La hipersensibilidad tipo III se origina por la producción de complejos inmunitarios circulantes que se depositan en los tejidos y causan lesiones, mientras que la hipersensibilidad tipo IV es mediada por células T y citoquinas e involucra reacciones tardías como la lepra y el rechazo de trasplantes. La clasificación de Gell y Coombs divide la hipersensibilidad en cuatro tipos.