1. GEOMORFOLOGÍA EL SUELO TEMA I.3
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EL SUELO
El estudio sistemático de los suelos debe ser posterior al estudio de los climas,
dado que el clima es un factor primordial en la formación de aquéllos.
Muchas personas creen que el suelo es una capa residual, muerta, que se ha
acumulado de una u otra manera durante un largo período de tiempo y que se
limita simplemente a ser depositario de una serie de elementos necesarios para el
crecimiento de las plantas. A medida que se ha desarrollado el estudio del suelo,
se ha visto que éste constituye una capa dinámica en la que constantemente
tienen lugar numerosos y complejos procesos físicos, químicos y biológicos.
Los científicos restringen el uso de la palabra suelo para referirse con ella al
material de superficie que durante un período de muchos años ha llegado a
constituirse en capas diferenciadas u horizontales.
El suelo posee ciertas características físicas, químicas y biológicas que le
permiten dar lugar al crecimiento de la vegetación y que lo diferencian del
estéril substrato, que puede consistir en un manto detrítico o en lecho rocoso.
CARACTERISTICAS FÌSICAS Y QUIMICAS DE LOS SUELOS.
Color: es un factor de importancia secundaria, aunque puede decirnos mucho
acerca de cómo se ha formado un suelo y de los materiales que lo componen, de
hecho los distintos horizontes del suelo se distinguen generalmente por sus
diferentes coloraciones. Éstas van aumentando en intensidad, desde el blanco
hasta el negro, pasando por el pardo, a medida que aumenta su porcentaje de
humus, que es materia orgánica parcialmente descompuesta y finamente
dividida. Son frecuentes los suelos rojizos y amarillentos, colores que resultan
de la presencia de pequeñas cantidades de compuestos de hierro. Los colores
grisáceos y azulados de los suelos de los climas húmedos indican
frecuentemente, la presencia de compuestos de hierro reducidos. Los suelos
grisáceos de los climas secos significan que el humus es escaso; el color
blanco puede ser consecuencia de sales depositadas en el suelo. Algunos
suelos de formación reciente el color de los mismos puede estar determinado
por el de la roca madre, en los suelos muy desarrollados éste no depende en
absoluto del color del substrato.
Textura: hace referencia al tamaño de las partículas que lo componen. Las
partículas se clasifican en varios grados de grava, arena, barro y arcilla, en orden
decreciente de tamaño. La textura es importante porque determina en gran parte
la retención de agua y las propiedades de transmisión del suelo. Los coloides
minerales del suelo, inferiores a 0,002 mm, se hallan incluidos en la fracción
arcilla.
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Acidez y alcalinidad de los suelos: Los coloides poseen la propiedad dé estar
cargados eléctricamente y, por tanto, pueden atraer y retener iones, las partículas
químicas unitarias de las sustancias disueltas. En edafología, los iones cargados
positivamente, como el calcio, magnesio y potasio, se conocen con el nombre
de bases. Estas bases pueden pasar de los coloides a las plantas, que las
necesitan para su crecimiento, mediante un proceso denominado intercambio de
bases. Por otra parte, el ion hidrógeno, cargado positivamente, hace que la
solución del suelo sea acida. La concentración de iones hidrógeno (H+) en la
solución del suelo con respecto a los iones hidroxilo (OH-) de carga negativa se
denomina pH del suelo y constituye una medida de la acidez o alcalinidad del
suelo.
En los suelos, un valor de 7 en la escala de pH constituye el valor neutro,
mientras que los inferiores a 7 (4 a 7) son ácidos y los superiores a este valor
(7 a 10) se consideran suelos alcalinos.
TABLA DE ACIDEZ Y ALCALINIDAD DEL SUELO
PH 4,0 4,5 5,0 5,5 6,0 6,5 6,7 7,0 8,0 9,0 10,0 11,0
Acidez Extremadamente
ácido
Muy
ácido
Moderada-
mente ácido
Ligera-
mente
ácido
Neutro Débil-
mente
alcalino
Alcalino Muy
alcalino
Excesi-
vament
e
alcalino
Necesidad
de caliza
Necesidad de
caliza excepto
para cultivos que
requieren suelo
ácido
Necesidad de caliza
para todo excepto
cultivos que toleran
suelos ácidos
General-
mente no
se
requiere
caliza
No se necesita caliza
Frecuencia Raro Frecuente Muy común en suelos
cultivados de climas
húmedos
Común en climas
subhúmedos Áreas limitadas
y áridos en los desiertos
Grupos de
suelos
Suelos forestales Suelos castaños
Suelos podzólicos pardos y pardos Suelos
pardo grises Suelos de pradera alcalinos
Podzoles Suelos de tundra Latosoles negros
Tierras negras tropicales
Estructura: hace referencia a la manera en que las partículas del suelo se
agrupan en fragmentos mayores mantenidos juntos por los coloides del suelo. Las
partículas irregulares de aristas y vértices agudos dan lugar a una estructura en
bloques. Si las partículas son más o menos esféricas, la estructura es granular.
Algunos suelos tienen estructura prismática o en columnas, formada por prismas
o columnas verticales de tamaño comprendido entre 0,5 y 10 cm. La estructura
laminar consiste en trozos planos en posición horizontal. La estructura influye en
la proporción de agua que es absorbida
PERFIL DEL SUELO. Designa la disposición del suelo en capas u horizontes de
diferente textura, color y consistencia. Los suelos se reconocen y se clasifican en
grandes grupos, teniendo en cuenta las partes del perfil que se hallan presentes.
Básicamente, el perfil del suelo tiene tres partes.
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Los horizontes A y B representan el suelo propiamente dicho; el horizonte C es
el subsuelo, es decir, la zona madre erosionada. Bajo esta última se encuentra la
roca madre u otro lecho rocoso subyacente, que se designa horizonte D. El
horizonte superior, o A1 es rico en materia orgánica y de color oscuro. El horizonte
inferior, o A2, es una zona de lixiviación. El horizonte B es habitualmente una zona
de acumulación de coloides, de color oscuro, contrastando con el horizonte A2,
que se encuentra encima.
FACTORES Y PROCESOS QUE INTERVIENEN EN LA FORMACIÓN DEL
SUELO.
Los cinco principales formadores del suelo son: 1) la materia madre, 2) el relieve o
topografía, 3) el tiempo, 4) el clima, y 5) la actividad biológica.
Material madre: Muchos de los minerales que constituían originariamente la roca
han experimentado profundas transformaciones químicas y han dado lugar a
numerosos compuestos y ha sido reducido su tamaño hasta constituir partículas
coloidales.
Relieve o topografía: Cuando una pendiente es acusada, la erosión superficial
por escorrentía es más rápida y la penetración del agua menor que en pendientes
más suaves. Esto significa que el suelo será tanto más delgado cuanto más aguda
sea una pendiente. Las áreas llanas forman suelos gruesos pero dependerá de
que tan altas o bajas estén, para comedir la acción en ella de procesos erosivos o
la lixiviación de los mismos. Las pendientes suaves, donde la lixiviación es buena
pero la erosión es lenta, parecen ser los lugares ideales para la formación del
suelo. Otro aspecto de la influencia del relieve es la orientación de la superficie
con respecto a los rayos del sol.
Tiempo: Se dice que un suelo es maduro cuando han actuado sobre él todos los
procesos un tiempo lo bastante largo para haber desarrollado un perfil que
cambiará sólo de modo imperceptible en el futuro.
El clima: es quizá el factor más importante. Los elementos climáticos que influyen
en el desarrollo del suelo son: 1) la humedad (precipitación, evaporación y
humedad relativa); 2) la temperatura, y 3) el viento.
La precipitación suministra el agua necesaria para las actividades biológicas y
químicas del suelo. La temperatura es otro factor climático importante en la
formación del suelo. Actúa de dos maneras: 1) La actividad química se incrementa
al aumentar la temperatura y se reduce al disminuir ésta, cesando cuando el agua
del suelo se hiela. 2) La actividad de las bacterias se intensifica al aumentar la
temperatura del suelo. El viento tiene una importancia menos destacada como
factor climático en el desarrollo del suelo. Los vientos pueden incrementar la
evaporación y arrancar la superficie del suelo en regiones áridas que carezcan de
una protección vegetal. El polvo arrastrado por el viento puede acumularse en
ciertas áreas y constituir el material a partir del cual se formará el suelo.
Formadores biológicos del suelo: Tanto las plantas como los animales tienen
una gran influencia en el desarrollo del suelo. Las plantas contribuyen a mantener
la fertilidad del suelo haciendo ascender las bases (calcio, magnesio, potasio) de
los estratos inferiores del suelo a los tallos y hojas, y abandonándolas después en
su superficie al descomponerse. La vegetación muerta da lugar al humus, la
materia orgánica inerte del suelo por su parte las bacterias consumen humus.
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REGÍMENES PEDOGÉNICOS
Para abordar el estudio de los suelos bajo una perspectiva más unificada,
podemos centrarnos sobre las diversas tendencias básicas del desarrollo del
suelo, cada una de las cuales rige la formación de un gran grupo característico de
suelos bajo el control de un determinado régimen climático. Estas tendencias
básicas pueden denominarse regímenes pedogénicos.
El régimen de podzolización predomina en climas lo suficientemente fríos como
para inhibir la acción bacteriana, pero con la humedad suficiente que permita
crecer a plantas verdes de mayor tamaño. Estas condiciones se dan únicamente
en las latitudes medias y altas y a gran altura.
El régimen de laterización tiene lugar en clima cálido con precipitación
abundante y uniformemente distribuida durante todo el año. Una elevada
temperatura media anual y la ausencia de una rigurosa estación invernal permiten
mantener activa la acción bacteriana que destruye la vegetación muerta tan
rápidamente como ésta se produce. En consecuencia, casi no se encuentra
humus y en su ausencia, el sesquióxido de hierro (Fe203) es insoluble y se
acumula en el suelo en forma de arcillas rojas, nodulos y estratos que parecen
rocosos (laterita). La sílice, por otra parte, es lavada del suelo y eliminada por el
agua en movimiento en el proceso de desilicificación.
La calcificación es un régimen pedogénico característico de climas en los que la
evaporación excede por término medio a la precipitación.
El régimen de gleicificación es característico de ambientes con drenaje escaso
(pero no salinos) sometidos a clima húmedo y frío. La gleicificación está asociada,
pues, al régimen climático polar (clima de tundra), pero también se da en los
ambientes pantanosos de climas continentales con inviernos fríos.
Finalmente, existe el régimen de salinización, o de acumulación en el suelo de
sales de elevada solubilidad. La salinización se halla asociada al régimen climático
desértico y tiene lugar en las zonas de drenaje escaso donde se evapora la
escorrentía superficial. Los regímenes pedogénicos constituyen la base para
clasificar los suelos del mundo en una serie de grandes grupos.
LATOSOLES.
Los suelos de las húmedas regiones tropicales reciben el nombre de latosoles o
suelos lateríticos. Sus características son las siguientes: 1) La descomposición
química y mecánica de la roca madre es completa, debido a las condiciones
favorables de calor y humedad. 2) La sílice (Si02) ha desaparecido casi por
completo debido a la lixiviación. 3) Los sesquióxidos de hierro y aluminio se
han acumulado como residuos permanentes. 4) El humus es escaso a causa
de la rapidez de la acción bacteriana por las cálidas temperaturas reinantes. 5) El
suelo es típicamente rojizo. Una característica interesante de los latosoles es
que en ellos se acumulan sesquióxidos de hierro y aluminio, este material se
conoce con el nombre de laterita. En las lateritas se encuentran depósitos
minerales de gran valor. Consisten éstos en gruesas capas de minerales tales
como la bauxita (óxido de aluminio), limonita (óxido de hierro) y manganita
(óxido de manganeso). Se les denomina menas residuales debido a que no son
solubles en el agua del suelo y han seguido acumulándose mientras la roca madre
ha sido meteorizada y ha perdido la sílice y otros componentes solubles.
EXTRAIDO DE: Strahler, Arthur. GEOGRAFIA FÍSICA. Ediciones Omega, S.A. Barcelona España. 1981.