1. Puerta de la Cuaresma
la Iglesia Católica celebra hoy el Miércoles de Ceniza, con lo que iniciará de
manera oficial la Cuaresma 2010, como un tiempo de preparación espiritual
para la gran fiesta de la Pascua, que es la celebración más importante del
Año Litúrgico porque es la memoria del misterio mismo de nuestra
redención.
¿Sabes lo que significa la ceniza?
En el pueblo Hebreo quienes se sentían muy tristes se rasgaban la ropa y se
cubrían de ceniza para significar dolor. Te preguntarás: y nosotros, ¿por qué
estamos tristes? La respuesta es muy sencilla: porque hemos ofendido a
Dios con nuestros pecados.
Recibir la ceniza es importante
Significa que nos arrepentimos de haber pecado; que le pedimos perdón a
Dios y que nos comprometemos a cambiar de vida.
Reconciliación con Dios
Recibir la ceniza es también un singo de conversión. Si te sientes lejos de
Dios, regresa a Él que te está esperando como un buen amigo. Es tiempo de
poner paz en tu vida: confiésate y acércate a comulgar. Si te falta recibir un
sacramento, pídelo a tu Parroquia y prepárate para recibirlo.
2. Signos y ritos
Los cristianos tenemos en la liturgia signos y ritos que nos recuerdan
nuestras limitaciones, caídas, errores y pecados. Entre estos últimos,
tenemos la ceniza, la ausencia de flores y cantos alegres, el color morado de
los ornamentos:
La ceniza. Nos recuerda la caducidad del hombre; por eso al imponernos la
ceniza se nos dice: “Recuerda que eres polvo y al polvo has de volver”;
también es un símbolo del arrepentimiento y de ahí esa otra frase que dice:
“Arrepiéntete y cree en el Evangelio”, que nos invita a iniciar un período de
mortificación y de penitencia.
El color morado. Es símbolo de penitencia, conversión, cambio y renovación.
Con este color se nos invita a entrar en un clima de oración, ayuno y
penitencia. Durante los 40 días que dura la Cuaresma, la Iglesia utiliza el
color morado en sus celebraciones, excepto en la festividad de San José el
19 de marzo, y de la Encarnación de Nuestro Señor Jesucristo, el 25 de
marzo.
Supresión de cantos y flores. La omisión del himno del Gloria que alaba y
glorifica a Dios, nos debe llevar a la reflexión para vivir estos momentos con
más recogimiento. De igual forma, se sustituye el “Aleluya”, que significa
“Alabar al Señor”, por el “Honor y gloria a ti, Señor Jesús”. La austeridad se
manifiesta también en la supresión de las flores y de la música instrumental
festiva. Esta sobriedad nos debe preparar para vivir con alegría, con gozo y
júbilo la Pascua, la gran fiesta de la Resurrección de Nuestro Señor
Jesucristo.
Recordemos que las normas litúrgicas nos ayudan a vivir plenamente lo que
creemos y ponerlo de manifiesto por medio de nuestra vida cotidiana.
3. CUARESMA
La cuaresma es un tiempo dentro del año litúrgico, que inicia el miércoles de
ceniza y termina el sábado santo (sábado de gloria) con la misa solemne de
la resurrección de Nuestro Señor Jesucristo.
Cuaresma viene del latín que significa cuarentena o cuarenta. La celebración
de la cuaresma dura por tanto cuarenta días. Este número bíblicamente
simboliza retiro, preparación, reflexión, conversión, arrepentimiento.
Recordemos por ejemplo Jesús antes de iniciar su vida pública, después de
su bautismo por parte de Juan Bautista, es conducido al desierto durante
cuarenta días, donde vive ayunando y preparándose para su ministerio;
Moisés pasó cuarenta años en el desierto guiando al Pueblo de Israel para
llevarlo a la tierra prometida; el diluvio duró cuarenta días; etc.
A lo largo de toda la cuaresma los fieles católicos estamos llamados a
reforzar nuestra Fe mediante algunos actos de penitencia y reflexión: como
son la práctica del sacramento de la reconciliación (confesión), el ayuno y la
abstinencia. Recordar que la cuaresma no es un período triste, sino más bien
de reflexión y conversión. Es por excelencia el tiempo del cambio de vida, de
actitudes.
4. El ayuno consiste en no comer nada o algo muy pequeño por la mañana, a la
hora de la comida comer normalmente y por la noche tomar algo ligero. La
abstinencia consiste en no comer carne todos los viernes de cuaresma y el
miércoles de ceniza.
La abstinencia también puede ser vivida de otras maneras por ejemplo
abstenerme durante la cuaresma de tomar refrescos, dulces, bebidas
embriagantes, no fumar o hacer obras de misericordia. Es una manera de
sacrificar aquello que me gusta hacer y ofrecerla como sacrificio, de la
misma manera que nuestro Señor se sacrificó por cada uno de nosotros en la
cruz.
Madrugadores de Buenos Aires