Proponen la eliminación del Consejo de la Magistratura
Todos somos la Dra. Ortiz y #Almínimo
1. El INFORME
SEPTIEMBRE 2014
Todos somos la Dra. Ortiz y #Almínimo -Por: Marcus J. Ramos Cintrón
Hace par de semanas circuló en las redes un video de una
doctora que le salió de atrás pa’lante a sus pacientes. El
acontecimiento nos provee una oportunidad para reflexionar
como persona, como ciudadano y como país. En este territorio,
donde la mayoría de la población hacemos de tripas corazones
para cubrir nuestras necesidades básicas y al menos tener algo
que se asemeje a una vida (no solo sobrevivir), nos corresponde
determinar quiénes somos en términos socioeconómicos.
¿Somos clase baja? ¿Clase media? ¿Clase alta? ¿Proletario o
burgués?
En Puerto Rico la línea entre clases suele ser ambigua para
aquellos que no somos de la clase alta o burguesa. Los que no
tenemos poder económico y/o político significativo empezamos a
tratar de justipreciar nuestra condición de vida comparándonos
con aquellos que tienen más o menos. Luego hacemos
determinaciones sobre por qué aquel tiene o deja de tener y bajo
prejuicios o medias-verdades pasamos juicio. Es exactamente
esta ambivalencia, la inconsistencia e inconsciencia, la que con
la ayuda de la estructura de pensamiento vigente nos enfrasca
en una lucha entre pobres, la llamada clase media y el sector que
maneja la economía subterránea que se lucra de la
descomposición social.
Claramente la doctora no está consciente sobre su lugar en la
estructura social de Puerto Rico y así pasa con muchos que se ven
frustrados porque su estatus no cumple con sus expectativas. De
esa frustración pasamos a la agresión entre clases subordinadas, al
antagonismo entre los
‘guaynabitos wanabe’ y
las yales del ‘case’,
e n t r e l a c l a s e
trabajadora y el sector
dependiente. Si algo
Foto portada Common Core
debemos tener muy presente los que somos víctimas de políticas y
un sistema económico que nos condena a la pobreza y hace de la
movilidad social en nuestro territorio un mito, es que el estatus
socioeconómico está determinado por el entorno en el que nos
desarrollamos y las oportunidades que se nos proveen; por lo que
el Estado carga con gran parte de la responsabilidad social de
garantizar las condiciones apropiadas para que cada ciudadano
pueda desarrollar sus facultades al potencial que su voluntad dicte.
Puerto Rico es un territorio no-incorporado de Estados Unidos -
eufemismo para colonia. Las colonias existen para lucrar a sus
metrópolis y nuestro territorio no es la excepción. Nuestros vasallos
(gobernantes) no tienen el poder para retar las fuerzas externas
2. que dictan nuestra política económica y por vía de esta determinan
todas las demás políticas de nuestro gobierno. El gobierno no pue-de
garantizar el pleno desarrollo de sus ciudadanos y ante esta
realidad los políticos del bipartidismo optan por abrazar al poder e
ignorar su vileza para lucrarse de sus injusticias.
Por esto perpetúan la estructura política y administrativa actual
por medio de la demagogia triunfalista y el inversionismo político.
Porque un pueblo necesitado, un pueblo inseguro, un pueblo cuyas
opciones son el desempleo o el empleo parcial, la emigración, en-listarse
en el ejército o sobrevivir y conformarse con lo que se con-siga,
es fácil seducirlo con ilusiones y prebendas. ¿Bajo estas con-diciones
resentimos al prójimo?
¡Pues claro! si fueron los/las pobres, los/las cafres, los/las
mantenidos y los/las buscones que instaron las políticas de
dependencia. Fueron los que escuchan a Daddy Yankee los que
defalcaron el retiro. Son los ignorantes que no leen libros los que
desde el poder ejecutivo (AGP siendo la excepción), legislativo y
judicial hacen los chanchullos para entregar las riquezas del país a
los bonistas e inversionistas.”
Disculpen pero no, no son los/las marginados(as) culpables de
la debacle; son las víctimas, igual que la clase trabajadora, que
está condenada a trabajar para pagar y no para vivir. La influencia
del sector dependiente en los procesos políticos suele terminar en
la urna y es menor que la influencia potencial de los empleados
públicos, la clase académica y el sector profesional-empresarial.
Cuando la indignación inunde su ser puede reclamarle a sus pares
de clase y a sí mismo. Le puede reclamar a aquellos que han re-nunciado
a su responsabilidad cívica y política para consentir a los
políticos de turno en esperanzas de aliviar su situación con alguna
concesión prometida.
No permitamos que campañas simbólicas disfrazadas de solidari-dad
con la clase trabajadora apacigüen nuestra indignación. Tomo de
ejemplo la campaña de #Almínimo. Sería más útil que el represen-tante
Manuel Natal hable y documente el privilegio de la clase política
-económica dominante en vez de tratar de documentar lo que para
nosotros es la cotidianidad. Necesitamos apertura en los procesos
políticos tras bastidores. Pero eso no pasará porque hacerlo sería
antagonizar a sectores influyentes y alimentar la ira del pueblo.
Seguiremos viviendo “#Almínimo” hasta que reformemos nuestras
instituciones para empuñar un proyecto de país con participación
amplia y concertada. Para la Juventud del Partido Independentista
Puertorriqueño es impostergable lo que se ha convertido en una ne-cesidad
material y espiritual, la obtención de nuestra independencia
para contar con los poderes y herramientas con las cuales nos rein-ventaremos
como pueblo y nación.
La crisis se enfrenta, no se le huye. Ante la crisis se lucha por lo
que creemos justo y necesario para lograr un bienestar colectivo que
atienda las aspiraciones materiales de Puerto Rico. ¿Legaremos a
las próximas generaciones nuestros errores y penurias? Yo, junto a
ustedes escojo legarles nuestras reivindicaciones y conquistas. Le
apuesto al potencial que tenemos para ser mejores ciudadanos, me-jores
puertorriqueños, mejores seres huma-nos.
¡A la lucha y a la victoria!
¡Dale LIKE!
¡Dale FOLLOW!
www.facebook.com/JuventudPIP
twitter.com/JuventudPIP
¡Únete!
www.independencia.net