aprender una materia temática y demás.
Aparentemente hay dos formas generales en la q organizamos y gestionamos nuestro
conocimiento del mundo y estructuramos incluso nuestra experiencia inmediata: una
más especializada para tratar las cosas “físicas”, la otra para tratar de la gente y sus
situaciones. Pensamiento lógico-científico y pensamiento narrativo. Su universalidad
sugiere q tienen sus raíces en el genoma humano o q vienen dadas en la naturaleza
del lenguaje. No hay cultura sin ambas formas. La mayoría de las escuelas tratan las
artes de la narración (la canción, el teatro, ficción) más como “decoración” q como
necesidad. A pesar de ello, enmarcamos las explicaciones sobre nuestros orígenes
culturales y nuestras más celebradas creencias en forma de historia, y lo q nos
engancha es su artificio narrativo. Representamos nuestras vidas (así como las de
otros) en forma narrativa. Es muy probable q la importancia de la narración para la
cohesión de una cultura sea tan grande como lo es para la estructuración de la vida
individual. La habilidad para construir narraciones y para entenderlas es crucial en la
construcción de nuestras vidas y la construcción de un “lugar” para nosotros mismos en
el posible mundo al q nos enfrentaremos.
BIBLIOGRAFÍA:
http://ucevistas.blogspot.com/