El poema describe a Doña Primavera, la personificación de la primavera, vistiendo flores y plantas. Camina por caminos con hojas por sandalias y flores rojas como compañía, trayendo alegría y olvidando las penas. Transforma la tierra seca en jardines floridos e incluso las piedras de las tumbas se cubren de vegetación. Se pide a Doña Primavera que traiga rosas de alegría, perdón y cariño a la vida.