1. LA diversidad social La sociedad y la cultura son un producto humano. La diversidad compartida posibilita nuestra diversidad social y nuestra semejanza procede de la capacidad de aprender y adaptarnos al entorno físico y sociocultural.
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3. Relativismo cultural. Debemos rechazar la sacralización de la propia cultura, los planteamientos etnocéntricos y respetar las diferencias culturales.
4. Afrontar el desafío de los fundamentalismos. Sustituir las viejas creencias por distintas supersticiones es una paso atrás, pues éstos actúan como diluyentes de la cohesión social.
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6. Para los teóricos del aprendizaje social, los niños y niñas son condicionados en su relación con los adultos, se refuerzan comportamientos que se consideran propios de su sexo y se castigan o inhiben otros, tratando de construir un hombre agresivo y competitivos y una mujer más tierna y maternal.En el siglo XX las mujeres han transformado la idea de sí mismas y de su relación con el mundo. Para hombres y mujeres es esencial asumir la nueva realidad histórica y vencer los rígidos estereotipos que oprimen a ambos sexos. Éstos tienen que valorar las diferencias como algo enriquecedor y humanizar las relaciones interpersonales.