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JUAN CRISTÓBAL CRUZ REVUELTAS

Moral y transparencia
  Fundamento e implicaciones morales de la transparencia
Moral y transparencia


DIRECTORIO




                          Jacqueline Peschard Mariscal
                          Comisionada Presidenta

                          Alonso Gómez-Robledo Verduzco
                          Comisionado

                          Juan Pablo Guerrero Amparán
                          Comisionado

                          María Marván Laborde
                          Comisionada

                          Ángel Trinidad Zaldívar
                          Comisionada                     Comité Editorial:
                                                          Manuel Salvador Matus Velasco
                          Cecilia Azuara Arai             Ciro Murayama Rendón
                          Secretaria de Acuerdos          Rigoberto Ocampo Alcántar
                                                          María Fernanda Somuano Ventura
                          Alejandro del Conde Ugarte
                          Secretario Ejecutivo            Raúl Trejo Delarbre

   Ilustración portada:                                   Sylvia Salazar Ugarte
   Manuel Monroy                                          Secretaria Técnica del Comité Editorial
15
                                                                                                       Cuadernos
                                                                                                       de transparencia



 ÍNDICE
Presentación. p. 5

Introducción. p. 7

Porqué es necesaria la dimensión moral.

I.    Transparencia, política y valores. Un poco de historia. p. 11

      1.1 El desafío de Giges o los peligros de la invisibilidad. p. 11

II.   Contra el moralismo, el derecho a la privacidad. p. 14

III. Subordinación de la moral a la política y Arcana Imperii. p. 17

IV.   El Principio de Publicidad o la reconciliación de la moral y lo político. p. 20

V.    El principio de publicidad, una vieja historia. p. 25

VI. Esfera privada e intimidad. p. 27

VII. Espacio público y privado como formas complementarias de la autonomía. p. 30

VIII. Lo privado y lo público, precisiones y consideraciones respecto al debate contemporáneo. p. 33

      8.1 Lo público y formas de relación moral. p. 33

IX. Democracia y ambivalencia moral del secreto. p. 35

X.    Revaluar la esfera privada. p. 39

XI. Transparencia, Confianza y Capital Social. p. 41

      11.1 ¿Es mala la desconfianza? p. 44

XII. Conclusión. p. 47

Prontuario de conceptos clave. p. 49

Notas. p. 51

Breve bibliografía complementaria. p. 57
PRESENTACIÓN   LA MEZCLA DE LA POLÍTICA CON LA         con la transparencia, para poste-
               MORAL HA SIDO NEFASTA EN LA EXPE-       riormente realizar un recorrido his-
               RIENCIA HISTÓRICA DE LOS ESTADOS.       tórico sobre los efectos nefastos de
               Pronto el poder público utiliza las     lo que llama: “la invisibilidad”.
               creencias y principios como instru-      Es de fundamental importancia
               mentos ideológicos de control de las    señalar cómo Cruz Revueltas, basa-
               opiniones políticas y, así, abre las    do en aportes teóricos de gran peso
               posibilidades de interferencia en la    en la filosofía occidental, los analiza
               vida privada de las personas.           y enriquece y, además, plantea
                  Estos excesos de la manipula-        sugerencias sólidas y concretas que
               ción de la moral llevaron a un des-     permiten reconciliar y complemen-
               crédito: a la creencia de que hablar    tar lo aparentemente divorciado y
               de valores en política es encubrir      excluyente: la moral y la política, lo
               intenciones siniestras para dominar     público y lo privado.
               todos los ámbitos de los ciudada-
               nos. Este riesgo, a su vez, condujo a           Instituto Federal de Acceso
               una reacción de la sociedad y sus                  a la Información Pública
               defensores: el ámbito privado no
               puede ser tocado por el Estado en
               ningún tipo de circunstancia.
                  El ensayo de Juan Cristóbal Cruz
               Revueltas aborda estos dos temas y,
               para tal efecto, reflexiona sobre la
               dimensión moral y sus relaciones


                                 5
INTRODUCCIÓN   CON EL PROPÓSITO DE MOSTRAR Y           las muestras más significativas de
               ACLARAR EL FUNDAMENTO Y LAS IMPLI-      la manera cómo estos conceptos se

JUAN           CACIONES MORALES DEL DERECHO DE         encuentran en el centro del debate
               ACCESO A LA INFORMACIÓN PÚBLICA y       actual sobre la democracia contem-
CRISTÓBAL      de las políticas de transparencia, en   poránea y sus instituciones. En fin,
CRUZ           el presente texto hemos adoptado        esperamos demostrar que estamos
REVUELTAS      una doble vía; cada una de ellas        ante una de las más ricas vetas de
               conforma una parte de nuestro tra-      estudio a desarrollar por parte del
               bajo. En la primera vía el lector       pensamiento político de nuestros
               encontrará una breve reconstruc-        días.
               ción histórica de los motivos con-
               ceptuales y de las transformaciones     ¿Por qué es necesaria la dimensión
               que llevaron a postular el principio    moral?
               filosófico y político de publicidad.
               Veremos cómo este principio es la       Ahora bien, por principio debemos
               respuesta moderna al problema de        justificar la perspectiva que nos
               la articulación entre lo público y lo   proponemos adoptar aquí. ¿Por qué
               privado —o, si se prefiere, entre lo    abordar el derecho de acceso a la
               político y la moral— y cuáles son las   información pública desde el enfo-
               características que distinguen este     que moral? ¿Por qué moral y trans-
               principio de su antigua versión grie-   parencia? La idea puede sorprender
               ga. Para completar la discusión, en     puesto que, al tratarse tanto de un
               la segunda parte hemos creído con-      derecho como de una política públi-
               veniente ofrecer al lector algunas de   ca, su estudio se antoja, al menos a


                                7
primera vista, mejor ubicado en            Pero, antes de ir más allá,           chos fundamentales son, precisa-
ámbitos como la ciencia jurídica o      comencemos por observar que el           mente, instrumentos de protección
la ciencia política. Más aún, algunos   derecho al acceso a la información       de los bienes básicos de la persona.
de los más célebres pensadores del      pública ha sido reconocido como un       Dicho de otra forma, son derechos
derecho —como Hans Kelsen— han          derecho fundamental por el artículo      que protegen aquellos bienes consi-
hecho particular hincapié en la         6° constitucional, a partir de la        derados como necesarios a la cons-
necesidad de separar y distinguir       reforma del 20 de julio de 2007. Este    titución del individuo, para que
con claridad el derecho y la moral1.    hecho confirma, precisamente, su         pueda actuar y responsabilizarse
Sin embargo, existen otras tradicio-    relevancia moral. Por ejemplo, se        como agente moral. Se podría repli-
nes jurídicas y filosóficas, y no las   puede observar en este mismo artí-       car ahora, preguntándonos por qué
menos influyentes, que conceden         culo ya reformado, en la tercera         la persona constituye un valor. La
sin mayor dificultad que derecho y      fracción del nuevo párrafo, cómo         respuesta es simple y se antoja evi-
moral no están totalmente divorcia-     reconoce que el derecho al acceso a      dente: todos, en tanto personas,
dos. En lo que respecta a nosotros, y   la información pública es un dere-       poseemos dignidad; es decir, un
como hilo conductor del presente        cho propio de “toda persona”, y          valor moral intrínseco2.
texto, sostendremos que el principio    quien quiera ejercerlo no requiere          Si concedemos que la distinción
de publicidad, que funda el derecho     exhibir justificación alguna. Que su     entre moral y derecho es necesaria,
de acceso a la información pública y    alcance sea universal es acorde con      pero no así su disociación absoluta;
las políticas de transparencia, es la   la idea de que los derechos funda-       si admitimos que a fin de cuentas el
vía que permite resolver en el          mentales no son privativos única-        Estado constitucional y la democra-
mundo moderno un muy viejo pro-         mente de los ciudadanos, sino que        cia se fundan en valores morales
blema del pensamiento occidental:       deben ser garantizados a todos de        fundamentales, se debe aceptar de
precisamente, el de la relación de la   manera irrestricta ¿Por qué? Para        igual forma que las instituciones
política y el derecho con el punto de   responder   con       Ernesto   Garzón   políticas deben procurar obtener
vista moral.                            Valdés, podemos decir que los dere-      resultados moralmente aceptables.

                                                          8
Por ejemplo, las políticas públicas          Por otra parte, la relevancia de     rrollada, una anomalía destinada a
no deben tener como resultado             un enfoque moral del derecho al         desaparecer con el tiempo en la
mermar las libertades básicas. Lo         acceso a la información y de la         medida que se moderniza una
mismo se puede decir de los proce-        transparencia, ha sido señalada         sociedad, la corrupción es ante todo
sos y del ejercicio político cotidiano,   desde el primer texto de Cuadernos      un factor que inhibe su transforma-
pues éstos deben estar sujetos a la       de Transparencia y en la exposición     ción y desarrollo. Pero, una vez más,
discusión y al escrutinio moral, y        de motivos de la propia Ley4. En        antes de ir más lejos (volveremos
éstas, a su vez, son condiciones          efecto, se ha observado que una de      más adelante a este punto), haga-
imposibles de satisfacer sin el dere-     las justificaciones centrales del       mos un poco de historia.
cho al acceso a la información            derecho al acceso a la información y
pública y las políticas de transpa-       de las políticas de transparencia, se
rencia. Todo indica, como ya hemos        encuentra en factores y valores que
adelantado y como veremos en el           van más allá de lo estrictamente
presente trabajo, que es justamente       jurídico y político, y tienen impacto
a través del derecho al acceso a la       sobre fenómenos morales como lo
información pública y la transpa-         son la corrupción y la confianza.
rencia que derecho, política y moral      Según lo indica Federico       Reyes
pueden converger en la figura de          Heroles, autor de dicho cuaderno,
Estado democrático. Visto así, no         no se trata de problemas o temas
extraña que Victoria Camps pueda          menores, porque la corrupción
afirmar que “más que autogobierno,        mina las seguridades básicas y la
que es una forma obsoleta e irreal        confianza de los ciudadanos en sus
de definir la democracia, ésta debe-      instituciones públicas, al grado que,
ría definirse como la ‘transparencia      antes de ser un simple efecto inde-
de lo público’”3.                         seable de una sociedad poco desa-

                                                           9
10
Moral y
transparencia       TRANSPARENCIA, POLÍTICA Y
Capítulo
                    VALORES. UN POCO DE HISTORIA
       I
1.1 El desafío de Giges o los peli-      cicio oculto del poder, fuera del            En efecto, que el mero respeto de
gros de la invisibilidad                 espacio público visible, se presta        la ley sea suficiente o no, es un
                                         fácilmente a la ruptura de los vín-       debate que ocupa explícitamente al
Cuenta el filósofo griego Platón         culos sociales de confianza y, por lo     pensamiento político de la época. Ya
(427-347 a. C.) —es de notar que lo      mismo, a la corrupción y a la arbi-       en el siglo III a. C. Licofrón, un filó-
hace   en   voz   de   su   hermano      trariedad. Que la invisibilidad se        sofo alumno del célebre sofista
Glaucón— que un buen día, tras un        preste a la corrupción prueba, ante       Gorgias de Leoncio sostiene una
terremoto, se abrió una enorme           todo, de acuerdo con Glaucón, que         visión contractualista de la socie-
grieta en el campo en el que un pas-     nadie es justo de manera voluntaria       dad política o Polis. De acuerdo con
tor de nombre Giges solía llevar su      o por el sólo valor intrínseco de la      Licofrón, la Polis no es otra cosa sino
ganado. Al ver la abertura, Giges,       ley. Se entiende que para rematar su      el producto de un pacto de paz con-
intrigado, se adentró en ella y, para    argumento, Glaucón defienda que           vencional, cuya finalidad es evitar
su asombro, en su interior encontró,     incluso un hombre virtuoso y justo        la injusticia y procurar una coexis-
entre otras maravillas, un anillo de     que pudiera hacer uso de la invisibi-     tencia pacífica y el intercambio de
oro. Pronto descubrió que al poner-      lidad del anillo de Giges, terminará      bienes (el mercado). “La ley —anota
se la sortija y con tan sólo girar su    necesariamente por corromperse de         a este respecto otro gran filósofo
engaste al interior, el portador         igual forma. Sólo se “es justo” y se      griego, Aristóteles (384-322 a. C.)—
adquiría la virtud mágica de hacer-      acepta la obligación, en virtud de        entonces sería una mera conven-
se invisible y de nuevo visible al       una causa externa al individuo: el        ción, así que no sería, como sostie-
girarlo hacia el exterior. Una vez       miedo a ser sancionado por la auto-       ne el sofista Licofrón, «otra cosa que
seguro del velo protector que le         ridad. Con la historia de Giges, se       una garantía de los derechos indivi-
ofrecía el anillo, quien hasta enton-    inicia una larga discusión en el pen-     duales, sin poder alguno sobre la
ces no había sido sino un tranquilo      samiento occidental sobre el respe-       moralidad y la justicia personales
pastor ocupado de su rebaño, pron-       to a la ley, la invisibilidad del poder   de los ciudadanos»”5. Aristóteles no
to se las ingenió para acceder al        y la confianza mutua entre los ciu-       desaprueba necesariamente la con-
palacio del Rey, corromper a la reina    dadanos, como          problemas   que    cepción de Licofrón, pero sin duda
y apoderarse del trono. Este relato      deben ser resueltos para asegurar el      la juzga insuficiente. Al momento
hace patente que ya, desde la Grecia     vínculo social.                           que hace esa anotación el estagirita,
clásica, es bien conocido que el ejer-                                             otrora alumno de Platón en la

                                                           11
Academia durante 20 años, con           efecto, sabemos que los amigos son        y excesivas. Por lo mismo, el estagi-
seguridad tiene en mente la fábula      quienes comparten ciertas cosas           rita prefiere defender un tipo parti-
de Giges.                               entre   sí. Pero    en   el   caso   de   cular y más sereno de sentimiento
   Si bien para Aristóteles decir       Aristóteles no se trata de una amis-      que el fraternal: la amistad política.
política es equivalente a decir         tad de fusión fraternal como la ima-      La amistad a la que se refiere el fun-
comunicación, y no admite que lo        ginada por su maestro Platón.             dador del Liceo es la de un senti-
justo se pueda limitar a la simple      Recuérdese que al iniciar una larga       miento compartido que conlleva la
protección de los derechos indivi-      tradición intelectual que defiende el     elección permanente de vivir jun-
duales, su defensa de la justicia no    uso del secreto y la mentira por          tos: “… son amigos los que coinci-
pasa necesariamente por una críti-      parte de los gobernantes, Platón          den en la estimación de lo bueno y
ca explícita del secreto. ¿Por qué?     sugiere difundir mentiras “útiles”        lo malo, los que tienen los mismos
Debido a que su concepción identifi-    con el fin de que los ciudadanos se       amigos y enemigos…”6. Se puede
ca al buen gobierno, no con algo        sientan obligados los unos con los        suponer así, que Aristóteles espera-
semejante al desempeño del com-         otros. En particular, para que aque-      ría que si Giges es “amigo” de sus
plicado aparato administrativo de       llos destinados a proteger la ciudad,     conciudadanos, no los defraudará
nuestra época, sino con el ejercicio    los llamados guardianes o guerre-         aun cuando pueda actuar bajo el
personal de la prudencia en su apli-    ros, crean que son hermanos y que,        manto de invisibilidad que le con-
cación, caso por caso, a lo ambiguo,    por lo mismo, se sientan plenamen-        fiere su anillo mágico. Valga subra-
aleatorio o probable que es propio      te identificados con las Polis, al        yar que si para Aristóteles la noción
de los asuntos humanos (por lo          grado de estar dispuestos a actuar        de amigo se define por oposición a
demás,      sea dicho de paso, para     como los perros, que son mansos           la de enemigo, no se trata entonces
Aristóteles no es necesario debatir     con su amo y agresivos con los            de la amistad íntima con algunas
si dos más dos son cuatro, las verda-   extraños, y se encuentren convenci-       personas que nos son afines, como
des necesarias o demostrativas no       dos, igualmente, de compartirlo           nos es familiar en nuestros días,
requieren discusión). Lo ausente        todo, en un sentido amplio que            sino de un concepto efectivamente
para Aristóteles entre los ciudada-     incluye bienes y familia, de manera       político y cuya extensión, la de las
nos de la sociedad contractual          indistinta.                               personas que involucra, es mucho
defendida por Licofrón, es más bien        Aristóteles considera que este         más amplio que nuestro actual con-
una cierta forma de amistad. En         tipo de ideas de Platón son confusas      cepto de amistad. Todo lo aleja

                                                           12
entonces de Licofrón, ya que la           justa no está dispuesta a hacer           Aristóteles), la democracia requiere
Constitución no puede ser entendi-        determinadas cosas y, si cede dema-       también un mínimo de confianza
da entonces como un simple con-           siado fácilmente a la tentación, es       mutua. En nuestros días podemos
junto de reglas. Antes bien, ella es      porque en realidad ya estaba dis-         aprovechar estas lecciones del pen-
una forma de vida compartida.             puesta”8.                                 samiento antiguo: conocimientos
   Por su parte, en el pensamiento           Valga insistir que la verdadera        compartidos, deliberación pública,
moderno que sigue la herencia de          amistad, de acuerdo con Aristóteles,      transparencia y confianza son bie-
Licofrón, la tradición liberal tiende a   no consiste en compartir un puro (e       nes morales necesarios a la demo-
desconfiar de este tipo de concep-        irracional) sentimiento, sino es          cracia. Pero este reconocimiento no
ciones que exigen del individuo algo      aquélla   de     quienes   comparten      nos exime de considerar cómo esas
más que el simple apego a la ley. Sin     acciones y pensamientos. Así, la          mismas nociones han sufrido trans-
embargo, la posición de Aristóteles       amistad tiene una significación           formaciones en sus significados.
sigue siendo defendida en nuestros        política, ya que es el ejercicio de las   Veremos a continuación lo que
días. Algunos pensadores contem-          virtudes que constituye el vivir jun-     separa esos conceptos antiguos de
poráneos subrayan la existencia de        tos, mismas que implican: la acción,      los modernos.
valores compartidos como impres-          la palabra y la comunicación9. A
cindible para la democracia: “Una         pesar de las precauciones que se
democracia ciudadana […] no sólo          deben tomar (ya hemos señalado             EN NUESTROS DÍAS PODE-
requiere que los ciudadanos se            algunas), se puede prolongar a             MOS APROVECHAR ESTAS
comprometan       con   el   proyecto     nuestros tiempos el pensamiento de
                                                                                     LECCIONES DEL PENSA-
común, sino también que se sientan        Aristóteles y afirmar que la delibe-
especialmente vinculados con las          ración pública y transparente son lo       MIENTO ANTIGUO: CONO-
demás personas que participan en          propio de la política y de la demo-        CIMIENTOS COMPARTI-
dicho proyecto”7. Incluso un autor        cracia y, simultáneamente, es el           DOS, DELIBERACIÓN
como John Rawls, defiende la nece-        método que permite resolver mejor
                                                                                     PÚBLICA, TRANSPARENCIA
sidad de una amistad cívica para          los desacuerdos morales. Más aún,
una sociedad bien ordenada, y pare-       al igual que la amistad defendida
                                                                                     Y CONFIANZA SON BIENES
ce interpretar la legenda de Giges        por el autor latino Cicerón (segura-       MORALES NECESARIOS A
cuando afirma que “una persona            mente     bajo    la    influencia   de    LA DEMOCRACIA.
                                                             13
Moral y
transparencia       CONTRA EL MORALISMO,
Capítulo
                    EL DERECHO A LA PRIVACIDAD
     II
A PESAR DE LA MESURA DEL PENSA-          “piadosas” entre los ciudadanos si      Éste es el caso del iniciador del pen-
MIENTO DE ARISTÓTELES, en el mundo       así lo considera conveniente. A dife-   samiento político moderno, Nicolás
moderno se buscará evitar el desa-       rencia de Aristóteles, que reconoce     Maquiavelo (1469-1527), quien lejos
tino de subordinar la política a la      la existencia de una esfera privada,    de la obsesión griega por la virtud,
moral, error cometido por Platón y       al distinguir el ámbito de la familia   no duda en afirmar y aceptar abier-
también por las formas teocráticas       del ámbito político; o de una           tamente que:
de la Edad Media que supeditan la        Antígona que defiende sus valores
ciudad terrestre a la ciudad de Dios,    contra lo dispuesto por el rey             Los hombres son ingratos, volu-
el poder político al poder espiritual.   Creonte y las normas de la Polis;          bles, dados al fingimiento, afi-
En el caso de Platón, su equivoca-       Platón funde toda la vida social en        cionados a esquivar peligros y
ción consiste en pensar la comuni-       una sola esfera orgánica de gobier-        codiciosos de ganancias.
dad política como una especie de         no. Esta visión tendrá una gran per-
gran familia, sobre la cual el rey-      sistencia histórica; todavía en la      Es de notar que la observación de
filósofo pretende conocer todo lo        época de Louis XIV, un teólogo como     Maquiavelo se aplica a los hombres
que es bueno para todos. En parti-       Bossuet sostiene que el monarca         en general, sin distinción alguna
cular, el filósofo determina (de         debe velar por la salud espiritual de   entre gobernantes y gobernados. En
manera autoritaria) los contenidos       su pueblo.                              el primer número de Cuadernos de
de la educación y las artes admiti-         Un primer argumento en contra        Transparencia Reyes Heroles saca la
das o excluidas de la república. Por     del “paternalismo” de Estado que se     conclusión correcta del realismo
lo mismo, de manera análoga a las        desprende de la concepción de           defendido por Maquiavelo: las insti-
medicinas       (pharmakon),    cuyo     Platón y en contra del perfeccionis-    tuciones públicas no se deben cons-
empleo está reservado a los médi-        mo moral y el deseo de encaminar a      truir bajo la suposición, a todas
cos y prohibido a los profanos, el rey   los hombres por el sendero de la vir-   luces errónea, de que los seres
filósofo reivindica el derecho para sí   tud, es de orden metodológico: la       humanos somos o deberíamos ser
de aplicar terapias políticas para       necesidad “científica” de partir de     ángeles. En realidad, los seres
asegurar la salud social (eugenismo      una visión realista del ser humano.     humanos no somos tan buenos
incluido) y propagar, como ya men-       Tomar al hombre tal y como es y no      como lo pretende Platón ni tan
cionamos más arriba, mentiras            como supuestamente debería ser.         malos como lo cree Maquiavelo.



                                                          14
Recuérdese la célebre advertencia        por los mismos demonios siempre y           Para no detenernos demasiado
que hace el pensador francés Blaise      cuando éstos sean razonables. De         en este punto, basta señalar que, en
Pascal: el hombre no es ni ángel ni      hecho, la enunciación que hace           nuestros días, es claro que el mora-
bestia y quien quiere hacer el ángel     Kant de este problema, invita a          lismo y su pretensión de hacer de la
termina por hacer la bestia.             enfrentar el desafío de la fábula de     totalidad de la vida social un objeto
   No es extraño que, más tarde,         Giges, ya que los demonios –que no       transparente al ojo del Estado, aten-
para el otro gran fundador del pen-      son sino los individuos que actúan       tan contra un valor fundamental
samiento político moderno, Thomas        como Giges– saben que, por una           del mundo moderno: el derecho a la
Hobbes (1588-1679), ya no se exija       parte, su conservación exige leyes       privacidad. Por lo mismo, menosca-
ningún tipo de virtud al gobernado.      universales y, por la otra, como lo      ba la autonomía de los individuos y
El acto exterior del individuo, acción   anota el filósofo, cada uno se incli-    la dignidad de la personas. Así lo
o palabra, es lo único que puede y       nará secretamente a excluirse de         observa Amy Gutmann. Moralistas
debe   incumbir     al   gobernante      ellas11. Más adelante nos ocupare-       son, de acuerdo con Gutmann12, las
(Leviatán, Cap. 27). De esta forma, el   mos de la respuesta que Kant da a
pensamiento moderno rompe con            este problema y en el mismo escrito
Platón y con el pensamiento religio-     sobre la Paz perpetua. Por ahora,
so. A partir de Maquiavelo y de          limitémonos a observar que esta          EN NUESTROS DÍAS, ES
Hobbes, “ya no es necesario que el       divergencia que se hace manifiesta       CLARO QUE EL MORALISMO
sujeto, en tanto que hombre, se          con Hobbes, entre el Estado y la
                                                                                  Y SU PRETENSIÓN DE
identifique moralmente con las           conciencia moral de los ciudadanos,
leyes políticas para mantener al         tendrá importantes implicaciones.
                                                                                  HACER DE LA TOTALIDAD DE
Estado…”10. En adelante, se busca-       En particular algo que nos interesa      LA VIDA SOCIAL UN OBJETO
rá que la política funcione sin que el   aquí: la liberación de la conciencia     TRANSPARENTE AL OJO DEL
buen ciudadano sea necesariamen-         crítica del individuo frente al Estado   ESTADO, ATENTAN CONTRA
te “un hombre bueno”. Incluso,           y la invención de la esfera privada
como dirá más tarde Kant, el pro-        moderna por oposición a la esfera
                                                                                  UN VALOR FUNDAMENTAL
blema del Estado debe tener solu-        pública.                                 DEL MUNDO MODERNO: EL
ción para un pueblo conformado                                                    DERECHO A LA PRIVACIDAD.


                                                          15
concepciones que bajo el propósito
de formar el carácter o la virtud,
restringen opciones y, a fin de cuen-
tas, rechazan la libertad de elección
que poseen los individuos, es decir,
el derecho que posee todo individuo
a actuar por sí mismo y adoptar por
sí mismo sus propios fines. Desde el
punto de vista que ha sido particu-
larmente enfatizado por la tradición
del pensamiento liberal, el moralis-
mo empieza donde acaba la neutra-
lidad moral que debe tener el
Estado en una sociedad democráti-
ca.




                                        16
Moral y
transparencia    SUBORDINACIÓN DE LA MORAL
Capítulo
                 A LA POLÍTICA Y ARCANA IMPERI
    III
PERO SI SUBORDINAR LA POLÍTICA A UN     vía que permite al príncipe ir más        hace posible que los signos y las
PROYECTO MORAL QUE BUSCA INCIDIR        allá de la fuerza física y ejercer un     imágenes puedan ejercer un poder
EN TODOS LOS ASPECTOS DE LA VIDA ES     poder de manera indirecta, y multi-       no necesariamente físico sobre los
UN PELIGRO –el totalitarismo del        plicado a través de su imagen o           hombres y seguramente mayor al
siglo XX y su voluntad de “crear al     representación. Como salta a la           simple poder directo, al grado de
hombre nuevo” lo demostró hasta lo      vista, este juego de duplicidades,        obligarlos a ir contra sus inclinacio-
abominable– también lo es conver-       que parece convidar ante todo a un        nes más naturales14. Es de notar
tir la moral en mero instrumento        juego de apariencias y a una estra-       también que, a pesar de concebirse
ideológico de la política. Tal es una   tegia estética de la política, se funda   como un pensamiento antiplatóni-
de las tendencias del Estado moder-     en el secreto y en el engaño.             co,   Maquiavelo    concuerda     con
no. Recordemos que Maquiavelo                                                     Platón aquí: el gobernante tiene
afirma que el gobernante debe              hay que saber disfrazarse bien y       derecho a mentir. Pero, ¿qué explica
poseer la capacidad de fingir el bien      ser hábil en fingir y en disimular.    esta coincidencia? La respuesta a
mientras disimula el mal. Bajo esta        Los hombres son tan simples y          esta pregunta se encuentra en el
óptica, el príncipe o gobernante           de tal manera obedecen a las           hecho de que ambos autores dan
debe tener, a semejanza de la natu-        necesidades del momento, que           una prioridad epistemológica al
raleza binaria del centauro Quirón,        aquel que engaña encontrará            gobernante, sea en el caso de
la capacidad de la duplicidad; pose-       siempre quien se deje enga-            Platón, por la naturaleza misma del
er varios rostros según las circuns-       ñar13.                                 rey filósofo que, por nacimiento,
tancias;   aparentar   ser   hombre                                               puede acceder a la esfera trascen-
mientras se actúa como bestia. A su     Como lo muestra su obra de teatro         dente de las ideas verdaderas; sea
vez, la bestialidad sugerida por        la Mandrágora –recuérdese que el          en lo que se refiere a Maquiavelo,
Maquiavelo también es doble: al         autor de El Príncipe también es dra-      por la situación específica (con rela-
mismo tiempo se debe poder ser          maturgo y probablemente uno de            ción al poder) del gobernante frente
león o zorro; según la necesidad del    los iniciadores del género de la          a los gobernados. Ahora bien, el
momento, ejercer la fuerza del pri-     Commedia dell’arte–, Maquiavelo es        príncipe, al menos como lo piensa
mero o la astucia del segundo. Vale     un pensador fascinado por la capa-        Maquiavelo, sabe que nada funda-
la pena subrayar que es la astucia la   cidad del hombre de engañar y ser         mental lo distingue de sus goberna-
                                        engañado. La necesidad de ilusión         dos, salvo una sucesión de contin-

                                                          17
gencias y, a fin de cuentas, una          embargo, es a partir de la influencia    to”16. Así, con Jean Bodin y luego
forma de usurpación del poder. Ése        de Maquiavelo que se elabora la teo-     con Hobbes, en nombre del interés
es su secreto y es el secreto que         ría de la Razón de Estado.               superior del Estado, el soberano no
debe preservar.                                Siguiendo a Michel Senellart15,     puede ser limitado, pues él es
   La radicalidad de Maquiavelo,          la Razón de Estado se puede definir      garante del interés común. La
que pone fin al vínculo entre la exi-     como el imperativo de transgredir el     noción de Razón de Estado implica,
gencia de virtud (al menos en su          derecho en nombre del interés            como lo indica la célebre máxima
sentido tradicional) y el ejercicio del   público. Entendida así, la razón de      “the King can do no wrong”, que el
poder, impele al príncipe a practicar     Estado posee tres características        soberano se encuentra a priori
el arte de usar la opinión de sus         distintivas. Por principio, se funda     “inmunizado” contra el error.
gobernados. La política se convierte      en la idea de una necesidad política        Pero, ¿qué significa la noción de
así en algo semejante a un juego de       mayor; obviamente esta cualidad          ‘razón’ evocada en la expresión
velos y máscaras y de constante tra-      confiere al gobernante una gran          Razón de Estado? La respuesta es
vestismo entre ser y apariencia.          autonomía y lo dota de justificación     cuando menos paradójica. En efec-
Esto, que no es otra cosa sino la         en    cualquier   circunstancia. Su      to, ella no se refiere a lo que puede
reducción de la política a una pura       segunda característica es aquélla de     comprenderse por medio de la
técnica de conquista y conservación       la justificación de los medios en vis-   razón común, como lo sostiene
del poder, tendrá grandes implica-        tas a un fin superior. Finalmente,       Sócrates (en el diálogo llamado El
ciones en el desarrollo posterior del     está la exigencia de secreto. El arte    Menón) al demostrar que incluso el
Estado absolutista. Es cierto, su obra    de gobernar requiere, entonces, de       esclavo, al igual que cualquier hom-
más conocida está dirigida a la figu-     la Arcana Imperii. Los secretos del      bre, puede hacer uso de ella. Todo lo
ra personal del príncipe. Ella se ins-    poder, noción que ya había sido          contrario, la Razón de Estado pre-
cribe (si se quiere, para mejor des-      introducida desde la época del           tende una racionalidad distinta a la
truirlo) dentro del viejo género retó-    imperio romano por Tácito, se vuel-      del hombre común, pues “trascien-
rico de consejos llamado “espejos         ve ahora central. A tal grado que,       de” la comprensión ordinaria. Esta
para príncipes”. Todo indica que          como lo observa un especialista de       idea de una razón que escapa al
Maquiavelo no elabora su obra con         este periodo histórico, Jean-Pierre      sentido común, es reforzada por la
relación a la idea de una entidad         Chrétien-Goni, para el absolutismo       noción de secreto, a manera de una
abstracta como la de Estado. Sin          “ser soberano es organizar el secre-     estrategia encaminada a eximirla

                                                            18
de cualquier forma de rendición de        ciones siguientes a intentar recons-
cuentas. Yves Charles Zarka tiene         truir y restablecer, al menos en un
razón al señalar que la idea de           principio de forma mínima, la base
secretos de Estado, de Arcana             moral del Estado, con el fin de evitar
Imperio, se refiere ante todo a una       que la política moderna quede
concepción del ejercicio del poder        totalmente sujeta a la arbitrariedad
muy distinta de aquella que se            del monarca y completamente des-
funda en el libre consentimiento:         vinculada de las exigencias mora-
                                          les.
   La doctrina política que acuerda
   una parte importante al secreto
   en el arte de gobernar, envuelve
   casi necesariamente los princi-
   pios de una comprensión de lo
   político en términos de domina-
   ción17.


No necesitamos insistir en que bajo
esta visión del Estado el ejercicio del
poder es equiparado, como apunta
                                                                                   LA IDEA DE SECRETOS DE
Kelsen18, a una estrategia de “encu-
brimiento” de los actos del gober-
                                                                                   ESTADO, DE ARCANA
nante, gracias a la cual la moral se                                               IMPERIO, SE REFIERE ANTE
encuentra subordinada ahora a la                                                   TODO A UNA CONCEPCIÓN
política: los individuos tiene un
                                                                                   DEL EJERCICIO DEL PODER
valor marginal, menos aún su per-
feccionamiento      moral,    lo   que
                                                                                   MUY DISTINTA DE AQUELLA
importa ahora es el bienestar del                                                  QUE SE FUNDA EN EL LIBRE
Estado. Esto obligará a las genera-                                                CONSENTIMIENTO.

                                                            19
Moral y
transparencia          EL PRINCIPIO DE PUBLICIDAD O LA
Capítulo
                       RECONCILIACIÓN DE LA MORAL
   IV                  Y LO POLÍTICO
UN PRIMER PASO PARA EVITAR EL            Hobbes da así un primer paso hacia        pretación legitima. Pero vale insistir
MORALISMO ANTIGUO SIN CAER EN EL         la noción de “seguridad jurídica” y la    en que Hobbes considera necesaria
INMORALISMO O, SI SE PREFIERE, EN EL     exigencia de previsibilidad de las        esta   prominencia     absoluta    del
AMORALISMO DE MAQUIAVELO, lo da          acciones del Estado (lo que hoy en        Estado, ya que para el pensador
el otro gran fundador del Estado         día el derecho constitucional ale-        inglés, dejar libre juego a la razón
moderno, Thomas Hobbes19. El             mán denomina protección de la             pública es introducir el pluralismo
pensador inglés reintroduce la           confianza respecto a la ley). En ade-     de las opiniones y volver al proble-
noción de       justicia, pero ésta no   lante, una de las características del     ma inicial, que buscaba resolver por
debe requerir otra cosa sino el res-     Estado moderno será la tendencia          medio del Leviatán todopoderoso: el
peto de la promesa dada, y es el         progresiva a reducir la incertidum-       de la guerra provocada por el dere-
Estado el que debe garantizar su         bre de los gobernados (primero res-       cho de todos a todo y por la lucha
cumplimiento (Leviatán, XVI). Pero       pecto a la vida, luego respecto a la      irrefrenada de las subjetividades y
también se puede apreciar que el         propiedad y así sucesivamente). Si        de las opiniones. Visto bajo este últi-
mismo Hobbes introduce el princi-        bien en estos aspectos Hobbes es          mo aspecto, la obra de Hobbes no
pio de publicidad de las leyes:          innegablemente         revolucionario,    puede sino favorecer el absolutis-
                                         fuera de ello, Hobbes es el pensador      mo.
   Pertenece      al   mismo    poder    del Leviatán. En la misma frase cita-        Justamente como reacción al
   supremo el poder dictar algunas       da se puede observar que la certeza       absolutismo, la necesidad de limitar
   reglas comunes para todos los         jurídica se consigue, para Hobbes,        el poder será cada vez más acen-
   hombres y declararlas pública-        sólo al costo de que el problema de       tuada conforme progresa el pensa-
   mente, mediante las cuales            lo justo y de lo injusto, lo bueno y lo   miento político moderno. En efecto,
   cada uno pueda saber qué              malo, e incluso de lo verdadero y de      si Maquiavelo sostiene que el prín-
   puede ser llamado […] justo,          lo falso, se disuelvan ante el poder      cipe tiene libertad irrestricta y dere-
   qué injusto […], qué bueno, qué       supremo y la majestad del Estado.         cho al secreto, en virtud de sus res-
   malo; es decir, brevemente, qué       El Estado tiene respecto a todo ello      ponsabilidades y de la técnica que
   debe ser evitado en nuestro           la última palabra. De esta manera,        requiere el ejercicio del poder, son
   curso normal de vida20.               el Estado se vuelve el monopolio del      justamente las mismas razones —a
                                         poder fáctico y simbólico, tanto del      saber, la importancia y las particu-
                                         uso de la violencia como de la inter-     laridades de sus funciones— que

                                                           20
harán que el pensamiento posterior      opinión (como se cuenta que dijo         por primera vez el príncipe Tamino
exija transparencia y control sobre     Voltaire   en   un     momento     de    con Papageno, el primero le pregun-
sus       acciones.    Así,     para    maquiavelismo intelectual). Por lo       ta al segundo:
Montesquieu, el secreto del gober-      tanto, de forma paradójica, la afir-
nante es sospechoso porque sólo es      mación maquiavélica del secreto             Príncipe Tamino: Dime, alegre
necesario si la autoridad “…tiene       como instrumento del poder, lo              amigo, ¿quién eres tú?
tantos defectos, que debe temer         degrada. ¿Por qué? Porque ahora             Papageno: ¿Que quién soy yo?
exponer a pleno día su estupidez        sólo se trata de una técnica a dispo-       ¡Vaya pregunta! Pues un hom-
natural. Está escondido y se ignora     sición de cualquier hombre que pre-         bre, al igual que tú.
el estado en el que se encuentra”21.    tenda gobernar. A partir de la radi-
Se sigue, efectivamente, que por su     cal transformación conceptual que
importancia el poder deba ser con-      hace Maquiavelo, el gobernante ya
trolado y protegido de sí mismo por     no ocupa el lugar excepcional que le
medio de la división de poderes,        confería el pensamiento premoder-
pero también por parte de la opi-       no y que le permitía ejercer el secre-
                                                                                 A PARTIR DE LA RADICAL
nión de los ciudadanos.                 to sin tener que rendir cuentas a
      Que la opinión aparezca ahora     sus súbditos, fuera en virtud de una     TRANSFORMACIÓN CON-
como una nueva instancia de legiti-     relación privilegiada y trascendente     CEPTUAL QUE HACE
midad —que el príncipe deba ser         a la verdad, como es el caso de          MAQUIAVELO, EL GOBER-
temido pero se cuide sobre todo de      Platón, o a la divinidad, como había
                                                                                 NANTE YA NO OCUPA EL
no ser odiado por su pueblo— es         sido durante la Edad Media. De
consecuencia de la misma visión         manera consecuente, en el contrac-
                                                                                 LUGAR EXCEPCIONAL QUE
del poder que ofrece Maquiavelo en      tualismo de Hobbes el gobernante         LE CONFERÍA EL PENSA-
El Príncipe. El imperativo de disimu-   no es sino un representante que          MIENTO PREMODERNO Y
lar y manipular la opinión sólo se      actúa en lugar del gobernado. En su
                                                                                 QUE LE PERMITÍA EJERCER
puede entender porque, en realidad      ópera “La Flauta Mágica”, Mozart
y en última instancia, se depende       hará popular esa igualdad funda-
                                                                                 EL SECRETO SIN TENER QUE
de ella. Si la opinión gobierna el      mental entre el gobernante y el          RENDIR CUENTAS A SUS
mundo, es necesario gobernar la         gobernado, cuando al encontrarse         SÚBDITOS.

                                                          21
Como lo hace patente la reacción de    revocable en cualquier momento.         relación al secreto y a la publicidad,
Papageno, que se pretenda exigir,      Esta evolución muestra que, por la      Camille Desmoulins contrasta la
como lo hace Hobbes, que una vez       radicalidad con la que describen los    república y la monarquía:
realizado el contrato que funda la     cimientos del poder, Maquiavelo y
sociedad política, los contratantes    Hobbes dan pie al absolutismo.             La monarquía hace todo en el
se opaquen como sujetos libres y       Pero, paradójicamente, esa misma           gabinete, en comités y a través
cedan para siempre la mayor parte      radicalidad hace posible la negación       del solo secreto; la república,
de sus derechos al Estado, será algo   del absolutismo al hacer del pueblo        todo en la tribuna, en presencia
que no podrá ser aceptado por las      el único fundamento de la legitimi-        del pueblo y a través de la publi-
generaciones    posteriores.   Mejor   dad política en el mundo moderno.          cidad, por lo que Marat llamaba
dicho, una vez popularizada la idea       Bajo la perspectiva de este             hacer un gran escándalo. En las
de que el pueblo es el fundamento      nuevo fundamento de la legitimi-           monarquías, el fundamento del
de la soberanía, se entenderá como     dad política, el secreto como políti-      gobierno es la mentira, engañar
una paradoja o como una franca e       ca sistemática de Estado se vuelve         es todo el secreto del Estado; la
incongruente contradicción la con-     insostenible. Como bien subraya            política de las repúblicas, es la
cepción de Hobbes: la de realizar un   Bernard Williams: “existen vínculos        verdad23.
convenio con el fin de defenderse de   privilegiados entre el gobierno y el
los zorros (los demás individuos) y    pueblo, y es una violación de esta      Naturalmente, Desmoulins asocia
terminar, así, colocándose definiti-   concepción permitir que el secreto o    la publicidad al escándalo: si el pue-
vamente bajo las garras del león (a    la disimulación se inmiscuyan entre     blo puede conocer, entonces se
saber,   el   Leviatán-Estado).   Se   el pueblo y aquél a quien éste le       puede indignar. Pero es de notar, en
entiende que, pocos años después       encargó el poder”22. No sorprende       este mismo texto, que si la monar-
de Hobbes, Locke no tarda en defen-    que, unos setenta años más tarde, a     quía, asociada inevitablemente con
der que la relación entre represen-    la muerte de Locke, este reproche en    el ejercicio del secreto, no produce
tados y representantes, entre ciuda-   contra de las prácticas secretas del    escándalos (en plural), no es tanto
danos y gobernantes, deba ser una      Estado surja entre algunas de las       porque los esconde; sino ante todo,
relación de confianza (trust). Es      grandes    personalidades    de    la   porque ella misma es un escándalo
decir, ella consiste en un mandato     Revolución francesa. Así, por su        en tanto régimen político. Ya sea
                                                                               con la república o la monarquía nos

                                                        22
encontramos en una situación, en el      tiempo leyes universales y, en cada      ción de justificar las políticas públi-
siglo XVIII, en la que es inevitable     caso y llegado el momento, estar         cas ante aquellos que son afectados
que entre en juego la conciencia         exentos de esas mismas leyes.            por ellas, será el pedestal de la legi-
moral del público o del pueblo.          Contra estos males y con el fin de       timidad en la teoría política. Sólo
Después de Maquiavelo y Hobbes, y        restablecer el equilibrio entre la       bajo la publicidad y la rendición
como reacción al absolutismo, la         moral y la política, Kant postula el     pública de cuentas, de las leyes y de
publicidad se presenta como el           principio de publicidad:                 los actos del gobierno se puede dar
medio —necesario y solicitado en                                                  sustento al consentimiento de los
un mundo en que la opinión pública          Todas las acciones relativas al       ciudadanos. Renunciar a la publici-
juega un papel de importancia cre-          derecho de otros hombres cuya         dad, como dirá en algún momento
ciente— a través del cual se pueden         máxima sea incompatible con la
conciliar de nuevo la moral y la polí-      publicidad, son injustas25.
tica.   Es   el   filósofo   alemán
Emmanuel Kant quien elabora la           La publicidad es un bien, en tanto
mejor expresión teórica al respecto.     que es defensa y garantía contra el
Se trata de oponerse a la opacidad       secreto y la arbitrariedad de la auto-
en el ejercicio del poder por parte      ridad, puesto que incluso en los
del príncipe tal y como lo describe      casos más virtuosos, el gobernante
Maquiavelo; también, sea dicho de        estará tentado a actuar, al igual que
paso, se asienta en contra de su         Giges, de forma secreta y conforme
paternalismo (si aceptamos que la        a sus intereses personales. Pero
obra mayor de Maquiavelo refleja         sobre todo, vale la pena insistir en
una moral utilitaria24), de quien        ello, el principio de publicidad es, a
pretende saber qué es bueno para         un mismo tiempo, un principio jurí-      LA PUBLICIDAD ES UN BIEN,
todos. Al mismo tiempo, es la res-       dico y ético que permite conciliar el    EN TANTO QUE ES DEFENSA
puesta que permite resolver el pro-      ejercicio del poder con el tribunal de
blema del Estado conformado por          la opinión pública. Puesto que el
                                                                                  Y GARANTÍA CONTRA EL
un pueblo de demonios, individuos        fundamento último del poder es la        SECRETO Y LA ARBITRARIE-
como Giges, que quieren al mismo         opinión de los gobernados, la obliga-    DAD DE LA AUTORIDAD.

                                                          23
el gran pensador liberal Benjamín      Desde el punto de vista de la moral      que, en aras del bien mayor, cierto
Constant, es renunciar a “nuestro”     utilitaria, la publicidad no tiene un    tipo de mentiras puedan ser acepta-
poder.                                 valor moral en sí. Como lo anotan        bles para Bentham, lo que es una
   Ahora bien, debemos confesar        Amy Gutmann y Dennis Thompson,           regresión con respecto al punto de
que el principio de publicidad puede   para Bentham “la publicidad es sólo      vista de Kant. Ahora bien, para
ser concebido como útil a la demo-     un mecanismo para hacer que el           entender la importancia de la refle-
cracia sin que sea necesario vincu-    interés personal de los funcionarios     xión de Kant y su relación con la
larlo a la moral. Al menos así lo      coincida con el interés general”26.      esfera privada, es necesario volver
entiende el padre de una de las        Como ya se ha mencionado, existe         de nuevo al mundo antiguo.
grandes corrientes intelectuales del   una cierta familiaridad entre la filo-
mundo moderno, Jeremy Bentham.         sofía utilitaria y Maquiavelo, de aquí




                                                         24
Moral y
transparencia      EL PRINCIPIO DE PUBLICIDAD,
Capítulo
                   UNA VIEJA HISTORIA
     V
EN REALIDAD, AL MOMENTO EN QUE          ca, que por primera vez “una socie-     que el máximo estadista del llama-
KANT ENUNCIA EL PRINCIPIO DE PUBLI-     dad delibera explícitamente en torno    do siglo de oro ateniense, Pericles,
CIDAD, éste cuenta ya con una larga     a sus leyes y el cambio de estas        celebre el hecho de que Atenas sea
historia avant la lettre. Como ya       leyes”28 (las cursivas son nuestras).   una ciudad abierta para todos,
hemos visto, un siglo y medio antes,       En el terreno de las ideas, un       incluyendo a los extranjeros que
el mismo Hobbes había subrayado         buen ejemplo es el del sofista y        tienen derecho a circular libremen-
la necesidad de que las leyes sean      demócrata Protágoras (485-411 a.        te, sin espacio de exclusión. Más
conocidas, razón por la que Ernesto     C.). En confrontación con el aristo-    interesante para nosotros es el
Garzón Valdés no se equivoca cuan-      cratismo de Platón y su defensa del     hecho de que el estadista se jacte de
do sitúa a Hobbes dentro de la tra-     derecho del rey filósofo a mentir a     que en Atenas lo público es materia
dición que defiende el principio de     sus súbditos, Protágoras defiende,      de conocimiento para todos los ciu-
la publicidad. Pero aún podemos ir      tal y como el mismo Platón lo narra,    dadanos:
mucho      más    lejos.   Cornelius    que la política es cosa que atañe a
Castoriadis observa que la demo-        todos, que todos deben conocer y
cracia griega va de par con el naci-    todos pueden aprender. No se trata
miento de la filosofía. Se puede pre-   aquí de una concepción extravagan-
sumir, entonces, que existe un nexo     te dentro de su época. Al contrario,    EN CONFRONTACIÓN CON
lógico e histórico que las une (es de   su pensamiento refleja bien las ins-    EL ARISTOCRATISMO DE
observar además que, efectivamen-       tituciones democráticas de la Grecia    PLATÓN Y SU DEFENSA DEL
te, Solón y el considerado primer       clásica. Un reconocido especialista
                                                                                DERECHO DEL REY FILÓSO-
filósofo de la historia, Tales de       de la Grecia antigua, Jean-Pierre
                                                                                FO A MENTIR A SUS SÚBDI-
Mileto, son contemporáneos). En         Vernant, observa que la democrati-
efecto, es con el amor al conoci-       zación de la sociedad griega va de
                                                                                TOS, PROTÁGORAS DEFIEN-
miento, con el derecho a pensar sin     par con la aparición de un sector o
                                                                                DE, TAL Y COMO EL MISMO
restricciones —“Atenas, punto de la     espacio social de interés común,        PLATÓN LO NARRA, QUE LA
Hélade donde hay más libertad de        sujeto por lo tanto al escrutinio       POLÍTICA ES COSA QUE
hablar”27. según se afirma con toda     público, por oposición a los asuntos    ATAÑE A TODOS, QUE
claridad en la misma obra de            privados y a los procedimientos         TODOS DEBEN CONOCER Y
Platón— y con la Atenas democráti-      secretos29. No es extraño entonces      TODOS PUEDEN APRENDER.

                                                         25
…nos preocupamos a la vez de          pueden ser compartidos y que             hay una cosa, a la que todos los ciu-
   los asuntos privados y de los         importan a todos los ciudadanos.         dadanos están obligados igualmen-
   públicos, y gentes de diferentes      Aristóteles cuenta que Solón, uno        te, y sin la que no se conciben ni la
   oficios conocen suficientemente       de los llamados siete sabios de la       sociedad ni la ciudad?”30. Incluso el
   la cosa pública; pues somos los       Grecia Antigua (y ancestro de            mismo Platón, en una posición que
   únicos que consideramos no            Platón), grabó sobre madera y cerca      contrasta con su crítica de la escri-
   hombre pacifico, sino inútil, al      del Partenón la Constitución de          tura, pues la opone a la palabra
   que nada participa en ella, y         Atenas, lo que le confería legibilidad   hablada, y a su concepción del rey
   además, o nos formamos un jui-        e intangibilidad. Así, a diferencia de   filósofo, llega en un momento dado
   cio propio o al menos estudia-        lo que sucede en su gran rival,          a defender el gobierno de las leyes.
   mos con exactitud los negocios        Esparta, en Atenas la Constitución       Bobbio no se equivoca: la visibili-
   públicos…                             es escrita. Protágoras, como buen        dad, la cognoscibilidad y la accesibi-
                                         representante    del   pensamiento       lidad de los actos de los gobernan-
Esto explica la importancia que en       democrático de la época, insiste con     tes son características de la demo-
la Grecia clásica se da a la palabra y   toda claridad que el conocimiento        cracia griega que reaparecen en la
a la escritura, pues se trata de escu-   de lo que es público es necesario y      democracia moderna31.
char y conversar sobre temas que         puede ser enseñado: “¿No crees que




                                                           26
Moral y
transparencia       ESFERA PRIVADA E INTIMIDAD
Capítulo



    VI
QUE EL PRINCIPIO DE PUBLICIDAD           de dominación sobre aquellos que          desde Aquiles hasta Sócrates, no
CUENTE YA CON UNA AÑEJA HISTORIA,        son inferiores “por naturaleza”. Es el    sólo la vida privada, sino la vida
no impide que las nociones correla-      lugar en el que el jefe de familia, el    misma debe poder ser sacrificada
tivas de espacio público y de espa-      varón adulto, ejerce su dominio           en aras de la vida y de la imagen
cio privado hayan sufrido una            sobre “su” mujer, “sus” hijos y “sus”     pública, pues lo público es el ámbi-
transformación mayor a lo largo del      esclavos.                                 to en el que se juega la identidad
tiempo y, en particular, en el trans-       Una transformación análoga se          personal.
curso del mundo moderno. Para            observa en lo que se refiere a la con-         Para entender ahora las particu-
comprender la naturaleza de esta         cepción del espacio público. En efec-     laridades de la concepción contem-
transformación es necesario com-         to, para los antiguos griegos el espa-    poránea, tanto de espacio público
parar su antiguo significado con su      cio público es el ámbito en el que se     como de espacio privado, también
acepción contemporánea. Comen-           ejerce la libertad entre seres libres e   es conveniente preguntarse, junto
cemos por recordar que en el             iguales, pero esta libertad e igual-      con Louis Dumont32, sobre las con-
mundo antiguo lo público se consti-      dad impele a cada uno a distinguir-       diciones históricas y culturales bajo
tuye por oposición o, mejor dicho,       se frente a los demás. El espacio         las cuales se puede dar la figura del
por una franca ruptura con la esfe-      público de la Grecia clásica es, así y    individuo como ser independiente y
ra privada, conformada ésta por lo       ante todo, un lugar vinculado con lo      singular. No se trata de un fenóme-
que no concierne sino a cada uno         que se puede denominar “una esté-         no     social   privativo      de     la
(de los ciudadanos libres). A dife-      tica de la figuración”: el motivo fun-    Modernidad; para el antropólogo
rencia de lo que sucede hoy en día,      damental que lleva a los individuos       francés no hay duda de que en las
para los antiguos griegos lo privado     a participar en el debate público es      sociedades tradicionales también se
se identifica con lo doméstico y, por    el deseo de sobresalir y conseguir la     puede dar la figura del individuo.
extensión, con lo económico. Es          gloria. La fama es un valor primor-       Sin embargo, constata una diferen-
decir, es todo aquello que se sitúa      dial. Entre una vida breve pero con       cia significativa: para ser individuo
bajo la categoría de trabajo y bajo el   gloria y una larga vida sin ella,         en las sociedades tradicionales, se
modo de una actividad técnica o          Aquiles no duda en preferir la pri-       debe pagar el costo de romper los
instrumental, por oposición a la         mera. La bella muerte, la del joven       vínculos    sociales   y    “salir   del
acción libre. Se refiere, entonces, a    guerrero en el combate, es el máxi-       mundo”. Así lo demuestran los
formas de relación subordinadas y        mo valor moral para los griegos. Así,     casos del asceta hindú, el sabio grie-

                                                           27
go o el monje medieval. Si bien la       original, un individuo singular cuya     Freud en el siglo XX. Así lo muestran
afirmación puede ser discutida33 es      naturaleza auténtica reside entera-      las tradiciones literaria y filosófica:
claro que, a diferencia de las socie-    mente en el secreto de su vida inte-     de las Confesiones de San Agustín
dades tradicionales, la sociedad         rior”34. Si consideramos, por ejem-      (354- 430 d. C.) a su triunfo en la
moderna favorece el individualismo       plo, el testamento de Aristóteles, es    Interpretación de los Sueños de
“al interior del mundo”. Ahora la        de observar que no contiene nada         Freud, pasando por las introspec-
individualidad y el espacio privado      de íntimo. Jean-Pierre Vernant,          ción de Montaigne en sus Ensayos,
ya no son una opción limitada a una      quien se hace esta pregunta sobre la     las Confesiones de Jean-Jacques
clase de individuos específicos (el      intimidad, concluye que no. Entre        Rousseau (1712-1778) y las llama-
asceta, el sabio o el monje), sino un    los antiguos griegos:                    das    “novelas     de    formación”
valor social compartido y difundido,                                              (Bildungsroman) del siglo XIX ale-
propio de todas las personas y rei-         no hay introspección. El sujeto       mán. Con el desarrollo de la intimi-
vindicado por todos. Ahora bien,            no constituye un mundo interior       dad también se acentúa el valor de
éste no es el único rasgo que nos           cerrado, en el cual deba penetrar     la privacidad, como se refleja en el
distingue del mundo antiguo. Otro           para reencontrarse o mejor des-       diseño de los espacios físicos de las
cambio mayor favorece que, en el            cubrirse35.                           viviendas. Por ejemplo, a mediados
mundo moderno, la esfera indivi-                                                  del siglo XVII surgen en Francia
dual se convierta en una instancia       La intimidad no parece ser un fenó-      actividades y espacios que son cla-
particularmente valiosa que deba         meno antropológico sino más bien         ramente propios del mundo priva-
ser protegida; se trata del surgi-       cultural, que surge lentamente en        do. La lectura, el aseo, el reposo,
miento de la intimidad.                  la historia de Occidente. Su desarro-    entre otras actividades privilegia-
   En efecto, una pregunta que           llo fue favorecido por elementos dis-    das, tienen lugar de ahora en ade-
cabe hacer es si en el mundo anti-       pares como son la valoración de la       lante en espacios claramente dife-
guo, en particular en el pueblo que      conciencia de sí en el cristianismo      renciados y privados36. Esta gran
más desarrolló la figura del indivi-     en general, la reivindicación de la      transformación de las mentalidades
duo –los griegos–, existe una noción     conciencia interior y de la vida ordi-   que tiene lugar en el mundo moder-
equivalente a la nuestra de intimi-      naria con el protestantismo, y la        no se refleja en el derecho y lleva
dad. A saber, la idea “de un ser real,   popularización del psicoanálisis de      así, a la idea de un espacio de liber-



                                                           28
tad negativa o de independencia
frente a las intervenciones del
Estado: “el derecho del individuo a
ser dejado solo”, como dijera en
1890 Louis Brandeis en su artículo
pionero sobre el derecho a la priva-
cidad37.




                                            OTRO CAMBIO MAYOR
                                            FAVORECE QUE, EN EL
                                            MUNDO MODERNO, LA
                                            ESFERA INDIVIDUAL SE
                                            CONVIERTA EN UNA INS-
                                            TANCIA PARTICULARMENTE
                                            VALIOSA QUE DEBA SER
                                            PROTEGIDA; SE TRATA DEL
                                            SURGIMIENTO DE LA INTI-
                                            MIDAD.


                                       29
Moral y
transparencia      ESPACIO PÚBLICO Y PRIVADO
Capítulo
                   COMO FORMAS COMPLEMENTARIAS
  VII              DE LA AUTONOMÍA
QUE LA ESFERA PRIVADA E ÍNTIMA SEA     da, en muchos aspectos inimagina-         objeto y un contenido, se requiere la
UN VALOR IRREDUCTIBLE DE LIBERTAD      ble para los antiguos, son muchos         publicidad sobre aquello que intere-
PARA LOS MODERNOS, implica otra        más amplias de lo que jamás ofreció       sa a todos. En particular, sobre los
diferencia mayor entre nosotros y el   la vida pública.                          actos y asuntos del Estado38.
mundo democrático de la Antigua           Ahora bien, cabe preguntarse              El filósofo parece defender, así,
Grecia que no debe ser soslayada. A    por qué históricamente, quien da su       la idea de un círculo virtuoso. Por un
diferencia de lo que sucede con éste   mejor expresión al principio de           lado, la autonomía individual no
último caso, en el mundo moderno       publicidad, a saber Kant, es al           puede sino ganar en madurez y con-
la diferenciación entre la esfera      mismo tiempo el pensador que              tenidos al exponerse en el ejercicio
pública y la esfera privada no         defiende con mayor convicción la          de la razón pública, ejercicio impo-
corresponde más a la oposición         autonomía de los individuos. En           sible sin la publicidad de los asun-
entre   libertad   y   dominación.     efecto, lo que hace valiosa la con-       tos que interesan a todos. De mane-
Generalmente se interpreta esta        cepción de Kant es el hecho de que        ra complementaria, el uso de la
oposición entre antiguos y moder-      el espacio público y el principio de      razón pública ilumina y hace visible
nos bajo la idea de una inversión de   publicidad sólo tienen sentido, para      lo que interesa a todos, y elimina las
valores, la señalada por Benjamin      decirlo en los términos del pensador      tinieblas y lo invisible (idea, ésta
Constant: para los antiguos, el        de Könisberg, para un pueblo que ha       última estructurante, del periodo de
ámbito de realización plena de la      salido del estado de minoría de edad      la Ilustración)39. La opinión adquie-
vida ética y de la excelencia es el    y se atreve a pensar por sí mismo.        re así un discernimiento moral y se
espacio público; en tanto que para     Combinando         el    individualismo   forma. Y una vez que un pueblo ha
los modernos es la esfera privada la   moderno y el pensamiento antiguo,         adquirido discernimiento propio, es
que ofrece un mayor ámbito de          Kant insiste que el atreverse a pen-      mejor para los propios fines del
libertad. No sólo porque, como lo      sar por sí mismo requiere, no del         gobierno tratar a los hombres a par-
alega Constant, la vida pública        uso privado sino del uso público de       tir de su aspecto moral (para que el
moderna ya no puede ofrecer las        la luz de la razón. A su vez, este uso    régimen mismo no sea un escánda-
satisfacciones que proporcionaba       público de la razón constituye el         lo). Es decir, tomando en cuenta su
en la ciudad antigua, sino porque      medio de ilustración en general del       dignidad. Como ya se ha menciona-
las experiencias y las formas de       conjunto de la sociedad. Pero para        do más arriba, Kant articula de
expresión que ofrece la vida priva-    que el uso de la razón tenga un           nuevo, luego del divorcio sufrido a

                                                           30
principios de la época moderna, la       sobre Benjamin Constant, Stephen             la verdadera libertad es una
conciencia crítica y moral con la        Holmes sugiere que diferentes indi-          ‘combinación óptima’ de lo
política y el derecho. Sin embargo, lo   cios hablan a favor de la defensa de         público y de lo privado, de la
hace de una forma problemática,          una complementariedad, antes que             participación y de la no partici-
pues insiste en pensar la esfera         de una oposición entre en lo que en          pación, de la responsabilidad
pública por oposición a la privada.      realidad son dos formas de libertad.         cívica y de la independencia, del
Es decir, por oposición a un ámbito      Es de notar, por ejemplo, que los            activismo y del apolitismo, de la
en el que el uso de la razón se puede    derechos individuales y la soberanía         cooperación y de la singulari-
limitar, ya que es ante todo concebi-    pública aparecen simultáneamente             dad40.
da como una instancia en la que se       al principio de la época moderna y
debe obedecer.                           que, por lo mismo, es factible pensar     Visto así, estamos ante una relación
   Oponer lo público a lo privado        en que hay un vínculo o juego posi-       complementaria. Por una parte, lo
tiene implicaciones significativas.      tivo entre los dos. Dicho de otra         público se nutre de la libertad priva-
Lleva no sólo a pensar que la liber-     forma, la expansión de una esfera         da y de los recursos intelectuales y
tad debe ser complementada por           puede implicar también, como lo           de discusión que ella genera, más
una esfera de la obediencia; tam-        sugiere efectivamente la historia         allá de los estrechos marcos de la
bién hace pensar que entre más           moderna, la expansión de la otra.         vida profesional y administrativa.
amplia es la esfera privada, más         Valga notar que Holmes extrae esta
limitada será la esfera pública y, en    interpretación de su lectura de
                                                                                   LA PUBLICIDAD SE REVELA
sentido contrario, entre más amplio      Constant, por lo que se aleja de la
es lo público, más limitado será lo      visión    usual   que   se   tiene   de
                                                                                   COMO EL MEDIO QUE PER-
privado. Algunos de los pensadores       Constant. En efecto, se puede defen-      MITE ARTICULAR LA LIBER-
del siglo XIX se atreverán a dar el      der que en realidad Constant no es        TAD PRIVADA Y LA PÚBLICA,
paso que Kant vislumbra amplia-          un liberal en el sentido en que           LA MORAL Y LA POLÍTICA, A
mente pero no da, y sostener que         comúnmente se le pretende dar a
                                                                                   TRAVÉS DEL CONTROL
nada obliga a que estemos aquí, en       esta corriente política, pues para el
la relación entre lo público y lo pri-   pensador    francés, según      anota     SOBRE LA AUTORIDAD
vado, ante una relación inversa-         Holmes:                                   PÚBLICA Y LA RENDICIÓN
mente proporcional. En su libro                                                    DE CUENTAS.
                                                           31
Por el otro lado, se puede suponer        cés, como François Guizot, esto es         La publicidad no sólo es, enton-
que las convicciones morales se           una evidencia, como lo apunta el        ces, una forma de control del ejerci-
debilitan o se ven convertidas en         politólogo      francés       Pierre    cio estatal, sino constituye el medio
sueños estériles si no se arriesgan,      Rosanvallon:                            y el instrumento que favorece un
dentro del juego democrático, a la                                                tipo democrático de sociedad. En
confrontación y, en su caso, a la            Los doctrinarios se deslindan de     efecto, a través de la publicidad y el
contradicción en la esfera pública.          la concepción liberal para la        debate público, la relación gobierno-
Esta imbricación entre lo público y          cual la libertad de prensa no es     sociedad se vuelve menos vertical y
lo privado parece acentuarse cada            más que una muralla, un instru-      más cooperativa, más dinámica y
vez más en nuestros días, pues               mento para distanciar el poder y     creadora de nuevas alternativas
muchos de los debates públicos               la sociedad. Guizot fustiga a        puesto que se funda en una mayor
actuales tocan y confrontan las              aquellos que no la consideran        circulación y calidad de la informa-
convicciones morales más persona-            sino ‘como una arma ofensiva,        ción y de la comunicación, y en for-
les (como lo demuestran numerosas            buena solamente para el ataque       mas argumentadas y transparentes
polémicas de actualidad: la pena de          y contra el poder’, así como a       de acuerdo público. Todo esto per-
muerte, la eutanasia, la maternidad          aquellos que no ven en ella más      mite, en última instancia, la posibi-
asistida...).                                que el ejercicio de un derecho       lidad de un consentimiento, no
    Dentro de esta óptica, la publici-       privado.                             ingenuo sino informado, en torno a
dad se revela como el medio que                                                   las políticas públicas gubernamen-
permite articular la libertad privada     La intuición fundamental de los         tales. En su citado estudio sobre
y la pública, la moral y la política, a   doctrinarios es al contrario de la      Constant, Stephen Holmes insiste
través del control sobre la autoridad     publicidad, de la cual la libertad de   en este hecho:
pública y la rendición de cuentas.        prensa y el gobierno representativo        el ámbito público y el ámbito
Pero también a través del intercam-       son los dos polos; es el medio deter-      privado no son dos términos
bio de ideas, el debate, la controver-    minante para instaurar una comu-           hostiles de una alternativa. Se
sia y, a fin de cuentas, a través de la   nicación política de tipo nuevo. La        estimulan, se desprenden y se
responsabilización de los mismos          publicidad, anota Guizot, opera un         refuerzan el uno al otro42.
ciudadanos. Para los pensadores de        trabajo de revelación recíproca del
la primera mitad del siglo XIX fran-      poder y del público41.

                                                           32
Moral y
transparencia       LO PRIVADO Y LO PÚBLICO, PRECISIONES
Capítulo
                    Y CONSIDERACIONES RESPECTO
 VIII               AL DEBATE CONTEMPORÁNEO
8.1 Lo público y formas de relación        que es privado o íntimo y que nos       mente individuales; este último es
moral                                      concierne en cada caso sólo a cada      estudiado preferentemente por la
                                           uno de nosotros. En realidad, a         economía y las teorías de la elec-
Luego   del     panorama    histórico,     nuestro parecer, los dos conceptos      ción racional, donde lo que interesa
ahora nos interesaremos por los            son complementarios: no puede           al individuo es maximizar su bene-
aspectos más relevantes y proble-          haber mundo común si hay espa-          ficio. Bajo este marco conceptual,
máticos en el debate contemporá-           cios secretos e invisibles que esca-    dos tipos de relación moral desta-
neo. Por principio, podemos         pre-   pan a la comunicación y a las prue-     can para nuestro propósito. El pri-
guntarnos qué es lo público, con-          bas, y argumentos que se puedan         mero es el que se funda en el prin-
cepto al que nos hemos referido            compartir.                              cipio de reciprocidad y que confor-
desde un inicio. Luego de los traba-          Ahora bien, en lo que se refiere a   ma buena parte de las relaciones
jos de Bobbio, la literatura especiali-    nuestra discusión en específico y a     que vivimos día a día con nuestros
zada ha tenido a bien insistir que lo      la segunda acepción mencionada          conciudadanos. Es decir, se limita a
público se define por dos tipos dis-       del término “lo público”, se puede      aquellos con quienes compartimos
tintos de oposición. En primer lugar,      observar que en el espacio público      derechos y deberes de nuestra parti-
lo público por oposición a lo que es       existen diferentes tipos de relación    cular sociedad política. El segundo
secreto. La democracia es en este          moral. Visto desde esta perspectiva     es el de las relaciones que solicitan
sentido, como lo señala Bobbio, “el        moral, el espacio público se sitúa      valores de tipo universalista. Por
gobierno del poder público en públi-       fuera del ámbito de la ética de vida    ejemplo, las normas enumeradas
co”43. La publicidad de lo público se      o de los valores últimos que, cada      por los instrumentos internaciona-
acompaña        naturalmente   de     la   uno, impone a su propia vida (en su     les en materia de derechos huma-
voluntad de eliminar todo poder            caso, son las escuelas antiguas de      nos, que hacen que a cualquier per-
invisible u oculto. Pero en un segun-      filosofía, estoicos o epicureistas, y   sona sobre el territorio mexicano
do lugar, lo público es lo que nos es      las religiones las que pretenden        –la noción de persona es universal,
común, aquello que nos afecta o            ofrecer respuestas a este ámbito de     de modo que incluye, llegado el
nos concierne a todos. Lo que cons-        tipo ‘existencial’). Pero el espacio    caso, a los miembros de un grupo
tituye nuestro espacio compartido o        público también se distingue, desde     terrorista que no respeta ningún
mundo común, por ejemplo, como             la óptica que adoptamos aquí, del       tipo de derecho– se les deba garan-
mexicanos. Esto, por oposición a lo        ámbito de los intereses estricta-       tizar un mínimo de derechos.

                                                            33
Puesto que generalmente no             reconoce de forma universal. De
somos autistas morales, sicópatas         aquí que podemos coincidir con
ni santos, una autora como Amy            Ernesto Garzón Valdés, cuando afir-
Gutmann sostiene que es el ámbito         ma que lo público se caracteriza por
de la reciprocidad en el que nos          la publicidad:
desenvolvemos usualmente. Este
tipo de relación moral exige una             Lo público está caracterizado
relación   argumentada       con   los       por la libre accesibilidad de los
demás y justamente éste, el ámbito           comportamientos y decisiones
de las relaciones reciprocas, es el          de las personas en sociedad,
más pertinente cuando se trata de            más aún; cuando ellas desempe-
deliberación democrática44 y, por            ñan algún cargo dotado de auto-
ende, del derecho al acceso a la             ridad político-jurídica, la publici-
información pública, a la transpa-           dad de sus actos se convierte en
rencia y a la rendición de cuentas.          un elemento esencial de todo
Ahora bien, Gutmann se interesa              Estado de derecho45.
principalmente por el aspecto polí-
tico de los desacuerdos morales; por      Por lo mismo, supone un público
ello insiste en las relaciones recípro-   universal ilimitado y una opinión
cas. Pero, como debemos recordar, al      crítica que va más allá de los miem-
menos en nuestro país el derecho al       bros del país o Estado-nación de que
acceso a la información pública se        se trate.
                                                                                    LA PUBLICIDAD DE LO
                                                                                    PÚBLICO SE ACOMPAÑA
                                                                                    NATURALMENTE DE LA
                                                                                    VOLUNTAD DE ELIMINAR
                                                                                    TODO PODER INVISIBLE U
                                                                                    OCULTO.

                                                            34
Moral y
transparencia      DEMOCRACIA Y AMBIVALENCIA
Capítulo
                   MORAL DEL SECRETO
   IX
PASEMOS AHORA A LA PRIMERA ACEP-         según la proximidad o la lejanía res-       toda la compañía en Rusia tiene
CIÓN MENCIONADA DE LO PÚBLICO,           pecto de los iniciados en el secreto.       maneras perfectas, pero no hay
pero para ocuparnos de la noción            Desde este enfoque sociológico,          suficiente instrucción para los
que la define por oposición, a saber,    Simmel observa que en las socieda-          nobles ni suficiente confianza
la de secreto. Más allá de lo que ya     des dominadas por el secreto, la            entre las personas que viven sin
hemos afirmado antes, el principio       personalidad de los individuos tien-        cesar bajo la influencia de una
moral de igualdad que funda el           de a ser suplantada por su rol              corte y de un gobierno despótico,
mundo democrático es, por princi-        social. Un miembro de la sociedad           para que se puedan conocer los
pio —aunque, como veremos, no lo         secreta no puede ser un llamativo           encantos de la intimidad46.
puede ser absolutamente— contra-         James Bond, antes bien debe buscar
rio al secreto. ¿Por qué? En su estu-    ser lo más gris y discreto que le sea    Todo lo contrario sucede en las
dio sobre el tema, el sociólogo Georg    posible. Es notorio que en las socie-    sociedades democráticas, que dan
Simmel nos da la respuesta cuando        dades autoritarias, en donde por su      un alto margen de confianza a los
observa que el uso del secreto, aún      naturaleza predomina el secreto, los     individuos y éstos no corren ningún
cuando se trate de algo banal o          individuos ven minada la confianza       riesgo en la expresión de sus prefe-
incluso falso, fragmenta la comuni-      en sí mismos y en sus prójimos, y        rencias y gustos personales. Es
cación al dividir el mundo social        sufren un constante temor. Incluso       natural, entonces, que en las demo-
entre los que saben y lo que no          en las relaciones más banales y          cracias las personas tiendan acen-
están al tanto del secreto. Por otra     familiares se carece de transparen-      tuadamente a diferenciarse unas de
parte, sobre todo en el caso de las      cia y confianza. Por lo mismo, se for-   otras. No extraña, pues, que se lle-
sociedades secretas pero no sólo en      talece mucho la tendencia a imitar       gara a hablar de “una justificación
ellas, el uso del secreto favorece las   la imagen del jefe (el bigote, la        estética de la democracia”, como es
tendencias centrípetas del poder a       forma de vestir, las expresiones…).      el régimen o la cultura que permite
favor de una sola autoridad (la que      Madame de Staël, la compañera            y favorece la diversidad y la plurali-
posee el secreto) respecto a la cual     sentimental de Benjamín Constant,        dad de expresiones y formas artísti-
se jerarquizan los miembros restan-      nos da un ejemplo palpable de esta       cas. Dicho de otra manera, el secre-
tes. Se crea así una línea de subordi-   imbricación de sentimientos mora-        to es un instrumento que crea y
nación efectivamente contraria al        les y régimen político, en un relato     propicia la exclusión y favorece a
principio democrático de igualdad,       sobre la Rusia de su época:              las sociedades jerárquicas de tipo

                                                           35
aristocrático; en tanto que el princi-   tible. No es necesario insistir dema-    En cuanto a la segunda orientación,
pio de publicidad de las sociedades      siado en el hecho de que los discur-     nos referimos al hecho de que el
democráticas     es    notoriamente      sos que fundan su legitimidad en         modelo de las sociedades democrá-
inclusivo y favorable a la pluralidad    una verdad secreta o de tipo “extra-     ticas es el de una sociedad de “cré-
de las expresiones.                      social” (como la que ofrece un           dito”, en un sentido que va más allá
   La sociedad democrática es, por       supuesto dios que únicamente             de su aspecto económico, es decir,
definición o idealmente, una socie-      habla al oído de sus elegidos), tiende   en una sociedad de libre comunica-
dad abierta, de conocimiento exoté-      a favorecer sociedades autoritarias,     ción y de libre intercambio, fincada
rico y de libre examen. A este res-      por el simple hecho de que son con-      en la confianza. La mentira y el
pecto, el secreto entra en conflicto     trarios al principio de publicidad —     secreto merman los cimientos de
con dos orientaciones morales de la      que implica, hay que subrayarlo, el      este tipo de sociedades al limitar el
sociedad democrática. En primer          derecho a la igualdad en el acceso a     conocimiento, al fragilizar la comu-
lugar, la forma del discurso de tipo     la información— e impiden el libre       nicación y, a fin de cuentas, al soca-
democrático, que exige justificación     examen. A este respecto, Chaïm
explícita y argumentada de aquello       Perelman tiene razón en insistir:
                                                                                  EL SECRETO ES UN INSTRU-
que se afirma y debe prestarse a cir-       Es evidente que la conciencia de
cular libremente por el conjunto de         cada uno también ha sido for-         MENTO QUE CREA Y PROPI-
la sociedad. El discurso de tipo            mada, que ella debe ser ilustrada     CIA LA EXCLUSIÓN Y FAVO-
democrático se opone entonces a             y puede ser guiada, pero es a         RECE A LAS SOCIEDADES
las “teorías de la conspiración” (una       cada persona que le correspon-
                                                                                  JERÁRQUICAS DE TIPO ARIS-
expresión sugerida por el filósofo          de, a última instancia, la respon-
vienés Karl Popper), mismas que             sabilidad de decidir y de actuar.     TOCRÁTICO; EN TANTO QUE
alegan un conocimiento secreto,             Y no es sino una moral conse-         EL PRINCIPIO DE PUBLICI-
inaccesible directamente a la opi-          cuente con el libre examen que        DAD DE LAS SOCIEDADES
nión ordinaria, o sólo accesible para       se revela apta para salvaguardar
                                                                                  DEMOCRÁTICAS ES NOTO-
los iniciados. Que las condiciones y        nuestra    autonomía,     nuestra
la calidad de la argumentación que          libertad y nuestra responsabili-
                                                                                  RIAMENTE INCLUSIVO Y
favorece cada sociedad tiene impli-         dad47.                                FAVORABLE A LA PLURALI-
caciones morales, se antoja indiscu-                                              DAD DE LAS EXPRESIONES.

                                                           36
var la confianza. Pero más adelante      broma privada se convierte en cri-      sario para el pudor y, por lo tanto,
volveremos a este punto.                 men público (Kundera) o el indivi-      para la dignidad. Con su usual len-
   A pesar de esta crítica del secre-    duo no tiene derecho al silencio        guaje agudo y revelador, Nietzsche
to, tanto la defensa como la conde-      (Sándor Márai48). Pero, en el otro      lo dice con toda claridad:
na del secreto privado y público no      extremo, el individuo que se encie-
pueden ser absolutas. Con la desa-       rra absolutamente en su secreto            Hoy consideramos como un
parición total del secreto privado       personal, en una actitud solipsista,       asunto de decencia el no querer
estaríamos en el totalitarismo que       no podrá participar de la vida públi-      verlo todo desnudo, no querer
extingue la esfera privada: todo es      ca; peor, quizás ni siquiera pueda         estar presente en todas partes,
público, todo es político; si todo es    desarrollar efectivamente su propia        no querer entenderlo ni ‘saberlo
político, el poder político se adueña    personalidad (como lo subraya el           todo’. “¿Es verdad que el amado
de todo. En este tipo de sociedades      sociólogo George H. Mead, el ser           Dios está presente en todas par-
no sólo el derecho al secreto sino       humano sólo puede hacerse indivi-          tes?”, preguntó una pequeña
también el derecho privado a la iro-     duo a través de la socialización). En      niña a su madre, ‘pero eso lo
nía, a la incoherencia o la contradic-   tanto poeta que defiende la palabra        encuentro indecente’49.
ción, se convierten en delitos que       viva, W. C. Williams tiene razón
ameritan castigo. La ausencia de un      cuando, en su poema el Asfódelo,        Basta cambiar en esta frase Dios por
espacio o ámbito de conciencia           juzga con cruel ironía que el silen-    Estado o sociedad, para entender lo
estrictamente personal, favorece         cio es profundo pero no se va muy       justo de su denuncia. Sobre todo
que   lo público se homogeneice a        lejos con él.                           cuando sabemos que la idea de “un
favor de una perspectiva o visión           Los casos hiperbólicos que aca-      ojo que lo ve todo” y de una socie-
única (la del poder en turno) al         bamos de mencionar hacen pensar         dad totalmente transparente no son
negar la pluralidad y diversidad de      que un cierto grado relativo de         sólo creencias religiosas; también
las perspectivas individuales. La        secreto es necesario, y su ausencia     han conformado uno de los proyec-
gran literatura centroeuropea del        sería insoportable; para la esfera      tos utópicos más recurrentes de la
siglo XX nos ha dejado amplios tes-      pública, por ejemplo, la necesidad      modernidad, tanto en la literatura
timonios de la miseria moral que         de garantizar la seguridad nacional     (Rousseau) y en nuestra actual
representa esta extinción de la esfe-    lo hace inevitable; así como para la    sociedad del espectáculo (denuncia-
ra privada cuando, por ejemplo, la       vida privada, por ejemplo, es nece-     da por Guy Debord), como en el pen-

                                                          37
samiento político (Bentham), y en el       las sociedades; pero el sociólogo        derecho a ciertos secretos, pero no a
mismo funcionamiento del Estado            constata también que, a su vez, la       mentir a los ciudadanos. B. Williams
(totalitario). Aunque el caso de           sustancia del secreto varía con el       tiene razón cuando apunta que el
Giges sugiere que lo inmoral suele         tiempo. En efecto, la historia social    público tiene derecho a la verdad,
buscar el velo protector del secreto,      ha radicado en muchos aspectos en        tiene derecho a que los gobernantes
en realidad el secreto no es siempre       una constante transformación y           no le mientan, pero este derecho
negativo. De hecho, es extremada-          vaivén entre lo que antes fue públi-     tampoco implica que el público
mente positivo para la constitución        co y luego secreto, para luego cam-      tenga el derecho a saberlo todo
de la esfera privada de la subjetivi-      biar una vez más conforme cam-           absolutamente. Ahora bien, que la
dad. Que la conciencia pueda refu-         bian los valores sociales. Tampoco       información pública pueda ser
giarse ocasional o constantemente          se debe ignorar otro efecto positivo     reservada, en ciertos casos y por
en el secreto, le da libertad y le ofre-   del secreto, que es reconocido como      excepción, al principio de publici-
ce alternativas. A diferencia de la        un derecho con efectos públicos;         dad, no la debe eximir de regula-
relación automática del tipo estí-         nos referimos al hecho de que el         ción. Debe estar limitado en el tiem-
mulo-respuesta, que es propia de           acto del voto en la casilla sea secre-   po y debe sujetarse a una máxima o
las máquinas, la conciencia huma-          to, es un ejemplo palpable del valor     regla pública. Dicho de otra forma,
na implica un intervalo creativo           público que tiene el derecho privado     el secreto gubernamental puede ser
entre el pensamiento, la expresión y       al secreto.                              moralmente válido si está sujeto a
la acción. Simmel observaba a este            Finalmente, es necesario distin-      reglas, a principios que son públicos
respecto que una vida sin secretos,        guir el secreto de la mentira. Un        y, frecuentemente, también a la
sin ambigüedades y misterios, pier-        secreto puede estar justificado,         supervisión por parte de algún otro
de todo interés y atractivo; a esto        mientras una mentira no50. Para          órgano o poder del propio Estado51
podríamos agregar que una vida sin         pensar en un ejemplo conocido, se        (como lo observan Gutmann y
secretos es una vida sin dilemas y, a      puede sostener que el ex presidente      Thompson, es asombroso saber que
fin de cuentas, sin libertad. La nece-     de los Estados Unidos, W. Clinton,       en los Estados Unidos, aún reciente-
sidad del secreto es entonces de           tenía derecho a defender su vida         mente, las reglas y los criterios para
orden antropológico; el mismo              privada, pero no el derecho a mentir     desclasificar y clasificar informa-
Simmel defiende que el secreto es          al Congreso. En efecto, un funciona-     ción secreta eran ellos mismos
una forma social existente en todas        rio o incluso el gobierno puede tener    secretos)52.

                                                             38
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Moral y transparencia... Fundamentos e implicaciones morales de la transparencia

  • 1.
  • 2. JUAN CRISTÓBAL CRUZ REVUELTAS Moral y transparencia Fundamento e implicaciones morales de la transparencia
  • 3. Moral y transparencia DIRECTORIO Jacqueline Peschard Mariscal Comisionada Presidenta Alonso Gómez-Robledo Verduzco Comisionado Juan Pablo Guerrero Amparán Comisionado María Marván Laborde Comisionada Ángel Trinidad Zaldívar Comisionada Comité Editorial: Manuel Salvador Matus Velasco Cecilia Azuara Arai Ciro Murayama Rendón Secretaria de Acuerdos Rigoberto Ocampo Alcántar María Fernanda Somuano Ventura Alejandro del Conde Ugarte Secretario Ejecutivo Raúl Trejo Delarbre Ilustración portada: Sylvia Salazar Ugarte Manuel Monroy Secretaria Técnica del Comité Editorial
  • 4. 15 Cuadernos de transparencia ÍNDICE Presentación. p. 5 Introducción. p. 7 Porqué es necesaria la dimensión moral. I. Transparencia, política y valores. Un poco de historia. p. 11 1.1 El desafío de Giges o los peligros de la invisibilidad. p. 11 II. Contra el moralismo, el derecho a la privacidad. p. 14 III. Subordinación de la moral a la política y Arcana Imperii. p. 17 IV. El Principio de Publicidad o la reconciliación de la moral y lo político. p. 20 V. El principio de publicidad, una vieja historia. p. 25 VI. Esfera privada e intimidad. p. 27 VII. Espacio público y privado como formas complementarias de la autonomía. p. 30 VIII. Lo privado y lo público, precisiones y consideraciones respecto al debate contemporáneo. p. 33 8.1 Lo público y formas de relación moral. p. 33 IX. Democracia y ambivalencia moral del secreto. p. 35 X. Revaluar la esfera privada. p. 39 XI. Transparencia, Confianza y Capital Social. p. 41 11.1 ¿Es mala la desconfianza? p. 44 XII. Conclusión. p. 47 Prontuario de conceptos clave. p. 49 Notas. p. 51 Breve bibliografía complementaria. p. 57
  • 5. PRESENTACIÓN LA MEZCLA DE LA POLÍTICA CON LA con la transparencia, para poste- MORAL HA SIDO NEFASTA EN LA EXPE- riormente realizar un recorrido his- RIENCIA HISTÓRICA DE LOS ESTADOS. tórico sobre los efectos nefastos de Pronto el poder público utiliza las lo que llama: “la invisibilidad”. creencias y principios como instru- Es de fundamental importancia mentos ideológicos de control de las señalar cómo Cruz Revueltas, basa- opiniones políticas y, así, abre las do en aportes teóricos de gran peso posibilidades de interferencia en la en la filosofía occidental, los analiza vida privada de las personas. y enriquece y, además, plantea Estos excesos de la manipula- sugerencias sólidas y concretas que ción de la moral llevaron a un des- permiten reconciliar y complemen- crédito: a la creencia de que hablar tar lo aparentemente divorciado y de valores en política es encubrir excluyente: la moral y la política, lo intenciones siniestras para dominar público y lo privado. todos los ámbitos de los ciudada- nos. Este riesgo, a su vez, condujo a Instituto Federal de Acceso una reacción de la sociedad y sus a la Información Pública defensores: el ámbito privado no puede ser tocado por el Estado en ningún tipo de circunstancia. El ensayo de Juan Cristóbal Cruz Revueltas aborda estos dos temas y, para tal efecto, reflexiona sobre la dimensión moral y sus relaciones 5
  • 6. INTRODUCCIÓN CON EL PROPÓSITO DE MOSTRAR Y las muestras más significativas de ACLARAR EL FUNDAMENTO Y LAS IMPLI- la manera cómo estos conceptos se JUAN CACIONES MORALES DEL DERECHO DE encuentran en el centro del debate ACCESO A LA INFORMACIÓN PÚBLICA y actual sobre la democracia contem- CRISTÓBAL de las políticas de transparencia, en poránea y sus instituciones. En fin, CRUZ el presente texto hemos adoptado esperamos demostrar que estamos REVUELTAS una doble vía; cada una de ellas ante una de las más ricas vetas de conforma una parte de nuestro tra- estudio a desarrollar por parte del bajo. En la primera vía el lector pensamiento político de nuestros encontrará una breve reconstruc- días. ción histórica de los motivos con- ceptuales y de las transformaciones ¿Por qué es necesaria la dimensión que llevaron a postular el principio moral? filosófico y político de publicidad. Veremos cómo este principio es la Ahora bien, por principio debemos respuesta moderna al problema de justificar la perspectiva que nos la articulación entre lo público y lo proponemos adoptar aquí. ¿Por qué privado —o, si se prefiere, entre lo abordar el derecho de acceso a la político y la moral— y cuáles son las información pública desde el enfo- características que distinguen este que moral? ¿Por qué moral y trans- principio de su antigua versión grie- parencia? La idea puede sorprender ga. Para completar la discusión, en puesto que, al tratarse tanto de un la segunda parte hemos creído con- derecho como de una política públi- veniente ofrecer al lector algunas de ca, su estudio se antoja, al menos a 7
  • 7. primera vista, mejor ubicado en Pero, antes de ir más allá, chos fundamentales son, precisa- ámbitos como la ciencia jurídica o comencemos por observar que el mente, instrumentos de protección la ciencia política. Más aún, algunos derecho al acceso a la información de los bienes básicos de la persona. de los más célebres pensadores del pública ha sido reconocido como un Dicho de otra forma, son derechos derecho —como Hans Kelsen— han derecho fundamental por el artículo que protegen aquellos bienes consi- hecho particular hincapié en la 6° constitucional, a partir de la derados como necesarios a la cons- necesidad de separar y distinguir reforma del 20 de julio de 2007. Este titución del individuo, para que con claridad el derecho y la moral1. hecho confirma, precisamente, su pueda actuar y responsabilizarse Sin embargo, existen otras tradicio- relevancia moral. Por ejemplo, se como agente moral. Se podría repli- nes jurídicas y filosóficas, y no las puede observar en este mismo artí- car ahora, preguntándonos por qué menos influyentes, que conceden culo ya reformado, en la tercera la persona constituye un valor. La sin mayor dificultad que derecho y fracción del nuevo párrafo, cómo respuesta es simple y se antoja evi- moral no están totalmente divorcia- reconoce que el derecho al acceso a dente: todos, en tanto personas, dos. En lo que respecta a nosotros, y la información pública es un dere- poseemos dignidad; es decir, un como hilo conductor del presente cho propio de “toda persona”, y valor moral intrínseco2. texto, sostendremos que el principio quien quiera ejercerlo no requiere Si concedemos que la distinción de publicidad, que funda el derecho exhibir justificación alguna. Que su entre moral y derecho es necesaria, de acceso a la información pública y alcance sea universal es acorde con pero no así su disociación absoluta; las políticas de transparencia, es la la idea de que los derechos funda- si admitimos que a fin de cuentas el vía que permite resolver en el mentales no son privativos única- Estado constitucional y la democra- mundo moderno un muy viejo pro- mente de los ciudadanos, sino que cia se fundan en valores morales blema del pensamiento occidental: deben ser garantizados a todos de fundamentales, se debe aceptar de precisamente, el de la relación de la manera irrestricta ¿Por qué? Para igual forma que las instituciones política y el derecho con el punto de responder con Ernesto Garzón políticas deben procurar obtener vista moral. Valdés, podemos decir que los dere- resultados moralmente aceptables. 8
  • 8. Por ejemplo, las políticas públicas Por otra parte, la relevancia de rrollada, una anomalía destinada a no deben tener como resultado un enfoque moral del derecho al desaparecer con el tiempo en la mermar las libertades básicas. Lo acceso a la información y de la medida que se moderniza una mismo se puede decir de los proce- transparencia, ha sido señalada sociedad, la corrupción es ante todo sos y del ejercicio político cotidiano, desde el primer texto de Cuadernos un factor que inhibe su transforma- pues éstos deben estar sujetos a la de Transparencia y en la exposición ción y desarrollo. Pero, una vez más, discusión y al escrutinio moral, y de motivos de la propia Ley4. En antes de ir más lejos (volveremos éstas, a su vez, son condiciones efecto, se ha observado que una de más adelante a este punto), haga- imposibles de satisfacer sin el dere- las justificaciones centrales del mos un poco de historia. cho al acceso a la información derecho al acceso a la información y pública y las políticas de transpa- de las políticas de transparencia, se rencia. Todo indica, como ya hemos encuentra en factores y valores que adelantado y como veremos en el van más allá de lo estrictamente presente trabajo, que es justamente jurídico y político, y tienen impacto a través del derecho al acceso a la sobre fenómenos morales como lo información pública y la transpa- son la corrupción y la confianza. rencia que derecho, política y moral Según lo indica Federico Reyes pueden converger en la figura de Heroles, autor de dicho cuaderno, Estado democrático. Visto así, no no se trata de problemas o temas extraña que Victoria Camps pueda menores, porque la corrupción afirmar que “más que autogobierno, mina las seguridades básicas y la que es una forma obsoleta e irreal confianza de los ciudadanos en sus de definir la democracia, ésta debe- instituciones públicas, al grado que, ría definirse como la ‘transparencia antes de ser un simple efecto inde- de lo público’”3. seable de una sociedad poco desa- 9
  • 9. 10
  • 10. Moral y transparencia TRANSPARENCIA, POLÍTICA Y Capítulo VALORES. UN POCO DE HISTORIA I 1.1 El desafío de Giges o los peli- cicio oculto del poder, fuera del En efecto, que el mero respeto de gros de la invisibilidad espacio público visible, se presta la ley sea suficiente o no, es un fácilmente a la ruptura de los vín- debate que ocupa explícitamente al Cuenta el filósofo griego Platón culos sociales de confianza y, por lo pensamiento político de la época. Ya (427-347 a. C.) —es de notar que lo mismo, a la corrupción y a la arbi- en el siglo III a. C. Licofrón, un filó- hace en voz de su hermano trariedad. Que la invisibilidad se sofo alumno del célebre sofista Glaucón— que un buen día, tras un preste a la corrupción prueba, ante Gorgias de Leoncio sostiene una terremoto, se abrió una enorme todo, de acuerdo con Glaucón, que visión contractualista de la socie- grieta en el campo en el que un pas- nadie es justo de manera voluntaria dad política o Polis. De acuerdo con tor de nombre Giges solía llevar su o por el sólo valor intrínseco de la Licofrón, la Polis no es otra cosa sino ganado. Al ver la abertura, Giges, ley. Se entiende que para rematar su el producto de un pacto de paz con- intrigado, se adentró en ella y, para argumento, Glaucón defienda que vencional, cuya finalidad es evitar su asombro, en su interior encontró, incluso un hombre virtuoso y justo la injusticia y procurar una coexis- entre otras maravillas, un anillo de que pudiera hacer uso de la invisibi- tencia pacífica y el intercambio de oro. Pronto descubrió que al poner- lidad del anillo de Giges, terminará bienes (el mercado). “La ley —anota se la sortija y con tan sólo girar su necesariamente por corromperse de a este respecto otro gran filósofo engaste al interior, el portador igual forma. Sólo se “es justo” y se griego, Aristóteles (384-322 a. C.)— adquiría la virtud mágica de hacer- acepta la obligación, en virtud de entonces sería una mera conven- se invisible y de nuevo visible al una causa externa al individuo: el ción, así que no sería, como sostie- girarlo hacia el exterior. Una vez miedo a ser sancionado por la auto- ne el sofista Licofrón, «otra cosa que seguro del velo protector que le ridad. Con la historia de Giges, se una garantía de los derechos indivi- ofrecía el anillo, quien hasta enton- inicia una larga discusión en el pen- duales, sin poder alguno sobre la ces no había sido sino un tranquilo samiento occidental sobre el respe- moralidad y la justicia personales pastor ocupado de su rebaño, pron- to a la ley, la invisibilidad del poder de los ciudadanos»”5. Aristóteles no to se las ingenió para acceder al y la confianza mutua entre los ciu- desaprueba necesariamente la con- palacio del Rey, corromper a la reina dadanos, como problemas que cepción de Licofrón, pero sin duda y apoderarse del trono. Este relato deben ser resueltos para asegurar el la juzga insuficiente. Al momento hace patente que ya, desde la Grecia vínculo social. que hace esa anotación el estagirita, clásica, es bien conocido que el ejer- otrora alumno de Platón en la 11
  • 11. Academia durante 20 años, con efecto, sabemos que los amigos son y excesivas. Por lo mismo, el estagi- seguridad tiene en mente la fábula quienes comparten ciertas cosas rita prefiere defender un tipo parti- de Giges. entre sí. Pero en el caso de cular y más sereno de sentimiento Si bien para Aristóteles decir Aristóteles no se trata de una amis- que el fraternal: la amistad política. política es equivalente a decir tad de fusión fraternal como la ima- La amistad a la que se refiere el fun- comunicación, y no admite que lo ginada por su maestro Platón. dador del Liceo es la de un senti- justo se pueda limitar a la simple Recuérdese que al iniciar una larga miento compartido que conlleva la protección de los derechos indivi- tradición intelectual que defiende el elección permanente de vivir jun- duales, su defensa de la justicia no uso del secreto y la mentira por tos: “… son amigos los que coinci- pasa necesariamente por una críti- parte de los gobernantes, Platón den en la estimación de lo bueno y ca explícita del secreto. ¿Por qué? sugiere difundir mentiras “útiles” lo malo, los que tienen los mismos Debido a que su concepción identifi- con el fin de que los ciudadanos se amigos y enemigos…”6. Se puede ca al buen gobierno, no con algo sientan obligados los unos con los suponer así, que Aristóteles espera- semejante al desempeño del com- otros. En particular, para que aque- ría que si Giges es “amigo” de sus plicado aparato administrativo de llos destinados a proteger la ciudad, conciudadanos, no los defraudará nuestra época, sino con el ejercicio los llamados guardianes o guerre- aun cuando pueda actuar bajo el personal de la prudencia en su apli- ros, crean que son hermanos y que, manto de invisibilidad que le con- cación, caso por caso, a lo ambiguo, por lo mismo, se sientan plenamen- fiere su anillo mágico. Valga subra- aleatorio o probable que es propio te identificados con las Polis, al yar que si para Aristóteles la noción de los asuntos humanos (por lo grado de estar dispuestos a actuar de amigo se define por oposición a demás, sea dicho de paso, para como los perros, que son mansos la de enemigo, no se trata entonces Aristóteles no es necesario debatir con su amo y agresivos con los de la amistad íntima con algunas si dos más dos son cuatro, las verda- extraños, y se encuentren convenci- personas que nos son afines, como des necesarias o demostrativas no dos, igualmente, de compartirlo nos es familiar en nuestros días, requieren discusión). Lo ausente todo, en un sentido amplio que sino de un concepto efectivamente para Aristóteles entre los ciudada- incluye bienes y familia, de manera político y cuya extensión, la de las nos de la sociedad contractual indistinta. personas que involucra, es mucho defendida por Licofrón, es más bien Aristóteles considera que este más amplio que nuestro actual con- una cierta forma de amistad. En tipo de ideas de Platón son confusas cepto de amistad. Todo lo aleja 12
  • 12. entonces de Licofrón, ya que la justa no está dispuesta a hacer Aristóteles), la democracia requiere Constitución no puede ser entendi- determinadas cosas y, si cede dema- también un mínimo de confianza da entonces como un simple con- siado fácilmente a la tentación, es mutua. En nuestros días podemos junto de reglas. Antes bien, ella es porque en realidad ya estaba dis- aprovechar estas lecciones del pen- una forma de vida compartida. puesta”8. samiento antiguo: conocimientos Por su parte, en el pensamiento Valga insistir que la verdadera compartidos, deliberación pública, moderno que sigue la herencia de amistad, de acuerdo con Aristóteles, transparencia y confianza son bie- Licofrón, la tradición liberal tiende a no consiste en compartir un puro (e nes morales necesarios a la demo- desconfiar de este tipo de concep- irracional) sentimiento, sino es cracia. Pero este reconocimiento no ciones que exigen del individuo algo aquélla de quienes comparten nos exime de considerar cómo esas más que el simple apego a la ley. Sin acciones y pensamientos. Así, la mismas nociones han sufrido trans- embargo, la posición de Aristóteles amistad tiene una significación formaciones en sus significados. sigue siendo defendida en nuestros política, ya que es el ejercicio de las Veremos a continuación lo que días. Algunos pensadores contem- virtudes que constituye el vivir jun- separa esos conceptos antiguos de poráneos subrayan la existencia de tos, mismas que implican: la acción, los modernos. valores compartidos como impres- la palabra y la comunicación9. A cindible para la democracia: “Una pesar de las precauciones que se democracia ciudadana […] no sólo deben tomar (ya hemos señalado EN NUESTROS DÍAS PODE- requiere que los ciudadanos se algunas), se puede prolongar a MOS APROVECHAR ESTAS comprometan con el proyecto nuestros tiempos el pensamiento de LECCIONES DEL PENSA- común, sino también que se sientan Aristóteles y afirmar que la delibe- especialmente vinculados con las ración pública y transparente son lo MIENTO ANTIGUO: CONO- demás personas que participan en propio de la política y de la demo- CIMIENTOS COMPARTI- dicho proyecto”7. Incluso un autor cracia y, simultáneamente, es el DOS, DELIBERACIÓN como John Rawls, defiende la nece- método que permite resolver mejor PÚBLICA, TRANSPARENCIA sidad de una amistad cívica para los desacuerdos morales. Más aún, una sociedad bien ordenada, y pare- al igual que la amistad defendida Y CONFIANZA SON BIENES ce interpretar la legenda de Giges por el autor latino Cicerón (segura- MORALES NECESARIOS A cuando afirma que “una persona mente bajo la influencia de LA DEMOCRACIA. 13
  • 13. Moral y transparencia CONTRA EL MORALISMO, Capítulo EL DERECHO A LA PRIVACIDAD II A PESAR DE LA MESURA DEL PENSA- “piadosas” entre los ciudadanos si Éste es el caso del iniciador del pen- MIENTO DE ARISTÓTELES, en el mundo así lo considera conveniente. A dife- samiento político moderno, Nicolás moderno se buscará evitar el desa- rencia de Aristóteles, que reconoce Maquiavelo (1469-1527), quien lejos tino de subordinar la política a la la existencia de una esfera privada, de la obsesión griega por la virtud, moral, error cometido por Platón y al distinguir el ámbito de la familia no duda en afirmar y aceptar abier- también por las formas teocráticas del ámbito político; o de una tamente que: de la Edad Media que supeditan la Antígona que defiende sus valores ciudad terrestre a la ciudad de Dios, contra lo dispuesto por el rey Los hombres son ingratos, volu- el poder político al poder espiritual. Creonte y las normas de la Polis; bles, dados al fingimiento, afi- En el caso de Platón, su equivoca- Platón funde toda la vida social en cionados a esquivar peligros y ción consiste en pensar la comuni- una sola esfera orgánica de gobier- codiciosos de ganancias. dad política como una especie de no. Esta visión tendrá una gran per- gran familia, sobre la cual el rey- sistencia histórica; todavía en la Es de notar que la observación de filósofo pretende conocer todo lo época de Louis XIV, un teólogo como Maquiavelo se aplica a los hombres que es bueno para todos. En parti- Bossuet sostiene que el monarca en general, sin distinción alguna cular, el filósofo determina (de debe velar por la salud espiritual de entre gobernantes y gobernados. En manera autoritaria) los contenidos su pueblo. el primer número de Cuadernos de de la educación y las artes admiti- Un primer argumento en contra Transparencia Reyes Heroles saca la das o excluidas de la república. Por del “paternalismo” de Estado que se conclusión correcta del realismo lo mismo, de manera análoga a las desprende de la concepción de defendido por Maquiavelo: las insti- medicinas (pharmakon), cuyo Platón y en contra del perfeccionis- tuciones públicas no se deben cons- empleo está reservado a los médi- mo moral y el deseo de encaminar a truir bajo la suposición, a todas cos y prohibido a los profanos, el rey los hombres por el sendero de la vir- luces errónea, de que los seres filósofo reivindica el derecho para sí tud, es de orden metodológico: la humanos somos o deberíamos ser de aplicar terapias políticas para necesidad “científica” de partir de ángeles. En realidad, los seres asegurar la salud social (eugenismo una visión realista del ser humano. humanos no somos tan buenos incluido) y propagar, como ya men- Tomar al hombre tal y como es y no como lo pretende Platón ni tan cionamos más arriba, mentiras como supuestamente debería ser. malos como lo cree Maquiavelo. 14
  • 14. Recuérdese la célebre advertencia por los mismos demonios siempre y Para no detenernos demasiado que hace el pensador francés Blaise cuando éstos sean razonables. De en este punto, basta señalar que, en Pascal: el hombre no es ni ángel ni hecho, la enunciación que hace nuestros días, es claro que el mora- bestia y quien quiere hacer el ángel Kant de este problema, invita a lismo y su pretensión de hacer de la termina por hacer la bestia. enfrentar el desafío de la fábula de totalidad de la vida social un objeto No es extraño que, más tarde, Giges, ya que los demonios –que no transparente al ojo del Estado, aten- para el otro gran fundador del pen- son sino los individuos que actúan tan contra un valor fundamental samiento político moderno, Thomas como Giges– saben que, por una del mundo moderno: el derecho a la Hobbes (1588-1679), ya no se exija parte, su conservación exige leyes privacidad. Por lo mismo, menosca- ningún tipo de virtud al gobernado. universales y, por la otra, como lo ba la autonomía de los individuos y El acto exterior del individuo, acción anota el filósofo, cada uno se incli- la dignidad de la personas. Así lo o palabra, es lo único que puede y nará secretamente a excluirse de observa Amy Gutmann. Moralistas debe incumbir al gobernante ellas11. Más adelante nos ocupare- son, de acuerdo con Gutmann12, las (Leviatán, Cap. 27). De esta forma, el mos de la respuesta que Kant da a pensamiento moderno rompe con este problema y en el mismo escrito Platón y con el pensamiento religio- sobre la Paz perpetua. Por ahora, so. A partir de Maquiavelo y de limitémonos a observar que esta EN NUESTROS DÍAS, ES Hobbes, “ya no es necesario que el divergencia que se hace manifiesta CLARO QUE EL MORALISMO sujeto, en tanto que hombre, se con Hobbes, entre el Estado y la Y SU PRETENSIÓN DE identifique moralmente con las conciencia moral de los ciudadanos, leyes políticas para mantener al tendrá importantes implicaciones. HACER DE LA TOTALIDAD DE Estado…”10. En adelante, se busca- En particular algo que nos interesa LA VIDA SOCIAL UN OBJETO rá que la política funcione sin que el aquí: la liberación de la conciencia TRANSPARENTE AL OJO DEL buen ciudadano sea necesariamen- crítica del individuo frente al Estado ESTADO, ATENTAN CONTRA te “un hombre bueno”. Incluso, y la invención de la esfera privada como dirá más tarde Kant, el pro- moderna por oposición a la esfera UN VALOR FUNDAMENTAL blema del Estado debe tener solu- pública. DEL MUNDO MODERNO: EL ción para un pueblo conformado DERECHO A LA PRIVACIDAD. 15
  • 15. concepciones que bajo el propósito de formar el carácter o la virtud, restringen opciones y, a fin de cuen- tas, rechazan la libertad de elección que poseen los individuos, es decir, el derecho que posee todo individuo a actuar por sí mismo y adoptar por sí mismo sus propios fines. Desde el punto de vista que ha sido particu- larmente enfatizado por la tradición del pensamiento liberal, el moralis- mo empieza donde acaba la neutra- lidad moral que debe tener el Estado en una sociedad democráti- ca. 16
  • 16. Moral y transparencia SUBORDINACIÓN DE LA MORAL Capítulo A LA POLÍTICA Y ARCANA IMPERI III PERO SI SUBORDINAR LA POLÍTICA A UN vía que permite al príncipe ir más hace posible que los signos y las PROYECTO MORAL QUE BUSCA INCIDIR allá de la fuerza física y ejercer un imágenes puedan ejercer un poder EN TODOS LOS ASPECTOS DE LA VIDA ES poder de manera indirecta, y multi- no necesariamente físico sobre los UN PELIGRO –el totalitarismo del plicado a través de su imagen o hombres y seguramente mayor al siglo XX y su voluntad de “crear al representación. Como salta a la simple poder directo, al grado de hombre nuevo” lo demostró hasta lo vista, este juego de duplicidades, obligarlos a ir contra sus inclinacio- abominable– también lo es conver- que parece convidar ante todo a un nes más naturales14. Es de notar tir la moral en mero instrumento juego de apariencias y a una estra- también que, a pesar de concebirse ideológico de la política. Tal es una tegia estética de la política, se funda como un pensamiento antiplatóni- de las tendencias del Estado moder- en el secreto y en el engaño. co, Maquiavelo concuerda con no. Recordemos que Maquiavelo Platón aquí: el gobernante tiene afirma que el gobernante debe hay que saber disfrazarse bien y derecho a mentir. Pero, ¿qué explica poseer la capacidad de fingir el bien ser hábil en fingir y en disimular. esta coincidencia? La respuesta a mientras disimula el mal. Bajo esta Los hombres son tan simples y esta pregunta se encuentra en el óptica, el príncipe o gobernante de tal manera obedecen a las hecho de que ambos autores dan debe tener, a semejanza de la natu- necesidades del momento, que una prioridad epistemológica al raleza binaria del centauro Quirón, aquel que engaña encontrará gobernante, sea en el caso de la capacidad de la duplicidad; pose- siempre quien se deje enga- Platón, por la naturaleza misma del er varios rostros según las circuns- ñar13. rey filósofo que, por nacimiento, tancias; aparentar ser hombre puede acceder a la esfera trascen- mientras se actúa como bestia. A su Como lo muestra su obra de teatro dente de las ideas verdaderas; sea vez, la bestialidad sugerida por la Mandrágora –recuérdese que el en lo que se refiere a Maquiavelo, Maquiavelo también es doble: al autor de El Príncipe también es dra- por la situación específica (con rela- mismo tiempo se debe poder ser maturgo y probablemente uno de ción al poder) del gobernante frente león o zorro; según la necesidad del los iniciadores del género de la a los gobernados. Ahora bien, el momento, ejercer la fuerza del pri- Commedia dell’arte–, Maquiavelo es príncipe, al menos como lo piensa mero o la astucia del segundo. Vale un pensador fascinado por la capa- Maquiavelo, sabe que nada funda- la pena subrayar que es la astucia la cidad del hombre de engañar y ser mental lo distingue de sus goberna- engañado. La necesidad de ilusión dos, salvo una sucesión de contin- 17
  • 17. gencias y, a fin de cuentas, una embargo, es a partir de la influencia to”16. Así, con Jean Bodin y luego forma de usurpación del poder. Ése de Maquiavelo que se elabora la teo- con Hobbes, en nombre del interés es su secreto y es el secreto que ría de la Razón de Estado. superior del Estado, el soberano no debe preservar. Siguiendo a Michel Senellart15, puede ser limitado, pues él es La radicalidad de Maquiavelo, la Razón de Estado se puede definir garante del interés común. La que pone fin al vínculo entre la exi- como el imperativo de transgredir el noción de Razón de Estado implica, gencia de virtud (al menos en su derecho en nombre del interés como lo indica la célebre máxima sentido tradicional) y el ejercicio del público. Entendida así, la razón de “the King can do no wrong”, que el poder, impele al príncipe a practicar Estado posee tres características soberano se encuentra a priori el arte de usar la opinión de sus distintivas. Por principio, se funda “inmunizado” contra el error. gobernados. La política se convierte en la idea de una necesidad política Pero, ¿qué significa la noción de así en algo semejante a un juego de mayor; obviamente esta cualidad ‘razón’ evocada en la expresión velos y máscaras y de constante tra- confiere al gobernante una gran Razón de Estado? La respuesta es vestismo entre ser y apariencia. autonomía y lo dota de justificación cuando menos paradójica. En efec- Esto, que no es otra cosa sino la en cualquier circunstancia. Su to, ella no se refiere a lo que puede reducción de la política a una pura segunda característica es aquélla de comprenderse por medio de la técnica de conquista y conservación la justificación de los medios en vis- razón común, como lo sostiene del poder, tendrá grandes implica- tas a un fin superior. Finalmente, Sócrates (en el diálogo llamado El ciones en el desarrollo posterior del está la exigencia de secreto. El arte Menón) al demostrar que incluso el Estado absolutista. Es cierto, su obra de gobernar requiere, entonces, de esclavo, al igual que cualquier hom- más conocida está dirigida a la figu- la Arcana Imperii. Los secretos del bre, puede hacer uso de ella. Todo lo ra personal del príncipe. Ella se ins- poder, noción que ya había sido contrario, la Razón de Estado pre- cribe (si se quiere, para mejor des- introducida desde la época del tende una racionalidad distinta a la truirlo) dentro del viejo género retó- imperio romano por Tácito, se vuel- del hombre común, pues “trascien- rico de consejos llamado “espejos ve ahora central. A tal grado que, de” la comprensión ordinaria. Esta para príncipes”. Todo indica que como lo observa un especialista de idea de una razón que escapa al Maquiavelo no elabora su obra con este periodo histórico, Jean-Pierre sentido común, es reforzada por la relación a la idea de una entidad Chrétien-Goni, para el absolutismo noción de secreto, a manera de una abstracta como la de Estado. Sin “ser soberano es organizar el secre- estrategia encaminada a eximirla 18
  • 18. de cualquier forma de rendición de ciones siguientes a intentar recons- cuentas. Yves Charles Zarka tiene truir y restablecer, al menos en un razón al señalar que la idea de principio de forma mínima, la base secretos de Estado, de Arcana moral del Estado, con el fin de evitar Imperio, se refiere ante todo a una que la política moderna quede concepción del ejercicio del poder totalmente sujeta a la arbitrariedad muy distinta de aquella que se del monarca y completamente des- funda en el libre consentimiento: vinculada de las exigencias mora- les. La doctrina política que acuerda una parte importante al secreto en el arte de gobernar, envuelve casi necesariamente los princi- pios de una comprensión de lo político en términos de domina- ción17. No necesitamos insistir en que bajo esta visión del Estado el ejercicio del poder es equiparado, como apunta LA IDEA DE SECRETOS DE Kelsen18, a una estrategia de “encu- brimiento” de los actos del gober- ESTADO, DE ARCANA nante, gracias a la cual la moral se IMPERIO, SE REFIERE ANTE encuentra subordinada ahora a la TODO A UNA CONCEPCIÓN política: los individuos tiene un DEL EJERCICIO DEL PODER valor marginal, menos aún su per- feccionamiento moral, lo que MUY DISTINTA DE AQUELLA importa ahora es el bienestar del QUE SE FUNDA EN EL LIBRE Estado. Esto obligará a las genera- CONSENTIMIENTO. 19
  • 19. Moral y transparencia EL PRINCIPIO DE PUBLICIDAD O LA Capítulo RECONCILIACIÓN DE LA MORAL IV Y LO POLÍTICO UN PRIMER PASO PARA EVITAR EL Hobbes da así un primer paso hacia pretación legitima. Pero vale insistir MORALISMO ANTIGUO SIN CAER EN EL la noción de “seguridad jurídica” y la en que Hobbes considera necesaria INMORALISMO O, SI SE PREFIERE, EN EL exigencia de previsibilidad de las esta prominencia absoluta del AMORALISMO DE MAQUIAVELO, lo da acciones del Estado (lo que hoy en Estado, ya que para el pensador el otro gran fundador del Estado día el derecho constitucional ale- inglés, dejar libre juego a la razón moderno, Thomas Hobbes19. El mán denomina protección de la pública es introducir el pluralismo pensador inglés reintroduce la confianza respecto a la ley). En ade- de las opiniones y volver al proble- noción de justicia, pero ésta no lante, una de las características del ma inicial, que buscaba resolver por debe requerir otra cosa sino el res- Estado moderno será la tendencia medio del Leviatán todopoderoso: el peto de la promesa dada, y es el progresiva a reducir la incertidum- de la guerra provocada por el dere- Estado el que debe garantizar su bre de los gobernados (primero res- cho de todos a todo y por la lucha cumplimiento (Leviatán, XVI). Pero pecto a la vida, luego respecto a la irrefrenada de las subjetividades y también se puede apreciar que el propiedad y así sucesivamente). Si de las opiniones. Visto bajo este últi- mismo Hobbes introduce el princi- bien en estos aspectos Hobbes es mo aspecto, la obra de Hobbes no pio de publicidad de las leyes: innegablemente revolucionario, puede sino favorecer el absolutis- fuera de ello, Hobbes es el pensador mo. Pertenece al mismo poder del Leviatán. En la misma frase cita- Justamente como reacción al supremo el poder dictar algunas da se puede observar que la certeza absolutismo, la necesidad de limitar reglas comunes para todos los jurídica se consigue, para Hobbes, el poder será cada vez más acen- hombres y declararlas pública- sólo al costo de que el problema de tuada conforme progresa el pensa- mente, mediante las cuales lo justo y de lo injusto, lo bueno y lo miento político moderno. En efecto, cada uno pueda saber qué malo, e incluso de lo verdadero y de si Maquiavelo sostiene que el prín- puede ser llamado […] justo, lo falso, se disuelvan ante el poder cipe tiene libertad irrestricta y dere- qué injusto […], qué bueno, qué supremo y la majestad del Estado. cho al secreto, en virtud de sus res- malo; es decir, brevemente, qué El Estado tiene respecto a todo ello ponsabilidades y de la técnica que debe ser evitado en nuestro la última palabra. De esta manera, requiere el ejercicio del poder, son curso normal de vida20. el Estado se vuelve el monopolio del justamente las mismas razones —a poder fáctico y simbólico, tanto del saber, la importancia y las particu- uso de la violencia como de la inter- laridades de sus funciones— que 20
  • 20. harán que el pensamiento posterior opinión (como se cuenta que dijo por primera vez el príncipe Tamino exija transparencia y control sobre Voltaire en un momento de con Papageno, el primero le pregun- sus acciones. Así, para maquiavelismo intelectual). Por lo ta al segundo: Montesquieu, el secreto del gober- tanto, de forma paradójica, la afir- nante es sospechoso porque sólo es mación maquiavélica del secreto Príncipe Tamino: Dime, alegre necesario si la autoridad “…tiene como instrumento del poder, lo amigo, ¿quién eres tú? tantos defectos, que debe temer degrada. ¿Por qué? Porque ahora Papageno: ¿Que quién soy yo? exponer a pleno día su estupidez sólo se trata de una técnica a dispo- ¡Vaya pregunta! Pues un hom- natural. Está escondido y se ignora sición de cualquier hombre que pre- bre, al igual que tú. el estado en el que se encuentra”21. tenda gobernar. A partir de la radi- Se sigue, efectivamente, que por su cal transformación conceptual que importancia el poder deba ser con- hace Maquiavelo, el gobernante ya trolado y protegido de sí mismo por no ocupa el lugar excepcional que le medio de la división de poderes, confería el pensamiento premoder- pero también por parte de la opi- no y que le permitía ejercer el secre- A PARTIR DE LA RADICAL nión de los ciudadanos. to sin tener que rendir cuentas a Que la opinión aparezca ahora sus súbditos, fuera en virtud de una TRANSFORMACIÓN CON- como una nueva instancia de legiti- relación privilegiada y trascendente CEPTUAL QUE HACE midad —que el príncipe deba ser a la verdad, como es el caso de MAQUIAVELO, EL GOBER- temido pero se cuide sobre todo de Platón, o a la divinidad, como había NANTE YA NO OCUPA EL no ser odiado por su pueblo— es sido durante la Edad Media. De consecuencia de la misma visión manera consecuente, en el contrac- LUGAR EXCEPCIONAL QUE del poder que ofrece Maquiavelo en tualismo de Hobbes el gobernante LE CONFERÍA EL PENSA- El Príncipe. El imperativo de disimu- no es sino un representante que MIENTO PREMODERNO Y lar y manipular la opinión sólo se actúa en lugar del gobernado. En su QUE LE PERMITÍA EJERCER puede entender porque, en realidad ópera “La Flauta Mágica”, Mozart y en última instancia, se depende hará popular esa igualdad funda- EL SECRETO SIN TENER QUE de ella. Si la opinión gobierna el mental entre el gobernante y el RENDIR CUENTAS A SUS mundo, es necesario gobernar la gobernado, cuando al encontrarse SÚBDITOS. 21
  • 21. Como lo hace patente la reacción de revocable en cualquier momento. relación al secreto y a la publicidad, Papageno, que se pretenda exigir, Esta evolución muestra que, por la Camille Desmoulins contrasta la como lo hace Hobbes, que una vez radicalidad con la que describen los república y la monarquía: realizado el contrato que funda la cimientos del poder, Maquiavelo y sociedad política, los contratantes Hobbes dan pie al absolutismo. La monarquía hace todo en el se opaquen como sujetos libres y Pero, paradójicamente, esa misma gabinete, en comités y a través cedan para siempre la mayor parte radicalidad hace posible la negación del solo secreto; la república, de sus derechos al Estado, será algo del absolutismo al hacer del pueblo todo en la tribuna, en presencia que no podrá ser aceptado por las el único fundamento de la legitimi- del pueblo y a través de la publi- generaciones posteriores. Mejor dad política en el mundo moderno. cidad, por lo que Marat llamaba dicho, una vez popularizada la idea Bajo la perspectiva de este hacer un gran escándalo. En las de que el pueblo es el fundamento nuevo fundamento de la legitimi- monarquías, el fundamento del de la soberanía, se entenderá como dad política, el secreto como políti- gobierno es la mentira, engañar una paradoja o como una franca e ca sistemática de Estado se vuelve es todo el secreto del Estado; la incongruente contradicción la con- insostenible. Como bien subraya política de las repúblicas, es la cepción de Hobbes: la de realizar un Bernard Williams: “existen vínculos verdad23. convenio con el fin de defenderse de privilegiados entre el gobierno y el los zorros (los demás individuos) y pueblo, y es una violación de esta Naturalmente, Desmoulins asocia terminar, así, colocándose definiti- concepción permitir que el secreto o la publicidad al escándalo: si el pue- vamente bajo las garras del león (a la disimulación se inmiscuyan entre blo puede conocer, entonces se saber, el Leviatán-Estado). Se el pueblo y aquél a quien éste le puede indignar. Pero es de notar, en entiende que, pocos años después encargó el poder”22. No sorprende este mismo texto, que si la monar- de Hobbes, Locke no tarda en defen- que, unos setenta años más tarde, a quía, asociada inevitablemente con der que la relación entre represen- la muerte de Locke, este reproche en el ejercicio del secreto, no produce tados y representantes, entre ciuda- contra de las prácticas secretas del escándalos (en plural), no es tanto danos y gobernantes, deba ser una Estado surja entre algunas de las porque los esconde; sino ante todo, relación de confianza (trust). Es grandes personalidades de la porque ella misma es un escándalo decir, ella consiste en un mandato Revolución francesa. Así, por su en tanto régimen político. Ya sea con la república o la monarquía nos 22
  • 22. encontramos en una situación, en el tiempo leyes universales y, en cada ción de justificar las políticas públi- siglo XVIII, en la que es inevitable caso y llegado el momento, estar cas ante aquellos que son afectados que entre en juego la conciencia exentos de esas mismas leyes. por ellas, será el pedestal de la legi- moral del público o del pueblo. Contra estos males y con el fin de timidad en la teoría política. Sólo Después de Maquiavelo y Hobbes, y restablecer el equilibrio entre la bajo la publicidad y la rendición como reacción al absolutismo, la moral y la política, Kant postula el pública de cuentas, de las leyes y de publicidad se presenta como el principio de publicidad: los actos del gobierno se puede dar medio —necesario y solicitado en sustento al consentimiento de los un mundo en que la opinión pública Todas las acciones relativas al ciudadanos. Renunciar a la publici- juega un papel de importancia cre- derecho de otros hombres cuya dad, como dirá en algún momento ciente— a través del cual se pueden máxima sea incompatible con la conciliar de nuevo la moral y la polí- publicidad, son injustas25. tica. Es el filósofo alemán Emmanuel Kant quien elabora la La publicidad es un bien, en tanto mejor expresión teórica al respecto. que es defensa y garantía contra el Se trata de oponerse a la opacidad secreto y la arbitrariedad de la auto- en el ejercicio del poder por parte ridad, puesto que incluso en los del príncipe tal y como lo describe casos más virtuosos, el gobernante Maquiavelo; también, sea dicho de estará tentado a actuar, al igual que paso, se asienta en contra de su Giges, de forma secreta y conforme paternalismo (si aceptamos que la a sus intereses personales. Pero obra mayor de Maquiavelo refleja sobre todo, vale la pena insistir en una moral utilitaria24), de quien ello, el principio de publicidad es, a pretende saber qué es bueno para un mismo tiempo, un principio jurí- LA PUBLICIDAD ES UN BIEN, todos. Al mismo tiempo, es la res- dico y ético que permite conciliar el EN TANTO QUE ES DEFENSA puesta que permite resolver el pro- ejercicio del poder con el tribunal de blema del Estado conformado por la opinión pública. Puesto que el Y GARANTÍA CONTRA EL un pueblo de demonios, individuos fundamento último del poder es la SECRETO Y LA ARBITRARIE- como Giges, que quieren al mismo opinión de los gobernados, la obliga- DAD DE LA AUTORIDAD. 23
  • 23. el gran pensador liberal Benjamín Desde el punto de vista de la moral que, en aras del bien mayor, cierto Constant, es renunciar a “nuestro” utilitaria, la publicidad no tiene un tipo de mentiras puedan ser acepta- poder. valor moral en sí. Como lo anotan bles para Bentham, lo que es una Ahora bien, debemos confesar Amy Gutmann y Dennis Thompson, regresión con respecto al punto de que el principio de publicidad puede para Bentham “la publicidad es sólo vista de Kant. Ahora bien, para ser concebido como útil a la demo- un mecanismo para hacer que el entender la importancia de la refle- cracia sin que sea necesario vincu- interés personal de los funcionarios xión de Kant y su relación con la larlo a la moral. Al menos así lo coincida con el interés general”26. esfera privada, es necesario volver entiende el padre de una de las Como ya se ha mencionado, existe de nuevo al mundo antiguo. grandes corrientes intelectuales del una cierta familiaridad entre la filo- mundo moderno, Jeremy Bentham. sofía utilitaria y Maquiavelo, de aquí 24
  • 24. Moral y transparencia EL PRINCIPIO DE PUBLICIDAD, Capítulo UNA VIEJA HISTORIA V EN REALIDAD, AL MOMENTO EN QUE ca, que por primera vez “una socie- que el máximo estadista del llama- KANT ENUNCIA EL PRINCIPIO DE PUBLI- dad delibera explícitamente en torno do siglo de oro ateniense, Pericles, CIDAD, éste cuenta ya con una larga a sus leyes y el cambio de estas celebre el hecho de que Atenas sea historia avant la lettre. Como ya leyes”28 (las cursivas son nuestras). una ciudad abierta para todos, hemos visto, un siglo y medio antes, En el terreno de las ideas, un incluyendo a los extranjeros que el mismo Hobbes había subrayado buen ejemplo es el del sofista y tienen derecho a circular libremen- la necesidad de que las leyes sean demócrata Protágoras (485-411 a. te, sin espacio de exclusión. Más conocidas, razón por la que Ernesto C.). En confrontación con el aristo- interesante para nosotros es el Garzón Valdés no se equivoca cuan- cratismo de Platón y su defensa del hecho de que el estadista se jacte de do sitúa a Hobbes dentro de la tra- derecho del rey filósofo a mentir a que en Atenas lo público es materia dición que defiende el principio de sus súbditos, Protágoras defiende, de conocimiento para todos los ciu- la publicidad. Pero aún podemos ir tal y como el mismo Platón lo narra, dadanos: mucho más lejos. Cornelius que la política es cosa que atañe a Castoriadis observa que la demo- todos, que todos deben conocer y cracia griega va de par con el naci- todos pueden aprender. No se trata miento de la filosofía. Se puede pre- aquí de una concepción extravagan- sumir, entonces, que existe un nexo te dentro de su época. Al contrario, EN CONFRONTACIÓN CON lógico e histórico que las une (es de su pensamiento refleja bien las ins- EL ARISTOCRATISMO DE observar además que, efectivamen- tituciones democráticas de la Grecia PLATÓN Y SU DEFENSA DEL te, Solón y el considerado primer clásica. Un reconocido especialista DERECHO DEL REY FILÓSO- filósofo de la historia, Tales de de la Grecia antigua, Jean-Pierre FO A MENTIR A SUS SÚBDI- Mileto, son contemporáneos). En Vernant, observa que la democrati- efecto, es con el amor al conoci- zación de la sociedad griega va de TOS, PROTÁGORAS DEFIEN- miento, con el derecho a pensar sin par con la aparición de un sector o DE, TAL Y COMO EL MISMO restricciones —“Atenas, punto de la espacio social de interés común, PLATÓN LO NARRA, QUE LA Hélade donde hay más libertad de sujeto por lo tanto al escrutinio POLÍTICA ES COSA QUE hablar”27. según se afirma con toda público, por oposición a los asuntos ATAÑE A TODOS, QUE claridad en la misma obra de privados y a los procedimientos TODOS DEBEN CONOCER Y Platón— y con la Atenas democráti- secretos29. No es extraño entonces TODOS PUEDEN APRENDER. 25
  • 25. …nos preocupamos a la vez de pueden ser compartidos y que hay una cosa, a la que todos los ciu- los asuntos privados y de los importan a todos los ciudadanos. dadanos están obligados igualmen- públicos, y gentes de diferentes Aristóteles cuenta que Solón, uno te, y sin la que no se conciben ni la oficios conocen suficientemente de los llamados siete sabios de la sociedad ni la ciudad?”30. Incluso el la cosa pública; pues somos los Grecia Antigua (y ancestro de mismo Platón, en una posición que únicos que consideramos no Platón), grabó sobre madera y cerca contrasta con su crítica de la escri- hombre pacifico, sino inútil, al del Partenón la Constitución de tura, pues la opone a la palabra que nada participa en ella, y Atenas, lo que le confería legibilidad hablada, y a su concepción del rey además, o nos formamos un jui- e intangibilidad. Así, a diferencia de filósofo, llega en un momento dado cio propio o al menos estudia- lo que sucede en su gran rival, a defender el gobierno de las leyes. mos con exactitud los negocios Esparta, en Atenas la Constitución Bobbio no se equivoca: la visibili- públicos… es escrita. Protágoras, como buen dad, la cognoscibilidad y la accesibi- representante del pensamiento lidad de los actos de los gobernan- Esto explica la importancia que en democrático de la época, insiste con tes son características de la demo- la Grecia clásica se da a la palabra y toda claridad que el conocimiento cracia griega que reaparecen en la a la escritura, pues se trata de escu- de lo que es público es necesario y democracia moderna31. char y conversar sobre temas que puede ser enseñado: “¿No crees que 26
  • 26. Moral y transparencia ESFERA PRIVADA E INTIMIDAD Capítulo VI QUE EL PRINCIPIO DE PUBLICIDAD de dominación sobre aquellos que desde Aquiles hasta Sócrates, no CUENTE YA CON UNA AÑEJA HISTORIA, son inferiores “por naturaleza”. Es el sólo la vida privada, sino la vida no impide que las nociones correla- lugar en el que el jefe de familia, el misma debe poder ser sacrificada tivas de espacio público y de espa- varón adulto, ejerce su dominio en aras de la vida y de la imagen cio privado hayan sufrido una sobre “su” mujer, “sus” hijos y “sus” pública, pues lo público es el ámbi- transformación mayor a lo largo del esclavos. to en el que se juega la identidad tiempo y, en particular, en el trans- Una transformación análoga se personal. curso del mundo moderno. Para observa en lo que se refiere a la con- Para entender ahora las particu- comprender la naturaleza de esta cepción del espacio público. En efec- laridades de la concepción contem- transformación es necesario com- to, para los antiguos griegos el espa- poránea, tanto de espacio público parar su antiguo significado con su cio público es el ámbito en el que se como de espacio privado, también acepción contemporánea. Comen- ejerce la libertad entre seres libres e es conveniente preguntarse, junto cemos por recordar que en el iguales, pero esta libertad e igual- con Louis Dumont32, sobre las con- mundo antiguo lo público se consti- dad impele a cada uno a distinguir- diciones históricas y culturales bajo tuye por oposición o, mejor dicho, se frente a los demás. El espacio las cuales se puede dar la figura del por una franca ruptura con la esfe- público de la Grecia clásica es, así y individuo como ser independiente y ra privada, conformada ésta por lo ante todo, un lugar vinculado con lo singular. No se trata de un fenóme- que no concierne sino a cada uno que se puede denominar “una esté- no social privativo de la (de los ciudadanos libres). A dife- tica de la figuración”: el motivo fun- Modernidad; para el antropólogo rencia de lo que sucede hoy en día, damental que lleva a los individuos francés no hay duda de que en las para los antiguos griegos lo privado a participar en el debate público es sociedades tradicionales también se se identifica con lo doméstico y, por el deseo de sobresalir y conseguir la puede dar la figura del individuo. extensión, con lo económico. Es gloria. La fama es un valor primor- Sin embargo, constata una diferen- decir, es todo aquello que se sitúa dial. Entre una vida breve pero con cia significativa: para ser individuo bajo la categoría de trabajo y bajo el gloria y una larga vida sin ella, en las sociedades tradicionales, se modo de una actividad técnica o Aquiles no duda en preferir la pri- debe pagar el costo de romper los instrumental, por oposición a la mera. La bella muerte, la del joven vínculos sociales y “salir del acción libre. Se refiere, entonces, a guerrero en el combate, es el máxi- mundo”. Así lo demuestran los formas de relación subordinadas y mo valor moral para los griegos. Así, casos del asceta hindú, el sabio grie- 27
  • 27. go o el monje medieval. Si bien la original, un individuo singular cuya Freud en el siglo XX. Así lo muestran afirmación puede ser discutida33 es naturaleza auténtica reside entera- las tradiciones literaria y filosófica: claro que, a diferencia de las socie- mente en el secreto de su vida inte- de las Confesiones de San Agustín dades tradicionales, la sociedad rior”34. Si consideramos, por ejem- (354- 430 d. C.) a su triunfo en la moderna favorece el individualismo plo, el testamento de Aristóteles, es Interpretación de los Sueños de “al interior del mundo”. Ahora la de observar que no contiene nada Freud, pasando por las introspec- individualidad y el espacio privado de íntimo. Jean-Pierre Vernant, ción de Montaigne en sus Ensayos, ya no son una opción limitada a una quien se hace esta pregunta sobre la las Confesiones de Jean-Jacques clase de individuos específicos (el intimidad, concluye que no. Entre Rousseau (1712-1778) y las llama- asceta, el sabio o el monje), sino un los antiguos griegos: das “novelas de formación” valor social compartido y difundido, (Bildungsroman) del siglo XIX ale- propio de todas las personas y rei- no hay introspección. El sujeto mán. Con el desarrollo de la intimi- vindicado por todos. Ahora bien, no constituye un mundo interior dad también se acentúa el valor de éste no es el único rasgo que nos cerrado, en el cual deba penetrar la privacidad, como se refleja en el distingue del mundo antiguo. Otro para reencontrarse o mejor des- diseño de los espacios físicos de las cambio mayor favorece que, en el cubrirse35. viviendas. Por ejemplo, a mediados mundo moderno, la esfera indivi- del siglo XVII surgen en Francia dual se convierta en una instancia La intimidad no parece ser un fenó- actividades y espacios que son cla- particularmente valiosa que deba meno antropológico sino más bien ramente propios del mundo priva- ser protegida; se trata del surgi- cultural, que surge lentamente en do. La lectura, el aseo, el reposo, miento de la intimidad. la historia de Occidente. Su desarro- entre otras actividades privilegia- En efecto, una pregunta que llo fue favorecido por elementos dis- das, tienen lugar de ahora en ade- cabe hacer es si en el mundo anti- pares como son la valoración de la lante en espacios claramente dife- guo, en particular en el pueblo que conciencia de sí en el cristianismo renciados y privados36. Esta gran más desarrolló la figura del indivi- en general, la reivindicación de la transformación de las mentalidades duo –los griegos–, existe una noción conciencia interior y de la vida ordi- que tiene lugar en el mundo moder- equivalente a la nuestra de intimi- naria con el protestantismo, y la no se refleja en el derecho y lleva dad. A saber, la idea “de un ser real, popularización del psicoanálisis de así, a la idea de un espacio de liber- 28
  • 28. tad negativa o de independencia frente a las intervenciones del Estado: “el derecho del individuo a ser dejado solo”, como dijera en 1890 Louis Brandeis en su artículo pionero sobre el derecho a la priva- cidad37. OTRO CAMBIO MAYOR FAVORECE QUE, EN EL MUNDO MODERNO, LA ESFERA INDIVIDUAL SE CONVIERTA EN UNA INS- TANCIA PARTICULARMENTE VALIOSA QUE DEBA SER PROTEGIDA; SE TRATA DEL SURGIMIENTO DE LA INTI- MIDAD. 29
  • 29. Moral y transparencia ESPACIO PÚBLICO Y PRIVADO Capítulo COMO FORMAS COMPLEMENTARIAS VII DE LA AUTONOMÍA QUE LA ESFERA PRIVADA E ÍNTIMA SEA da, en muchos aspectos inimagina- objeto y un contenido, se requiere la UN VALOR IRREDUCTIBLE DE LIBERTAD ble para los antiguos, son muchos publicidad sobre aquello que intere- PARA LOS MODERNOS, implica otra más amplias de lo que jamás ofreció sa a todos. En particular, sobre los diferencia mayor entre nosotros y el la vida pública. actos y asuntos del Estado38. mundo democrático de la Antigua Ahora bien, cabe preguntarse El filósofo parece defender, así, Grecia que no debe ser soslayada. A por qué históricamente, quien da su la idea de un círculo virtuoso. Por un diferencia de lo que sucede con éste mejor expresión al principio de lado, la autonomía individual no último caso, en el mundo moderno publicidad, a saber Kant, es al puede sino ganar en madurez y con- la diferenciación entre la esfera mismo tiempo el pensador que tenidos al exponerse en el ejercicio pública y la esfera privada no defiende con mayor convicción la de la razón pública, ejercicio impo- corresponde más a la oposición autonomía de los individuos. En sible sin la publicidad de los asun- entre libertad y dominación. efecto, lo que hace valiosa la con- tos que interesan a todos. De mane- Generalmente se interpreta esta cepción de Kant es el hecho de que ra complementaria, el uso de la oposición entre antiguos y moder- el espacio público y el principio de razón pública ilumina y hace visible nos bajo la idea de una inversión de publicidad sólo tienen sentido, para lo que interesa a todos, y elimina las valores, la señalada por Benjamin decirlo en los términos del pensador tinieblas y lo invisible (idea, ésta Constant: para los antiguos, el de Könisberg, para un pueblo que ha última estructurante, del periodo de ámbito de realización plena de la salido del estado de minoría de edad la Ilustración)39. La opinión adquie- vida ética y de la excelencia es el y se atreve a pensar por sí mismo. re así un discernimiento moral y se espacio público; en tanto que para Combinando el individualismo forma. Y una vez que un pueblo ha los modernos es la esfera privada la moderno y el pensamiento antiguo, adquirido discernimiento propio, es que ofrece un mayor ámbito de Kant insiste que el atreverse a pen- mejor para los propios fines del libertad. No sólo porque, como lo sar por sí mismo requiere, no del gobierno tratar a los hombres a par- alega Constant, la vida pública uso privado sino del uso público de tir de su aspecto moral (para que el moderna ya no puede ofrecer las la luz de la razón. A su vez, este uso régimen mismo no sea un escánda- satisfacciones que proporcionaba público de la razón constituye el lo). Es decir, tomando en cuenta su en la ciudad antigua, sino porque medio de ilustración en general del dignidad. Como ya se ha menciona- las experiencias y las formas de conjunto de la sociedad. Pero para do más arriba, Kant articula de expresión que ofrece la vida priva- que el uso de la razón tenga un nuevo, luego del divorcio sufrido a 30
  • 30. principios de la época moderna, la sobre Benjamin Constant, Stephen la verdadera libertad es una conciencia crítica y moral con la Holmes sugiere que diferentes indi- ‘combinación óptima’ de lo política y el derecho. Sin embargo, lo cios hablan a favor de la defensa de público y de lo privado, de la hace de una forma problemática, una complementariedad, antes que participación y de la no partici- pues insiste en pensar la esfera de una oposición entre en lo que en pación, de la responsabilidad pública por oposición a la privada. realidad son dos formas de libertad. cívica y de la independencia, del Es decir, por oposición a un ámbito Es de notar, por ejemplo, que los activismo y del apolitismo, de la en el que el uso de la razón se puede derechos individuales y la soberanía cooperación y de la singulari- limitar, ya que es ante todo concebi- pública aparecen simultáneamente dad40. da como una instancia en la que se al principio de la época moderna y debe obedecer. que, por lo mismo, es factible pensar Visto así, estamos ante una relación Oponer lo público a lo privado en que hay un vínculo o juego posi- complementaria. Por una parte, lo tiene implicaciones significativas. tivo entre los dos. Dicho de otra público se nutre de la libertad priva- Lleva no sólo a pensar que la liber- forma, la expansión de una esfera da y de los recursos intelectuales y tad debe ser complementada por puede implicar también, como lo de discusión que ella genera, más una esfera de la obediencia; tam- sugiere efectivamente la historia allá de los estrechos marcos de la bién hace pensar que entre más moderna, la expansión de la otra. vida profesional y administrativa. amplia es la esfera privada, más Valga notar que Holmes extrae esta limitada será la esfera pública y, en interpretación de su lectura de LA PUBLICIDAD SE REVELA sentido contrario, entre más amplio Constant, por lo que se aleja de la es lo público, más limitado será lo visión usual que se tiene de COMO EL MEDIO QUE PER- privado. Algunos de los pensadores Constant. En efecto, se puede defen- MITE ARTICULAR LA LIBER- del siglo XIX se atreverán a dar el der que en realidad Constant no es TAD PRIVADA Y LA PÚBLICA, paso que Kant vislumbra amplia- un liberal en el sentido en que LA MORAL Y LA POLÍTICA, A mente pero no da, y sostener que comúnmente se le pretende dar a TRAVÉS DEL CONTROL nada obliga a que estemos aquí, en esta corriente política, pues para el la relación entre lo público y lo pri- pensador francés, según anota SOBRE LA AUTORIDAD vado, ante una relación inversa- Holmes: PÚBLICA Y LA RENDICIÓN mente proporcional. En su libro DE CUENTAS. 31
  • 31. Por el otro lado, se puede suponer cés, como François Guizot, esto es La publicidad no sólo es, enton- que las convicciones morales se una evidencia, como lo apunta el ces, una forma de control del ejerci- debilitan o se ven convertidas en politólogo francés Pierre cio estatal, sino constituye el medio sueños estériles si no se arriesgan, Rosanvallon: y el instrumento que favorece un dentro del juego democrático, a la tipo democrático de sociedad. En confrontación y, en su caso, a la Los doctrinarios se deslindan de efecto, a través de la publicidad y el contradicción en la esfera pública. la concepción liberal para la debate público, la relación gobierno- Esta imbricación entre lo público y cual la libertad de prensa no es sociedad se vuelve menos vertical y lo privado parece acentuarse cada más que una muralla, un instru- más cooperativa, más dinámica y vez más en nuestros días, pues mento para distanciar el poder y creadora de nuevas alternativas muchos de los debates públicos la sociedad. Guizot fustiga a puesto que se funda en una mayor actuales tocan y confrontan las aquellos que no la consideran circulación y calidad de la informa- convicciones morales más persona- sino ‘como una arma ofensiva, ción y de la comunicación, y en for- les (como lo demuestran numerosas buena solamente para el ataque mas argumentadas y transparentes polémicas de actualidad: la pena de y contra el poder’, así como a de acuerdo público. Todo esto per- muerte, la eutanasia, la maternidad aquellos que no ven en ella más mite, en última instancia, la posibi- asistida...). que el ejercicio de un derecho lidad de un consentimiento, no Dentro de esta óptica, la publici- privado. ingenuo sino informado, en torno a dad se revela como el medio que las políticas públicas gubernamen- permite articular la libertad privada La intuición fundamental de los tales. En su citado estudio sobre y la pública, la moral y la política, a doctrinarios es al contrario de la Constant, Stephen Holmes insiste través del control sobre la autoridad publicidad, de la cual la libertad de en este hecho: pública y la rendición de cuentas. prensa y el gobierno representativo el ámbito público y el ámbito Pero también a través del intercam- son los dos polos; es el medio deter- privado no son dos términos bio de ideas, el debate, la controver- minante para instaurar una comu- hostiles de una alternativa. Se sia y, a fin de cuentas, a través de la nicación política de tipo nuevo. La estimulan, se desprenden y se responsabilización de los mismos publicidad, anota Guizot, opera un refuerzan el uno al otro42. ciudadanos. Para los pensadores de trabajo de revelación recíproca del la primera mitad del siglo XIX fran- poder y del público41. 32
  • 32. Moral y transparencia LO PRIVADO Y LO PÚBLICO, PRECISIONES Capítulo Y CONSIDERACIONES RESPECTO VIII AL DEBATE CONTEMPORÁNEO 8.1 Lo público y formas de relación que es privado o íntimo y que nos mente individuales; este último es moral concierne en cada caso sólo a cada estudiado preferentemente por la uno de nosotros. En realidad, a economía y las teorías de la elec- Luego del panorama histórico, nuestro parecer, los dos conceptos ción racional, donde lo que interesa ahora nos interesaremos por los son complementarios: no puede al individuo es maximizar su bene- aspectos más relevantes y proble- haber mundo común si hay espa- ficio. Bajo este marco conceptual, máticos en el debate contemporá- cios secretos e invisibles que esca- dos tipos de relación moral desta- neo. Por principio, podemos pre- pan a la comunicación y a las prue- can para nuestro propósito. El pri- guntarnos qué es lo público, con- bas, y argumentos que se puedan mero es el que se funda en el prin- cepto al que nos hemos referido compartir. cipio de reciprocidad y que confor- desde un inicio. Luego de los traba- Ahora bien, en lo que se refiere a ma buena parte de las relaciones jos de Bobbio, la literatura especiali- nuestra discusión en específico y a que vivimos día a día con nuestros zada ha tenido a bien insistir que lo la segunda acepción mencionada conciudadanos. Es decir, se limita a público se define por dos tipos dis- del término “lo público”, se puede aquellos con quienes compartimos tintos de oposición. En primer lugar, observar que en el espacio público derechos y deberes de nuestra parti- lo público por oposición a lo que es existen diferentes tipos de relación cular sociedad política. El segundo secreto. La democracia es en este moral. Visto desde esta perspectiva es el de las relaciones que solicitan sentido, como lo señala Bobbio, “el moral, el espacio público se sitúa valores de tipo universalista. Por gobierno del poder público en públi- fuera del ámbito de la ética de vida ejemplo, las normas enumeradas co”43. La publicidad de lo público se o de los valores últimos que, cada por los instrumentos internaciona- acompaña naturalmente de la uno, impone a su propia vida (en su les en materia de derechos huma- voluntad de eliminar todo poder caso, son las escuelas antiguas de nos, que hacen que a cualquier per- invisible u oculto. Pero en un segun- filosofía, estoicos o epicureistas, y sona sobre el territorio mexicano do lugar, lo público es lo que nos es las religiones las que pretenden –la noción de persona es universal, común, aquello que nos afecta o ofrecer respuestas a este ámbito de de modo que incluye, llegado el nos concierne a todos. Lo que cons- tipo ‘existencial’). Pero el espacio caso, a los miembros de un grupo tituye nuestro espacio compartido o público también se distingue, desde terrorista que no respeta ningún mundo común, por ejemplo, como la óptica que adoptamos aquí, del tipo de derecho– se les deba garan- mexicanos. Esto, por oposición a lo ámbito de los intereses estricta- tizar un mínimo de derechos. 33
  • 33. Puesto que generalmente no reconoce de forma universal. De somos autistas morales, sicópatas aquí que podemos coincidir con ni santos, una autora como Amy Ernesto Garzón Valdés, cuando afir- Gutmann sostiene que es el ámbito ma que lo público se caracteriza por de la reciprocidad en el que nos la publicidad: desenvolvemos usualmente. Este tipo de relación moral exige una Lo público está caracterizado relación argumentada con los por la libre accesibilidad de los demás y justamente éste, el ámbito comportamientos y decisiones de las relaciones reciprocas, es el de las personas en sociedad, más pertinente cuando se trata de más aún; cuando ellas desempe- deliberación democrática44 y, por ñan algún cargo dotado de auto- ende, del derecho al acceso a la ridad político-jurídica, la publici- información pública, a la transpa- dad de sus actos se convierte en rencia y a la rendición de cuentas. un elemento esencial de todo Ahora bien, Gutmann se interesa Estado de derecho45. principalmente por el aspecto polí- tico de los desacuerdos morales; por Por lo mismo, supone un público ello insiste en las relaciones recípro- universal ilimitado y una opinión cas. Pero, como debemos recordar, al crítica que va más allá de los miem- menos en nuestro país el derecho al bros del país o Estado-nación de que acceso a la información pública se se trate. LA PUBLICIDAD DE LO PÚBLICO SE ACOMPAÑA NATURALMENTE DE LA VOLUNTAD DE ELIMINAR TODO PODER INVISIBLE U OCULTO. 34
  • 34. Moral y transparencia DEMOCRACIA Y AMBIVALENCIA Capítulo MORAL DEL SECRETO IX PASEMOS AHORA A LA PRIMERA ACEP- según la proximidad o la lejanía res- toda la compañía en Rusia tiene CIÓN MENCIONADA DE LO PÚBLICO, pecto de los iniciados en el secreto. maneras perfectas, pero no hay pero para ocuparnos de la noción Desde este enfoque sociológico, suficiente instrucción para los que la define por oposición, a saber, Simmel observa que en las socieda- nobles ni suficiente confianza la de secreto. Más allá de lo que ya des dominadas por el secreto, la entre las personas que viven sin hemos afirmado antes, el principio personalidad de los individuos tien- cesar bajo la influencia de una moral de igualdad que funda el de a ser suplantada por su rol corte y de un gobierno despótico, mundo democrático es, por princi- social. Un miembro de la sociedad para que se puedan conocer los pio —aunque, como veremos, no lo secreta no puede ser un llamativo encantos de la intimidad46. puede ser absolutamente— contra- James Bond, antes bien debe buscar rio al secreto. ¿Por qué? En su estu- ser lo más gris y discreto que le sea Todo lo contrario sucede en las dio sobre el tema, el sociólogo Georg posible. Es notorio que en las socie- sociedades democráticas, que dan Simmel nos da la respuesta cuando dades autoritarias, en donde por su un alto margen de confianza a los observa que el uso del secreto, aún naturaleza predomina el secreto, los individuos y éstos no corren ningún cuando se trate de algo banal o individuos ven minada la confianza riesgo en la expresión de sus prefe- incluso falso, fragmenta la comuni- en sí mismos y en sus prójimos, y rencias y gustos personales. Es cación al dividir el mundo social sufren un constante temor. Incluso natural, entonces, que en las demo- entre los que saben y lo que no en las relaciones más banales y cracias las personas tiendan acen- están al tanto del secreto. Por otra familiares se carece de transparen- tuadamente a diferenciarse unas de parte, sobre todo en el caso de las cia y confianza. Por lo mismo, se for- otras. No extraña, pues, que se lle- sociedades secretas pero no sólo en talece mucho la tendencia a imitar gara a hablar de “una justificación ellas, el uso del secreto favorece las la imagen del jefe (el bigote, la estética de la democracia”, como es tendencias centrípetas del poder a forma de vestir, las expresiones…). el régimen o la cultura que permite favor de una sola autoridad (la que Madame de Staël, la compañera y favorece la diversidad y la plurali- posee el secreto) respecto a la cual sentimental de Benjamín Constant, dad de expresiones y formas artísti- se jerarquizan los miembros restan- nos da un ejemplo palpable de esta cas. Dicho de otra manera, el secre- tes. Se crea así una línea de subordi- imbricación de sentimientos mora- to es un instrumento que crea y nación efectivamente contraria al les y régimen político, en un relato propicia la exclusión y favorece a principio democrático de igualdad, sobre la Rusia de su época: las sociedades jerárquicas de tipo 35
  • 35. aristocrático; en tanto que el princi- tible. No es necesario insistir dema- En cuanto a la segunda orientación, pio de publicidad de las sociedades siado en el hecho de que los discur- nos referimos al hecho de que el democráticas es notoriamente sos que fundan su legitimidad en modelo de las sociedades democrá- inclusivo y favorable a la pluralidad una verdad secreta o de tipo “extra- ticas es el de una sociedad de “cré- de las expresiones. social” (como la que ofrece un dito”, en un sentido que va más allá La sociedad democrática es, por supuesto dios que únicamente de su aspecto económico, es decir, definición o idealmente, una socie- habla al oído de sus elegidos), tiende en una sociedad de libre comunica- dad abierta, de conocimiento exoté- a favorecer sociedades autoritarias, ción y de libre intercambio, fincada rico y de libre examen. A este res- por el simple hecho de que son con- en la confianza. La mentira y el pecto, el secreto entra en conflicto trarios al principio de publicidad — secreto merman los cimientos de con dos orientaciones morales de la que implica, hay que subrayarlo, el este tipo de sociedades al limitar el sociedad democrática. En primer derecho a la igualdad en el acceso a conocimiento, al fragilizar la comu- lugar, la forma del discurso de tipo la información— e impiden el libre nicación y, a fin de cuentas, al soca- democrático, que exige justificación examen. A este respecto, Chaïm explícita y argumentada de aquello Perelman tiene razón en insistir: EL SECRETO ES UN INSTRU- que se afirma y debe prestarse a cir- Es evidente que la conciencia de cular libremente por el conjunto de cada uno también ha sido for- MENTO QUE CREA Y PROPI- la sociedad. El discurso de tipo mada, que ella debe ser ilustrada CIA LA EXCLUSIÓN Y FAVO- democrático se opone entonces a y puede ser guiada, pero es a RECE A LAS SOCIEDADES las “teorías de la conspiración” (una cada persona que le correspon- JERÁRQUICAS DE TIPO ARIS- expresión sugerida por el filósofo de, a última instancia, la respon- vienés Karl Popper), mismas que sabilidad de decidir y de actuar. TOCRÁTICO; EN TANTO QUE alegan un conocimiento secreto, Y no es sino una moral conse- EL PRINCIPIO DE PUBLICI- inaccesible directamente a la opi- cuente con el libre examen que DAD DE LAS SOCIEDADES nión ordinaria, o sólo accesible para se revela apta para salvaguardar DEMOCRÁTICAS ES NOTO- los iniciados. Que las condiciones y nuestra autonomía, nuestra la calidad de la argumentación que libertad y nuestra responsabili- RIAMENTE INCLUSIVO Y favorece cada sociedad tiene impli- dad47. FAVORABLE A LA PLURALI- caciones morales, se antoja indiscu- DAD DE LAS EXPRESIONES. 36
  • 36. var la confianza. Pero más adelante broma privada se convierte en cri- sario para el pudor y, por lo tanto, volveremos a este punto. men público (Kundera) o el indivi- para la dignidad. Con su usual len- A pesar de esta crítica del secre- duo no tiene derecho al silencio guaje agudo y revelador, Nietzsche to, tanto la defensa como la conde- (Sándor Márai48). Pero, en el otro lo dice con toda claridad: na del secreto privado y público no extremo, el individuo que se encie- pueden ser absolutas. Con la desa- rra absolutamente en su secreto Hoy consideramos como un parición total del secreto privado personal, en una actitud solipsista, asunto de decencia el no querer estaríamos en el totalitarismo que no podrá participar de la vida públi- verlo todo desnudo, no querer extingue la esfera privada: todo es ca; peor, quizás ni siquiera pueda estar presente en todas partes, público, todo es político; si todo es desarrollar efectivamente su propia no querer entenderlo ni ‘saberlo político, el poder político se adueña personalidad (como lo subraya el todo’. “¿Es verdad que el amado de todo. En este tipo de sociedades sociólogo George H. Mead, el ser Dios está presente en todas par- no sólo el derecho al secreto sino humano sólo puede hacerse indivi- tes?”, preguntó una pequeña también el derecho privado a la iro- duo a través de la socialización). En niña a su madre, ‘pero eso lo nía, a la incoherencia o la contradic- tanto poeta que defiende la palabra encuentro indecente’49. ción, se convierten en delitos que viva, W. C. Williams tiene razón ameritan castigo. La ausencia de un cuando, en su poema el Asfódelo, Basta cambiar en esta frase Dios por espacio o ámbito de conciencia juzga con cruel ironía que el silen- Estado o sociedad, para entender lo estrictamente personal, favorece cio es profundo pero no se va muy justo de su denuncia. Sobre todo que lo público se homogeneice a lejos con él. cuando sabemos que la idea de “un favor de una perspectiva o visión Los casos hiperbólicos que aca- ojo que lo ve todo” y de una socie- única (la del poder en turno) al bamos de mencionar hacen pensar dad totalmente transparente no son negar la pluralidad y diversidad de que un cierto grado relativo de sólo creencias religiosas; también las perspectivas individuales. La secreto es necesario, y su ausencia han conformado uno de los proyec- gran literatura centroeuropea del sería insoportable; para la esfera tos utópicos más recurrentes de la siglo XX nos ha dejado amplios tes- pública, por ejemplo, la necesidad modernidad, tanto en la literatura timonios de la miseria moral que de garantizar la seguridad nacional (Rousseau) y en nuestra actual representa esta extinción de la esfe- lo hace inevitable; así como para la sociedad del espectáculo (denuncia- ra privada cuando, por ejemplo, la vida privada, por ejemplo, es nece- da por Guy Debord), como en el pen- 37
  • 37. samiento político (Bentham), y en el las sociedades; pero el sociólogo derecho a ciertos secretos, pero no a mismo funcionamiento del Estado constata también que, a su vez, la mentir a los ciudadanos. B. Williams (totalitario). Aunque el caso de sustancia del secreto varía con el tiene razón cuando apunta que el Giges sugiere que lo inmoral suele tiempo. En efecto, la historia social público tiene derecho a la verdad, buscar el velo protector del secreto, ha radicado en muchos aspectos en tiene derecho a que los gobernantes en realidad el secreto no es siempre una constante transformación y no le mientan, pero este derecho negativo. De hecho, es extremada- vaivén entre lo que antes fue públi- tampoco implica que el público mente positivo para la constitución co y luego secreto, para luego cam- tenga el derecho a saberlo todo de la esfera privada de la subjetivi- biar una vez más conforme cam- absolutamente. Ahora bien, que la dad. Que la conciencia pueda refu- bian los valores sociales. Tampoco información pública pueda ser giarse ocasional o constantemente se debe ignorar otro efecto positivo reservada, en ciertos casos y por en el secreto, le da libertad y le ofre- del secreto, que es reconocido como excepción, al principio de publici- ce alternativas. A diferencia de la un derecho con efectos públicos; dad, no la debe eximir de regula- relación automática del tipo estí- nos referimos al hecho de que el ción. Debe estar limitado en el tiem- mulo-respuesta, que es propia de acto del voto en la casilla sea secre- po y debe sujetarse a una máxima o las máquinas, la conciencia huma- to, es un ejemplo palpable del valor regla pública. Dicho de otra forma, na implica un intervalo creativo público que tiene el derecho privado el secreto gubernamental puede ser entre el pensamiento, la expresión y al secreto. moralmente válido si está sujeto a la acción. Simmel observaba a este Finalmente, es necesario distin- reglas, a principios que son públicos respecto que una vida sin secretos, guir el secreto de la mentira. Un y, frecuentemente, también a la sin ambigüedades y misterios, pier- secreto puede estar justificado, supervisión por parte de algún otro de todo interés y atractivo; a esto mientras una mentira no50. Para órgano o poder del propio Estado51 podríamos agregar que una vida sin pensar en un ejemplo conocido, se (como lo observan Gutmann y secretos es una vida sin dilemas y, a puede sostener que el ex presidente Thompson, es asombroso saber que fin de cuentas, sin libertad. La nece- de los Estados Unidos, W. Clinton, en los Estados Unidos, aún reciente- sidad del secreto es entonces de tenía derecho a defender su vida mente, las reglas y los criterios para orden antropológico; el mismo privada, pero no el derecho a mentir desclasificar y clasificar informa- Simmel defiende que el secreto es al Congreso. En efecto, un funciona- ción secreta eran ellos mismos una forma social existente en todas rio o incluso el gobierno puede tener secretos)52. 38