3. Elaborar una encuesta por medio de la cual recibiremos información sobre la dignidad humana
4.
5. Todas las personas, sin discriminación alguna somos titulares de la dignidad humana, y es que es lógico, ya que al ser persona, por contera somos humanos y por ende tenemos dignidad.La dignidad humana es entonces, aquella facultad inherente a todos los seres humanos que se extiende hasta una calidad que nos reviste de cierta importancia, valorando nuestra esencia de ser humanos más allá de los límites materialistas y mercantilistas de nuestra sociedad.
6. La vida de todo hombre y ser humano es un hecho biológico, no seria diferente al de las plantas o a la de los animales de no ser por la concepción de la dignidad personal, es decir, de su concepción de un sujeto con una misión moral. La extensión y alcance del derecho a la vida comprenden un sinnúmero de aspectos entre los que destacan: A)el derecho de todo ser humano a que los demás individuos no atenten injustamente contra su vida, integridad corporal o salud,B) el derecho de todo ser humano a que el estado proteja su vida y su integridad corporal contra cualquier ataque de otra persona.
7. C) el derecho de todo ser humano a que el estado respete su vida y su integridad corporal.D) el derecho de todo ser humano a que la solidaridad social provea de los necesarios auxilios para su subsistencia, entre otros. En síntesis la vida no tiene precio, por lo tanto no se puede comprar con dinero ni ningún otro medio material ya que Cristo la compro con sangre derramada en la cruz del calvario por causa nuestra. Dios es el dueño de la vida luego el dio al hombre dignidad y belleza.
8. LA IMPORTANCIA DE LA DIGNIDAD HUMANA "Tal vez no haya otro concepto de mayor importancia para el futuro cultural y moral de Europa que el concepto de la dignidad de la persona humana. Siendo la persona el centro y el punto de referencia de la sociedad, la bondad o la maldad de una cultura se mide precisamente por su actitud hacia la persona. Es consebida la importancia que la doctrina social de la Iglesia da a la persona humana y a su dignidad como fuente de los derechos del hombre.
9. Entre todos los temas tratados por el Concilio Vaticano 2, la dignidad de la persona humana ocupó un puesto de singular relieve. Ya en el 1964, en medio del debate sobre el instrumentumlaboris que llegaría a ser la Constitución Pastoral Gaudium et spes, el entonces Mons. Arzobispo Karol Wojtyla pronunció un discurso en la Radio Vaticana donde afirmó: “A el Concilio y la Iglesia consideran la llamada acerca de la dignidad de la persona humana como la voz más importante de nuestra era”. Treinta años más tarde el Papa Juan Pablo 2 calificó la Gaudium et spes el último y más extenso de los documentos promulgados por el Concilio “la carta magna de la dignidad humana”.
10. LA DIGNIDAD COMO PUENTE ENTRE LA ANTROPOLOGÍA Y LA ÉTICA Fue el filósofo escocés David Hume quien dijo hace dos siglos y medio que no se puede derivar un imperativo de una afirmación indicativa. Esta proposición es verdadera con tal que la afirmación indicativa no contenga ya un sentido imperativo. Es precisamente lo que sucede en el caso de la dignidad.La palabra latina "dignitas", de la raíz "dignus", no sólo significa una grandeza y excelencia por las que el portador de esta cualidad se distingue y destaca entre los demás, sino también denota merecimiento de un cierto tipo de trato. Así la dignidad se puede definir como una excelencia que merece respeto o estima.
11. LA DIGNIDAD COMO RASGO CARACTERÍSTICO DEL SER HUMANO. Ahora bien, de qué se deriva esta excelencia propia del hombre con respecto a las demás criaturas? La respuesta que nos ofrece la teología es clara: el hombre es la única criatura hecha a imagen y semejanza de Dios. Como Dios, el hombre es inteligente, posee una naturaleza espiritual, es libre y capaz de amar. No sólo, sino que también todo hombre es llamado a la filiación divina por la gracia, es decir, a participar de la misma vida divina. Por esto la Gaudium et spes puede afirmar que el hombre es la única criatura terrestre a la que Dios ha amado por sí misma y que no puede encontrar su propia plenitud si no es en la entrega sincera de sí mismo a los demás.
12. Durante más de un siglo los norteamericanos y otros pueblos negaban la dignidad personal a los hombres de raza negra, y los sometían a la esclavitud como seres inferiores. Hoy en día nuestra civilización niega la dignidad personal a los no nacidos, a veces permitiendo el aborto hasta durante los nueve meses de gestación.
13. LA DIGNIDAD POSEÍDA EN IGUAL MEDIDA POR TODOS LOS MIEMBROS DE LA FAMILIA HUMANA. Estas consideraciones nos llevan al último punto de nuestras reflexiones. Dado que la dignidad de la persona depende no de sus capacidades particulares, sino de su naturaleza, es común a todos los miembros de la familia humana. Así como todos los hombres participan igualmente de la humanidad, todos poseen una igual dignidad que es característica de la humanidad.Sin embargo, aunque parece obvio, y es doctrina de la Iglesia católica que todos los hombres poseen una igual dignidad, este principio es frecuentemente violado. Los Nazis excluían a los judíos y otros indeseables del estado de las personas que posean una dignidad propia.
14. BUSCANDO GARANTÍAS PARA LA DIGNIDAD HUMANA. La noción de derechos humanos implica que hay una dignidad natural inherente al hombre, que se impone a todos, hasta tal punto que los hombres no pueden, arbitrariamente, negarle la humanidad a uno de sus semejantes, ni privarle de ninguno de esos derechos. Con viene reflexionar acerca de esa singular dignidad. El hombre es irrepetible, es un fin en sí mismo y no un medio, y nunca puede considerarse un simple elemento de una especie. ¿Por qué el hombre es de una condición distinta a la de los animales? ¿Por qué tiene esos derechos inalienables? ¿Por qué no puede tener precio?
15. Se han dado a esta pregunta muchas respuestas, pero pienso que el único fundamento inquebrantable de los derechos humanos está en el hecho de que Dios ha conferido al hombre esa dignidad. —Pero esa referencia que haces a Dios supone creer en Dios, y no todos los hombres son creyentes. No pido a nadie que crea si no quiere o no puede creer. Simplemente doy una posible respuesta desde la fe. No es necesario creer, pero creer permite proteger mucho mejor el enunciado de estos derechos: el creyente -si es coherente con su fe- espera descubrir en todo ser humano a un semejante, o más bien a un hermano, precisamente por tener un padre común.