TRATADO EVANGELISTICO HECHO CON EL FIN DE HACER REFLEXIONAR A OTROS ACERCA DE SU CONDICION ESPIRITUAL DELANTE DE DIOS Y PROCURAR CON LA AYUDA DEL SEÑOR ALCANZARLOS PARA CRISTO
TRATADO "EL MAESTRO SILENCIOSO". UN REGALO ESPECIAL. No. 188
1. Un regalo especial Hace años el rey de Arabia Saudita
invitó a un golfista muy famoso de golf para
jugar en un torneo de golf. El jugador aceptó
la invitación y el rey envió su avión privado
hasta los Estados Unidos para recoger y
trasladar al invitado. Jugaron golf por un par
de días y la pasaron muy bien.
¡Cuántas invitaciones importantes
hemos recibido en el transcurso de nuestra
vida! Algunas las aceptamos y otras las
rechazamos. Hay una de ellas que ha sido
hecha desde que tomamos consciencia y es la
de la necesidad de acudir al Señor para
tengamos vida. Jesús dijo: “Yo he venido
para que tengan vida, y para que la tengan
en abundancia” Juan 10:10b. Para lograr
esto fue necesario que Cristo diera su vida por
ti y por mí en el madero de la cruz, el
Gólgota: “padeció por nuestros pecados, el
justo en el lugar de nosotros los injustos,
para llevarnos a Dios”. (1 Pedro 3:18).
Al subir el jugador de golf al avión
para regresar a su país el rey le dijo: “quiero darte algún obsequio para agradecerte el que hayas
venido hasta acá y hubieras hecho tan especial este tiempo. Te regalo lo que tú quieras. ¿Qué te
puedo dar? Siendo todo un caballero, el jugador de golf replicó: “Ay, por favor: no me regale
nada. Usted ha sido un anfitrión muy amable. He pasado un tiempo muy agradable. No podía
pedir ninguna otra cosa”
Asociando esta ocasión con la oportunidad que Dios nos ofrece y nos puede dar,
queremos recordar las palabras del apóstol Pablo: “Ya conocéis la gracia de nuestro Señor
Jesucristo, que por amor a vosotros se hizo pobre, siendo rico, para que vosotros con su
pobreza fueseis enriquecidos” (2 Corintios 8:9). El rey de Arabia Saudita indudablemente que
es rico y le ofreció algo que él le podía dar. Asimismo, nuestro “Dios que es rico en
misericordia, con su gran amor con que nos amo” (Efesios 2:4), nos ofrece la vida eterna si
decidimos arrepentirnos y poner nuestra fe de todo corazón en el Señor Jesucristo.
Al ver el jugador que el rey estaba decidido, dijo: “Bueno, está bien. Yo colecciono palos
de golf. ¿Por qué no me regala uno? Abordó el avión, y de regreso, no dejaba de preguntarse qué
clase de palo le regalaría el rey. Se imagino uno de puro oro o tal vez, uno con diamantes y
joyas, ya que sería un presente de parte de un rey tan rico como lo era el de Arabia Saudita. Al
2. llegar a su casa revisaba cada día el correo y los servicios de paquetes para ver si le había llegado
su palo de golf. ¡Cuánto Dios quisiera que tú te interesaras por su regalo que nos ofrece sin
merecerlo! “La vida abundante y eterna”.
Después de varias semanas, recibió una carta certificada de parte del rey de Arabia
Saudita. Abrió el sobre, y cuál fue su sorpresa al descubrir que contenía las escrituras para un
campo de golf de quinientas hectáreas en los Estados Unidos. De igual manera, nuestro amado
Dios nos envió una advertencia a tiempo, así como el regalo más precioso de Él, a ti y a mí
como pecadores: “Porque la paga del pecado es la muerte, mas la dadiva de Dios es vida
eterna en Cristo Jesús Señor nuestro” (Romanos 6:23).
Este jugador de golf aceptó la invitación del rey y recibió ese gran regalo. Te
preguntamos ¿Estás dispuesto a aceptar la invitación y el gran e inmerecido regalo de Dios ahora
mismo? Tú decides, ¿Lo aceptas o lo rechazas? Te rogamos, en oración y de corazón: Acepta a
Cristo como tu Salvador personal y serás salvo por su gracia.
Dr. Luis A. Silva Cisneros