2. Ya desde los principios de la historia humana se pueden rastrear menciones a que la música afecta el estado de ánimo. Fueron los griegos los primeros en sistematizar el efecto de la música sobre la conducta humana. Decían que podía aliviar a los deprimidos y detener a los violentos. Hoy en día se utiliza para la musicoterapia, en este estudio se intenta probar la viabilidad de esta terapia.
6. Al escuchar música se activan diversos centros repartidos por el cerebro incluidos centros que están involucrados en otro tipo de cognición. Estas zonas activas o centros varían según la experiencia y formación musical de cada persona.
7. El oído cuenta con menos células sensoriales (3500 células ciliares internas) que otros órganos sensoriales. El ojo por ejemplo posee 100 millones de fotorreceptores. Sin embargo nuestra respuesta a la música es extraordinariamente adaptable, bastan pocas horas de entrenamiento para modificarla.
8. Confianza, placer, sensación de unidad con los demás y el mundo, amor por la Naturaleza, euforia, tranquilidad, ganas de hacer cosas y acercarnos a los demás. También el recuerdo de momentos y lugares bellos, sensaciones de apertura espiritual, elevación del nivel de consciencia, alegría sin causa, lágrimas…
9. Estas son sólo algunas de las variadas e intensas emociones y sensaciones que provoca en los seres humanos la música, esa singular combinación de melodía, ritmo y armonía.