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~ 1 ~
Luis Bados Ramírez
Por los caminos de
la espiritualidad
Güéjar Sierra (Granada) Verano 2010
~ 2 ~
ÍNDICE
Prólogo
EL UNIVERSO DEL ZEN
- Artículo aparecido en el nº 872 de la revista Triunfo (Octubre 1979)
- Zen cristiano (Zendo Betania). Maestra: Ana Mª Schlüter Rodes
- Otros maestros Zen: Hogen – Deshimaru –Thich.Nhat.Hanh
- Anexo: - Zen y anarquismo
EL UNIVERSO CHAMÁNICO
Capítulo nº 1 (de las crónicas)
Primera…………………………………………………………………… De los inicios
Segunda …………………………………………………………………… La 1ª llamada
Tercera……………………………………………………………………. El Santo Daime
Cuarta ………………………………………………………………………Primer viaje a Sudamérica
Quinta………………………………………………………………………La selva del Amazonas
Sexta………………………………………………………………………..En Ceu do Mapia
Séptima…………………………………………………………………..El Daime Llega a Portugal
Octava…………………………………………………………………….Principio del Fin
Capítulo nº 2 (de los relatos)
Nº 1…………………………………………..Eurico, el amigo portugués
Nº2……………………………………………Mi estancia en Portugal (Jun. 95/Feb. 96)
Nº3……………………………………………Adeus (adiós) Portugal
Nº4…………………………………………..Viaje a la India (Feb. /Abril 96)
Nº5…………………………………………..La llegada a Tirunnemalay
Nº6…………………………………………..Bhagwan
Nº7………………………………………….Segundo viaje a Sudamérica (Nov.96/Enr.97)
Nº8………………………………………….Dos años que pasaron sin pena ni gloria: 97 y 98
Capítulo nº 3 (continúan los relatos)
Nº1………………………………………La aventura de Tarifa
~ 3 ~
Nº2……………………………………..Regreso a Mapia
Nº3…………………………………..Mais una vez Mapia (Otra vez en Mapia)
Nº4………………………………….Nuevo Milenio
Nº5………………………………….Apreciaciones al festival
Nº6…………………………………El hombre propone y Dios dispone
Nº7…………………………………El último intento
Nº8…………………………………El hijo prodigio y las cabañas
Nº9……………………………….. (Comentarios de algunos padrinos). Ya en retirada del
universo daimista.
Apartados Especiales
Construcciones de la Iglesia de San Juan en la finca de la Berciana. Cap.:
I,II,III y IV
Anexo: resumen de las similitudes entre: “la irmandade daimista” y la
comunidad del zen cristiano.
~ 4 ~
ANDANZAS DE UN GUERRERO POR
LOS CAMINOS DE LA
ESPIRITUALIDAD.
Prólogo.
A todos aquellos que se inician por los caminos espirituales, les aconsejo (por propia
experiencia) que sean extremadamente prudentes, pese a que es bien cierto que nadie
escarmienta en cabeza ajena: gurús tramposos, farsantes (lobos disfrazados de corderos),
salidos sexuales, andan pululando por esos caminos al acecho de ingenuos/as. ¡Por sus hechos
los conoceréis!
* Una mañana antes del día, que era uno de los más calurosos del mes de Julio, se armó de
todas sus armas, subió sobre Rocinante y por la puerta falsa de un corral salió al campo….
(D. QUIJOTE DE LA MANCHA) MIGUEL DE CERVANTES.
¿Por qué escribo estas líneas? Pues porque terapéuticamente viene muy bien y
porque… “caminante no hay camino, se hace camino al andar y al volver la vista atrás
se ve la senda que nunca jamás se ha de volver a pisar…”
(CAMPOS DE CASTILLA) ANTONIO MACHADO.
¿A quién van especialmente dirigidos? A aquellos nacidos y criados en familias
trabajadoras, donde lo poco conseguido ha sido con esfuerzo y sacrificio, auténticos viveros de
idealistas animados por el ideal de una vida más justa; nada que ver con “iluminaos”-“colgaos”
encostados a partidos políticos ni curias religiosas. “A mi trabajo acudo y con mi dinero pago el
pan que me alimenta y el lecho en donde yago… Y cuando llegue el día del último viaje….”
(ANTONIO MACHADO)
Hay de los que escandalizarán a alguno de estos pequeños, más le valdría le ataran a
una rueda de molino y lo arrogaran al fondo del mar.
(JESÚS DE NAZARET)
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SOBRE EL ZEN
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ZEN CRISTIANO (ZENDO BETANIA)
Ana María Schlüter Rodes (Kium Roshi) Zendo Betania Brihuega
(Guadalajara)
Capítulo a
En el tardofranquismo, Triunfo, publicación antirégimen, pese a su “ateísmo”, dedicaba en
todos sus números un artículo a temas religiosos – especialmente críticos con el catolicismo
español (su moral y jerarquía), y casi siempre firmados por el eminente teólogo D. Enrique
Miret Magdalena. Con el proceso aperturista de los años setenta (recuérdese aquellos
ministros europeístas) la revista fue perdiendo un poco su razón de ser, hasta su desaparición
a poco tiempo después de la muerte del dictador. En uno de sus últimos números insertó un
trabajo periodístico sobre un grupo de personas que practicaban ZAZEN, en una casa de
espiritualidad en Los Molinos – sierra de Guadarrama – ya en el año 1980 ¡sentí la llamada! Ni
corto ni perezoso inicié las pesquisas hasta conectar con la persona responsable y ahí es
cuando conocí a Ana María Schlüter Rodes, mujer singular que a estas alturas de mi vida tengo
certeza de que ha hecho historia en la vida espiritual de este país del último medio siglo.
Ana María, hija de padre alemán y madre catalana, ya en sus circunstancias familiares
parece predestinada, nacida antes de la guerra civil española, pasó los años de su infancia
indistintamente en Alemania y España, si había guerra en un país, se iban al otro… Licenciada
en filosofía por la universidad de Barcelona, amplió estudios y se doctoró en universidades
alemanas y holandesas, precisamente en Holanda, entró a formar parte de una congregación
religiosa, algo así como monjas seglares, mujeres comprometidas con la problemática social;
traductora en el Concilio Vaticano II, secretaria de una asociación de vecinos en un barrio
~ 9 ~
madrileño, etc. Su llegada Zen fue a través del jesuita alemán padre H.M. Enomiya - Lassalle,
este hombre destinado a Japón llegó a ser “maestro zen”. Viajaba a Europa, donde impartía
retiros zen, y en uno de ellos, Ana Mª pagó su asistencia ejerciendo de intérprete.
Bien, con esta resumida introducción, termino mi presentación. Quien pueda estar
interesado en saber más, puede en la página web ampliar sus conocimientos sobre el zen
cristiano, adscrito a la línea SOTO (una de las dos líneas japonesas: RINZAI y SOTO) aunque
autónomo. ( secretariado@zendobetania.com ó anamariaschluter@zendobetania.com).
Escribo sobre esta comunidad ya que mis primeros pasos fue asistiendo a un sesshin en Los
Molinos, allá por el lejano verano de 1980; obviamente dadas las circunstancias de mi vida en
aquellos años, todavía no era llegado el momento, después vendrían los arcoíris, etc.
Precisamente Ana Mª fue contemporánea de aquella insólita comunidad pseudohippy y se da,
como pocas veces ocurre, aquel relato de la “cigarra y la hormiga”, los cigarrones del Arco Iris
terminaron cual el rosario de la aurora, Ana Mª lentamente fue, paso a paso, hasta la realidad
que el día de hoy, unos treinta años pasados, es el zen cristiano:
La sangha más numerosa de occidente
Ella, Kium Roshi, más tres maestros nombrados y más dos maestros asistentes
(todos españoles)
Retiros (sesshines) en casi todas las comunidades y principales ciudades:
Salamanca, Sevilla, Granada, Murcia, Valencia, Tortosa, Barcelona, Lérida, Gerona,
Palma, Manacor, Zaragoza, Tudela, Bilbao, Vigo, ha transcendido los límites
nacionales llegando a: Argentina, Ecuador, El Salvador y México; proyectos y ayudas
en: Filipinas, India, El Salvador,…
Al fin de este escrito hago relación de los libros escritos que edita Zendo Betania, sin obviar su
asistencia en……………….. He de poner especial énfasis que Yamada Kuon Rossi fue el maestro
de Ana Mª, ella en Kamakura (Japón); pasado cierto tiempo, la sangha del zen cristiano,
decidió marcar distancias con los japoneses, nada de “tragar” con purismos, etc.
El Zen llegó a occidente (Europa y América) procedente de Japón; ha sido “vendido” por
ciertos maestros como genuinamente japonés, ¡falso! Históricamente, Setyamum Buda llegó a
China desde India (Nepal), de China trascendió a Japón, Corea, Vietnam,…
En el inmortal Quijote, se dice aquello: en todas las casas cuecen habas y en la mía a
calderadas, viene a cuento esta frase, porque durante la 2ª guerra mundial muchos
monasterios zen fueron virtualmente viveros de kamikazes y no escasearon maestros zem
comprometidos con la política imperialista genocida del Japón nazi. Providencialmente, no
todos, la esencia del zen, no contaminada abrió la puerta a: no budistas, orientales, no
orientales, mujeres, hombres, gnósticos, una vez más aquello de que ni judíos ni gentiles,
todos hijos de de Dios. En esta línea se hunden las raíces del zen cristiano.
~ 10 ~
Capítulo b
El padre Lassalle, abrió el camino, en Los Molinos, Aranzazu y otros lugares donde había
casas de espiritualidad; después continuó Ana Mª viajando allí en que los primeros miembros
de la sangha organizaban “una introducción o un retiro (sesshin)” ¿Cuándo compraron las
tierras de Brihuega? Desde luego en el preciso instante que dispusieron del dinero.
Geográficamente, en el centro de la Península, equidistante, tierras pobres de casi nulo
aprovechamiento agrícola, en la falda de una de las laderas del río Tajuña, y lindando con un
monasterio o convento de religiosas de clausura. No debió costar muy caro, edificaciones
ninguna, las prácticas – ZAZEN – se hacían dentro de un invernadero protegido de cañizo en
una zona sombreada por enormes álamos blancos. Compraron coches vacíos, sin asientos, en
una subasta de la Renfe; los plantaron por medio de una grúa encima de bancales de
hormigón, previamente construidos, un coche era utilizado cual oficina; otro, almacén de la
cubertería (cacerolas, sartenes, cubiertos…); otro almacén de alimentos no perecederos (café,
té, miel,…); otro cocina con los fuegos de butano e instalación de fregaderos, y así,
ordenadamente dispuestos alrededor de un espacio rectangular, sombreado por álamos, tal
cual la plaza de un pequeño poblado.
Los aseos, un tanto alejados, eran al modo de wáteres secos. La persona asignada, echaba
cal en función del uso y los tiempos estimados. No faltaba absolutamente nada de lo preciso
para la vida de un grupo de personas: duchas, lavabos, pilas de lavar, etc. … las aguas vertían a
cauces, que al ser grises no era sanitariamente exigible el depurarlas con fosas.
La primera edificación, una sencilla casita para la maestra, amén de almacenes donde
ordenar la herramienta y útiles construidos simplemente con rollizos de madera y chapas bien
de fibrocemento o metalizadas en tonos mates para no resaltar ni desentonar; realmente el
ánimo ordenado y austero era perceptible hasta para el menos observador.
El zendo, propiamente dicho, se hizo transcurridos unos años, no muchos, siguiendo el
modelo de los zendos japoneses; (las sentadas se realizan en un cuadrilátero central y en las
cuatro galerías circundantes duermen los practicantes, al modo del patio y los claustros de
cualquier monasterio, o más prosaico: un patio andaluz. El proyecto redactado por técnicos
cualificados visado en su correspondiente colegio profesional, presentado en el ayuntamiento
de Brihuega, después del informe de los técnicos municipales, obtenía la preceptiva licencia de
obra, pagadas las tasas, se presentaba a empresas constructoras acreditadas, escogida una de
ellas, no siempre en función de un oferta más económica, se procedía a redactar el contrato de
obras entre la propiedad (Comunidad de Zendo Betania y la constructora X…). Las obras
dirigidas y supervisadas por los técnicos; temporalmente (en meses) se medía, valoraba y
certificaban los trabajos para los pagos y así hasta la recepción provisional de las obras, cédula
de habitabilidad (firmada y visada), periodo de garantía (un año) y recepción definitiva. ¡todo
conforme a las leyes humanas! ¡como dios quiere y manda! “así en el cielo como en la tierra!
El parecido con las construcciones en la finca de la Berciana en Mentrida (Toledo),
¡totalmente en las antípodas! Luego, ¿ que hacía un técnico, titulado, con más de 30 años de
ejercicio profesional, como yo, en la “irmandade daimista del centro de España? Simplemente,
¡PREDICAR EN DESIERTO! Con el pasar de los años, en Zendo Betania se fueron precisando más
edificaciones: cocina, comedor, almacenes de mantas, sabutones, etc., oficinas, biblioteca, una
pequeña capilla (son creyentes y practicantes católicos la mayoría de la sangha), espacios
~ 11 ~
donde celebrar asambleas y reuniones: seminarios sobre diálogos intereligiosos, etc. El
procedimiento para construir las nuevas edificaciones: el ya descrito para el zendo.
Aquel pedregal que era la finca al comprarla hoy es un jardín natural: plantas, flores,
pequeños cursos de agua, fuentecillas, el inmenso respeto por el entorno se percibe en cada
uno de los arbustos y arbolicos; por otra parte, plantas fuertecicas para adaptarse al clima de
la Alcarria continental: frío, calor, escasez de lluvia, ¡tierras castellanas! Para rematar: la mayor
parte de las personas de la sangha son profesionales de… medicina, enseñanza, etc. realmente
aventureros y desocupados. Yo al menos no conozco a ninguno y he participado en sesshines
yo casi diría que en toda España: Bilbao, Sevilla, Murcia, Brihuaga,…
Ana Mª nació y se crió en una familia de esa amplia clase media, en tiempos de penuria
económica. Se vivía apuradamente, reciclando (aunque entonces no se empleaba esa palabra),
ropa, alimentos, mi infancia semejante – años de la postguerra; nada que ver con el consumo y
el derroche.
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OTROS MAESTROS ZEN: HOGEN – DESHIMARU – THICH.NHAT.HANH
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Hogen: maestro japonés
perteneciente a una línea
“emparenteda” con la misma línea
del Zen cristiano. Actualmente
reside en Australia,
esporádicamente viene a Yiko – an
en la Alpujarra Granadina. Así como
al Algarve donde también existe un
pequeño grupo de discípulos suyos.
Referente al humilde y sencillo
“cortijo” de Yiko-an en Yegen (precisamente el municipio donde vivió unos años el
hispanista inglés Gerald Brenan). Yo guardo en el armario de mi memoria entrañables
recuerdos de este centro budista zen…en las noches de invierno, acurrucado en mi
saco de dormir, sintiendo el viento de aquellas alturas serranas. (Quien haya visto la
película rusa: DURSU URZALA, se puede hacer una idea de cómo sopla el viento en
Yiko-an, francisjikoan@gmail.com)
COMUNIDAD BUDISTA ZEN (YIKO- AN) EN LA ALPUJARRA (GRANADA).
~ 15 ~
Deshimaru: Le Gendronière (Francia). Llega a Francia (París) el año 1967 (vísperas del mayo
68)… al igual que Bhagwan tuvo que contender con supervivientes del LSD. Fueron furos sus
inicios en Europa, en varias ocasiones se le pasó por la mente “el tirar la toalla”. Un libro
autobiográfico suyo, constituye un testimónio de la historia de Japón en la primera mitad del
siglo XX:
Después de la derrota samurái.
Entronización del emperador (testaferro de USA)
Toma del poder por el fascismo y su catastróficas consecuencias: entrada a la 2ª
guerra mundial, Hinoshima, Nagasaky.
Durísima postguerra.
A título personal me identifico mucho con Deshimaru, sus padres y los míos (salvando las
distancias) tenían bastantes cosas en común, y especialmente la relación con su padre es casi
un calco a la mía con el mío.
~ 16 ~
Thich.Nhat.Hanh: su centro, Plum VIllage cerca de Burdeus – suroeste de Francia.
Vietnamita, salió de su país por “diferencias” con el régimen comunista; recientemente ha
podido regresar… de visita… gracias a una amnistía. Amigo personal de la familia de Martín
Lutero King. Ha sido nominado para el premio Nobel de la paz < e-mail: NH-
office@plumvillage.org>.
Francia (la hija predilecta de la Iglesia Católica) ha pagado a lo largo y ancho de la historia,
un alto precio por esa predilección. La “influencia del catolicismo” está más que cuestionada
por sus nefastas consecuencias en acontecimientos relativamente recientes: Revoluciones de
1830, 1848, guerra Franco – Prusiana de 1870,… a las familias de las amplias clases medias, les
movilizaban sus varones en edad militar enviándolos a guerras declaradas de la noche a la
mañana, sin saber por qué ni para qué. En ese estado de cosas, muchos padres, antes que a la
guerra, “mandaban” a sus hijos al sur (especialmente en el Midi). Parece ser que el origen de
mi apellido paterno es francés, luego con las generaciones sucesivas se fue “castallenizando”
mis “mireçoes chamánicos” por veces mostraban recordatorios de mi pasado genético
gabacho. Bien, deseo peregrinar al país de parte de mis ancestros: Plum Village – la Boria
Noble – La Gendroniere – Taize y… lo que el azar depare… este propósito, ya es antiguo, y aún
no lo he realizado, ¿llegaría ese venturoso día?
De todos y cada uno de los maestros referidos, el padre Lassalle – Ana Mª Schlüter – Hogen
– Deshimaru – Thich.Nhat.Hanh, … existe una amplia y considerable bibliografía a la que hoy
en día es fácil acceder por internet.
~ 17 ~
ANEXO
ZEN y ANARQUISMO. Dentro del A. S. N. (Anarchist Studies Network) he constituido el
subgrupo ASIRA (académicos y estudiantes interesados en religión y anarquismo). Información:
www.anarchist-studies-network.org.uk
“Invierno, en el undécimo mes,
La nieve cae presurosa
Mil montañas – un color
Los hombres de este mundo que pasan por el camino,
[son pocos
La hierba densa oculta la puerta
Toda la noche en silencio, unas pocas astillas
[se van quemando despacio.
Mientras leo los poemas de los antiguos.”
POESÍA ZEN DE RYOKAN
~ 18 ~
CAPÍTULO 1 (DE LAS CRÓNICAS)
Primera Crónica: de los inicios
Corría el mes de enero del año 1992. Una mañana salí del Albaicín – donde vivía – hacia un
pueblo de la provincia de Almería. Mi empresa (que compartía con otra persona) debía iniciar
los trabajos de restauración en unos restos de un mausoleo romano. Aquella fría mañana
granadina, estaba muy lejos de imaginar lo que en la provincia almeriense me aguardaba vivir
a lo largo de aquel iniciado año de 1992.Estaba ya próximo a cumplir los 48 años, la vida se me
iba de entre las manos… , los días, las semanas, los meses, los años, pasaban sin apenas tener
consciencia.
En el aspecto laboral, trabajaba desde las siete de la mañana a diez de la noche. La
dirección de mi pequeña empresa ocupaba totalmente mi mente, pues no sólo hacía la labor
de técnico, también supervisaba las contabilidades – cuentas A y B – contendía con la
apabullante burocracia oficial (los trabajos de restauración se contrataban en su totalidad con
organismos oficiales: ayuntamientos, diputaciones, consejerías de cultura, patronato de la
Alhambra,…); quién tenga o haya tenido un pequeño negocio, sabe bien de lo que estoy
hablando. Llevaba tiempo ha con el ánimo de ralentizar el negocio, pues así no podía
continuar, envejecía a “ojos vista”, más aún psíquicamente que en lo físico. Ahora bien, la
persona con quien compartía la empresa era un padre de familia y a sus hijos en edad de
trabajar, proyectaba “meterlos” en el negocio, con lo que sus proyectos de expandir los
trabajos eran diametralmente opuestos a los míos. La tensión existente entre nosotros era
perceptible, ¡urgía encontrar una solución! ¿Pero cuál?
Mi caminada espiritual ya desde años atrás se encontraba en “punto muerto”. ¿Por qué?
Pues porque yo solía frecuentar la comunidad pseudo-hippy del Arco Iris, y digo esto ya que
del movimiento hippy sólo tenían la parafernalia de los ropajes; aquella experiencia arcoírica
terminó como el “rosario de la aurora”; para mí fue una tremenda decepción, sinceramente
creía en ella. Allí tuve mi primera experiencia transpersonal, ya con la edad de los cuarenta
bien rebasada, fue como una ventana que se abrió en mi vida, pues yo como casi todos los de
mi generación éramos ignorantes en “espiritualidades”. Los años sesenta, en el ambiente
universitario español, estuvieron determinados y fuertemente condicionados por: la apertura
en lo cultural, político y social. Aquellos cineclubs con ciclos de: Pasolini, Buñuel, Bermag, etc.,
etc. cantautores que ponían música a las poesías de Antonio Machado, Miguel Hernández,
intelectuales que escribían en revistas y daban conferencias: Tierno Galván, Miret, Magdalena,
Aranguren, etc. Y esto en una España abotargada por el “franquismo”. En mi caso, del
panorama que vivía en Sevilla – donde estudié – a el pueblo de la Provincia de Ciudad Real -
donde nací y me crié – se cumplía aquello de… LAS DOS ESPAÑAS-
Bien, retomando el hilo espiritual, algunos miembros de la comunidad del Arco Iris, vinieron
a vivir a Granada, lo que permitió que llegara a mi conocimiento ciertas “cosas” que ocurrieron
en la vida cotidiana de puertas adentro. Creo que si hubiera siquiera sospechado ciertas
aptitudes, me lo hubiera pensado antes de emplear mi tiempo libre – vacaciones, fines de
semana, puentes – en ir allí a practicar meditación ZEN, con el gasto que conllevaba: viajes,
pagar la estancia, y en los tiempo de iniciación (sin obviar el sufrimiento físico – dolores en las
rodillas, los tobillos, etc.…).Realmente, que aquello terminara como terminó me hizo tomar
~ 19 ~
consciencia de que en esta vida no me podía fiar de nada ni de nadie, en lo externo todo está
muy bien – los escaparates muy bonitos, pero lo que se guarda y almacena en las trastiendas
es harina de otro costal. He de poner especial énfasis, que cuando ya rebasados los 40 años,
comencé a merodear por los abrevaderos de la espiritualidad, ya venía resabiado del mundo
laboral (sindical).Pasé tres años con una cooperativa o colectivo de trabajadores de la
construcción y allí me enteré de quienes son los trabajadores como personas, individualmente,
uno por uno:
Conciencia colectiva: cero patatero.
Aceptaban, porque no les quedaba otro remedio, su condición de currantes;
es como quien nace feo, pues se tiene que aguantar, pero ya le gustaría ser un
guaperas o un cachas.
Tuve plena consciencia que casi todos ellos de haber tenido, como yo, una
titulación técnica, no hubieran andado comprometidos en experiencias colectivas.
Obviamente, siempre hay honrosas excepciones que confirman la regla.
En resumen, las cabras que tiramos al monte, una vez finiquitada con saldo negativo la
vivencia de la agrupación de albañiles, en lugar de entrar en depresiones y demás zarandajas,
buscamos… y el que busca…encuentra. ¡Pedid y se os dará! Así y ya residiendo en Granada, me
inicié por las trochas del Zen, y pese a que el Arco Iris no era ni muchísimo menos el lugar
idóneo para un principiante, ¡pues fue lo que hubo! Perdí un tiempo preciosos, cualquier
maestro zen me hubiera “corregido y guiado”; aquello fue como ir a un colegio donde en lugar
de enseñarte te dejaban a tu bola, con tal de que el comportamiento fuera comedido.
Después del Arco Iris, frecuentaba retiros de ZEN, de los que tenía conocimiento bien por
amigos y bien por alguna publicación; y estos retiros se daban en: La Alpujarra (YIKO ANN),
granjas escuelas (Deshimaru), Zendo Betania (Ana Mª Schlüter). Existía por libre, sin
convicción, pues imaginaba que en todos y cada uno de ellos, algo se ocultaría. Era pues como
el deportista que hace footing para mantenerse en forma pero sin estar adscrito a línea ni
maestro alguno; totalmente por libre, luego ni iba para adelante ni para atrás, ni subía ni
bajaba; ni me escoraba a un lado o al otro.
Así, las cosas en aquel mes de enero de 1992. Por veces se me pasaba por la mente la idea
de dar un salto en el vacío: irme a un monasterio Zen en Japón. La lectura de un artículo
publicado por un monje benedictino español que pasó un tiempo en Japón me animaba a
contactar con el referido monje. Esto no ocurrió, sino que cierta prudente persona me
aconsejó que no hiciera “locuras”. El presentarme sin más en un país con otra cultura, el
ambiente podía aplastarme de tal forma que volviera como el perro: “con el rabo entre las
patas”. Nunca agradeceré suficientemente aquel consejo, pues el tiempo me ha ido
confirmando en lo erróneo que hubiera sido tal viaje a un centro Zen de Japón.
~ 20 ~
Segunda Crónica: la 1ª llamada.
Llegó el verano, en la primera quincena del mes de Julio, en un hotel de Aguadulce. El
entonces conocido escritor Fernando Sánchez Dragó y el rector de la Universidad Complutense
– Sr Villalobos- organizaron unas actividades que trataban sobre espiritualidad, esoterismo…
Aquellas jornadas duraron siete días, dos charlas por la mañana, otras dos por la tarde y más
otras prácticas sobre: budismo, chamanismo, hinduismo, etc.… Ni que decir que como andaba
por aquellas tierras almerienses, me inscribí y concurrí a aquel evento entre una constelación
de personajes realmente pintorescos, pues en la viña del Señor había de todo, desde
auténticas buenísimas personas, hasta chalaos, fanáticos, iniciados, … Bien, uno de los
conferenciantes invitados fue Nelson Liaño – editor brasileño – carioca y amigo personal de
Sánchez Dragó; disertó sobre el Padrino Sebastián; fue la primera vez en mi vida que oí hablar
del ritual daimista, aunque a decir verdad no me enteré de casi nada; la idea que me quedó de
Sebastián Mota es que fue una especie de Vicente Ferrer de la amazonia, con esto queda dicho
todo.
El animado y divertido encuentro de “buscadores” en Aguadulce terminó; yo continuaba
en la rutina de mi vida laboral, pero no había terminado aún aquel verano, cuando una noche
(en Granada), salí de la oficina de la empresa en compañía de mi socio; no había ni un alma
por las calles granadinas, y en el Zacatín nos encontramos con dos amigos conocidos del Arco
Iris, se trataba de Miguel Sariñena y Esther Martínez, una vez nos cumplimentamos, me
informaron estaban recién venidos de la Selva del Amazonas, ¡ya te contaremos!, en forma
alguna asocié que tuvieron relación las nociones brevísimas que tenía del daimismo, con el
viaje selvático de Miguel y Esther.
Así pues andaba en esas, cuando el mes de Noviembre llamé por teléfono a Babia, fui
informado que aquel mismo mes celebrarían unos rituales chamánicos con ayahuasca; su
duración, una semana; el precio, ahora no lo recuerdo; me inscribí y el viernes por la tarde que
me dijeron, me personé en aquel precioso lugar: ¡realmente Babia era bonito! Las dos
primeras personas que encontré nada más llegar, fueron: Ignacio Martín Poyo y un tal Marcos
(de Sevilla). El saber que nunca había tomado nada, se miraron entre sí, pensando que qué
atrevida es la ignorancia; no lo dijeron pero no hizo falta que verbalizaran aquel pensamiento
común; yo me quede tan tranquilo, pues no había ido allí atrás de ninguna experiencia especial
por haber oído esto ó aquello; me presenté a “la buena de Dios”; si todo iba bien, muy bien, y
si no, ¡con no volver! Estoy convencido que la ignorancia me protegió.
Aquel viernes por la noche, y a lo largo del sábado, fueron llegando seres que ya se
conocían entre sí, el único novato era yo. ¿Quiénes eran aquellos seres?: … los Mauros, los
Jose Manuel (el ardilla); los Javier Torres (+), la inefable Elena de Barcelona, que se presentó
de noche, vestida con un chal negro (como el de las campesinas de mi pueblo en mi infancia)
recogido el pelo con un moño, y diciendo cosas como que estaba recién venida de Lina, dando
a entender que para ella ir a Lina, era como ir a Málaga (más o menos). ¡Vamos una perdona
vidas! Los allí presentes: unos pardillos al lado de ella… ¡Tan cosmopolita! Aunque yo la veía
como una especie de folclórica venida a menos.
El domingo, bien de mañana, en la cocina de Babia, recibí de manos de Ignacio, mi primer
“copo” de Daime – ayahuasca – era la primera vez en mi vida que ingería una sustancia
alucinógena; para mi generación ni tan siquiera porros o canutos consumíamos, simplemente
~ 21 ~
¡no había donde encontrarlos!, me estoy refiriendo a los ambientes universitarios españoles
de los años sesenta.
El resto de la mañana la empleamos en dar vueltas por el campo: nos adentramos entre los
cañaverales del arroyo, cruzamos – descalzos- por un terreno pedregoso, etc.… Al regresar a la
cocina, mi estimación es que habrían transcurrido unas dos horas, quedé sorprendido al
comprobar por el reloj de la pared que habían sido seis, ¡como había cambiado mi percepción
del tiempo!
A partir de aquel domingo, (he de decir que el día que vine a este mundo fue un domingo,
mi primera meditación ZEN, también en domingo, y ahora, la primera toma de Daime,
domingo) es obvio que el domingo es mi día. Bien, las salidas a las montañas del JAI-ALAI (creo
que se llaman), eran alternas, un día descansábamos y el otro, salíamos, el número de tomas a
lo largo del día -(salíamos casi al amanecer y al regreso ya era noche)- variaba pero sería como
unas tres y con generosidad, Ignacio no escatimaba el Daime, ¡eran copos (vasos) bien cheios
(llenos)!
Mi visión de las personas y las cosas: arboles, animales, era como si estuvieran
transfigurados, todo resultaba maravilloso, incluido mi estado de ánimo; es cierto que mis
experiencias meditativas ayudaban un poco para asimilar aquella bebida; ni una sola vez
vomité y el cansancio o agotamiento físico era prácticamente inexistente, ni tan siquiera al
atardecer, después de todo el santo día andorreando por aquellas montañas, a veces incluso a
campo través; en cierta ocasión escalar unas rocas me pareció como si trepara por un
acantilado.
Por la noche cambiaba radicalmente el panorama. Una vez duchados y después de cenar
algo ligero, fruta, yogures,…, nos reuníamos en torno al fuego de la chimenea en uno de
aquellas grandes salas que había en Babia y que me hacían imaginar tal cual yo imaginé el
Macondo de “Cien años de soledad”; se encendían y pesaban unas pitos de maría (macoña),
de mano en mano; yo me resistía a participar en aquellas ruedas, ¿Qué era aquello? ¡Por el día
ayahuasca, por la noche marihuana! ¡Yo que en mi vida nunca había tomada nada de esas
sustancias!, tenía los 48 años cumplidos, era un ser renegado de aquellos ambientes. Hacía
como que fumaba – por no desentonar – pero solo me acercaba el “pito” (cigarrillo) a los
labios; de otra parte los observaba y veía en ellos a viciados del porro o el canuto, fumaban y
aspiraban con avidez, en las antípodas de las “sentadas” y austeridad zen, ¿en qué me estaba
metiendo? Ya, pues, desde los inicios se me manifestaron las dos caras o aspectos que en lo
sucesivo determinaron mi caminada por el chamanismo: la pureza del ritual daimista, junto
con el consumo (pernicioso por experimentar algo…)
La semana aquella en las montañas de Jai- Alai (nombre al parecer árabe) se pasó, regresé a
mi casa del Albaicín; tomé la plena consciencia de que en mi vida se había abierto un nuevo
camino, estaba animado para andarlo, la siguiente etapa sería para la próxima “semana santa”
en que vendrían una comitiva de chamanes desde la amazonia; luego ya estaría al tanto para
conocer directamente y “en primera persona” aquellos rituales, que solo había esbozado.
~ 22 ~
Tercera Crónica: El Santo Daime.
“Ou tempo passa y sigue pasando
Tu dous dormen, no queren acordar
Es bom que así aconteça
Para ouvrir y saberme respeitar”
La semana santa del año 1993 se acercaba, el invierno iba quedando atrás, llamé al
teléfono que tenía para obtener información de la llegada de los chamanes brasileños, una voz
de mujer me respondió que no venían a Babia, y ahí quedó todo, por tal “mi gozo en un pozo”
… El tiempo seguía pasando, llegó Agosto. Tomé vacaciones y me dirigía a un lugar del alto
Segura, donde una pequeña comunidad del Arco (seguidores de Lanza del Vasto) habían
organizados “unos encuentros de simpatizantes de Lanza”. El lugar agradable, el río tenia
embalses donde nadar, ellos, los miembros de la comunidad de La Longuera – precisamente
donde murió Lanza, cuando se dirigia hacía a Argelia (años de lucha por la independencia
argelina), todos andaban por la veintena, ¡muy majos!, no obstante… no me encontraba allí,
así pues al tercer día me despedí de ellos, les agradecí su hospitalidad y dirigí mis pasos a la
costa; en Mojacar, la casualidad permitió nos encontráramos Federico y yo, él me informó que
los chamanes vinieron a España en Semana Santa, aunque no a Babia, precisamente ahora
para finales de agosto regresaban y quien podía informarme era Esther Martínez, que ya no
vivía en Granada, sino cerca de Bañolas, en un teléfono público la llamamos y muy amable me
informó del día y sitio donde se celebraría el ritual – una massia en la provincia de Gerona.
Interrumpí mis vacaciones, regresé a Granada para sorpresa de mi socio y … a final de agosto
viaje hacia Cataluña, por el interior; pasé por Moral de Calatrava – donde nací y me crié, por
Madrid – donde vi la película STALINGRADO- que aún no he olvidado ciertas escenas
impactantes, por Covaleda (Soria), uno de mis rincones favoritos de España: Covaleda,
Vinuesa, La laguna negra, el Urbión, tierras del alto Duero, inmortalizados por D. Antonio
Machado en La casa de Alvar González; llegué de noche a Barcelona – como D. Quijote en su
último viaje; y por fin a la massía, que paradójicamente , me recordó a Babia, había ciertas
similitudes formales, especialmente en las amplias salas ¡tan macondeñas! Es aquí donde se
produciría mi bautismo de fuego con el daimismo. La comitiva la formaban, si no recuerdo mal,
y creo que no: el padrino Alfredo, José Mota Robervel, Mónica, Rutty, Caparelli, Perfecto,
Guta, Luis Fdo. Susana, Tete, Regina.
Entré, verdaderamente, y no metafóricamente, en otra dimensión; “la comitiva” viajó por
diversos lugares de España, yo me reencontré con ellos en un cortijo cerca de Gerena (Sevilla),
la siguiente participación en sus rituales fue en San García (Segovia), era como un fans tras de
sus ídolos, el día 6 de Octubre – aniversario del Padrino Sebastián- “me fardé” (compromiso
con la doctrina), precisamente en San García.
La noche del 3 de Diciembre – San Fco. Javier – salía de Granada, vía Madrid, hacia Río de
Janeiro, sin obviar que durante los casi dos meses transcurridos entre el 6-10 y el 3-12 hice
viajes de Granada a Cataluña.
“Navego nesta onda do supremo criador.”
Cuarta Crónica: Primer viaje a Sudamérica.
~ 23 ~
Raimundo Irineo Serra (Mestre Irineo)
Alto Santo /Río Branco, estado de Acre (Brasil)
Pasar en apenas 12 horas de las temperaturas bajo cero de Granada a las más de 40º de Río
de Janeiro, sin obviar el cambio de hemisferio, no pasó desapercibido para mi organismo,
reaccionó agarrando una buena gripe y en esas – pese a los consejos – me presenté en Ceu do
Mar para el “trabalho” de la Concepción. Fue un verdadero infierno, no sabía qué hacer
conmigo mismo, los fiscales contribuían a aumentar mi malestar, confundiéndome con sus
contradicciones: uno desdecía a otro, ¡ahí me enteré de “lo que vale un peine”! Deseaba con
todo mi ser salir de aquella ciudad, intuía que llegando a la selva me pondría bueno, la
naturaleza me curaría; Río de Janeiro al ser una ciudad a “Beiramar”, une a sus altas
temperaturas un grado de humedad, en aquellos días superior al 80% .
Me hospedé en casa de Guta, quien vivía en una especie de casa entre chalet y vivienda
unifamiliar en un “condominio”. Salir de la urbanización o condominio era arriesgado para un
gringo como yo. Por fin el día 11 volé de Río de Janeiro a Río Blanco – capital del estado de
Acre, ya en la Amazonia, al llegar al aeropuerto (el antiguo), me pregunté qué pasaba en mi
vida para que llegara a tales lugares, he de decir la verdad: me dirigí al hotel que me indicaron
y donde vendriá a recogerme la persona que me acompañaría hasta Ceu do Mapia;
~ 24 ~
sería como mediodia cuando entré en la habitación que me asignaron en el hotel, no
quería pensar en nada, me acosté, metí la cabeza debajo de la almohada y deseé dormir y sólo
dormir.
Cuando acordé (desperté), era media tarde, la persona que me acompañaría a Ceu do
Mapia había telefoneado interesándose si había llegado y para comunicar que el día siguiente
a primera hora vendría a buscarme. Un tanto confortado salí a “dar un paseo” y conocer la
ciudad; era la época de las lluvias. Lo primero que tropecé fue con dos indios borrachos tirados
en el suelo, la gente pasaba a su lado sin prestar atención alguna; el número de personas que
presentaban signos de raquitismo era frecuente,… ¿qué se me había perdido por aquellos
parajes? Aún más intensamente que en Río de Janeiro, deseaba meterme selva adentro; todo
lo urbano era pobreza, por no decir suciedad rozando los límites de la miseria.
Mi deambular por las calles céntricas de Río de Branco (antiguo Puerto Alonso, cuando el
estado de Acre pertenecía a Bolivia), me llevó a la Terraza de una heladería, allí en una mesa,
dos señoras que volvían de recoger sus chiquillos del colegio, estaban animadamente
conversando de sus cosas; esta escena me reconcilió un tanto con la ciudad. Me senté en otra
mesa, al lado, y cuando comenzó, a las seis de la tarde, el lento atardecer amazónico, no daba
crédito a lo que se presentaba lentamente ante mi vista: las tonalidades pasaban desde la
plena luz solar a los tonos anaranjados, granas, violetas, antes aún de oscurecer surgían
estrellas; el sol en su puesta, medio escondido entre las nubes alargadas, ¡que increíble!
Cuantas veces vi este espectáculo y siempre era diferente, nada que ver con los precedentes.
¡Qué paradoja! Tanta belleza en el cielo y tanta pobreza entre los humanos.
Algo en mi interior me decía que había merecido la pena llegar hasta aquel rincón de la
selva, donde coinciden Brasil, Bolivia y Perú, aunque todo era selva, las divisorias fronterizas
son simplemente artificiales de aquel río (Igarapé) para allá un país, para acá, otro. Las tierras
del Portuñol (mezcla de palabras y expresiones portuguesas y españolas). Los 220 Km. Que
separan Río Brando de Boca de Acre (última población a la que se puede acceder por tierra), se
transitan por una carretera –“estrada”- en aquel tiempo asfaltada solo en los primeros 25 ó 40
Kms.; totalmente recta, es un infierno circular por ella, pues los “buracos” – baches- son a cual
más grande; y en el periodo seco – abril a noviembre- la polvareda es un inconveniente no a
menospreciar; en cierta forma el autobús -“rodo viaria”- es más cómodo que los taxis.
Boca de Acre, es un poblado donde la miseria en que viven la generalidad de sus habitantes
es patética, la escalada de pobreza que yo venía recorriendo iba de mal en peor: Río de
Janeiro, Río Branco, Boca de Acre, y como suele ocurrir en los mal llamados países
tercermundistas, se pasa sin apenas solución de continuidad a las zonas donde viven los ricos.
Allí, en el sur de aquel poblado, se extiende la parte donde viven los “ricos” y especialmente
los empleados del Ministerio de Marina – la circulación por toda la cuenca del Río Amazonas,
está bajo el control y autoridad de la Marina, allí en Boca de Acre existe una comandancia,
pues a partir de aquí la circulación sólo es posible por los ríos y sus innumerables afluentes –
“Igarapes”. Los ríos: Purús, (procedente de los Andes ya en Perú y afluente directo del
Amazonas) y Acre (cuyo nacimiento está en el altiplano boliviano), se unen aquí, yo creía haber
visto y saber lo que era un río, pero por el ancho – y más aún en el periodo de lluvias- el Purús
me impresionó, no sé cuantas veces el del Guadalquivir en Sevilla.
Podría relatar anécdotas que viví en las escasas 24 horas que pasé; me alojé en un “hotel”
mugriento, las paredes pintadas de un color indefinido, llenas de churretes; el olor de los
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wáteres impregnaba todo, etc.; en el vestíbulo de entrada, tenían un aparato de TV desde el
que estaban transmitiendo un partido de fútbol en Europa, ¿Milán, Barcelona, Ámsterdam,…?
Qué más daba, yo me pregunté: ¿qué pensarán estas criaturas de aquel mundo?
Antes de salir en canoa para Ceu do Mapia, la persona que me “llevaba” fue a
cumplimentar a la madrina Rita que se encontraba aquellos días en “una facenda” – (finca)- al
otro lado del Río Purús; obviamente lo acompañaba ,¡no tenía otra cosa que hacer! Así pues
conocí a la tan oída chamana y que era considerada como la verdadera detentadora de la
autoridad, después de la muerte o “tránsito” de quién fue su compañero o marido: el Padrino
Sebastián.
Quinta crónica: la selva del Amazonas.
Río Purus (afluente del Amazonas)
La canoa tenía cierta semejanza con las góndolas venecianas, en un extremo el canoero
movía un palo largo que en su extremo sumergido se había amarrado las hélices de un
ventilador casero, éste se conectaba por un cable a un grupillo motobomba cual el de las
primeras hormigoneras que yo conocí; en el otro extremo, el ayudante del canoero, junto a las
garrafas que contenían el gasoil, en medio cuatro viajeros y nuestros respectivos equipajes.
Salimos a medio día, yo estaba maravillado, ¡que distinta me parece la selva, navegando por el
inmenso Purús, que circulando en autobús por la carretera o “estrada”! Me sentía platónico de
vida, era receptivo, sensible a la energía que vibraba de la “floresta” (selva); algunos peces de
enorme tamaño saltaban siguiendo la estela de la canoa, por lo demás, el río parecía una
autopista: grandes barcazas circulaban en los dos sentidos con viajeros, casi todas abarrotadas
y embellecidas con banderines de papel, ¡creo!
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En un momento dado, la canoa tomó un igarapé, a la derecha, ahí el cambio fue otra
historia, la estrechez del igarapé, las curvas y contra curvas, el ramaje caído y que había que
apartar, incluso bajándose a cortarlos, dificultaba la circulación, además de precisar pericia y
experiencia por parte del canoero y el ayudante. Ya era noche cuando llegamos a la “facenda”.
Allí cenamos “alguna cosa”, tomamos una infusión y yo me dispuse a pasar la noche en una
red… bajo las estrellas y en plena “floresta”. ¡Cuántos caminos recorridos hasta llegar a aquel
sitio mágico! En la “facenda” nos atendieron los hombres, las mujeres no se hacían de ver,
aunque yo detectaba sus ojos en la oscuridad, ¡era no otro mundo, sino otro universo, en el
que me estaba adentrando! La vida urbana había quedado atrás: Granada, Madrid, Río de
Janeiro, Río Branco, Boca de Acre, …, iba animado y confiado, bien es cierto que no viajaba
solo.
Previo al amanecer, me despertó la algarabía de los animales, como el canto de las aves en
nuestros corrales, pero…. ¡UN MILLON DE VECES MÁS! Tras desayunar fruta e infusión, la
canoa reanudó su marcha, ya solo quedaba la última etapa hasta mi destino: Ceu do Mapia,
donde llegamos a la hora prevista – pasado el medio día- así el 13 de Diciembre (Santa Lucía y
víspera del inario de Reimundo Irineo Serra) llegué a la aldea fundada por Sebastián Mota.
NOTA:
Sta. Lucía es muy venerada en la Amazonia; la malaria, enfermedad allí
endémica, deja ciegos/as a muchas personas que tienen o han tenido la desgracia
de padecerla.
Así mismo, el 14 de Diciembre el santoral católico festeja la memoria de San
Juan de la Cruz, al amanecer de ese día – después del “inario” de Maestre Irineo,
en la “palestra” (charla) que dé el chamán, yo escuché una alusión a San Juan de la
Cruz, me emocionó sinceramente; esto ocurrió años más tarde y en la iglesia de
Luis Méndez en frente de Alto Santo.
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Sexta crónica: en Ceu do Mapia, Sebastian Mota de Melo
Ceu do Mapia – estado de Amazonas (Brasil)
Ceu do Mapia (El cielo de Mapia), la villa que fundó Sebastián Mota- “el padrino Sebastián”-
constituía un asentamiento disperso de casas de madera con sus respectivos “terreiro” ,
alineados a lo largo del igarapé Mapia y un afluente - formaban a modo de una Y griega. La
iglesia, hexagonal en planta, enteramente construida con madera y cuyos elementos
resistentes, vigas y soportes tenían dimensiones grandes para haber sido “trabajados”
manualmente: cortado el árbol, desbrozado, acarreado (con bueyes), aserrado y colocado,
careciendo de grúas y en líneas generales de otra energía que la humana. ¿Por qué la planta
hexagonal?, pues simplemente es el espacio interior delimitado por la estrella de David (dos
triángulos invertidos). Con el correr de los años se construyeron las seis puntas, pero esto aún
no existía, en una palabra, yo encontré la iglesia tal cual la dejó el padrino Sebastián.
Evidentemente, los seis lados, abiertos al exterior, una simple barandilla los delimitaba. Su
acceso – como en todas las edificaciones, por unas escalinatas, ya que algo más de un metro
levantaba el suelo del terreno, obviamente por los animales. La madera no estaba tratada,
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protegida por barnices ni pinturas, como en casi todas las casas; en la proximidad de la iglesia
estaba el mausoleo del padrino Sebastián, y un poco más alejado un espacio cuadrado
delimitado de construcciones de uso público: aserradero, cocina y comedor comunal (el
trabajo era de voluntariado y por aquel entonces había perdido mucho del espíritu con que fue
en su día proyectado), ahora sólo comían personas que estaban “de paso” y no tenían lugar o
casa de residencia estable; otras construcciones en los bordes de aquella plaza (la villa), bien
eran “logias” – (comercios) asociación de “moradores”, dispensario; bares evidentemente no
existían. Ellos, los mapienses, se solían disponer en círculos, agachados en cuclillas;
conversaban y tenían una increíble aptitud de escucha. El que tomaba la palabra se explayaba
“largando” sobre cualquier tema, a veces trivialidades, sin que los oyentes interrumpieran;
aquel invierno, 93-94, ni radio ni TV ni cines, hasta ni biblioteca.
Bien, nada más llegar, la persona queme “trajo” desde Río Branco, se desentendió de mí,
me indicó dónde estaba la casa de Paco de la Cal, el español que llevaba ya algunos años
residiendo allí. No tuve mayor dificultad en localizarla, casi todas las casas de aquella parte
estaban habitadas por castellanos parlantes, por lo que se la denominaba barrio latino.
Anecdóticamente, alguien me refirió que cuando el padrino Sebastián escuchó de
conversar entre sí a los chilenos, argentinos,… quedó estupefacto. Nunca había oído otro
lenguaje que el suyo propio, ignoraba el hecho de existir otros idiomas, ¿qué e ou que eles
falen? Preguntaba. La acogida, en líneas generales, fue cordial, fui “ben vindo”, llegué el
primero de un total de hasta once españoles que coincidimos en aquel festival de “natal”
(navidad). Muy poco después, llegó un grupo de seis: Esperanza, Michel, Mª Luisa, Calzado,
Paco Palau y un vasco de nombre Iñaqui, ¡como yo! Esta persona, al no encontrarse “bien” se
marchó muy pronto. Al despedirse dijo que se dirigía, en plan turista, a Perú: el valle de los
Incas, Machupichu, etc.; nunca más he vuelto a saber de él.
Después, una tarde, se presentó Ignacio Martín. En Mapia, era llamado Ignacio el de
España, así cual un personaje folclórico, “la Lola de España”; bueno bromas aparte, iba a su
aire cuando venía a la casa de Lilianne donde desayunábamos, comíamos y cenábamos el resto
de los españoles. A mí me producía la mala sensación de tratarnos con suficiencia. Jorge y su
madre, Nuria, precedieron a Adelf, que fue el último en llegar, del total de once españoles que
viajamos aquel festival (93-94).
Mi vida del día a día transcurría con naturalidad. No tuve problemas con el clima, menos
aún se me manifestaron los tan temidas “perevas”; en la casa de Paco de la Cal, me habilitó,
bajo la cubierta, un altillo desde donde todos los amaneceres escuchaba la algarabía de los
animales celebrando la llegada del nuevo día:
“Do santo poder de vida
Que fais tudo renacer,
Viva a Terra y viva o mar
Y viva o amanecer” (PADRINO ALFREDO)
En muchos aspectos de la vida cotidiana, retrocedía cual viajando en el tiempo, a los años
de mi infancia en un pueblo de Campo de Calatrava (C. Real) donde nací y me crié. La gente
aventaba el arroz, lo que causaba asombro a los “urbanos”, ¡en sus vidas habían visto de
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aventar! Se usaban palabras como SAYA (vestido o falda de mujer), calzas (pantalones) y otras
que eran habituales entre los campesinos de mi pueblo; la palabra pantalones ni se oía, pues
resultaba cursi para la gente de mi infancia. La evidente pobreza en que vivían muchas
personas tampoco me resultaba ajena. Los trágicos años del hambre, en la España de los
cuarenta, se me actualizó. Gracias a Dios en mi familia no pasamos hambre, frío, ni
necesidades acuciantes, pero sobrar no sobraba nada. Yo que fui el último en nacer, reciclaba
todo lo que mis dos hermanos mayores ya habían usado; los libros me llegaban en tercera
mano, la ropa diaria al crecer mis hermanos les quedaba “corta” y mi madre, bien recosida y
arregladica, me la endilgaba. Estaba en continua rebeldía, ¡deseaba tener mis propias cosas!
Estrenar lo que se dice estrenar, solo la ropa de “bonito” para los domingos y días de fiesta.
Bien, el grupo español estábamos distribuidos por casas, para las comidas nos reuníamos
donde Lilianne, allí conversábamos no sólo entre nosotros sino también con residentes de
Mapia. La casa de Lilianne era sitio de paso y por tal casi siempre había allí un ambiente
animado; otro sitio muy grato era la casa de Roberto Santagata y Fátima; realmente, en mi
caso, solo iba a dormir a la casa de Paco, pues vivían a mas de Paco, un tal Guillermo-
Argentino, y en “camboclo”, que hablaba muy poco; el Guillermo por el contrario era locuaz;
pero en líneas generales, el ambiente no lo encontraba acogedor, realmente los tres se
pasaban el día todo por ahí.
El colectivo de españoles asistíamos a todos los rituales – no nos perdíamos ninguno –
tanto en la iglesia como en la “casita de curas”, octogonal y muy pequeña, pero apretujándose
unos con otros cabían más seres de los que en una apreciación momentánea se pudieran
calcular. “Eu miraba muito” , aunque mi ánimo estaba más implicado en hallar una salida a la
empresa de Restauración, llevaba tiempo intentando – infructuosamente – salir de aquella
dinámica que absorbía las energías de mi vida; en lo “espiritual” ni subía ni bajaba, ni andaba
para atrás ni para adelante,… y los días, las semanas, los meses, los años se pasaban sin apenas
darme cuenta; prácticamente los primeros doce años en Granada fueron continuo trabajar,
trabajar y trabajar; mis meditaciones en los arcoíris, etc. sólo eran como la fábula del burro
que va tras la zanahoria que le han colgado delante. Bien, no voy a repetirme, ya he escrito
sobre estos mis inicios en los caminos de la espiritualidad y el firme propósito de hacerlos
compatibles con vida del día a día (en forma alguna he buscado nunca enajenarme de la vida
del común de las personas).
Después del “trabalho” de “concentraçao” del 15 de enero, salí de Ceu do Mapia,
desandando el camino: Boca de Acre, Río Branco, Río de Janeiro, fue aquí y en el Ceu do Mar
donde aún pude ir a celebrar el aniversario del Padrino Sebastián, ¡que diferente parecía todo
a la vuelta de cual fue a la ida!
Aterricé el 26 de Enero de aquel recién estrenado año de 1994 en Granada, hacía un frío
que pelaba; el socio y su hija se encontraban en cama, luego después de cincuenta días
ausente, tuve que retomar el hilo del trabajo por mí mismo. Realmente no hubo transición,
cual un avión de aterrizaje, así fue mi reincorporación a la cotidianeidad.
Es tan fuerte el poder de la rutina, que a las dos semanas, recordaba las vivencias pasadas
en tierras brasileñas como un sueño, como una película. Puede resultar poco creíble, a
cualquier profano, pero la inercia de lo cotidiano, es como una droga que adormece,
embrutece. De cualquier forma, las claves para ir, poco a poco, dejando la empresa, ya las
traje, ya tenía mi propia hoja de ruta y que inexorablemente se fue cumpliendo con el devenir
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de los días, los hechos se armonizaban para sin estridencias ir saliendo del viejo orden y con el
horizonte despejado disponerme a entrar a la nueva etapa de mi vida.
Aquel año – 1994 – cumplía los 50 años, a mí me quedaban 15 hasta la teórica jubilación,
luego hice balance de la pequeña fortuna que había ahorrado después de casi 30 años
currando, a veces en condiciones muy “difíciles”; administrando aquel reducido patrimonio
podría llegar a la jubilación y así vivir la vida que tanto había deseado, aunque es bien cierto
que era pardillo, en lo concerniente al “mundo espiritual”… ¡ya me iría enterando de lo que
costaba un peine! Pero no voy a adelantar acontecimientos. Cual Don Antonio Machado: paso
a paso, sorbo a sobo…
Séptima Crónica: El Daime llega a Portugal.
Ritual Daimista en Plena Floresta (selva)
De Febrero a Agosto de 1994, seis meses, mi casa estaba aún en el Albaicín y si quería
tomar Daime tenía que viajar a cualquiera de los tres puntos por entonces existentes en la
península Ibérica y coincidiendo con los tres núcleos de población más numerosos: Barcelona,
Madrid y Lisboa. Realmente los “tabalhos”” de Barcelona se celebraban en masías de la
provincia de Gerona, por la comarca de Bañolas, desde Granada casi 1000 Kms., sin obviar que
apenas si había autopistas, sólo tramos a las cercanías de las ciudades; luego era un largo
desplazamiento. Respecto a Madrid, el lugar era Alcohete, sitio mágico donde los haya, muy
próximo a Guadalajara; durante la edad media hubo allí un monasterio sufí. Cuando estas
tierras pasaron al reino de Castilla, los sufís mutaron en monjes Jerónimos – existían
perceptibles elementos constructivos de la cultura mudéjar en: bóvedas, arcos y otros
elementos decorativos; con la desamortización y después de pasar por diversos dueños llegó a
las manos de una condesa – o marquesa – a la que expropió el gobierno español, (desconozco
si fue durante la dictadura de Primo de Rivera o en la 2ª república); lo cierto es que para la
Guerra Civil, el 4º ejército republicano estableció allí su cuartel general, bajo el mando de
Cipriano Mera, anarquista, albañil y madrileño pues por méritos propios llegó a ostentar la
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graduación de general en el ejercito republicano. Con este breve resumen histórico, queda
probado que Alcohete tenía pedigrí (la palabra árabe alcohete se traduce por: al cielo).
Una noche de verano, en un viernes o sábado, y después del ritual, yo estaba “deitado” en
una colchoneta. Al exterior la gente sin prisas para regresar, se lo pasaba bien, “pitando”,
tocando guitarras,… la música llegaba a mis oídos y con ella viaje en el tiempo a la Alhambra de
Granada. Era uno más en aquella cultura tan refinada y tan exquisitamente sensible al: aroma
de las plantas, los ruidillos de las fuentes, la luz solar filtrada a través de las sucesivas celosías,
los mocárabes cual cuantos espaciales” tomaba plena consciencia que algún antepasado mío
había vivido allí en el periodo de la dinastía nazarí (Muley Hacen, su hermano el Zagal, su hijo
Boabdil y otros); la lectura, posteriormente del Manuscrito Carmesí (autor Antonio Gala) me
reafirmó en mi creencia – después de aquel “viaje”- que por cierta ley de causa – efecto, yo
estuviera profesionalmente tan vinculado a aquellos palacios de la Alhambra y jardines del
Generalife; con el tiempo llegarían otras experiencias. En cuanto a Lisboa, devino en ser el
grupo más afín. Allí conocía tres daimistas que por su edad y profesiones, sentía estar entre
amigos, pues en los grupos de Barcelona y Madrid no acababa de encontrarme. Incluso algún
daimista llegó a escandalizarme por el uso y abuso, no solo de “macoña” sino de otras
sustancias.
En mi peregrinaje por los tres santuarios daimistas de la península, andaba un tanto al loro
buscando un lugar de ciertas condiciones para cambiar de domicilio y salir del Albaicín, el sitio
no aparecía, bien por A ó por B, en esas ocurrió un hecho insólito y que por sí mismo merece
un apartado: “El viaje a Portugal”.
Una no muy numerosa comitiva acompañaba al padrino Alfredo: Capparelli, Rutilene, Teté,
¿Robervel? ¡En fin! Con precisión no recuerdo, al margen de los referidos, a nadie más. Salimos
de Madrid varios coches en dirección Salamanca, Guarda, Viseu, Aveiro y Oporto, donde en un
“povoadinho”, “perto” del aeropuerto vivía una comunidad hippy al frente de la cual había un
brasileño, quien se personó en Madrid para invitar al padrino Alfredo. La invitación fue
aceptada y por primera vez se iban a celebrar trabalhos del Sto. Daime en Portugal.
En Oporto comparecieron dos fardados de Lisboa, Alan y Adelino, informaron de que no les
había sido posible encontrar un sitio en las proximidades de Lisboa, ahí yo informe de un
“quintal” (finca) en la península de Setúbal (margen derecha del río Tajo); aunque con
exactitud describir no sabría y tampoco la persona a contactar conocía, no obstante en mi
agenda estaba el teléfono de un amigo de Villareal, a quien conocí durante el retiro Zen en
aquel “quintal”. Puestos Alan y Adelino al teléfono con el amigo de Villarreal, este facilitó el
teléfono de Armín, la persona que gestionaba aquella finca. Bien, el trabajo de Lisboa se
celebró; el padrino Alfredo quedó maravillado de aquel jardín Botánico y donde la Universidad
de Berlín trasplantó plantas del Amazonas para que los estudiantes de botánica pudieran hacer
prácticas sin hacer el larguísimo y costosísimo viaje a Sudamérica. La csa se remontaba a
principios del siglo XX, (periodo de la seringa).
En aquellos días, junto con la visita de estudiantes, y para ayudar a cubrir gastos, se
alquilaba para: retiros espirituales, encuentros de grupos, etc. Quien estaba al cargo era el ya
mencionado Armín, austriaco, ex cura católico que como misionero fue destinado a la selva
peruana, allí debió conocer el chamanismo, pues “colgó” los hábitos, regresó a Europa,
estableciéndose en Lisboa donde se casó con una portuguesa y creó una familia. Realmente
era lo que se dice “un ser encantador”. A sus conocimientos de música estudiada en
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conservatorios de su país, unía el haber practicado con los indios, la flauta y otros
instrumentos indígenas. El “mixturaba” el clasicismo con los sonidos indígenas, creando unas
“piezas” que grababa y vendía en Cds .Yo aún conservo uno de estos Cds.
Ya he dicho que el padrino Alfredo quedó gratísimamente sorprendido, no sólo de aquel
trozo de floresta en Europa, sino también de la persona de Armín y lo que el conllevaba, pues
había armonizado en su ser la “cultura clásica” con el “saber de la naturaleza”. Infelizmente,
hoy en día este lugar está profundamente degrado, tras de la construcción del puente “25 de
abril”, el núcleo tradicional de Lisboa se extendió por los pastizales de Setúbal y las
urbanizaciones se expandieron ocupando casi en su totalidad aquellas áreas antaño reservadas
a ganado y por tal poco pobladas.
Bien para concluir, el grupo daimista quedó constituido tras la visita del Padrino Alfredo; un
grupo del que me ocuparé más adelante, pues fui “observador” de su devenir hasta su
disolución, ¡no se prolongó mucho en el tiempo!
En este viaje, no todo lo que relució fue oro, seres desaprensivos/as se “encontraban” en
plan de gorrones, y ahí comencé a ir conociendo que en la viña del Señor de Sto. Daime había
de todo.
POST DATA
A un comentario de Tete de por qué no llegó el Daime a España antes que a Portugal, yo
escuché decir a Caparelli: “la ayahuasca fue la planta de poder de los Incas, entre estos y los
españoles existía…una cuenta pendiente….?
Con el tiempo, residí 8 meses en las cercanías de Sintra, y tuve noticias sobre el colectivo
que vivía cerca del aeropuerto de Oporto, al parecer vivían del tráfico de drogas.
El viaje de regreso a Madrid, fue “direitinho”, sólo una breve parada en Trujillo (Cáceres),
población está en que hice de cicerone, pues profesionalmente estuve muy vinculado, en mis
años de instituto de restauración, a trabajos en su centro histórico.
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Octava Crónica: principio del fin.
El verano se acercaba y los acontecimientos comenzaron a precipitarse. En pleno verano,
Capparelli y Tete vinieron- desde Río de Janeiro a Barcelona- se organizó viaje a Mallorca e
Ibiza. Muy animado vi otra posibilidad de estar con los brasileiros, y por tal me decidí a ir, uno
más, en aquella gira. La figura del gorrón, no podía faltar, realmente escapaba a mi
comprensión el que seres adultos anduvieran de forma tan irresponsable por la vida. Se
repetía la mala experiencia de Portugal: “el colgado y su madrina protectora”. Ahora estuve
alertado desde que empecé a ser “sugerido” asumiera el coste del viaje en avión: Barcelona-
Palma- Ibiza- Barcelona, del personaje en cuestión – uno solo. No acababa de comprender el
motivo por el que yo, responsable donde los haya, asumiera los costes de esa clase de
individuos.
En mis participaciones de retiros Zen, tanto en: Arco Iris de Miyo, Yiko Am (Alpujarras),
Desshimaru ó Ana Mª Schlüter (Zen cristiano), jamás pasé por semejantes situaciones.
Comenzaba a ver que mi reino no era de aquel mundo, ni qué mencionar me opuse a poner un
duro de mi bolsillo. A esto tengo que añadir, el haber escuchado indirectamente, frases como…
“haber cuando te mojas”… ¿Por qué yo estaba obligado a mojarme? ¿Por quién me habían
tomado? Me encontraba en un disparadero, la explosión se podía producir en cualquier
momento, solo faltaba la chispa que activara el detonador, pues la carga ya estaba dispuesta.
Esto ocurrió en una masía de la provincia de Gerona a la hora de pagar la participación. Yo
quise descontar un dinero que se me debía y ahí vino el escándalo: la persona encargada del
cobro, me desafió, amenazó e insultó pues dijo… “tú no tienes cojones”. ¿Qué pasó después?
Mi primer intento fue salir corriendo, pero una vocecilla interior me susurró participara en
el “trabalho”, ahí me vi como Lot y su familia cuando al salir de Sodoma y Gomorra, un ángel
les dijo: nadie vuelve la vista atrás, ya que quedará convertido en estatua de sal. Comprendí
que era irreversible para mí el camino emprendido, volver a Granada a la empresa de
restauración, era tan inviable como puede ser a un adolescente, por poner un ejemplo,
retornar a la infancia.
Hacia atrás, descartado, ¿pero dónde ir? El camino del Daime había perdido toda su magia,
pese a que mi corazón y mi sentir seguía siendo daimista, mi mente no estaba por comulgar
con tales ruedas de molino del dinero. Una vez la eterna copla: la cabeza va por un sitio y el
corazón por otro. Quizás, aunque no tenía plena consciencia aquellos días, ya puse un pie
fuera del Daime y NUNCA MÁS VOLVERÍA A PONERLO DENTRO.
Los años que siguieron, aproximadamente diez, y de forma discontinua, ejercí como “fiscal”
“olhando que se passaba” y confirmándome que el dinero había sido muy determinante en la
breve historia del Daime. Ya desde los últimos años de Reimundo Irineu Serra, quien pedia
salir de este mundo, según me relató cierto daimista, pues Maestre Irineo, veia las luchas de
poder soterrados, aguardando su tránsito, para lanzarse al control de Alto Santo y todo lo que
significaba la doctrina por el iniciada. Lo que fue viniendo, y en síntesis, es de sobra conocido:
La hostilidad para con el padrino Sebastián del clan de los Gómez (descendientes de
Antonio Gómez), con el señor Leoncio al frente y Doña Peregrina entronizada de
virgen y mártir (¡un montaje!)
Ante las propuestas del padrino Sebastián de “unirse” ¡que levante esa “bandeira”
en su casa! Fue la respuesta del Sr. Leoncio.
~ 34 ~
La bonita historia de: la defenestración de Fco. Fernández Filho (Teteo), la visión de
Luis Méndez, de salir de Alto Santo, cruzar la “estrada” – carretera- para unirse a
Teteo y crear una nueva iglesia; esta decisión del padrino Luis Méndez tiene una
connotación histórica que muy pocos han sabido ver.
Ya no era el Alto Santo y la colonia 5000 (¿ortodoxos y heterodoxos?), “había mais otra
iglesia”. En su momento hablaré o escribiré sobre el devenir del Santo Daime, pues procuraré
seguir el orden cronológico, siempre teniendo como hilo conductor mis propias vivencias.
Aquí termina este primer capítulo.
En Güejar Sierra a cinco de septiembre del año 2010.
~ 35 ~
CAPITULO 2 (DE LOS RELATOS)
Nº 1: Eurico, el amigo de Portugal.
Después del batacazo de Cataluña, verdadero punto de inflexión, ¿dónde dirigir mis pasos?
desde luego a Granada no, meterme allí en el rincón del villano lamentando mi mala suerte,
era lo peor que podía hacer. La providencia dirigió los acontecimientos y para el día de San
Antonio, “padroeiro” de Lisboa, ya me encontraba en el piso ó apartamento de Eurico, “perto”
del aeropuerto, pues la profesión del Eurico era la de controlador aéreo, ya experimentado,
pues como pude suponer el director del aeropuerto tenía en él su casi total confianza. ¿Quién
es Eurico? ¡Todo un personaje! ¿Una especie de Mourinho? ¡No! Pero sí hay algo en común. Lo
conocí en el “quintal de Sao Francisco” con ocasión de la ya referida visita del Padrino Alfredo.
Inmediatamente se produjo entre nosotros una simpatía recíproca, con el desenvolvimiento
de nuestra amistad, constatábamos haber pasado por situaciones un tanto semejantes.
Movilizado, en los tiempos del fascismo, para luchar en Angola contra los movimientos
guerrilleros. No tuvo otra ocurrencia de hacer públicas sus convicciones pacifistas en el
Portugal Imperialista de Salazar y Caetano: era peor visto que ser comunista. Realmente
siempre que estuvo movilizado, temía una bala perdida por la espalda. No lo harían porque
contendía con las emisoras de radio y muy pocos profesionales de su especialidad y capacidad
debía disponer el ejército portugués. Sintonizaba con las emisoras de la guerrilla,
interactuando y traduciendo sus consignas y mensajes. Al licenciarse – los reclutas
portugueses- estaban cuatro años en la “mili”, en tanto aquí en España, 18 meses. Bien sus
aspiraciones para piloto se vieron obstaculizadas, ya lo tenían en listas negras, luego hubo de
resignarse con ser controlador aéreo y al principio pasar por los peores destinos, los que no
quería nadie, pese a tener un brillante expediente. Después del 25 de abril de 1974
(Revolución de los claveles), militó en la INTERSINDICAL, potentísimo sindicato copado por los
comunistas (esto ocurría en las mismas fechas que yo frecuentaba el sindicato de la
construcción de la CNT en Madrid). Paso por la experiencia del matrimonio, divorciado, tenía
un hijo, ya adolescente, quien vivía con la madre en un pequeño pueblo del interior. En
realidad fue “bom” para mí el que me acogiera este- por entonces- buen amigo y me procurara
una vivienda en el área de Sintra, no obstante la mayor parte del tiempo lo pasábamos juntos
en su piso (apartamento) donde hablábamos de todo: lo divino y lo humano, repasábamos de
la "A" a la "Z", el abecedario todo. No pude pues aterrizar en mejor sitio. Fue la persona idónea
para con quién yo me “desahogara” de mis recientes frustraciones daimistas.
Nº2: mi estancia en Portugal. Junio95/ febrero 96.
El grupo daimista de Portugal, casi desde su inicio, fue una jaula de grillos mal avenidos. La
autoridad del comandante – Alan Romero- era cuestionable en base a su “amistad” con un tal
Adelino, a decir verdad constituían pareja de hecho, lo que por parte de ellos: ni ocultaban, ni
alardeaban. Una mujer ambiciosa (de nombre Leonor) dirigió sutilmente la trama de la
conspiración para defenestrar al comandante Alan y ponerse ella en su lugar. Casi todo el
colectivo femenino la apoyaba; en el caso de Eurico lo utilizó para después, una vez
conseguido su objetivo desentenderse de él, ¡usado y tirado! Bien, tras la asamblea de los
fardados, se acordó que en lo sucesivo habría dos grupos: uno comandado por Alan, el otro
~ 36 ~
por Leonor. En esas, la comitiva brasileña viajó a Europa, una representación portuguesa
compareció en Alcohete para dar información de su reciente asamblea. Cuando finalizó el
“trabalho”, Caparelli los estaba atendiendo y tomando noticia de lo que había. La aptitud de
Caparelli era la de ser conciliadores, pero en esas el padrino Alfredo salió – ya sin farda – y al
no haber sido previamente advertido por Caparelli, intervino diciendo literalmente que en el
Daime el centro es libre, por tal no pasaba nada porque en Portugal hubiesen dos grupos.
Resultado: Alan y Adelino, al quedar “socinhos” dejaron de realizar rituales daimistas, pese a
que viajaban a Río de Janeiro cuando podían. (Adelino era administrativo de la CIA Aérea
Portuguesa – TAP, transportes aéreos portugueses). No fue muy prolongado en el tiempo el
grupo de Leonor. Eurico se desentendió, y solo un tal Francisco – “un boncinho” asistía. El
Daime pasó por el firmamento portugués cual un meteorito. Por esas paradojas de la vida, en
la entrevista de los comisionados de Lisboa con Caparelli y con el padrino Alfredo en Alcohete,
yo fui testigo sin habérmelo, ni muchísimo menos, propuesto. Así pues, devine para la
posteridad, en ser cronista de lo acontecido en Portugal.
El tiempo pasaba, mi vida de jubilado prematuro no tenía sentido, no me acomodaba a vivir
apalancado. Por mi mente ociosa desfilaban mil y un proyectos: matricularme de historia en la
universidad de Coímbra, por poner un ejemplo, etc. También he de escribir que Portugal
(nuestros parientes pobres) es un país territorialmente cuatro o casi cinco veces menor que
España, en cuanto a población, la proporción es similar, pero en lo referente a complejidad e
intensidad de posibilidades……CINCUENTA VECES MENOR. Me aburría cual mono; el amigo
Eurico tenía sus ocupaciones: profesionales y familiares, lo que acrecentaba y ponía más en
evidencia el escaso sentido de mi día a día. Tomé, pues, una decisión: la de viajar. Para febrero
volaba hacia Madrás – en el sureste de la India; llevaba direcciones y personas con quienes
contactar en India. De esta forma finiquité la etapa o capítulo portugués. En cuanto a la
evolución de mi amistad con el tan referido Eurico, merece por sí mismo un capítulo aparte, no
solo por la mayor o menor intensidad de la que se passo, sino también por las enseñanzas que
conllevaron, creo que recíprocas, aunque hace tiempo no sé de él.
Nº3: Adeus (adiós) Portugal.
Si tuviera que hacer una síntesis del periodo de tiempo pasado en tierras portuguesas se
resumiría con la siguiente anécdota: una mañana Eurico y yo andábamos por el centro de
Lisboa y vimos el anuncio de una nueva película de KEVIN COSTNER. Comentamos la
conveniencia de ir a verla; yo alegué que había leído cierta crónica en que no se hablaba bien
de la película, entonces, Eurico se paró en seco, me miró fijamente a los ojos y literalmente
dijo: “es que todavía no te has dado cuenta que aquí no se habla bien de nada, este país es
triste, naturalmente envidioso, la envidia condiciona y determina los actos de este pueblo”. El
comentario viniendo de un portugués mereció mi atenta consideración, realmente alegría lo
que se puede entender por alegría no se percibe, es sutil, pero está ahí, a lo que también hay
que añadir cierto sentimiento antiespañol. Evidentemente, las nuevas generaciones, ya son
otra cosa, la “globalización” ha cambiado radicalmente la manera en que los jóvenes viven y
entienden la vida, tanto da en un país como en otro.
~ 37 ~
Nº4: viaje a la India. (febrero-abril 96)
¿Qué recuerdo ahora, catorce años y medio después? Suele ocurrir que se acuerda uno de
lo bueno, y lo menos bueno, queda relegado a los niveles preconscientes. Es cierto que nadie,
a poco sensible que sea, queda indiferente ante este inmenso país, un subcontinente,
diversidad de razas, idiomas, religiones, etc. y una historia que se pierde en las noches de los
tiempos. El avión desde Londres y antes de Madrás, hizo escala en Bombay. Así me propuse, al
regreso, ir al centro que en Poona (a 125 Kms) tenía y aún tiene la comunidad de Bhagwan.
Madrás, capital del estado Tamil, al sureste de la India, con sus cinco millones de seres, es en
todo y por todo otra Calcula, ¡en pequeña! Escasamente día y medio me demoré, lo suficiente
para ver que la realidad supera con mucho a las descripciones ó reportajes que desde nuestro
burgués occidente podemos ver. Es posible que la mala consciencia de nuestro pasado
imperialista tenga algo que explicar en esta manipulación de la realidad cotidiana. Desde ese
mismo aeropuerto, al ashram al que me dirigía, yo organicé el transporte con taxis
compartidos. Al atravesar las poblaciones, ya a la caída de la tarde, la gente paseaba por los
bordes de la carretera animadamente. En mi infancia esta costumbre existía en los pueblos
manchegos, las carreteras con los pocos coches que circulaban eran atractivas, ¡ver pasar a
personas desconocidas! No sé donde radica el atractivo, pero al personal y si es joven, esto le
encanta. El ambiente festivo con los tenderetes y puestecillos de café con leche, aromatizada,
pues ya me empezaba a enterar que había llegado a la tierra de las “especias”. La iluminación
eran unas carburas, para mí tan familiares, no sólo por la soldadura de oxiacetileno que había
en el taller de mi padre, sino también porque los terrones de carburo al ser económicos eran
frecuentemente utilizados para el alumbrado, donde no había o no había llegado la luz
eléctrica. Me reconfortaba este recorrido de lo visto en Madrás y aún más reconfortantes eran
“los recordatorios” de los años de mi infancia.
~ 38 ~
Nº 5: la llegada a Tirumnamalai
~ 39 ~
.
Maharshi Ramana
Arunachala – Tirumnamalai y estado Tamil (India)
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Evidentemente no me presenté allí sin más. Previamente lo solicité, con la respuesta ya se
especificaba sucintamente, las reglas que regían la estancia en el ashram, muy bonito y con un
enorme parecido al Generalife: jardines, bancales, fuentes, surtidores, edificaciones dispersas
entre la vegetación, llevando en ventaja al monumento granadino, la vida que daban los
animales: pavos reales – algunos blancos- una numerosa colonia de monos domesticados, que
“pululaban” de árbol en árbol, sus monillos, al igual que los cachorros de los perros, se
acercaban a las personas, los monos adultos les regañaban. La primera impresión no pudo ser
mejor. Me alojé en una sencilla casita de planta rectangular, en forma cúbica pues su
cubrición, como casi todas las casas, era en terraza. Se accedía a través de una cancela al
vestíbulo, a la derecha la 1ª puerta daba a un cuarto y la 2ª a otro (el que yo ocupé); en la
primera estaban dos viejicos (SWAMIS). A la izquierda del vestíbulo, su pared era una celosía,
de tal manera que se podía estar en el vestíbulo: leyendo, meditando, viendo el exterior pero
sin ser visto, oyendo música… La habitación más sencilla no podía ser: cama, mesa, silla,
esterilla de paja de arroz, una alacena con repisas, ventana para iluminar y que daban al
jardincillo interior donde estaban las tumbas de unos bienhechores del ashram (en India al
igual que en Inglaterra, los cementerios y las tumbas están próximos a las poblaciones y las
casas). Bien, para terminar la descripción, al fondo una puerta comunicaba con el aseo: placa
turca, brazo de ducha, lavadero (pila) que tanto servía para lavar ropa o lavarse las personas. El
pavimento era terroso, pero tan regado y batido que parecía como si fuesen baldosas de barro
o cerámica. Las paredes y el techo, encelados (en el aseo, el pavimento cemento roleteado
para evitar resbalones y las paredes pintadas de plástico). Supuse que la habitación de los
SWAMIS sería igual, y… suponía acertadamente. Ni que hacer alusión al silencio, solo alterado
por los monos cuando gesticulaban entre ellos o los pavos reales a la puesta del sol.
Aconsejaban no guardar alimentos en la habitación, su olor atraía a los animales, y tener
mucho cuidado en cerrar las puertas y ventanas, si los monos entraban, literalmente hacían
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trizas todo. Las comidas, en horarios fijados y en el espacio destinado a tal, no me atrevo a
llamarlo comedor; los aproximadamente cien visitantes – casi todos occidentales – nos
sentábamos en el suelo (posición de loto el que podía y quien no se acomodaba a su aire), los
platos unas hojas de higuera muy grandes, el cubierto, los dedos. La comida, grandes
cantidades de arroz cocido y una pizca de salsa, pero que te hacía ver las estrellas de lo que
picaba (según tengo oído, las especias picantes son buenas para adaptar el organismo humano
al calor); los postres: fruta y derivados lácteos (las vacas, muy cuidadas, dan leche en
abundancia, por tal y para su aprovechamiento, son expertos en fabricar manual o
caseramente: yogures, quesos, cuajadas, etc. ¡muy ricos! Quienes nos servían los alimentos
eran los mismísimos SWAMIS, ayudados por un viejico y caldero en mano, pasaban por entre
las filas de los comensales, depositando cucharones de arroz en las hojas de higuera. El viejico,
siempre sonriente, ponía al lado del arroz la salsa (de tan poca que ponía que parecía comida
de muñecas, pero eso sí, un poco de salsa compensaba el montón de arroz). Los swamis hacían
este servicio con humildad, aunque para nosotros los occidentales, siempre tan críticos, lo
veíamos más como “una puesta en escena” que cual genuina humildad de cualquier manera, y
para el caso, daba igual.
Desde el amanecer se iniciaban las ceremonias, prácticamente ininterrumpidas en tanto
había luz solar, y al anochecer, ni un alma circulaba por los caminos. Para mí, el recogerme tan
temprano, me desvelaba y pasaba la noche toda despierto. En esas tomé la “mala costumbre”
de salir fuera del ashram, los casi cuatro kms que había de distancia hasta la población,
estaban concurridos de tenderetes y puestecillos donde se vendían todo tipo de cachivaches,
artesanía, etc. ni tampoco faltaban los ambulantes puestos de café con leche. Realmente el
ambiente semejante al de cualquier zona turística del Mediterráneo, los nativos
entremezclados con hippies (de dinero), una terraza con música sufí de ambiente por aquí,
otra por allí… al regresar al ashram, los swamis con quienes compartía casa, habían echado la
llave en la cancela, ¡no podia entrar! Iba a la ventana de su habitación: toc toc… “please, open
the door”. Lo hacían refunfuñando y por más que rogase no echasen la llave, no había manera
de convencerlos, y no es que no entendían ni parco inglés, lo que no comprendían es que hacía
en un lugar de silencio y recogimiento si por las noches me “iba de picos pardos”. Bien, esto
terminó siendo de conocimiento de la administración y por medio de un mexicano residente,
se me “dio un toque”.
ANEXO
El año 1937, y en su viaje a la India, Lanza del Vasto, visitó el ashram de Maharshi Ramana.
En su libro “Peregrinación a las fuentes” (editorial Seix Barral), literalmente dijo: …”y es que ya
se lo que quiero saber: este aire no es el que pide mi pecho. Hay en mí una inquietud cristiana,
que aunque renqueante, me parece preferible a la serenidad perfecta que plasma este
modelo” apartado 33. Para finalizar he de escribir que personalmente no conocí al gurú o
santón, ya había salido de este mundos años ha, pero el ashram en su conjunto me causó muy
buena impresión, tanto por su belleza formal, limpieza, silencio, orden, discreción y respeto
hacia los visitantes, ¡en las antípodas de Mapia!
Todos los plenilunios, ya desde el atardecer, se iniciaba la peregrinación alrededor de la
montaña sagrada de Arunachala (casi todos los ashrams están en sus laderas), la longitud de
este circuito espiritual es de unos 12 kms. Los nativos iban en grupos: familiares, amigos,… yo
lo anduve con unos cuantos argentinos (de Córdoba). Pequeños altares y capillas de las
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devociones más variadas estaban en los bordes del camino de circunvalación. En ellos se
detenían los devotos, cantando, recitando mantras, quemando incienso, arrojando pétalos de
flores,… (Yo me preguntaba de dónde sacaban tantas flores). Lo ideal es que la peregrinación
durara la noche toda, iniciar con la puesta de sol y terminar al amanecer al final, bien en
restaurantes o comprando la comida en puestos ambulantes, se atiborraban antes de ir: unos
a sus ocupaciones, otros a dormir… y ¡hasta la próxima! El ambiente era animado y
bullanguero, un poco como nuestras romerías. Pasé allí algo más de dos meses, salí con la
intención de volver. Han pasado casi quince años y aún no lo he hecho.
Nº6: Bhagwan. Shree Rajneesh
Ashram de Bhagwan en Poone (India)
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El viaje desde Madrás hasta Bombay pude haberlo hecho en avión. Preferí el tren, así
conocía un poco el país; la distancia 1200 kms, equivalente a la que puede haber entre Alicante
y La Coruña. El tiempo que duró el recorrido, 23 horas, casi un día, la experiencia no voy a
contarla, pero al llegar a la estación de Puna, era el primero en bajarme del tren, si dependía
de mi voluntad, ¡nunca más subiría a un tren en la India! (Poona) Puna, a 125 kms de Bombay,
se encuentra en un fértil valle, fue para las marajás que gobernaban el reino de Bombay, algo
así lo que significó Versalles a París ó la Granja de San Ildefonso a Madrid en la época de los
primeros borbones. Los ingleses construyeron mansiones de estilo: neoclásico, neo esto y neo
lo otro que te quedabas lo que se dice de boca abierta, con jardines y cuidadísimos céspedes
rodeándolos. El barrio colonial, muy extenso, ya explicaba aquella frase: LA INDIA ES LA JOYA
DE LA CORONA, ¡se lo montaron bien los ingleses! Aquí es el lugar que escogió BHAGWAN para
establecerse a su forzado regreso de Europa y Estados Unidos.
Al ashram no se accedía así como así. Lo primero que te pedían en el hall o amplio vestíbulo
de recepción era “el certificado sanitario”, si no lo tenías, ellos mismo te lo hacían de un día
para otro, tomaban un poco de sangre. En lo referente a los controles sanitarios había un rigor
muy grande. Para residir, te ofrecían una amplia gama de: hoteles, residencias, apartamentos,
casas compartidas, etc., y de los precios más caros a los más asequibles. Obviamente los
castellanos parlantes no teníamos problema pues: españoles, mexicanos, puertorriqueños,…
se encuentran por donde quiera que uno vaya. Total para doce días que disponía escogí un
hotel no muy caro en las proximidades del ashram. Por el interior sólo se podía deambular con
ropajes orientales: chilabas, túnicas,…, la verdad es que en los climas cálidos son muy
agradables estas prendas. El dinero, se cambiaba en la recepción por unos “vales”, por el color
se sabía su equivalencia en valor monetario. Las comidas, autoservicio, higiene al máximo. En
lo referente a qué hacer una vez dentro pues el vagar por vagar, no es que estuviera prohibido
pero “te sugerían” te inscribieses al participar en algún “curso”; yo lo hice en uno de VICHARA,
éramos algo así como 40 personas, de los más heterogéneas nacionalidades: finlandeses,
japoneses, árabes,… prácticamente ocupaba el día todo, luego los 12 días se pasaron en un
“pis-plás”. Ya he escrito que el anterior ashram que visité tenía un parecido extraordinario con
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el Generalife, aquí yo lo he descrito algo así tal el WALT DISNEY de la espiritualidad. El BUDA
FIELD, fue construido por alemanes – sannyasins de Bhagwan – la cubierta similar a la del
estadio olímpico de Múnich, sus bordes o aleros a 4 ó 5 mts. del suelo, producían una
impresión aérea, como el estar flotando; de sus cúspides brotaban surtidores de agua que al
llegar a los bordes o aleros caían hasta el terreno formando cortinas de agua, desde el interior
y al mirar hacia el exterior, la abundante vegetación tropical vista a través de la pantalla de
agua era realmente para ser experimentado, por muy bien que se trate de describir la
descripción queda corta. El piso, de mármol impecablemente blanco, sin el menor veteado.
Con la breve descripción del buda-field, está dicho todo, el resto: más de lo mismo. Aquel
derroche de dinero, escandaloso y totalmente en las antípodas de: Vicente Ferrer, la madre
Teresa de Calcuta; bien cada cual que juzgue por sí mismo. Ya hace tiempo he transcendido
esas comparaciones ó emitir juicios sobre los líderes espirituales.
Por las mañanas, en el buda-field, actuaban grupos de líneas espirituales invitados,
coincidiendo con mi estancia había unos derviches de Turquía; la asistencia era libre, pero los
asistentes ó espectadores mantenían una educación espiritual realmente ejemplar. A la caída
de la tarde, se pasaban las charlas de Bhagwan – ya había muerto, desencarno “precisamente”
el mismo día, mes y año que el padrino Sebastián – sus seguidores o sannyasins, asistían
vestidos de blanco – ellos y ellas; y una vez terminada la ceremonia, había a manera de
“celebración” un tiempo danzando al ritmo de músicas compuestas por los propios discípulos.
Algunos músicos bastante aceptables sobre todo si se comparan con la música de las radios
comerciales, cadenas de: onda cero, ser, copes,… tomé noticia que en la sangha había un
porcentaje altísimo de titulados: ingenieros, arquitectos, licenciados en: medicina, etc.
¿Quién realmente fue BHAGWAN SHREE RAJNEESH? Un ser polémico, si la menor duda,
para la mente occidental. Para mi apreciación, tenía “cosas” en común con Gandhi: ambos
hindús y muy conocedores de la cultura occidental), asimismo al salir de este mundo al tiempo
que el padrino Sebastián, es, cuando menos simbólico, ambos vinieron a coger “el rebaño que
les tocaba”; los gobiernos europeos saben muy bien, que Bhagwan, acogió a tanto y tanto ser
extraviado después de la “explosión del LSD”; aquellas criaturas, casi todos ellos gestados y
concebidos durante la postguerra (años 40) eran hijos del sufrimiento. Después del LSD casi
todos carne de psiquiátrico. ¿Por qué salió de su país? Pues parece que la Indina Gandhi, mujer
atea donde los haya, lo quiso utilizar como reclamo de turismo espiritual (recordar a los
Beatles), el que de tonto no debió tener ni un pelo, se vio en la disyuntiva de : o plegarse a las
manipulaciones de la todopoderosa familia Gandhi o salir al extranjero, optó por lo segundo.
Después de recalar unos años en Europa, especialmente Alemania (en España hubo dos
discotecas de sus seguidores abiertas, una en Ibiza y la otra por la calle Arturo Soria de
Madrid); saltó de Europa a los Estados Unidos, de donde fue expulsado por el gobierno
norteamericano (Reagan). Ningún país occidental lo quiso acoger: Gracia, Irlanda, España,
Uruguay…, la presión fue muy fuerte. Hubo pues que regresar a la India, creo que la Indira
Gandhi ya había sido asesinada, cuando su regreso.
La opinión generalizada sobre las razones de su persecución, los más de los que han
estudiado y analizado ese “hecho”, coinciden que Bhagwan se complicó él solico la vida. En las
charlas que daba a sus seguidores largaba sobre el VATICANO y no precisamente refiriéndose a
los Papas del Renacimiento (los Borgia) sino a los Papas del siglo XX. Pio XII, con su silencio
cómplice del holocausto Pablo VI, las presiones y chantajes referentes a una supuesta
homosexualidad, por parte de cierta curia, que trató de impedir su elección al morir Juan XXIII.
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Evidentemente a Bhagwan le traía sin cuidado la sexualidad de ningún Papa, en lo que él
ponía especial énfasis es en la existencia de grupos de presión vaticanos y que, sin escrúpulos,
utilizaban cualquier supuesta debilidad de quien no les interesaban para hacer chantajes. Ante
este estado de noticias, que expandía desde su comunidad en Arizona, el entonces secretario
de estado: Cardenal Ratzinger (hoy Benedicto XVI), telefoneó a Reagan: la Iglesia Católica
Apostólica Romana, no puede permitir que se hagan públicos ORBI EST ORBI “ciertas cosas”,
este hombre hay que acallarlo, ¡tenemos que negociarlo! Las clausulas de aquella negociación
se desconocen, pero los efectos no se demoró demasiado tiempo en ser evidentes: SU
EXPULSIÓN del AREA de INFLUENCIA OCCIDENTAL. La Iglesia Católica, fue un enemigo que
menosprecio, quizás debió haber leído antes el quijote: ¡SANCHO CON LA IGLESIA HEMOS
TOPADO! Los medios mediáticos, como hoy se dice, se encargaron de dar una imagen
distorsionada “el gurú del sexo”, las revistas sensacionalistas (tipo interviú), escribían de una
forma morbosa, sobre la vida en sus comunidades. En mi corta estancia en Puna, compré en la
tienda que tenían, libros y casetes, de estos unos 40 con sus charlas grabadas en un inglés
académico y relativamente fácil de entender una vez que se le “coge el tranquillo”. A lo largo
de estos años, aquí en mi casa, los he escuchado repetidamente y he llegado a formarme mi
propia opinión. Por último, sólo hacer una breve referencia a que los que hicieron su vida
difícil, no pasaron por este mundo, sin pagar, un poco, el mal que hicieron:
La Indina Gandhi, abatida a tiros por los chiís de su guardia personal
pues profanó el santuario chií, autorizando la entrada del ejército. El Reagan,
una de sus hijas le salió rana y publicó un libro diciendo cosas tales como:
usaba más cremas y ungüentos que cualquier mujer.
A su mediocre talento de actor se unía tal falta de carácter, que en la
vida familiar quien “tenía puestos los pantalones” era la Nancy, mujer que no
se cortaba lo más mínimo en menospreciarlo delante de los hijos, ya desde la
infancia.
Pues bien, en que se diferencian estos tiempos a los de la decadencia del Imperio Romano
donde llegaban a emperadores tipos como Nerón, ó Calígula, por citar dos ejemplos. El
Benedicto XVI, con su pasado en las juventudes hitlerianas, las chorradas que dice en las
declaraciones que hace, han motivado un clamor en amplios sectores del catolicismo y no sólo
reconocidos teólogos, que tienen serios temores de hacia dónde va la barca de Pedro… y eso
que aún está por ser escrita y divulgada, la vida y milagros de este Papa, personaje feo con
ganas. Te lo encuentras una noche en cualquier calle de poca luz y te llevas el “susto de tu
vida”. Una amiga que ha estudiado y practicado mímica en grupos de teatro, me comentó en
cierta ocasión que este hombre no es espontáneo, todos sus gestos son estudiados, y de una
comicidad patética. Bien para concluir esta breve panorámica de Bhagwan y sus sannyashines
– discípulos – estoy convencido que los poderes facticos occidentales crearon mediáticamente
una imagen tan distorsionada y especialmente poniendo énfasis morbosamente en el sexo,
que por reiteradamente escuchada acaba por ser más verdad que la verdad misma. La
juventud europea de la generación del LSD fueron concebidos por padres supervivientes de la
segunda guerra mundial, “los hijos del sufrimiento”; a esto hay que añadir el que
genéticamente llevaban el puritanismo de sus ancestros, luego lo que Bhagwan encontró
fueron seres real y profundamente enfermo; era pues prioritario el “curarlos”. Actualizar el
tantra aquí en Occidente, no fue ni más ni menos que una terapia momentánea, pero que
“escandalizó” a la hipócrita sociedad, y esto de escandalizarse solo superficialmente. La causa
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última de su expulsión del “paraíso occidental” no fue la moral sexual sino los análisis a la
multinacional vaticana, tan cómplice con los poderes temporales. ¡Con la Iglesia hemos
topado, amigo Sancho!
Nº7: mi segundo viaje a Sudamérica.
A mi regreso de India, el siguiente paso a dar era el de participar en un ritual chamánico,
pero al margen del Daime. Un artículo de prensa me dio a conocer la existencia de un libro
editado por GAIA en el cual un “viajero” narraba sus vivencias y daba contactos con chamanes
americanos (autorizado). Contacté con un tal Valentín en Quito (Ecuador), no obstante el viaje
se demoró medio año. Mi padre, con casi 92 años, entró en fase terminal de su nada
convencional vida; falleció el día 16 de Agosto (su onomástica) y tuve que asumí el “arreglar”
todos los “papeles” inherentes a su muerte: reparto familiar de la escasa herencia,… Para el
día de todos los Santos ya me encontraba callejeando por Quito, bellísima ciudad, protegida a
poniente por los Andes, un clima peculiar, y una avenida: las Amazonas, increíble “rua” donde
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es posible encontrar hasta las cosas más inusitadas, ni que decir que el personal que
deambulaba y se sentaba en las terrazas de “la Amazonas” era verdaderamente variopinto:
japoneses (en grupos), norteamericanos – gringos en todo el sentido de la palabra – españoles
– omniscientes donde quiera que uno vaya – etc., etc.
Valentín, no aparentaba la edad que tenía, unos tres años mayor que yo. Había nacido en
Viena, médico de profesión, entró en el mundo de la espiritualidad por la brecha del LSD; buen
conocedor de casi todo lo concerniente a aquella explosión que sacudió los cimientos de la
burguesía occidental. Levantó el vuelo de su Austria natal y después de dar tumbos de aquí
para allá: México, California, … , encontró a “su maestro”, un chamán peruano, perteneciente
a una tradición que no tenía nada que ver con los incas. Vivía en un pueblico de la periferia de
Quito, la vivienda, sencilla, con un jardín delantero y un amplio patio posterior, fue el sitio
donde participé en mi primera “sesión”. La planta de poder: tabaco macerado en alcohol, que
le facilitaban unos indios amigos suyos; los participantes, además de yo, un matrimonio mayor
que resultó ser el embajador de su país para Venezuela, Colombia y Ecuador y que residían en
Bogotá, sede de la embajada de Austria. En Quito y Caracas estaban los consulados. Esta
peculiar pareja regresaba de un viaje a las islas Galápagos; él, el embajador, hombre
extraordinariamente culto, se enrollaba hablando de esto y de lo otro, lo indignante era que el
Valentín le daba “cuerda”, yo me preguntaba ¿qué pinto aquí?, sorprendentemente hablaban
en español; ella, la embajadora, una mujerona que en todo momento me pareció una niña
grande, bondadosa natural, con su acogedora presencia maternal atemperaba el parloteo de
los otros dos hombre. Por fin, se inició el ritual propiamente dicho, pese a que la “sustancia” ya
hacía más de dos horas que la habíamos ingerido. Mereció la pena la experiencia. La música
eran unos cantos indígenas grabados en casetes y que contaban los pueblos precolombinos, en
sus “encuentros”. Sentí en mi pecho el vigor de los siux, cheyennes, …, sus cabalgadas por las
praderas; fue la primera vez, andando el tiempo aún había de vivir otras dos vivencias y de los
que en su momento escribiré. Pocos días después, supe por Valentín – católico practicante,
que los pueblos precolombinos rechazaban el cristianismo y no aceptaban la presencia de
cristianos en sus rituales. Me sorprendió, a estas alturas, llamar genocidio a la llegada de los
europeos a América, está muy cuestionado. Fue el encuentro de dos culturas, ¡tiene que
ocurrir en el devenir de la humanidad! Y en lo referente a los conquistadores españoles, lo que
encontraron fue a tres imperios ya en su fase decadente y corrupta (Incas, mayas, Aztecas).
Los españoles ejercieron de ser sus apocalipsis, por otra parte, profetizados. (es interesante
conocer las hipótesis del escritor peruano, Mario Vargas Llosa, respecto a los Incas; como un
imperio estimado en 25 millones de seres, se derrumbó ante la presencia de un “puñado” de
conquistadores, Pizarro y compañía no rebasaban los trescientos, ocurrieron cosas
extraordinarias, no ordinarias.)Vergas Llosa basó sus hipótesis en documentos archivados en la
Universidad de San Marcos de Lima y correspondientes al primer periodo colonial. El tiempo
ha confirmado que parte esas hipótesis fueron hechos ocurridos ciertamente. El segundo
ritual, en Vilcabamba, un valle entre los Andes y la selva, el clima primaveral todo el año y el
lugar donde residimos,un conjunto de cabañas dispersas por la campiña, se alquilaban al modo
de turismo rural. Alrededor de un fuego, solo, tomamos “peyote”, bajo las estrellas, sentí ser
uno con el firmamento, ¡muy bonita aquella noche! Iba de menos a más. El tercer ritual, ya se
hizo tomando como planta de poder “la ayahuasca”, razón de ser de este mi segundo viaje a
Sudamérica (tres años después del primero). No estábamos solos, se añadió una pareja un
tanto hippie. Alrededor del fuego, tomé conocimiento de la respuesta a la “búsqueda” en que
estaba mi ánimo. El universo de la ayahuasca, para mí se hizo accesible a través de “la puerta”
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Por los caminos de la espiritualidad

  • 1. ~ 1 ~ Luis Bados Ramírez Por los caminos de la espiritualidad Güéjar Sierra (Granada) Verano 2010
  • 2. ~ 2 ~ ÍNDICE Prólogo EL UNIVERSO DEL ZEN - Artículo aparecido en el nº 872 de la revista Triunfo (Octubre 1979) - Zen cristiano (Zendo Betania). Maestra: Ana Mª Schlüter Rodes - Otros maestros Zen: Hogen – Deshimaru –Thich.Nhat.Hanh - Anexo: - Zen y anarquismo EL UNIVERSO CHAMÁNICO Capítulo nº 1 (de las crónicas) Primera…………………………………………………………………… De los inicios Segunda …………………………………………………………………… La 1ª llamada Tercera……………………………………………………………………. El Santo Daime Cuarta ………………………………………………………………………Primer viaje a Sudamérica Quinta………………………………………………………………………La selva del Amazonas Sexta………………………………………………………………………..En Ceu do Mapia Séptima…………………………………………………………………..El Daime Llega a Portugal Octava…………………………………………………………………….Principio del Fin Capítulo nº 2 (de los relatos) Nº 1…………………………………………..Eurico, el amigo portugués Nº2……………………………………………Mi estancia en Portugal (Jun. 95/Feb. 96) Nº3……………………………………………Adeus (adiós) Portugal Nº4…………………………………………..Viaje a la India (Feb. /Abril 96) Nº5…………………………………………..La llegada a Tirunnemalay Nº6…………………………………………..Bhagwan Nº7………………………………………….Segundo viaje a Sudamérica (Nov.96/Enr.97) Nº8………………………………………….Dos años que pasaron sin pena ni gloria: 97 y 98 Capítulo nº 3 (continúan los relatos) Nº1………………………………………La aventura de Tarifa
  • 3. ~ 3 ~ Nº2……………………………………..Regreso a Mapia Nº3…………………………………..Mais una vez Mapia (Otra vez en Mapia) Nº4………………………………….Nuevo Milenio Nº5………………………………….Apreciaciones al festival Nº6…………………………………El hombre propone y Dios dispone Nº7…………………………………El último intento Nº8…………………………………El hijo prodigio y las cabañas Nº9……………………………….. (Comentarios de algunos padrinos). Ya en retirada del universo daimista. Apartados Especiales Construcciones de la Iglesia de San Juan en la finca de la Berciana. Cap.: I,II,III y IV Anexo: resumen de las similitudes entre: “la irmandade daimista” y la comunidad del zen cristiano.
  • 4. ~ 4 ~ ANDANZAS DE UN GUERRERO POR LOS CAMINOS DE LA ESPIRITUALIDAD. Prólogo. A todos aquellos que se inician por los caminos espirituales, les aconsejo (por propia experiencia) que sean extremadamente prudentes, pese a que es bien cierto que nadie escarmienta en cabeza ajena: gurús tramposos, farsantes (lobos disfrazados de corderos), salidos sexuales, andan pululando por esos caminos al acecho de ingenuos/as. ¡Por sus hechos los conoceréis! * Una mañana antes del día, que era uno de los más calurosos del mes de Julio, se armó de todas sus armas, subió sobre Rocinante y por la puerta falsa de un corral salió al campo…. (D. QUIJOTE DE LA MANCHA) MIGUEL DE CERVANTES. ¿Por qué escribo estas líneas? Pues porque terapéuticamente viene muy bien y porque… “caminante no hay camino, se hace camino al andar y al volver la vista atrás se ve la senda que nunca jamás se ha de volver a pisar…” (CAMPOS DE CASTILLA) ANTONIO MACHADO. ¿A quién van especialmente dirigidos? A aquellos nacidos y criados en familias trabajadoras, donde lo poco conseguido ha sido con esfuerzo y sacrificio, auténticos viveros de idealistas animados por el ideal de una vida más justa; nada que ver con “iluminaos”-“colgaos” encostados a partidos políticos ni curias religiosas. “A mi trabajo acudo y con mi dinero pago el pan que me alimenta y el lecho en donde yago… Y cuando llegue el día del último viaje….” (ANTONIO MACHADO) Hay de los que escandalizarán a alguno de estos pequeños, más le valdría le ataran a una rueda de molino y lo arrogaran al fondo del mar. (JESÚS DE NAZARET)
  • 5. ~ 5 ~ SOBRE EL ZEN
  • 8. ~ 8 ~ ZEN CRISTIANO (ZENDO BETANIA) Ana María Schlüter Rodes (Kium Roshi) Zendo Betania Brihuega (Guadalajara) Capítulo a En el tardofranquismo, Triunfo, publicación antirégimen, pese a su “ateísmo”, dedicaba en todos sus números un artículo a temas religiosos – especialmente críticos con el catolicismo español (su moral y jerarquía), y casi siempre firmados por el eminente teólogo D. Enrique Miret Magdalena. Con el proceso aperturista de los años setenta (recuérdese aquellos ministros europeístas) la revista fue perdiendo un poco su razón de ser, hasta su desaparición a poco tiempo después de la muerte del dictador. En uno de sus últimos números insertó un trabajo periodístico sobre un grupo de personas que practicaban ZAZEN, en una casa de espiritualidad en Los Molinos – sierra de Guadarrama – ya en el año 1980 ¡sentí la llamada! Ni corto ni perezoso inicié las pesquisas hasta conectar con la persona responsable y ahí es cuando conocí a Ana María Schlüter Rodes, mujer singular que a estas alturas de mi vida tengo certeza de que ha hecho historia en la vida espiritual de este país del último medio siglo. Ana María, hija de padre alemán y madre catalana, ya en sus circunstancias familiares parece predestinada, nacida antes de la guerra civil española, pasó los años de su infancia indistintamente en Alemania y España, si había guerra en un país, se iban al otro… Licenciada en filosofía por la universidad de Barcelona, amplió estudios y se doctoró en universidades alemanas y holandesas, precisamente en Holanda, entró a formar parte de una congregación religiosa, algo así como monjas seglares, mujeres comprometidas con la problemática social; traductora en el Concilio Vaticano II, secretaria de una asociación de vecinos en un barrio
  • 9. ~ 9 ~ madrileño, etc. Su llegada Zen fue a través del jesuita alemán padre H.M. Enomiya - Lassalle, este hombre destinado a Japón llegó a ser “maestro zen”. Viajaba a Europa, donde impartía retiros zen, y en uno de ellos, Ana Mª pagó su asistencia ejerciendo de intérprete. Bien, con esta resumida introducción, termino mi presentación. Quien pueda estar interesado en saber más, puede en la página web ampliar sus conocimientos sobre el zen cristiano, adscrito a la línea SOTO (una de las dos líneas japonesas: RINZAI y SOTO) aunque autónomo. ( secretariado@zendobetania.com ó anamariaschluter@zendobetania.com). Escribo sobre esta comunidad ya que mis primeros pasos fue asistiendo a un sesshin en Los Molinos, allá por el lejano verano de 1980; obviamente dadas las circunstancias de mi vida en aquellos años, todavía no era llegado el momento, después vendrían los arcoíris, etc. Precisamente Ana Mª fue contemporánea de aquella insólita comunidad pseudohippy y se da, como pocas veces ocurre, aquel relato de la “cigarra y la hormiga”, los cigarrones del Arco Iris terminaron cual el rosario de la aurora, Ana Mª lentamente fue, paso a paso, hasta la realidad que el día de hoy, unos treinta años pasados, es el zen cristiano: La sangha más numerosa de occidente Ella, Kium Roshi, más tres maestros nombrados y más dos maestros asistentes (todos españoles) Retiros (sesshines) en casi todas las comunidades y principales ciudades: Salamanca, Sevilla, Granada, Murcia, Valencia, Tortosa, Barcelona, Lérida, Gerona, Palma, Manacor, Zaragoza, Tudela, Bilbao, Vigo, ha transcendido los límites nacionales llegando a: Argentina, Ecuador, El Salvador y México; proyectos y ayudas en: Filipinas, India, El Salvador,… Al fin de este escrito hago relación de los libros escritos que edita Zendo Betania, sin obviar su asistencia en……………….. He de poner especial énfasis que Yamada Kuon Rossi fue el maestro de Ana Mª, ella en Kamakura (Japón); pasado cierto tiempo, la sangha del zen cristiano, decidió marcar distancias con los japoneses, nada de “tragar” con purismos, etc. El Zen llegó a occidente (Europa y América) procedente de Japón; ha sido “vendido” por ciertos maestros como genuinamente japonés, ¡falso! Históricamente, Setyamum Buda llegó a China desde India (Nepal), de China trascendió a Japón, Corea, Vietnam,… En el inmortal Quijote, se dice aquello: en todas las casas cuecen habas y en la mía a calderadas, viene a cuento esta frase, porque durante la 2ª guerra mundial muchos monasterios zen fueron virtualmente viveros de kamikazes y no escasearon maestros zem comprometidos con la política imperialista genocida del Japón nazi. Providencialmente, no todos, la esencia del zen, no contaminada abrió la puerta a: no budistas, orientales, no orientales, mujeres, hombres, gnósticos, una vez más aquello de que ni judíos ni gentiles, todos hijos de de Dios. En esta línea se hunden las raíces del zen cristiano.
  • 10. ~ 10 ~ Capítulo b El padre Lassalle, abrió el camino, en Los Molinos, Aranzazu y otros lugares donde había casas de espiritualidad; después continuó Ana Mª viajando allí en que los primeros miembros de la sangha organizaban “una introducción o un retiro (sesshin)” ¿Cuándo compraron las tierras de Brihuega? Desde luego en el preciso instante que dispusieron del dinero. Geográficamente, en el centro de la Península, equidistante, tierras pobres de casi nulo aprovechamiento agrícola, en la falda de una de las laderas del río Tajuña, y lindando con un monasterio o convento de religiosas de clausura. No debió costar muy caro, edificaciones ninguna, las prácticas – ZAZEN – se hacían dentro de un invernadero protegido de cañizo en una zona sombreada por enormes álamos blancos. Compraron coches vacíos, sin asientos, en una subasta de la Renfe; los plantaron por medio de una grúa encima de bancales de hormigón, previamente construidos, un coche era utilizado cual oficina; otro, almacén de la cubertería (cacerolas, sartenes, cubiertos…); otro almacén de alimentos no perecederos (café, té, miel,…); otro cocina con los fuegos de butano e instalación de fregaderos, y así, ordenadamente dispuestos alrededor de un espacio rectangular, sombreado por álamos, tal cual la plaza de un pequeño poblado. Los aseos, un tanto alejados, eran al modo de wáteres secos. La persona asignada, echaba cal en función del uso y los tiempos estimados. No faltaba absolutamente nada de lo preciso para la vida de un grupo de personas: duchas, lavabos, pilas de lavar, etc. … las aguas vertían a cauces, que al ser grises no era sanitariamente exigible el depurarlas con fosas. La primera edificación, una sencilla casita para la maestra, amén de almacenes donde ordenar la herramienta y útiles construidos simplemente con rollizos de madera y chapas bien de fibrocemento o metalizadas en tonos mates para no resaltar ni desentonar; realmente el ánimo ordenado y austero era perceptible hasta para el menos observador. El zendo, propiamente dicho, se hizo transcurridos unos años, no muchos, siguiendo el modelo de los zendos japoneses; (las sentadas se realizan en un cuadrilátero central y en las cuatro galerías circundantes duermen los practicantes, al modo del patio y los claustros de cualquier monasterio, o más prosaico: un patio andaluz. El proyecto redactado por técnicos cualificados visado en su correspondiente colegio profesional, presentado en el ayuntamiento de Brihuega, después del informe de los técnicos municipales, obtenía la preceptiva licencia de obra, pagadas las tasas, se presentaba a empresas constructoras acreditadas, escogida una de ellas, no siempre en función de un oferta más económica, se procedía a redactar el contrato de obras entre la propiedad (Comunidad de Zendo Betania y la constructora X…). Las obras dirigidas y supervisadas por los técnicos; temporalmente (en meses) se medía, valoraba y certificaban los trabajos para los pagos y así hasta la recepción provisional de las obras, cédula de habitabilidad (firmada y visada), periodo de garantía (un año) y recepción definitiva. ¡todo conforme a las leyes humanas! ¡como dios quiere y manda! “así en el cielo como en la tierra! El parecido con las construcciones en la finca de la Berciana en Mentrida (Toledo), ¡totalmente en las antípodas! Luego, ¿ que hacía un técnico, titulado, con más de 30 años de ejercicio profesional, como yo, en la “irmandade daimista del centro de España? Simplemente, ¡PREDICAR EN DESIERTO! Con el pasar de los años, en Zendo Betania se fueron precisando más edificaciones: cocina, comedor, almacenes de mantas, sabutones, etc., oficinas, biblioteca, una pequeña capilla (son creyentes y practicantes católicos la mayoría de la sangha), espacios
  • 11. ~ 11 ~ donde celebrar asambleas y reuniones: seminarios sobre diálogos intereligiosos, etc. El procedimiento para construir las nuevas edificaciones: el ya descrito para el zendo. Aquel pedregal que era la finca al comprarla hoy es un jardín natural: plantas, flores, pequeños cursos de agua, fuentecillas, el inmenso respeto por el entorno se percibe en cada uno de los arbustos y arbolicos; por otra parte, plantas fuertecicas para adaptarse al clima de la Alcarria continental: frío, calor, escasez de lluvia, ¡tierras castellanas! Para rematar: la mayor parte de las personas de la sangha son profesionales de… medicina, enseñanza, etc. realmente aventureros y desocupados. Yo al menos no conozco a ninguno y he participado en sesshines yo casi diría que en toda España: Bilbao, Sevilla, Murcia, Brihuaga,… Ana Mª nació y se crió en una familia de esa amplia clase media, en tiempos de penuria económica. Se vivía apuradamente, reciclando (aunque entonces no se empleaba esa palabra), ropa, alimentos, mi infancia semejante – años de la postguerra; nada que ver con el consumo y el derroche.
  • 13. ~ 13 ~ OTROS MAESTROS ZEN: HOGEN – DESHIMARU – THICH.NHAT.HANH
  • 14. ~ 14 ~ Hogen: maestro japonés perteneciente a una línea “emparenteda” con la misma línea del Zen cristiano. Actualmente reside en Australia, esporádicamente viene a Yiko – an en la Alpujarra Granadina. Así como al Algarve donde también existe un pequeño grupo de discípulos suyos. Referente al humilde y sencillo “cortijo” de Yiko-an en Yegen (precisamente el municipio donde vivió unos años el hispanista inglés Gerald Brenan). Yo guardo en el armario de mi memoria entrañables recuerdos de este centro budista zen…en las noches de invierno, acurrucado en mi saco de dormir, sintiendo el viento de aquellas alturas serranas. (Quien haya visto la película rusa: DURSU URZALA, se puede hacer una idea de cómo sopla el viento en Yiko-an, francisjikoan@gmail.com) COMUNIDAD BUDISTA ZEN (YIKO- AN) EN LA ALPUJARRA (GRANADA).
  • 15. ~ 15 ~ Deshimaru: Le Gendronière (Francia). Llega a Francia (París) el año 1967 (vísperas del mayo 68)… al igual que Bhagwan tuvo que contender con supervivientes del LSD. Fueron furos sus inicios en Europa, en varias ocasiones se le pasó por la mente “el tirar la toalla”. Un libro autobiográfico suyo, constituye un testimónio de la historia de Japón en la primera mitad del siglo XX: Después de la derrota samurái. Entronización del emperador (testaferro de USA) Toma del poder por el fascismo y su catastróficas consecuencias: entrada a la 2ª guerra mundial, Hinoshima, Nagasaky. Durísima postguerra. A título personal me identifico mucho con Deshimaru, sus padres y los míos (salvando las distancias) tenían bastantes cosas en común, y especialmente la relación con su padre es casi un calco a la mía con el mío.
  • 16. ~ 16 ~ Thich.Nhat.Hanh: su centro, Plum VIllage cerca de Burdeus – suroeste de Francia. Vietnamita, salió de su país por “diferencias” con el régimen comunista; recientemente ha podido regresar… de visita… gracias a una amnistía. Amigo personal de la familia de Martín Lutero King. Ha sido nominado para el premio Nobel de la paz < e-mail: NH- office@plumvillage.org>. Francia (la hija predilecta de la Iglesia Católica) ha pagado a lo largo y ancho de la historia, un alto precio por esa predilección. La “influencia del catolicismo” está más que cuestionada por sus nefastas consecuencias en acontecimientos relativamente recientes: Revoluciones de 1830, 1848, guerra Franco – Prusiana de 1870,… a las familias de las amplias clases medias, les movilizaban sus varones en edad militar enviándolos a guerras declaradas de la noche a la mañana, sin saber por qué ni para qué. En ese estado de cosas, muchos padres, antes que a la guerra, “mandaban” a sus hijos al sur (especialmente en el Midi). Parece ser que el origen de mi apellido paterno es francés, luego con las generaciones sucesivas se fue “castallenizando” mis “mireçoes chamánicos” por veces mostraban recordatorios de mi pasado genético gabacho. Bien, deseo peregrinar al país de parte de mis ancestros: Plum Village – la Boria Noble – La Gendroniere – Taize y… lo que el azar depare… este propósito, ya es antiguo, y aún no lo he realizado, ¿llegaría ese venturoso día? De todos y cada uno de los maestros referidos, el padre Lassalle – Ana Mª Schlüter – Hogen – Deshimaru – Thich.Nhat.Hanh, … existe una amplia y considerable bibliografía a la que hoy en día es fácil acceder por internet.
  • 17. ~ 17 ~ ANEXO ZEN y ANARQUISMO. Dentro del A. S. N. (Anarchist Studies Network) he constituido el subgrupo ASIRA (académicos y estudiantes interesados en religión y anarquismo). Información: www.anarchist-studies-network.org.uk “Invierno, en el undécimo mes, La nieve cae presurosa Mil montañas – un color Los hombres de este mundo que pasan por el camino, [son pocos La hierba densa oculta la puerta Toda la noche en silencio, unas pocas astillas [se van quemando despacio. Mientras leo los poemas de los antiguos.” POESÍA ZEN DE RYOKAN
  • 18. ~ 18 ~ CAPÍTULO 1 (DE LAS CRÓNICAS) Primera Crónica: de los inicios Corría el mes de enero del año 1992. Una mañana salí del Albaicín – donde vivía – hacia un pueblo de la provincia de Almería. Mi empresa (que compartía con otra persona) debía iniciar los trabajos de restauración en unos restos de un mausoleo romano. Aquella fría mañana granadina, estaba muy lejos de imaginar lo que en la provincia almeriense me aguardaba vivir a lo largo de aquel iniciado año de 1992.Estaba ya próximo a cumplir los 48 años, la vida se me iba de entre las manos… , los días, las semanas, los meses, los años, pasaban sin apenas tener consciencia. En el aspecto laboral, trabajaba desde las siete de la mañana a diez de la noche. La dirección de mi pequeña empresa ocupaba totalmente mi mente, pues no sólo hacía la labor de técnico, también supervisaba las contabilidades – cuentas A y B – contendía con la apabullante burocracia oficial (los trabajos de restauración se contrataban en su totalidad con organismos oficiales: ayuntamientos, diputaciones, consejerías de cultura, patronato de la Alhambra,…); quién tenga o haya tenido un pequeño negocio, sabe bien de lo que estoy hablando. Llevaba tiempo ha con el ánimo de ralentizar el negocio, pues así no podía continuar, envejecía a “ojos vista”, más aún psíquicamente que en lo físico. Ahora bien, la persona con quien compartía la empresa era un padre de familia y a sus hijos en edad de trabajar, proyectaba “meterlos” en el negocio, con lo que sus proyectos de expandir los trabajos eran diametralmente opuestos a los míos. La tensión existente entre nosotros era perceptible, ¡urgía encontrar una solución! ¿Pero cuál? Mi caminada espiritual ya desde años atrás se encontraba en “punto muerto”. ¿Por qué? Pues porque yo solía frecuentar la comunidad pseudo-hippy del Arco Iris, y digo esto ya que del movimiento hippy sólo tenían la parafernalia de los ropajes; aquella experiencia arcoírica terminó como el “rosario de la aurora”; para mí fue una tremenda decepción, sinceramente creía en ella. Allí tuve mi primera experiencia transpersonal, ya con la edad de los cuarenta bien rebasada, fue como una ventana que se abrió en mi vida, pues yo como casi todos los de mi generación éramos ignorantes en “espiritualidades”. Los años sesenta, en el ambiente universitario español, estuvieron determinados y fuertemente condicionados por: la apertura en lo cultural, político y social. Aquellos cineclubs con ciclos de: Pasolini, Buñuel, Bermag, etc., etc. cantautores que ponían música a las poesías de Antonio Machado, Miguel Hernández, intelectuales que escribían en revistas y daban conferencias: Tierno Galván, Miret, Magdalena, Aranguren, etc. Y esto en una España abotargada por el “franquismo”. En mi caso, del panorama que vivía en Sevilla – donde estudié – a el pueblo de la Provincia de Ciudad Real - donde nací y me crié – se cumplía aquello de… LAS DOS ESPAÑAS- Bien, retomando el hilo espiritual, algunos miembros de la comunidad del Arco Iris, vinieron a vivir a Granada, lo que permitió que llegara a mi conocimiento ciertas “cosas” que ocurrieron en la vida cotidiana de puertas adentro. Creo que si hubiera siquiera sospechado ciertas aptitudes, me lo hubiera pensado antes de emplear mi tiempo libre – vacaciones, fines de semana, puentes – en ir allí a practicar meditación ZEN, con el gasto que conllevaba: viajes, pagar la estancia, y en los tiempo de iniciación (sin obviar el sufrimiento físico – dolores en las rodillas, los tobillos, etc.…).Realmente, que aquello terminara como terminó me hizo tomar
  • 19. ~ 19 ~ consciencia de que en esta vida no me podía fiar de nada ni de nadie, en lo externo todo está muy bien – los escaparates muy bonitos, pero lo que se guarda y almacena en las trastiendas es harina de otro costal. He de poner especial énfasis, que cuando ya rebasados los 40 años, comencé a merodear por los abrevaderos de la espiritualidad, ya venía resabiado del mundo laboral (sindical).Pasé tres años con una cooperativa o colectivo de trabajadores de la construcción y allí me enteré de quienes son los trabajadores como personas, individualmente, uno por uno: Conciencia colectiva: cero patatero. Aceptaban, porque no les quedaba otro remedio, su condición de currantes; es como quien nace feo, pues se tiene que aguantar, pero ya le gustaría ser un guaperas o un cachas. Tuve plena consciencia que casi todos ellos de haber tenido, como yo, una titulación técnica, no hubieran andado comprometidos en experiencias colectivas. Obviamente, siempre hay honrosas excepciones que confirman la regla. En resumen, las cabras que tiramos al monte, una vez finiquitada con saldo negativo la vivencia de la agrupación de albañiles, en lugar de entrar en depresiones y demás zarandajas, buscamos… y el que busca…encuentra. ¡Pedid y se os dará! Así y ya residiendo en Granada, me inicié por las trochas del Zen, y pese a que el Arco Iris no era ni muchísimo menos el lugar idóneo para un principiante, ¡pues fue lo que hubo! Perdí un tiempo preciosos, cualquier maestro zen me hubiera “corregido y guiado”; aquello fue como ir a un colegio donde en lugar de enseñarte te dejaban a tu bola, con tal de que el comportamiento fuera comedido. Después del Arco Iris, frecuentaba retiros de ZEN, de los que tenía conocimiento bien por amigos y bien por alguna publicación; y estos retiros se daban en: La Alpujarra (YIKO ANN), granjas escuelas (Deshimaru), Zendo Betania (Ana Mª Schlüter). Existía por libre, sin convicción, pues imaginaba que en todos y cada uno de ellos, algo se ocultaría. Era pues como el deportista que hace footing para mantenerse en forma pero sin estar adscrito a línea ni maestro alguno; totalmente por libre, luego ni iba para adelante ni para atrás, ni subía ni bajaba; ni me escoraba a un lado o al otro. Así, las cosas en aquel mes de enero de 1992. Por veces se me pasaba por la mente la idea de dar un salto en el vacío: irme a un monasterio Zen en Japón. La lectura de un artículo publicado por un monje benedictino español que pasó un tiempo en Japón me animaba a contactar con el referido monje. Esto no ocurrió, sino que cierta prudente persona me aconsejó que no hiciera “locuras”. El presentarme sin más en un país con otra cultura, el ambiente podía aplastarme de tal forma que volviera como el perro: “con el rabo entre las patas”. Nunca agradeceré suficientemente aquel consejo, pues el tiempo me ha ido confirmando en lo erróneo que hubiera sido tal viaje a un centro Zen de Japón.
  • 20. ~ 20 ~ Segunda Crónica: la 1ª llamada. Llegó el verano, en la primera quincena del mes de Julio, en un hotel de Aguadulce. El entonces conocido escritor Fernando Sánchez Dragó y el rector de la Universidad Complutense – Sr Villalobos- organizaron unas actividades que trataban sobre espiritualidad, esoterismo… Aquellas jornadas duraron siete días, dos charlas por la mañana, otras dos por la tarde y más otras prácticas sobre: budismo, chamanismo, hinduismo, etc.… Ni que decir que como andaba por aquellas tierras almerienses, me inscribí y concurrí a aquel evento entre una constelación de personajes realmente pintorescos, pues en la viña del Señor había de todo, desde auténticas buenísimas personas, hasta chalaos, fanáticos, iniciados, … Bien, uno de los conferenciantes invitados fue Nelson Liaño – editor brasileño – carioca y amigo personal de Sánchez Dragó; disertó sobre el Padrino Sebastián; fue la primera vez en mi vida que oí hablar del ritual daimista, aunque a decir verdad no me enteré de casi nada; la idea que me quedó de Sebastián Mota es que fue una especie de Vicente Ferrer de la amazonia, con esto queda dicho todo. El animado y divertido encuentro de “buscadores” en Aguadulce terminó; yo continuaba en la rutina de mi vida laboral, pero no había terminado aún aquel verano, cuando una noche (en Granada), salí de la oficina de la empresa en compañía de mi socio; no había ni un alma por las calles granadinas, y en el Zacatín nos encontramos con dos amigos conocidos del Arco Iris, se trataba de Miguel Sariñena y Esther Martínez, una vez nos cumplimentamos, me informaron estaban recién venidos de la Selva del Amazonas, ¡ya te contaremos!, en forma alguna asocié que tuvieron relación las nociones brevísimas que tenía del daimismo, con el viaje selvático de Miguel y Esther. Así pues andaba en esas, cuando el mes de Noviembre llamé por teléfono a Babia, fui informado que aquel mismo mes celebrarían unos rituales chamánicos con ayahuasca; su duración, una semana; el precio, ahora no lo recuerdo; me inscribí y el viernes por la tarde que me dijeron, me personé en aquel precioso lugar: ¡realmente Babia era bonito! Las dos primeras personas que encontré nada más llegar, fueron: Ignacio Martín Poyo y un tal Marcos (de Sevilla). El saber que nunca había tomado nada, se miraron entre sí, pensando que qué atrevida es la ignorancia; no lo dijeron pero no hizo falta que verbalizaran aquel pensamiento común; yo me quede tan tranquilo, pues no había ido allí atrás de ninguna experiencia especial por haber oído esto ó aquello; me presenté a “la buena de Dios”; si todo iba bien, muy bien, y si no, ¡con no volver! Estoy convencido que la ignorancia me protegió. Aquel viernes por la noche, y a lo largo del sábado, fueron llegando seres que ya se conocían entre sí, el único novato era yo. ¿Quiénes eran aquellos seres?: … los Mauros, los Jose Manuel (el ardilla); los Javier Torres (+), la inefable Elena de Barcelona, que se presentó de noche, vestida con un chal negro (como el de las campesinas de mi pueblo en mi infancia) recogido el pelo con un moño, y diciendo cosas como que estaba recién venida de Lina, dando a entender que para ella ir a Lina, era como ir a Málaga (más o menos). ¡Vamos una perdona vidas! Los allí presentes: unos pardillos al lado de ella… ¡Tan cosmopolita! Aunque yo la veía como una especie de folclórica venida a menos. El domingo, bien de mañana, en la cocina de Babia, recibí de manos de Ignacio, mi primer “copo” de Daime – ayahuasca – era la primera vez en mi vida que ingería una sustancia alucinógena; para mi generación ni tan siquiera porros o canutos consumíamos, simplemente
  • 21. ~ 21 ~ ¡no había donde encontrarlos!, me estoy refiriendo a los ambientes universitarios españoles de los años sesenta. El resto de la mañana la empleamos en dar vueltas por el campo: nos adentramos entre los cañaverales del arroyo, cruzamos – descalzos- por un terreno pedregoso, etc.… Al regresar a la cocina, mi estimación es que habrían transcurrido unas dos horas, quedé sorprendido al comprobar por el reloj de la pared que habían sido seis, ¡como había cambiado mi percepción del tiempo! A partir de aquel domingo, (he de decir que el día que vine a este mundo fue un domingo, mi primera meditación ZEN, también en domingo, y ahora, la primera toma de Daime, domingo) es obvio que el domingo es mi día. Bien, las salidas a las montañas del JAI-ALAI (creo que se llaman), eran alternas, un día descansábamos y el otro, salíamos, el número de tomas a lo largo del día -(salíamos casi al amanecer y al regreso ya era noche)- variaba pero sería como unas tres y con generosidad, Ignacio no escatimaba el Daime, ¡eran copos (vasos) bien cheios (llenos)! Mi visión de las personas y las cosas: arboles, animales, era como si estuvieran transfigurados, todo resultaba maravilloso, incluido mi estado de ánimo; es cierto que mis experiencias meditativas ayudaban un poco para asimilar aquella bebida; ni una sola vez vomité y el cansancio o agotamiento físico era prácticamente inexistente, ni tan siquiera al atardecer, después de todo el santo día andorreando por aquellas montañas, a veces incluso a campo través; en cierta ocasión escalar unas rocas me pareció como si trepara por un acantilado. Por la noche cambiaba radicalmente el panorama. Una vez duchados y después de cenar algo ligero, fruta, yogures,…, nos reuníamos en torno al fuego de la chimenea en uno de aquellas grandes salas que había en Babia y que me hacían imaginar tal cual yo imaginé el Macondo de “Cien años de soledad”; se encendían y pesaban unas pitos de maría (macoña), de mano en mano; yo me resistía a participar en aquellas ruedas, ¿Qué era aquello? ¡Por el día ayahuasca, por la noche marihuana! ¡Yo que en mi vida nunca había tomada nada de esas sustancias!, tenía los 48 años cumplidos, era un ser renegado de aquellos ambientes. Hacía como que fumaba – por no desentonar – pero solo me acercaba el “pito” (cigarrillo) a los labios; de otra parte los observaba y veía en ellos a viciados del porro o el canuto, fumaban y aspiraban con avidez, en las antípodas de las “sentadas” y austeridad zen, ¿en qué me estaba metiendo? Ya, pues, desde los inicios se me manifestaron las dos caras o aspectos que en lo sucesivo determinaron mi caminada por el chamanismo: la pureza del ritual daimista, junto con el consumo (pernicioso por experimentar algo…) La semana aquella en las montañas de Jai- Alai (nombre al parecer árabe) se pasó, regresé a mi casa del Albaicín; tomé la plena consciencia de que en mi vida se había abierto un nuevo camino, estaba animado para andarlo, la siguiente etapa sería para la próxima “semana santa” en que vendrían una comitiva de chamanes desde la amazonia; luego ya estaría al tanto para conocer directamente y “en primera persona” aquellos rituales, que solo había esbozado.
  • 22. ~ 22 ~ Tercera Crónica: El Santo Daime. “Ou tempo passa y sigue pasando Tu dous dormen, no queren acordar Es bom que así aconteça Para ouvrir y saberme respeitar” La semana santa del año 1993 se acercaba, el invierno iba quedando atrás, llamé al teléfono que tenía para obtener información de la llegada de los chamanes brasileños, una voz de mujer me respondió que no venían a Babia, y ahí quedó todo, por tal “mi gozo en un pozo” … El tiempo seguía pasando, llegó Agosto. Tomé vacaciones y me dirigía a un lugar del alto Segura, donde una pequeña comunidad del Arco (seguidores de Lanza del Vasto) habían organizados “unos encuentros de simpatizantes de Lanza”. El lugar agradable, el río tenia embalses donde nadar, ellos, los miembros de la comunidad de La Longuera – precisamente donde murió Lanza, cuando se dirigia hacía a Argelia (años de lucha por la independencia argelina), todos andaban por la veintena, ¡muy majos!, no obstante… no me encontraba allí, así pues al tercer día me despedí de ellos, les agradecí su hospitalidad y dirigí mis pasos a la costa; en Mojacar, la casualidad permitió nos encontráramos Federico y yo, él me informó que los chamanes vinieron a España en Semana Santa, aunque no a Babia, precisamente ahora para finales de agosto regresaban y quien podía informarme era Esther Martínez, que ya no vivía en Granada, sino cerca de Bañolas, en un teléfono público la llamamos y muy amable me informó del día y sitio donde se celebraría el ritual – una massia en la provincia de Gerona. Interrumpí mis vacaciones, regresé a Granada para sorpresa de mi socio y … a final de agosto viaje hacia Cataluña, por el interior; pasé por Moral de Calatrava – donde nací y me crié, por Madrid – donde vi la película STALINGRADO- que aún no he olvidado ciertas escenas impactantes, por Covaleda (Soria), uno de mis rincones favoritos de España: Covaleda, Vinuesa, La laguna negra, el Urbión, tierras del alto Duero, inmortalizados por D. Antonio Machado en La casa de Alvar González; llegué de noche a Barcelona – como D. Quijote en su último viaje; y por fin a la massía, que paradójicamente , me recordó a Babia, había ciertas similitudes formales, especialmente en las amplias salas ¡tan macondeñas! Es aquí donde se produciría mi bautismo de fuego con el daimismo. La comitiva la formaban, si no recuerdo mal, y creo que no: el padrino Alfredo, José Mota Robervel, Mónica, Rutty, Caparelli, Perfecto, Guta, Luis Fdo. Susana, Tete, Regina. Entré, verdaderamente, y no metafóricamente, en otra dimensión; “la comitiva” viajó por diversos lugares de España, yo me reencontré con ellos en un cortijo cerca de Gerena (Sevilla), la siguiente participación en sus rituales fue en San García (Segovia), era como un fans tras de sus ídolos, el día 6 de Octubre – aniversario del Padrino Sebastián- “me fardé” (compromiso con la doctrina), precisamente en San García. La noche del 3 de Diciembre – San Fco. Javier – salía de Granada, vía Madrid, hacia Río de Janeiro, sin obviar que durante los casi dos meses transcurridos entre el 6-10 y el 3-12 hice viajes de Granada a Cataluña. “Navego nesta onda do supremo criador.” Cuarta Crónica: Primer viaje a Sudamérica.
  • 23. ~ 23 ~ Raimundo Irineo Serra (Mestre Irineo) Alto Santo /Río Branco, estado de Acre (Brasil) Pasar en apenas 12 horas de las temperaturas bajo cero de Granada a las más de 40º de Río de Janeiro, sin obviar el cambio de hemisferio, no pasó desapercibido para mi organismo, reaccionó agarrando una buena gripe y en esas – pese a los consejos – me presenté en Ceu do Mar para el “trabalho” de la Concepción. Fue un verdadero infierno, no sabía qué hacer conmigo mismo, los fiscales contribuían a aumentar mi malestar, confundiéndome con sus contradicciones: uno desdecía a otro, ¡ahí me enteré de “lo que vale un peine”! Deseaba con todo mi ser salir de aquella ciudad, intuía que llegando a la selva me pondría bueno, la naturaleza me curaría; Río de Janeiro al ser una ciudad a “Beiramar”, une a sus altas temperaturas un grado de humedad, en aquellos días superior al 80% . Me hospedé en casa de Guta, quien vivía en una especie de casa entre chalet y vivienda unifamiliar en un “condominio”. Salir de la urbanización o condominio era arriesgado para un gringo como yo. Por fin el día 11 volé de Río de Janeiro a Río Blanco – capital del estado de Acre, ya en la Amazonia, al llegar al aeropuerto (el antiguo), me pregunté qué pasaba en mi vida para que llegara a tales lugares, he de decir la verdad: me dirigí al hotel que me indicaron y donde vendriá a recogerme la persona que me acompañaría hasta Ceu do Mapia;
  • 24. ~ 24 ~ sería como mediodia cuando entré en la habitación que me asignaron en el hotel, no quería pensar en nada, me acosté, metí la cabeza debajo de la almohada y deseé dormir y sólo dormir. Cuando acordé (desperté), era media tarde, la persona que me acompañaría a Ceu do Mapia había telefoneado interesándose si había llegado y para comunicar que el día siguiente a primera hora vendría a buscarme. Un tanto confortado salí a “dar un paseo” y conocer la ciudad; era la época de las lluvias. Lo primero que tropecé fue con dos indios borrachos tirados en el suelo, la gente pasaba a su lado sin prestar atención alguna; el número de personas que presentaban signos de raquitismo era frecuente,… ¿qué se me había perdido por aquellos parajes? Aún más intensamente que en Río de Janeiro, deseaba meterme selva adentro; todo lo urbano era pobreza, por no decir suciedad rozando los límites de la miseria. Mi deambular por las calles céntricas de Río de Branco (antiguo Puerto Alonso, cuando el estado de Acre pertenecía a Bolivia), me llevó a la Terraza de una heladería, allí en una mesa, dos señoras que volvían de recoger sus chiquillos del colegio, estaban animadamente conversando de sus cosas; esta escena me reconcilió un tanto con la ciudad. Me senté en otra mesa, al lado, y cuando comenzó, a las seis de la tarde, el lento atardecer amazónico, no daba crédito a lo que se presentaba lentamente ante mi vista: las tonalidades pasaban desde la plena luz solar a los tonos anaranjados, granas, violetas, antes aún de oscurecer surgían estrellas; el sol en su puesta, medio escondido entre las nubes alargadas, ¡que increíble! Cuantas veces vi este espectáculo y siempre era diferente, nada que ver con los precedentes. ¡Qué paradoja! Tanta belleza en el cielo y tanta pobreza entre los humanos. Algo en mi interior me decía que había merecido la pena llegar hasta aquel rincón de la selva, donde coinciden Brasil, Bolivia y Perú, aunque todo era selva, las divisorias fronterizas son simplemente artificiales de aquel río (Igarapé) para allá un país, para acá, otro. Las tierras del Portuñol (mezcla de palabras y expresiones portuguesas y españolas). Los 220 Km. Que separan Río Brando de Boca de Acre (última población a la que se puede acceder por tierra), se transitan por una carretera –“estrada”- en aquel tiempo asfaltada solo en los primeros 25 ó 40 Kms.; totalmente recta, es un infierno circular por ella, pues los “buracos” – baches- son a cual más grande; y en el periodo seco – abril a noviembre- la polvareda es un inconveniente no a menospreciar; en cierta forma el autobús -“rodo viaria”- es más cómodo que los taxis. Boca de Acre, es un poblado donde la miseria en que viven la generalidad de sus habitantes es patética, la escalada de pobreza que yo venía recorriendo iba de mal en peor: Río de Janeiro, Río Branco, Boca de Acre, y como suele ocurrir en los mal llamados países tercermundistas, se pasa sin apenas solución de continuidad a las zonas donde viven los ricos. Allí, en el sur de aquel poblado, se extiende la parte donde viven los “ricos” y especialmente los empleados del Ministerio de Marina – la circulación por toda la cuenca del Río Amazonas, está bajo el control y autoridad de la Marina, allí en Boca de Acre existe una comandancia, pues a partir de aquí la circulación sólo es posible por los ríos y sus innumerables afluentes – “Igarapes”. Los ríos: Purús, (procedente de los Andes ya en Perú y afluente directo del Amazonas) y Acre (cuyo nacimiento está en el altiplano boliviano), se unen aquí, yo creía haber visto y saber lo que era un río, pero por el ancho – y más aún en el periodo de lluvias- el Purús me impresionó, no sé cuantas veces el del Guadalquivir en Sevilla. Podría relatar anécdotas que viví en las escasas 24 horas que pasé; me alojé en un “hotel” mugriento, las paredes pintadas de un color indefinido, llenas de churretes; el olor de los
  • 25. ~ 25 ~ wáteres impregnaba todo, etc.; en el vestíbulo de entrada, tenían un aparato de TV desde el que estaban transmitiendo un partido de fútbol en Europa, ¿Milán, Barcelona, Ámsterdam,…? Qué más daba, yo me pregunté: ¿qué pensarán estas criaturas de aquel mundo? Antes de salir en canoa para Ceu do Mapia, la persona que me “llevaba” fue a cumplimentar a la madrina Rita que se encontraba aquellos días en “una facenda” – (finca)- al otro lado del Río Purús; obviamente lo acompañaba ,¡no tenía otra cosa que hacer! Así pues conocí a la tan oída chamana y que era considerada como la verdadera detentadora de la autoridad, después de la muerte o “tránsito” de quién fue su compañero o marido: el Padrino Sebastián. Quinta crónica: la selva del Amazonas. Río Purus (afluente del Amazonas) La canoa tenía cierta semejanza con las góndolas venecianas, en un extremo el canoero movía un palo largo que en su extremo sumergido se había amarrado las hélices de un ventilador casero, éste se conectaba por un cable a un grupillo motobomba cual el de las primeras hormigoneras que yo conocí; en el otro extremo, el ayudante del canoero, junto a las garrafas que contenían el gasoil, en medio cuatro viajeros y nuestros respectivos equipajes. Salimos a medio día, yo estaba maravillado, ¡que distinta me parece la selva, navegando por el inmenso Purús, que circulando en autobús por la carretera o “estrada”! Me sentía platónico de vida, era receptivo, sensible a la energía que vibraba de la “floresta” (selva); algunos peces de enorme tamaño saltaban siguiendo la estela de la canoa, por lo demás, el río parecía una autopista: grandes barcazas circulaban en los dos sentidos con viajeros, casi todas abarrotadas y embellecidas con banderines de papel, ¡creo!
  • 26. ~ 26 ~ En un momento dado, la canoa tomó un igarapé, a la derecha, ahí el cambio fue otra historia, la estrechez del igarapé, las curvas y contra curvas, el ramaje caído y que había que apartar, incluso bajándose a cortarlos, dificultaba la circulación, además de precisar pericia y experiencia por parte del canoero y el ayudante. Ya era noche cuando llegamos a la “facenda”. Allí cenamos “alguna cosa”, tomamos una infusión y yo me dispuse a pasar la noche en una red… bajo las estrellas y en plena “floresta”. ¡Cuántos caminos recorridos hasta llegar a aquel sitio mágico! En la “facenda” nos atendieron los hombres, las mujeres no se hacían de ver, aunque yo detectaba sus ojos en la oscuridad, ¡era no otro mundo, sino otro universo, en el que me estaba adentrando! La vida urbana había quedado atrás: Granada, Madrid, Río de Janeiro, Río Branco, Boca de Acre, …, iba animado y confiado, bien es cierto que no viajaba solo. Previo al amanecer, me despertó la algarabía de los animales, como el canto de las aves en nuestros corrales, pero…. ¡UN MILLON DE VECES MÁS! Tras desayunar fruta e infusión, la canoa reanudó su marcha, ya solo quedaba la última etapa hasta mi destino: Ceu do Mapia, donde llegamos a la hora prevista – pasado el medio día- así el 13 de Diciembre (Santa Lucía y víspera del inario de Reimundo Irineo Serra) llegué a la aldea fundada por Sebastián Mota. NOTA: Sta. Lucía es muy venerada en la Amazonia; la malaria, enfermedad allí endémica, deja ciegos/as a muchas personas que tienen o han tenido la desgracia de padecerla. Así mismo, el 14 de Diciembre el santoral católico festeja la memoria de San Juan de la Cruz, al amanecer de ese día – después del “inario” de Maestre Irineo, en la “palestra” (charla) que dé el chamán, yo escuché una alusión a San Juan de la Cruz, me emocionó sinceramente; esto ocurrió años más tarde y en la iglesia de Luis Méndez en frente de Alto Santo.
  • 27. ~ 27 ~ Sexta crónica: en Ceu do Mapia, Sebastian Mota de Melo Ceu do Mapia – estado de Amazonas (Brasil) Ceu do Mapia (El cielo de Mapia), la villa que fundó Sebastián Mota- “el padrino Sebastián”- constituía un asentamiento disperso de casas de madera con sus respectivos “terreiro” , alineados a lo largo del igarapé Mapia y un afluente - formaban a modo de una Y griega. La iglesia, hexagonal en planta, enteramente construida con madera y cuyos elementos resistentes, vigas y soportes tenían dimensiones grandes para haber sido “trabajados” manualmente: cortado el árbol, desbrozado, acarreado (con bueyes), aserrado y colocado, careciendo de grúas y en líneas generales de otra energía que la humana. ¿Por qué la planta hexagonal?, pues simplemente es el espacio interior delimitado por la estrella de David (dos triángulos invertidos). Con el correr de los años se construyeron las seis puntas, pero esto aún no existía, en una palabra, yo encontré la iglesia tal cual la dejó el padrino Sebastián. Evidentemente, los seis lados, abiertos al exterior, una simple barandilla los delimitaba. Su acceso – como en todas las edificaciones, por unas escalinatas, ya que algo más de un metro levantaba el suelo del terreno, obviamente por los animales. La madera no estaba tratada,
  • 28. ~ 28 ~ protegida por barnices ni pinturas, como en casi todas las casas; en la proximidad de la iglesia estaba el mausoleo del padrino Sebastián, y un poco más alejado un espacio cuadrado delimitado de construcciones de uso público: aserradero, cocina y comedor comunal (el trabajo era de voluntariado y por aquel entonces había perdido mucho del espíritu con que fue en su día proyectado), ahora sólo comían personas que estaban “de paso” y no tenían lugar o casa de residencia estable; otras construcciones en los bordes de aquella plaza (la villa), bien eran “logias” – (comercios) asociación de “moradores”, dispensario; bares evidentemente no existían. Ellos, los mapienses, se solían disponer en círculos, agachados en cuclillas; conversaban y tenían una increíble aptitud de escucha. El que tomaba la palabra se explayaba “largando” sobre cualquier tema, a veces trivialidades, sin que los oyentes interrumpieran; aquel invierno, 93-94, ni radio ni TV ni cines, hasta ni biblioteca. Bien, nada más llegar, la persona queme “trajo” desde Río Branco, se desentendió de mí, me indicó dónde estaba la casa de Paco de la Cal, el español que llevaba ya algunos años residiendo allí. No tuve mayor dificultad en localizarla, casi todas las casas de aquella parte estaban habitadas por castellanos parlantes, por lo que se la denominaba barrio latino. Anecdóticamente, alguien me refirió que cuando el padrino Sebastián escuchó de conversar entre sí a los chilenos, argentinos,… quedó estupefacto. Nunca había oído otro lenguaje que el suyo propio, ignoraba el hecho de existir otros idiomas, ¿qué e ou que eles falen? Preguntaba. La acogida, en líneas generales, fue cordial, fui “ben vindo”, llegué el primero de un total de hasta once españoles que coincidimos en aquel festival de “natal” (navidad). Muy poco después, llegó un grupo de seis: Esperanza, Michel, Mª Luisa, Calzado, Paco Palau y un vasco de nombre Iñaqui, ¡como yo! Esta persona, al no encontrarse “bien” se marchó muy pronto. Al despedirse dijo que se dirigía, en plan turista, a Perú: el valle de los Incas, Machupichu, etc.; nunca más he vuelto a saber de él. Después, una tarde, se presentó Ignacio Martín. En Mapia, era llamado Ignacio el de España, así cual un personaje folclórico, “la Lola de España”; bueno bromas aparte, iba a su aire cuando venía a la casa de Lilianne donde desayunábamos, comíamos y cenábamos el resto de los españoles. A mí me producía la mala sensación de tratarnos con suficiencia. Jorge y su madre, Nuria, precedieron a Adelf, que fue el último en llegar, del total de once españoles que viajamos aquel festival (93-94). Mi vida del día a día transcurría con naturalidad. No tuve problemas con el clima, menos aún se me manifestaron los tan temidas “perevas”; en la casa de Paco de la Cal, me habilitó, bajo la cubierta, un altillo desde donde todos los amaneceres escuchaba la algarabía de los animales celebrando la llegada del nuevo día: “Do santo poder de vida Que fais tudo renacer, Viva a Terra y viva o mar Y viva o amanecer” (PADRINO ALFREDO) En muchos aspectos de la vida cotidiana, retrocedía cual viajando en el tiempo, a los años de mi infancia en un pueblo de Campo de Calatrava (C. Real) donde nací y me crié. La gente aventaba el arroz, lo que causaba asombro a los “urbanos”, ¡en sus vidas habían visto de
  • 29. ~ 29 ~ aventar! Se usaban palabras como SAYA (vestido o falda de mujer), calzas (pantalones) y otras que eran habituales entre los campesinos de mi pueblo; la palabra pantalones ni se oía, pues resultaba cursi para la gente de mi infancia. La evidente pobreza en que vivían muchas personas tampoco me resultaba ajena. Los trágicos años del hambre, en la España de los cuarenta, se me actualizó. Gracias a Dios en mi familia no pasamos hambre, frío, ni necesidades acuciantes, pero sobrar no sobraba nada. Yo que fui el último en nacer, reciclaba todo lo que mis dos hermanos mayores ya habían usado; los libros me llegaban en tercera mano, la ropa diaria al crecer mis hermanos les quedaba “corta” y mi madre, bien recosida y arregladica, me la endilgaba. Estaba en continua rebeldía, ¡deseaba tener mis propias cosas! Estrenar lo que se dice estrenar, solo la ropa de “bonito” para los domingos y días de fiesta. Bien, el grupo español estábamos distribuidos por casas, para las comidas nos reuníamos donde Lilianne, allí conversábamos no sólo entre nosotros sino también con residentes de Mapia. La casa de Lilianne era sitio de paso y por tal casi siempre había allí un ambiente animado; otro sitio muy grato era la casa de Roberto Santagata y Fátima; realmente, en mi caso, solo iba a dormir a la casa de Paco, pues vivían a mas de Paco, un tal Guillermo- Argentino, y en “camboclo”, que hablaba muy poco; el Guillermo por el contrario era locuaz; pero en líneas generales, el ambiente no lo encontraba acogedor, realmente los tres se pasaban el día todo por ahí. El colectivo de españoles asistíamos a todos los rituales – no nos perdíamos ninguno – tanto en la iglesia como en la “casita de curas”, octogonal y muy pequeña, pero apretujándose unos con otros cabían más seres de los que en una apreciación momentánea se pudieran calcular. “Eu miraba muito” , aunque mi ánimo estaba más implicado en hallar una salida a la empresa de Restauración, llevaba tiempo intentando – infructuosamente – salir de aquella dinámica que absorbía las energías de mi vida; en lo “espiritual” ni subía ni bajaba, ni andaba para atrás ni para adelante,… y los días, las semanas, los meses, los años se pasaban sin apenas darme cuenta; prácticamente los primeros doce años en Granada fueron continuo trabajar, trabajar y trabajar; mis meditaciones en los arcoíris, etc. sólo eran como la fábula del burro que va tras la zanahoria que le han colgado delante. Bien, no voy a repetirme, ya he escrito sobre estos mis inicios en los caminos de la espiritualidad y el firme propósito de hacerlos compatibles con vida del día a día (en forma alguna he buscado nunca enajenarme de la vida del común de las personas). Después del “trabalho” de “concentraçao” del 15 de enero, salí de Ceu do Mapia, desandando el camino: Boca de Acre, Río Branco, Río de Janeiro, fue aquí y en el Ceu do Mar donde aún pude ir a celebrar el aniversario del Padrino Sebastián, ¡que diferente parecía todo a la vuelta de cual fue a la ida! Aterricé el 26 de Enero de aquel recién estrenado año de 1994 en Granada, hacía un frío que pelaba; el socio y su hija se encontraban en cama, luego después de cincuenta días ausente, tuve que retomar el hilo del trabajo por mí mismo. Realmente no hubo transición, cual un avión de aterrizaje, así fue mi reincorporación a la cotidianeidad. Es tan fuerte el poder de la rutina, que a las dos semanas, recordaba las vivencias pasadas en tierras brasileñas como un sueño, como una película. Puede resultar poco creíble, a cualquier profano, pero la inercia de lo cotidiano, es como una droga que adormece, embrutece. De cualquier forma, las claves para ir, poco a poco, dejando la empresa, ya las traje, ya tenía mi propia hoja de ruta y que inexorablemente se fue cumpliendo con el devenir
  • 30. ~ 30 ~ de los días, los hechos se armonizaban para sin estridencias ir saliendo del viejo orden y con el horizonte despejado disponerme a entrar a la nueva etapa de mi vida. Aquel año – 1994 – cumplía los 50 años, a mí me quedaban 15 hasta la teórica jubilación, luego hice balance de la pequeña fortuna que había ahorrado después de casi 30 años currando, a veces en condiciones muy “difíciles”; administrando aquel reducido patrimonio podría llegar a la jubilación y así vivir la vida que tanto había deseado, aunque es bien cierto que era pardillo, en lo concerniente al “mundo espiritual”… ¡ya me iría enterando de lo que costaba un peine! Pero no voy a adelantar acontecimientos. Cual Don Antonio Machado: paso a paso, sorbo a sobo… Séptima Crónica: El Daime llega a Portugal. Ritual Daimista en Plena Floresta (selva) De Febrero a Agosto de 1994, seis meses, mi casa estaba aún en el Albaicín y si quería tomar Daime tenía que viajar a cualquiera de los tres puntos por entonces existentes en la península Ibérica y coincidiendo con los tres núcleos de población más numerosos: Barcelona, Madrid y Lisboa. Realmente los “tabalhos”” de Barcelona se celebraban en masías de la provincia de Gerona, por la comarca de Bañolas, desde Granada casi 1000 Kms., sin obviar que apenas si había autopistas, sólo tramos a las cercanías de las ciudades; luego era un largo desplazamiento. Respecto a Madrid, el lugar era Alcohete, sitio mágico donde los haya, muy próximo a Guadalajara; durante la edad media hubo allí un monasterio sufí. Cuando estas tierras pasaron al reino de Castilla, los sufís mutaron en monjes Jerónimos – existían perceptibles elementos constructivos de la cultura mudéjar en: bóvedas, arcos y otros elementos decorativos; con la desamortización y después de pasar por diversos dueños llegó a las manos de una condesa – o marquesa – a la que expropió el gobierno español, (desconozco si fue durante la dictadura de Primo de Rivera o en la 2ª república); lo cierto es que para la Guerra Civil, el 4º ejército republicano estableció allí su cuartel general, bajo el mando de Cipriano Mera, anarquista, albañil y madrileño pues por méritos propios llegó a ostentar la
  • 31. ~ 31 ~ graduación de general en el ejercito republicano. Con este breve resumen histórico, queda probado que Alcohete tenía pedigrí (la palabra árabe alcohete se traduce por: al cielo). Una noche de verano, en un viernes o sábado, y después del ritual, yo estaba “deitado” en una colchoneta. Al exterior la gente sin prisas para regresar, se lo pasaba bien, “pitando”, tocando guitarras,… la música llegaba a mis oídos y con ella viaje en el tiempo a la Alhambra de Granada. Era uno más en aquella cultura tan refinada y tan exquisitamente sensible al: aroma de las plantas, los ruidillos de las fuentes, la luz solar filtrada a través de las sucesivas celosías, los mocárabes cual cuantos espaciales” tomaba plena consciencia que algún antepasado mío había vivido allí en el periodo de la dinastía nazarí (Muley Hacen, su hermano el Zagal, su hijo Boabdil y otros); la lectura, posteriormente del Manuscrito Carmesí (autor Antonio Gala) me reafirmó en mi creencia – después de aquel “viaje”- que por cierta ley de causa – efecto, yo estuviera profesionalmente tan vinculado a aquellos palacios de la Alhambra y jardines del Generalife; con el tiempo llegarían otras experiencias. En cuanto a Lisboa, devino en ser el grupo más afín. Allí conocía tres daimistas que por su edad y profesiones, sentía estar entre amigos, pues en los grupos de Barcelona y Madrid no acababa de encontrarme. Incluso algún daimista llegó a escandalizarme por el uso y abuso, no solo de “macoña” sino de otras sustancias. En mi peregrinaje por los tres santuarios daimistas de la península, andaba un tanto al loro buscando un lugar de ciertas condiciones para cambiar de domicilio y salir del Albaicín, el sitio no aparecía, bien por A ó por B, en esas ocurrió un hecho insólito y que por sí mismo merece un apartado: “El viaje a Portugal”. Una no muy numerosa comitiva acompañaba al padrino Alfredo: Capparelli, Rutilene, Teté, ¿Robervel? ¡En fin! Con precisión no recuerdo, al margen de los referidos, a nadie más. Salimos de Madrid varios coches en dirección Salamanca, Guarda, Viseu, Aveiro y Oporto, donde en un “povoadinho”, “perto” del aeropuerto vivía una comunidad hippy al frente de la cual había un brasileño, quien se personó en Madrid para invitar al padrino Alfredo. La invitación fue aceptada y por primera vez se iban a celebrar trabalhos del Sto. Daime en Portugal. En Oporto comparecieron dos fardados de Lisboa, Alan y Adelino, informaron de que no les había sido posible encontrar un sitio en las proximidades de Lisboa, ahí yo informe de un “quintal” (finca) en la península de Setúbal (margen derecha del río Tajo); aunque con exactitud describir no sabría y tampoco la persona a contactar conocía, no obstante en mi agenda estaba el teléfono de un amigo de Villareal, a quien conocí durante el retiro Zen en aquel “quintal”. Puestos Alan y Adelino al teléfono con el amigo de Villarreal, este facilitó el teléfono de Armín, la persona que gestionaba aquella finca. Bien, el trabajo de Lisboa se celebró; el padrino Alfredo quedó maravillado de aquel jardín Botánico y donde la Universidad de Berlín trasplantó plantas del Amazonas para que los estudiantes de botánica pudieran hacer prácticas sin hacer el larguísimo y costosísimo viaje a Sudamérica. La csa se remontaba a principios del siglo XX, (periodo de la seringa). En aquellos días, junto con la visita de estudiantes, y para ayudar a cubrir gastos, se alquilaba para: retiros espirituales, encuentros de grupos, etc. Quien estaba al cargo era el ya mencionado Armín, austriaco, ex cura católico que como misionero fue destinado a la selva peruana, allí debió conocer el chamanismo, pues “colgó” los hábitos, regresó a Europa, estableciéndose en Lisboa donde se casó con una portuguesa y creó una familia. Realmente era lo que se dice “un ser encantador”. A sus conocimientos de música estudiada en
  • 32. ~ 32 ~ conservatorios de su país, unía el haber practicado con los indios, la flauta y otros instrumentos indígenas. El “mixturaba” el clasicismo con los sonidos indígenas, creando unas “piezas” que grababa y vendía en Cds .Yo aún conservo uno de estos Cds. Ya he dicho que el padrino Alfredo quedó gratísimamente sorprendido, no sólo de aquel trozo de floresta en Europa, sino también de la persona de Armín y lo que el conllevaba, pues había armonizado en su ser la “cultura clásica” con el “saber de la naturaleza”. Infelizmente, hoy en día este lugar está profundamente degrado, tras de la construcción del puente “25 de abril”, el núcleo tradicional de Lisboa se extendió por los pastizales de Setúbal y las urbanizaciones se expandieron ocupando casi en su totalidad aquellas áreas antaño reservadas a ganado y por tal poco pobladas. Bien para concluir, el grupo daimista quedó constituido tras la visita del Padrino Alfredo; un grupo del que me ocuparé más adelante, pues fui “observador” de su devenir hasta su disolución, ¡no se prolongó mucho en el tiempo! En este viaje, no todo lo que relució fue oro, seres desaprensivos/as se “encontraban” en plan de gorrones, y ahí comencé a ir conociendo que en la viña del Señor de Sto. Daime había de todo. POST DATA A un comentario de Tete de por qué no llegó el Daime a España antes que a Portugal, yo escuché decir a Caparelli: “la ayahuasca fue la planta de poder de los Incas, entre estos y los españoles existía…una cuenta pendiente….? Con el tiempo, residí 8 meses en las cercanías de Sintra, y tuve noticias sobre el colectivo que vivía cerca del aeropuerto de Oporto, al parecer vivían del tráfico de drogas. El viaje de regreso a Madrid, fue “direitinho”, sólo una breve parada en Trujillo (Cáceres), población está en que hice de cicerone, pues profesionalmente estuve muy vinculado, en mis años de instituto de restauración, a trabajos en su centro histórico.
  • 33. ~ 33 ~ Octava Crónica: principio del fin. El verano se acercaba y los acontecimientos comenzaron a precipitarse. En pleno verano, Capparelli y Tete vinieron- desde Río de Janeiro a Barcelona- se organizó viaje a Mallorca e Ibiza. Muy animado vi otra posibilidad de estar con los brasileiros, y por tal me decidí a ir, uno más, en aquella gira. La figura del gorrón, no podía faltar, realmente escapaba a mi comprensión el que seres adultos anduvieran de forma tan irresponsable por la vida. Se repetía la mala experiencia de Portugal: “el colgado y su madrina protectora”. Ahora estuve alertado desde que empecé a ser “sugerido” asumiera el coste del viaje en avión: Barcelona- Palma- Ibiza- Barcelona, del personaje en cuestión – uno solo. No acababa de comprender el motivo por el que yo, responsable donde los haya, asumiera los costes de esa clase de individuos. En mis participaciones de retiros Zen, tanto en: Arco Iris de Miyo, Yiko Am (Alpujarras), Desshimaru ó Ana Mª Schlüter (Zen cristiano), jamás pasé por semejantes situaciones. Comenzaba a ver que mi reino no era de aquel mundo, ni qué mencionar me opuse a poner un duro de mi bolsillo. A esto tengo que añadir, el haber escuchado indirectamente, frases como… “haber cuando te mojas”… ¿Por qué yo estaba obligado a mojarme? ¿Por quién me habían tomado? Me encontraba en un disparadero, la explosión se podía producir en cualquier momento, solo faltaba la chispa que activara el detonador, pues la carga ya estaba dispuesta. Esto ocurrió en una masía de la provincia de Gerona a la hora de pagar la participación. Yo quise descontar un dinero que se me debía y ahí vino el escándalo: la persona encargada del cobro, me desafió, amenazó e insultó pues dijo… “tú no tienes cojones”. ¿Qué pasó después? Mi primer intento fue salir corriendo, pero una vocecilla interior me susurró participara en el “trabalho”, ahí me vi como Lot y su familia cuando al salir de Sodoma y Gomorra, un ángel les dijo: nadie vuelve la vista atrás, ya que quedará convertido en estatua de sal. Comprendí que era irreversible para mí el camino emprendido, volver a Granada a la empresa de restauración, era tan inviable como puede ser a un adolescente, por poner un ejemplo, retornar a la infancia. Hacia atrás, descartado, ¿pero dónde ir? El camino del Daime había perdido toda su magia, pese a que mi corazón y mi sentir seguía siendo daimista, mi mente no estaba por comulgar con tales ruedas de molino del dinero. Una vez la eterna copla: la cabeza va por un sitio y el corazón por otro. Quizás, aunque no tenía plena consciencia aquellos días, ya puse un pie fuera del Daime y NUNCA MÁS VOLVERÍA A PONERLO DENTRO. Los años que siguieron, aproximadamente diez, y de forma discontinua, ejercí como “fiscal” “olhando que se passaba” y confirmándome que el dinero había sido muy determinante en la breve historia del Daime. Ya desde los últimos años de Reimundo Irineu Serra, quien pedia salir de este mundo, según me relató cierto daimista, pues Maestre Irineo, veia las luchas de poder soterrados, aguardando su tránsito, para lanzarse al control de Alto Santo y todo lo que significaba la doctrina por el iniciada. Lo que fue viniendo, y en síntesis, es de sobra conocido: La hostilidad para con el padrino Sebastián del clan de los Gómez (descendientes de Antonio Gómez), con el señor Leoncio al frente y Doña Peregrina entronizada de virgen y mártir (¡un montaje!) Ante las propuestas del padrino Sebastián de “unirse” ¡que levante esa “bandeira” en su casa! Fue la respuesta del Sr. Leoncio.
  • 34. ~ 34 ~ La bonita historia de: la defenestración de Fco. Fernández Filho (Teteo), la visión de Luis Méndez, de salir de Alto Santo, cruzar la “estrada” – carretera- para unirse a Teteo y crear una nueva iglesia; esta decisión del padrino Luis Méndez tiene una connotación histórica que muy pocos han sabido ver. Ya no era el Alto Santo y la colonia 5000 (¿ortodoxos y heterodoxos?), “había mais otra iglesia”. En su momento hablaré o escribiré sobre el devenir del Santo Daime, pues procuraré seguir el orden cronológico, siempre teniendo como hilo conductor mis propias vivencias. Aquí termina este primer capítulo. En Güejar Sierra a cinco de septiembre del año 2010.
  • 35. ~ 35 ~ CAPITULO 2 (DE LOS RELATOS) Nº 1: Eurico, el amigo de Portugal. Después del batacazo de Cataluña, verdadero punto de inflexión, ¿dónde dirigir mis pasos? desde luego a Granada no, meterme allí en el rincón del villano lamentando mi mala suerte, era lo peor que podía hacer. La providencia dirigió los acontecimientos y para el día de San Antonio, “padroeiro” de Lisboa, ya me encontraba en el piso ó apartamento de Eurico, “perto” del aeropuerto, pues la profesión del Eurico era la de controlador aéreo, ya experimentado, pues como pude suponer el director del aeropuerto tenía en él su casi total confianza. ¿Quién es Eurico? ¡Todo un personaje! ¿Una especie de Mourinho? ¡No! Pero sí hay algo en común. Lo conocí en el “quintal de Sao Francisco” con ocasión de la ya referida visita del Padrino Alfredo. Inmediatamente se produjo entre nosotros una simpatía recíproca, con el desenvolvimiento de nuestra amistad, constatábamos haber pasado por situaciones un tanto semejantes. Movilizado, en los tiempos del fascismo, para luchar en Angola contra los movimientos guerrilleros. No tuvo otra ocurrencia de hacer públicas sus convicciones pacifistas en el Portugal Imperialista de Salazar y Caetano: era peor visto que ser comunista. Realmente siempre que estuvo movilizado, temía una bala perdida por la espalda. No lo harían porque contendía con las emisoras de radio y muy pocos profesionales de su especialidad y capacidad debía disponer el ejército portugués. Sintonizaba con las emisoras de la guerrilla, interactuando y traduciendo sus consignas y mensajes. Al licenciarse – los reclutas portugueses- estaban cuatro años en la “mili”, en tanto aquí en España, 18 meses. Bien sus aspiraciones para piloto se vieron obstaculizadas, ya lo tenían en listas negras, luego hubo de resignarse con ser controlador aéreo y al principio pasar por los peores destinos, los que no quería nadie, pese a tener un brillante expediente. Después del 25 de abril de 1974 (Revolución de los claveles), militó en la INTERSINDICAL, potentísimo sindicato copado por los comunistas (esto ocurría en las mismas fechas que yo frecuentaba el sindicato de la construcción de la CNT en Madrid). Paso por la experiencia del matrimonio, divorciado, tenía un hijo, ya adolescente, quien vivía con la madre en un pequeño pueblo del interior. En realidad fue “bom” para mí el que me acogiera este- por entonces- buen amigo y me procurara una vivienda en el área de Sintra, no obstante la mayor parte del tiempo lo pasábamos juntos en su piso (apartamento) donde hablábamos de todo: lo divino y lo humano, repasábamos de la "A" a la "Z", el abecedario todo. No pude pues aterrizar en mejor sitio. Fue la persona idónea para con quién yo me “desahogara” de mis recientes frustraciones daimistas. Nº2: mi estancia en Portugal. Junio95/ febrero 96. El grupo daimista de Portugal, casi desde su inicio, fue una jaula de grillos mal avenidos. La autoridad del comandante – Alan Romero- era cuestionable en base a su “amistad” con un tal Adelino, a decir verdad constituían pareja de hecho, lo que por parte de ellos: ni ocultaban, ni alardeaban. Una mujer ambiciosa (de nombre Leonor) dirigió sutilmente la trama de la conspiración para defenestrar al comandante Alan y ponerse ella en su lugar. Casi todo el colectivo femenino la apoyaba; en el caso de Eurico lo utilizó para después, una vez conseguido su objetivo desentenderse de él, ¡usado y tirado! Bien, tras la asamblea de los fardados, se acordó que en lo sucesivo habría dos grupos: uno comandado por Alan, el otro
  • 36. ~ 36 ~ por Leonor. En esas, la comitiva brasileña viajó a Europa, una representación portuguesa compareció en Alcohete para dar información de su reciente asamblea. Cuando finalizó el “trabalho”, Caparelli los estaba atendiendo y tomando noticia de lo que había. La aptitud de Caparelli era la de ser conciliadores, pero en esas el padrino Alfredo salió – ya sin farda – y al no haber sido previamente advertido por Caparelli, intervino diciendo literalmente que en el Daime el centro es libre, por tal no pasaba nada porque en Portugal hubiesen dos grupos. Resultado: Alan y Adelino, al quedar “socinhos” dejaron de realizar rituales daimistas, pese a que viajaban a Río de Janeiro cuando podían. (Adelino era administrativo de la CIA Aérea Portuguesa – TAP, transportes aéreos portugueses). No fue muy prolongado en el tiempo el grupo de Leonor. Eurico se desentendió, y solo un tal Francisco – “un boncinho” asistía. El Daime pasó por el firmamento portugués cual un meteorito. Por esas paradojas de la vida, en la entrevista de los comisionados de Lisboa con Caparelli y con el padrino Alfredo en Alcohete, yo fui testigo sin habérmelo, ni muchísimo menos, propuesto. Así pues, devine para la posteridad, en ser cronista de lo acontecido en Portugal. El tiempo pasaba, mi vida de jubilado prematuro no tenía sentido, no me acomodaba a vivir apalancado. Por mi mente ociosa desfilaban mil y un proyectos: matricularme de historia en la universidad de Coímbra, por poner un ejemplo, etc. También he de escribir que Portugal (nuestros parientes pobres) es un país territorialmente cuatro o casi cinco veces menor que España, en cuanto a población, la proporción es similar, pero en lo referente a complejidad e intensidad de posibilidades……CINCUENTA VECES MENOR. Me aburría cual mono; el amigo Eurico tenía sus ocupaciones: profesionales y familiares, lo que acrecentaba y ponía más en evidencia el escaso sentido de mi día a día. Tomé, pues, una decisión: la de viajar. Para febrero volaba hacia Madrás – en el sureste de la India; llevaba direcciones y personas con quienes contactar en India. De esta forma finiquité la etapa o capítulo portugués. En cuanto a la evolución de mi amistad con el tan referido Eurico, merece por sí mismo un capítulo aparte, no solo por la mayor o menor intensidad de la que se passo, sino también por las enseñanzas que conllevaron, creo que recíprocas, aunque hace tiempo no sé de él. Nº3: Adeus (adiós) Portugal. Si tuviera que hacer una síntesis del periodo de tiempo pasado en tierras portuguesas se resumiría con la siguiente anécdota: una mañana Eurico y yo andábamos por el centro de Lisboa y vimos el anuncio de una nueva película de KEVIN COSTNER. Comentamos la conveniencia de ir a verla; yo alegué que había leído cierta crónica en que no se hablaba bien de la película, entonces, Eurico se paró en seco, me miró fijamente a los ojos y literalmente dijo: “es que todavía no te has dado cuenta que aquí no se habla bien de nada, este país es triste, naturalmente envidioso, la envidia condiciona y determina los actos de este pueblo”. El comentario viniendo de un portugués mereció mi atenta consideración, realmente alegría lo que se puede entender por alegría no se percibe, es sutil, pero está ahí, a lo que también hay que añadir cierto sentimiento antiespañol. Evidentemente, las nuevas generaciones, ya son otra cosa, la “globalización” ha cambiado radicalmente la manera en que los jóvenes viven y entienden la vida, tanto da en un país como en otro.
  • 37. ~ 37 ~ Nº4: viaje a la India. (febrero-abril 96) ¿Qué recuerdo ahora, catorce años y medio después? Suele ocurrir que se acuerda uno de lo bueno, y lo menos bueno, queda relegado a los niveles preconscientes. Es cierto que nadie, a poco sensible que sea, queda indiferente ante este inmenso país, un subcontinente, diversidad de razas, idiomas, religiones, etc. y una historia que se pierde en las noches de los tiempos. El avión desde Londres y antes de Madrás, hizo escala en Bombay. Así me propuse, al regreso, ir al centro que en Poona (a 125 Kms) tenía y aún tiene la comunidad de Bhagwan. Madrás, capital del estado Tamil, al sureste de la India, con sus cinco millones de seres, es en todo y por todo otra Calcula, ¡en pequeña! Escasamente día y medio me demoré, lo suficiente para ver que la realidad supera con mucho a las descripciones ó reportajes que desde nuestro burgués occidente podemos ver. Es posible que la mala consciencia de nuestro pasado imperialista tenga algo que explicar en esta manipulación de la realidad cotidiana. Desde ese mismo aeropuerto, al ashram al que me dirigía, yo organicé el transporte con taxis compartidos. Al atravesar las poblaciones, ya a la caída de la tarde, la gente paseaba por los bordes de la carretera animadamente. En mi infancia esta costumbre existía en los pueblos manchegos, las carreteras con los pocos coches que circulaban eran atractivas, ¡ver pasar a personas desconocidas! No sé donde radica el atractivo, pero al personal y si es joven, esto le encanta. El ambiente festivo con los tenderetes y puestecillos de café con leche, aromatizada, pues ya me empezaba a enterar que había llegado a la tierra de las “especias”. La iluminación eran unas carburas, para mí tan familiares, no sólo por la soldadura de oxiacetileno que había en el taller de mi padre, sino también porque los terrones de carburo al ser económicos eran frecuentemente utilizados para el alumbrado, donde no había o no había llegado la luz eléctrica. Me reconfortaba este recorrido de lo visto en Madrás y aún más reconfortantes eran “los recordatorios” de los años de mi infancia.
  • 38. ~ 38 ~ Nº 5: la llegada a Tirumnamalai
  • 39. ~ 39 ~ . Maharshi Ramana Arunachala – Tirumnamalai y estado Tamil (India)
  • 40. ~ 40 ~ Evidentemente no me presenté allí sin más. Previamente lo solicité, con la respuesta ya se especificaba sucintamente, las reglas que regían la estancia en el ashram, muy bonito y con un enorme parecido al Generalife: jardines, bancales, fuentes, surtidores, edificaciones dispersas entre la vegetación, llevando en ventaja al monumento granadino, la vida que daban los animales: pavos reales – algunos blancos- una numerosa colonia de monos domesticados, que “pululaban” de árbol en árbol, sus monillos, al igual que los cachorros de los perros, se acercaban a las personas, los monos adultos les regañaban. La primera impresión no pudo ser mejor. Me alojé en una sencilla casita de planta rectangular, en forma cúbica pues su cubrición, como casi todas las casas, era en terraza. Se accedía a través de una cancela al vestíbulo, a la derecha la 1ª puerta daba a un cuarto y la 2ª a otro (el que yo ocupé); en la primera estaban dos viejicos (SWAMIS). A la izquierda del vestíbulo, su pared era una celosía, de tal manera que se podía estar en el vestíbulo: leyendo, meditando, viendo el exterior pero sin ser visto, oyendo música… La habitación más sencilla no podía ser: cama, mesa, silla, esterilla de paja de arroz, una alacena con repisas, ventana para iluminar y que daban al jardincillo interior donde estaban las tumbas de unos bienhechores del ashram (en India al igual que en Inglaterra, los cementerios y las tumbas están próximos a las poblaciones y las casas). Bien, para terminar la descripción, al fondo una puerta comunicaba con el aseo: placa turca, brazo de ducha, lavadero (pila) que tanto servía para lavar ropa o lavarse las personas. El pavimento era terroso, pero tan regado y batido que parecía como si fuesen baldosas de barro o cerámica. Las paredes y el techo, encelados (en el aseo, el pavimento cemento roleteado para evitar resbalones y las paredes pintadas de plástico). Supuse que la habitación de los SWAMIS sería igual, y… suponía acertadamente. Ni que hacer alusión al silencio, solo alterado por los monos cuando gesticulaban entre ellos o los pavos reales a la puesta del sol. Aconsejaban no guardar alimentos en la habitación, su olor atraía a los animales, y tener mucho cuidado en cerrar las puertas y ventanas, si los monos entraban, literalmente hacían
  • 41. ~ 41 ~ trizas todo. Las comidas, en horarios fijados y en el espacio destinado a tal, no me atrevo a llamarlo comedor; los aproximadamente cien visitantes – casi todos occidentales – nos sentábamos en el suelo (posición de loto el que podía y quien no se acomodaba a su aire), los platos unas hojas de higuera muy grandes, el cubierto, los dedos. La comida, grandes cantidades de arroz cocido y una pizca de salsa, pero que te hacía ver las estrellas de lo que picaba (según tengo oído, las especias picantes son buenas para adaptar el organismo humano al calor); los postres: fruta y derivados lácteos (las vacas, muy cuidadas, dan leche en abundancia, por tal y para su aprovechamiento, son expertos en fabricar manual o caseramente: yogures, quesos, cuajadas, etc. ¡muy ricos! Quienes nos servían los alimentos eran los mismísimos SWAMIS, ayudados por un viejico y caldero en mano, pasaban por entre las filas de los comensales, depositando cucharones de arroz en las hojas de higuera. El viejico, siempre sonriente, ponía al lado del arroz la salsa (de tan poca que ponía que parecía comida de muñecas, pero eso sí, un poco de salsa compensaba el montón de arroz). Los swamis hacían este servicio con humildad, aunque para nosotros los occidentales, siempre tan críticos, lo veíamos más como “una puesta en escena” que cual genuina humildad de cualquier manera, y para el caso, daba igual. Desde el amanecer se iniciaban las ceremonias, prácticamente ininterrumpidas en tanto había luz solar, y al anochecer, ni un alma circulaba por los caminos. Para mí, el recogerme tan temprano, me desvelaba y pasaba la noche toda despierto. En esas tomé la “mala costumbre” de salir fuera del ashram, los casi cuatro kms que había de distancia hasta la población, estaban concurridos de tenderetes y puestecillos donde se vendían todo tipo de cachivaches, artesanía, etc. ni tampoco faltaban los ambulantes puestos de café con leche. Realmente el ambiente semejante al de cualquier zona turística del Mediterráneo, los nativos entremezclados con hippies (de dinero), una terraza con música sufí de ambiente por aquí, otra por allí… al regresar al ashram, los swamis con quienes compartía casa, habían echado la llave en la cancela, ¡no podia entrar! Iba a la ventana de su habitación: toc toc… “please, open the door”. Lo hacían refunfuñando y por más que rogase no echasen la llave, no había manera de convencerlos, y no es que no entendían ni parco inglés, lo que no comprendían es que hacía en un lugar de silencio y recogimiento si por las noches me “iba de picos pardos”. Bien, esto terminó siendo de conocimiento de la administración y por medio de un mexicano residente, se me “dio un toque”. ANEXO El año 1937, y en su viaje a la India, Lanza del Vasto, visitó el ashram de Maharshi Ramana. En su libro “Peregrinación a las fuentes” (editorial Seix Barral), literalmente dijo: …”y es que ya se lo que quiero saber: este aire no es el que pide mi pecho. Hay en mí una inquietud cristiana, que aunque renqueante, me parece preferible a la serenidad perfecta que plasma este modelo” apartado 33. Para finalizar he de escribir que personalmente no conocí al gurú o santón, ya había salido de este mundos años ha, pero el ashram en su conjunto me causó muy buena impresión, tanto por su belleza formal, limpieza, silencio, orden, discreción y respeto hacia los visitantes, ¡en las antípodas de Mapia! Todos los plenilunios, ya desde el atardecer, se iniciaba la peregrinación alrededor de la montaña sagrada de Arunachala (casi todos los ashrams están en sus laderas), la longitud de este circuito espiritual es de unos 12 kms. Los nativos iban en grupos: familiares, amigos,… yo lo anduve con unos cuantos argentinos (de Córdoba). Pequeños altares y capillas de las
  • 42. ~ 42 ~ devociones más variadas estaban en los bordes del camino de circunvalación. En ellos se detenían los devotos, cantando, recitando mantras, quemando incienso, arrojando pétalos de flores,… (Yo me preguntaba de dónde sacaban tantas flores). Lo ideal es que la peregrinación durara la noche toda, iniciar con la puesta de sol y terminar al amanecer al final, bien en restaurantes o comprando la comida en puestos ambulantes, se atiborraban antes de ir: unos a sus ocupaciones, otros a dormir… y ¡hasta la próxima! El ambiente era animado y bullanguero, un poco como nuestras romerías. Pasé allí algo más de dos meses, salí con la intención de volver. Han pasado casi quince años y aún no lo he hecho. Nº6: Bhagwan. Shree Rajneesh Ashram de Bhagwan en Poone (India)
  • 43. ~ 43 ~ El viaje desde Madrás hasta Bombay pude haberlo hecho en avión. Preferí el tren, así conocía un poco el país; la distancia 1200 kms, equivalente a la que puede haber entre Alicante y La Coruña. El tiempo que duró el recorrido, 23 horas, casi un día, la experiencia no voy a contarla, pero al llegar a la estación de Puna, era el primero en bajarme del tren, si dependía de mi voluntad, ¡nunca más subiría a un tren en la India! (Poona) Puna, a 125 kms de Bombay, se encuentra en un fértil valle, fue para las marajás que gobernaban el reino de Bombay, algo así lo que significó Versalles a París ó la Granja de San Ildefonso a Madrid en la época de los primeros borbones. Los ingleses construyeron mansiones de estilo: neoclásico, neo esto y neo lo otro que te quedabas lo que se dice de boca abierta, con jardines y cuidadísimos céspedes rodeándolos. El barrio colonial, muy extenso, ya explicaba aquella frase: LA INDIA ES LA JOYA DE LA CORONA, ¡se lo montaron bien los ingleses! Aquí es el lugar que escogió BHAGWAN para establecerse a su forzado regreso de Europa y Estados Unidos. Al ashram no se accedía así como así. Lo primero que te pedían en el hall o amplio vestíbulo de recepción era “el certificado sanitario”, si no lo tenías, ellos mismo te lo hacían de un día para otro, tomaban un poco de sangre. En lo referente a los controles sanitarios había un rigor muy grande. Para residir, te ofrecían una amplia gama de: hoteles, residencias, apartamentos, casas compartidas, etc., y de los precios más caros a los más asequibles. Obviamente los castellanos parlantes no teníamos problema pues: españoles, mexicanos, puertorriqueños,… se encuentran por donde quiera que uno vaya. Total para doce días que disponía escogí un hotel no muy caro en las proximidades del ashram. Por el interior sólo se podía deambular con ropajes orientales: chilabas, túnicas,…, la verdad es que en los climas cálidos son muy agradables estas prendas. El dinero, se cambiaba en la recepción por unos “vales”, por el color se sabía su equivalencia en valor monetario. Las comidas, autoservicio, higiene al máximo. En lo referente a qué hacer una vez dentro pues el vagar por vagar, no es que estuviera prohibido pero “te sugerían” te inscribieses al participar en algún “curso”; yo lo hice en uno de VICHARA, éramos algo así como 40 personas, de los más heterogéneas nacionalidades: finlandeses, japoneses, árabes,… prácticamente ocupaba el día todo, luego los 12 días se pasaron en un “pis-plás”. Ya he escrito que el anterior ashram que visité tenía un parecido extraordinario con
  • 44. ~ 44 ~ el Generalife, aquí yo lo he descrito algo así tal el WALT DISNEY de la espiritualidad. El BUDA FIELD, fue construido por alemanes – sannyasins de Bhagwan – la cubierta similar a la del estadio olímpico de Múnich, sus bordes o aleros a 4 ó 5 mts. del suelo, producían una impresión aérea, como el estar flotando; de sus cúspides brotaban surtidores de agua que al llegar a los bordes o aleros caían hasta el terreno formando cortinas de agua, desde el interior y al mirar hacia el exterior, la abundante vegetación tropical vista a través de la pantalla de agua era realmente para ser experimentado, por muy bien que se trate de describir la descripción queda corta. El piso, de mármol impecablemente blanco, sin el menor veteado. Con la breve descripción del buda-field, está dicho todo, el resto: más de lo mismo. Aquel derroche de dinero, escandaloso y totalmente en las antípodas de: Vicente Ferrer, la madre Teresa de Calcuta; bien cada cual que juzgue por sí mismo. Ya hace tiempo he transcendido esas comparaciones ó emitir juicios sobre los líderes espirituales. Por las mañanas, en el buda-field, actuaban grupos de líneas espirituales invitados, coincidiendo con mi estancia había unos derviches de Turquía; la asistencia era libre, pero los asistentes ó espectadores mantenían una educación espiritual realmente ejemplar. A la caída de la tarde, se pasaban las charlas de Bhagwan – ya había muerto, desencarno “precisamente” el mismo día, mes y año que el padrino Sebastián – sus seguidores o sannyasins, asistían vestidos de blanco – ellos y ellas; y una vez terminada la ceremonia, había a manera de “celebración” un tiempo danzando al ritmo de músicas compuestas por los propios discípulos. Algunos músicos bastante aceptables sobre todo si se comparan con la música de las radios comerciales, cadenas de: onda cero, ser, copes,… tomé noticia que en la sangha había un porcentaje altísimo de titulados: ingenieros, arquitectos, licenciados en: medicina, etc. ¿Quién realmente fue BHAGWAN SHREE RAJNEESH? Un ser polémico, si la menor duda, para la mente occidental. Para mi apreciación, tenía “cosas” en común con Gandhi: ambos hindús y muy conocedores de la cultura occidental), asimismo al salir de este mundo al tiempo que el padrino Sebastián, es, cuando menos simbólico, ambos vinieron a coger “el rebaño que les tocaba”; los gobiernos europeos saben muy bien, que Bhagwan, acogió a tanto y tanto ser extraviado después de la “explosión del LSD”; aquellas criaturas, casi todos ellos gestados y concebidos durante la postguerra (años 40) eran hijos del sufrimiento. Después del LSD casi todos carne de psiquiátrico. ¿Por qué salió de su país? Pues parece que la Indina Gandhi, mujer atea donde los haya, lo quiso utilizar como reclamo de turismo espiritual (recordar a los Beatles), el que de tonto no debió tener ni un pelo, se vio en la disyuntiva de : o plegarse a las manipulaciones de la todopoderosa familia Gandhi o salir al extranjero, optó por lo segundo. Después de recalar unos años en Europa, especialmente Alemania (en España hubo dos discotecas de sus seguidores abiertas, una en Ibiza y la otra por la calle Arturo Soria de Madrid); saltó de Europa a los Estados Unidos, de donde fue expulsado por el gobierno norteamericano (Reagan). Ningún país occidental lo quiso acoger: Gracia, Irlanda, España, Uruguay…, la presión fue muy fuerte. Hubo pues que regresar a la India, creo que la Indira Gandhi ya había sido asesinada, cuando su regreso. La opinión generalizada sobre las razones de su persecución, los más de los que han estudiado y analizado ese “hecho”, coinciden que Bhagwan se complicó él solico la vida. En las charlas que daba a sus seguidores largaba sobre el VATICANO y no precisamente refiriéndose a los Papas del Renacimiento (los Borgia) sino a los Papas del siglo XX. Pio XII, con su silencio cómplice del holocausto Pablo VI, las presiones y chantajes referentes a una supuesta homosexualidad, por parte de cierta curia, que trató de impedir su elección al morir Juan XXIII.
  • 45. ~ 45 ~ Evidentemente a Bhagwan le traía sin cuidado la sexualidad de ningún Papa, en lo que él ponía especial énfasis es en la existencia de grupos de presión vaticanos y que, sin escrúpulos, utilizaban cualquier supuesta debilidad de quien no les interesaban para hacer chantajes. Ante este estado de noticias, que expandía desde su comunidad en Arizona, el entonces secretario de estado: Cardenal Ratzinger (hoy Benedicto XVI), telefoneó a Reagan: la Iglesia Católica Apostólica Romana, no puede permitir que se hagan públicos ORBI EST ORBI “ciertas cosas”, este hombre hay que acallarlo, ¡tenemos que negociarlo! Las clausulas de aquella negociación se desconocen, pero los efectos no se demoró demasiado tiempo en ser evidentes: SU EXPULSIÓN del AREA de INFLUENCIA OCCIDENTAL. La Iglesia Católica, fue un enemigo que menosprecio, quizás debió haber leído antes el quijote: ¡SANCHO CON LA IGLESIA HEMOS TOPADO! Los medios mediáticos, como hoy se dice, se encargaron de dar una imagen distorsionada “el gurú del sexo”, las revistas sensacionalistas (tipo interviú), escribían de una forma morbosa, sobre la vida en sus comunidades. En mi corta estancia en Puna, compré en la tienda que tenían, libros y casetes, de estos unos 40 con sus charlas grabadas en un inglés académico y relativamente fácil de entender una vez que se le “coge el tranquillo”. A lo largo de estos años, aquí en mi casa, los he escuchado repetidamente y he llegado a formarme mi propia opinión. Por último, sólo hacer una breve referencia a que los que hicieron su vida difícil, no pasaron por este mundo, sin pagar, un poco, el mal que hicieron: La Indina Gandhi, abatida a tiros por los chiís de su guardia personal pues profanó el santuario chií, autorizando la entrada del ejército. El Reagan, una de sus hijas le salió rana y publicó un libro diciendo cosas tales como: usaba más cremas y ungüentos que cualquier mujer. A su mediocre talento de actor se unía tal falta de carácter, que en la vida familiar quien “tenía puestos los pantalones” era la Nancy, mujer que no se cortaba lo más mínimo en menospreciarlo delante de los hijos, ya desde la infancia. Pues bien, en que se diferencian estos tiempos a los de la decadencia del Imperio Romano donde llegaban a emperadores tipos como Nerón, ó Calígula, por citar dos ejemplos. El Benedicto XVI, con su pasado en las juventudes hitlerianas, las chorradas que dice en las declaraciones que hace, han motivado un clamor en amplios sectores del catolicismo y no sólo reconocidos teólogos, que tienen serios temores de hacia dónde va la barca de Pedro… y eso que aún está por ser escrita y divulgada, la vida y milagros de este Papa, personaje feo con ganas. Te lo encuentras una noche en cualquier calle de poca luz y te llevas el “susto de tu vida”. Una amiga que ha estudiado y practicado mímica en grupos de teatro, me comentó en cierta ocasión que este hombre no es espontáneo, todos sus gestos son estudiados, y de una comicidad patética. Bien para concluir esta breve panorámica de Bhagwan y sus sannyashines – discípulos – estoy convencido que los poderes facticos occidentales crearon mediáticamente una imagen tan distorsionada y especialmente poniendo énfasis morbosamente en el sexo, que por reiteradamente escuchada acaba por ser más verdad que la verdad misma. La juventud europea de la generación del LSD fueron concebidos por padres supervivientes de la segunda guerra mundial, “los hijos del sufrimiento”; a esto hay que añadir el que genéticamente llevaban el puritanismo de sus ancestros, luego lo que Bhagwan encontró fueron seres real y profundamente enfermo; era pues prioritario el “curarlos”. Actualizar el tantra aquí en Occidente, no fue ni más ni menos que una terapia momentánea, pero que “escandalizó” a la hipócrita sociedad, y esto de escandalizarse solo superficialmente. La causa
  • 46. ~ 46 ~ última de su expulsión del “paraíso occidental” no fue la moral sexual sino los análisis a la multinacional vaticana, tan cómplice con los poderes temporales. ¡Con la Iglesia hemos topado, amigo Sancho! Nº7: mi segundo viaje a Sudamérica. A mi regreso de India, el siguiente paso a dar era el de participar en un ritual chamánico, pero al margen del Daime. Un artículo de prensa me dio a conocer la existencia de un libro editado por GAIA en el cual un “viajero” narraba sus vivencias y daba contactos con chamanes americanos (autorizado). Contacté con un tal Valentín en Quito (Ecuador), no obstante el viaje se demoró medio año. Mi padre, con casi 92 años, entró en fase terminal de su nada convencional vida; falleció el día 16 de Agosto (su onomástica) y tuve que asumí el “arreglar” todos los “papeles” inherentes a su muerte: reparto familiar de la escasa herencia,… Para el día de todos los Santos ya me encontraba callejeando por Quito, bellísima ciudad, protegida a poniente por los Andes, un clima peculiar, y una avenida: las Amazonas, increíble “rua” donde
  • 47. ~ 47 ~ es posible encontrar hasta las cosas más inusitadas, ni que decir que el personal que deambulaba y se sentaba en las terrazas de “la Amazonas” era verdaderamente variopinto: japoneses (en grupos), norteamericanos – gringos en todo el sentido de la palabra – españoles – omniscientes donde quiera que uno vaya – etc., etc. Valentín, no aparentaba la edad que tenía, unos tres años mayor que yo. Había nacido en Viena, médico de profesión, entró en el mundo de la espiritualidad por la brecha del LSD; buen conocedor de casi todo lo concerniente a aquella explosión que sacudió los cimientos de la burguesía occidental. Levantó el vuelo de su Austria natal y después de dar tumbos de aquí para allá: México, California, … , encontró a “su maestro”, un chamán peruano, perteneciente a una tradición que no tenía nada que ver con los incas. Vivía en un pueblico de la periferia de Quito, la vivienda, sencilla, con un jardín delantero y un amplio patio posterior, fue el sitio donde participé en mi primera “sesión”. La planta de poder: tabaco macerado en alcohol, que le facilitaban unos indios amigos suyos; los participantes, además de yo, un matrimonio mayor que resultó ser el embajador de su país para Venezuela, Colombia y Ecuador y que residían en Bogotá, sede de la embajada de Austria. En Quito y Caracas estaban los consulados. Esta peculiar pareja regresaba de un viaje a las islas Galápagos; él, el embajador, hombre extraordinariamente culto, se enrollaba hablando de esto y de lo otro, lo indignante era que el Valentín le daba “cuerda”, yo me preguntaba ¿qué pinto aquí?, sorprendentemente hablaban en español; ella, la embajadora, una mujerona que en todo momento me pareció una niña grande, bondadosa natural, con su acogedora presencia maternal atemperaba el parloteo de los otros dos hombre. Por fin, se inició el ritual propiamente dicho, pese a que la “sustancia” ya hacía más de dos horas que la habíamos ingerido. Mereció la pena la experiencia. La música eran unos cantos indígenas grabados en casetes y que contaban los pueblos precolombinos, en sus “encuentros”. Sentí en mi pecho el vigor de los siux, cheyennes, …, sus cabalgadas por las praderas; fue la primera vez, andando el tiempo aún había de vivir otras dos vivencias y de los que en su momento escribiré. Pocos días después, supe por Valentín – católico practicante, que los pueblos precolombinos rechazaban el cristianismo y no aceptaban la presencia de cristianos en sus rituales. Me sorprendió, a estas alturas, llamar genocidio a la llegada de los europeos a América, está muy cuestionado. Fue el encuentro de dos culturas, ¡tiene que ocurrir en el devenir de la humanidad! Y en lo referente a los conquistadores españoles, lo que encontraron fue a tres imperios ya en su fase decadente y corrupta (Incas, mayas, Aztecas). Los españoles ejercieron de ser sus apocalipsis, por otra parte, profetizados. (es interesante conocer las hipótesis del escritor peruano, Mario Vargas Llosa, respecto a los Incas; como un imperio estimado en 25 millones de seres, se derrumbó ante la presencia de un “puñado” de conquistadores, Pizarro y compañía no rebasaban los trescientos, ocurrieron cosas extraordinarias, no ordinarias.)Vergas Llosa basó sus hipótesis en documentos archivados en la Universidad de San Marcos de Lima y correspondientes al primer periodo colonial. El tiempo ha confirmado que parte esas hipótesis fueron hechos ocurridos ciertamente. El segundo ritual, en Vilcabamba, un valle entre los Andes y la selva, el clima primaveral todo el año y el lugar donde residimos,un conjunto de cabañas dispersas por la campiña, se alquilaban al modo de turismo rural. Alrededor de un fuego, solo, tomamos “peyote”, bajo las estrellas, sentí ser uno con el firmamento, ¡muy bonita aquella noche! Iba de menos a más. El tercer ritual, ya se hizo tomando como planta de poder “la ayahuasca”, razón de ser de este mi segundo viaje a Sudamérica (tres años después del primero). No estábamos solos, se añadió una pareja un tanto hippie. Alrededor del fuego, tomé conocimiento de la respuesta a la “búsqueda” en que estaba mi ánimo. El universo de la ayahuasca, para mí se hizo accesible a través de “la puerta”