El documento analiza casos exitosos de aplicaciones para la colaboración ciudadana que permiten a los vecinos organizarse y comunicarse entre sí de forma digital. Destaca que estas plataformas funcionan mejor cuando son impulsadas por la propia ciudadanía en lugar de las administraciones o empresas privadas, y que combinan lo digital con reuniones presenciales. El objetivo final es lograr ciudades donde los ciudadanos estén más conectados entre sí.