2. Se cuenta que un viejo árabe,
analfabeto, oraba con tanto
fervor y con tanto cariño cada
noche que cierta vez el poderoso
jefe de una gran caravana lo
llamó a su presencia y le
preguntó:
3. -- ¿PPoorr qquuéé oorraass ccoonn ttaannttaa ffee??
¿Cómo sabes que Dios
existe cuando ni siquiera
sabes leer?
El viejo respondió:
4. - Gran señor, conozco la
existencia de Dios por las
señales que nos muestra.
- ¿Cómo así? -
indagó el jefe con algo
de sorpresa.
El humilde siervo
le explicó:
5. - Cuando Ud. recibe una carta de alguna persona
ausente
¿Cómo sabe quién la escribió?
- Por la letra,
respondió el jefe.
6. - Cuando Ud. recibe una joya,
¿Cómo obtiene información acerca
de la persona que la elaboró?
- Por la firma del orfebre,
volvió a responder el jefe.
El viejo sonrió
y agregó:
7. -Cuando oye pasos de animales alrededor de la
tienda ¿Cómo sabe, después, si fue un carnero, un
caballo o un buey?
- Por las huellas -
Respondió el jefe,
sorprendido.
8. Entonces, el viejo creyente lo invitó a salir de la
barraca y, mostrándole el cielo, donde la Luna
brillaba rodeada por multitudes de estrellas,
exclamó respetuosamente:
12. En la claridad de las mañanas, en el día que transcurre
con el calor del sol o con la lluvia que moja la hierba...
El deja señales cuando alguien se aaccuueerrddaa de ti, cuando
alguien te considera importante...
13. Cuando alguien merece tu cariño, o
cuando alguien te dice: ¡¡QQuuee DDiiooss ttee
Formatação: jeanpierrels@hotmail.com
bbeennddiiggaa!!
14. Por eso, Señor, te diré sólo dos
palabras. Quiero que sean sinceras
y sencillas.
16. Gracias por todo lo que me has
concedido porque te lo he pedido.
17. Por todo lo que me has dado sin
habértelo rogado.
Por todo lo que me has
otorgado sin haberlo merecido.
18. Gracias por la salud, por el
bienestar, por las alegrías y las
satisfacciones.
19. Gracias también por la enfermedad, por las
penas y los sufrimientos. Aunque me cuesta
trabajo, Señor, te agradezco esto último.
¡Tú sabes lo que haces!
21. Pero sobre ttooddoo,, ttee ddooyy ggrraacciiaass,,
SSeeññoorr,, ppoorr llaa ffee qquuee tteennggoo eenn ttii.. EEnn eessttee
ttiieemmppoo,, uunn ttaannttoo ccoonnffuussoo,, --aauunnqquuee lllleennoo ddee
eessppeerraannzzaass-- eess aa vveecceess ddiiffíícciill ccrreeeerr..
22. Te confieso sinceramente; no siempre he
sabido cómo actuar, qué hacer, a dónde ir.
Sin embargo, sigo teniendo fe. Te doy gracias,
porque me has iluminado, porque me has
levantado, porque has perdonado mis errores.