La propuesta busca modificar el sistema de educación superior permitiendo el ingreso de capital privado a las universidades públicas, lo que llevaría a su privatización y convertiría la educación en un servicio en lugar de un derecho. Esto afectaría negativamente a los estudiantes de universidades públicas al limitar su acceso a una educación de calidad y convertirlos en obreros baratos que enriquezcan a las empresas. Los estudiantes deben oponerse a esta reforma y luchar por un sistema que garantice una educación pública de calidad financiada con una mayor