Actualidad del humanismo empresarial

ALEJANDRO
LLANO

ACTUALIDAD
DEL HUMANISMO EMPRESARIAL

CUADERNOS
EMPRESA Y HUMANISMO
I N S T I T U T O

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ACTUALIDAD DEL HUMANISMO EMPRESARIAL
ALEJANDRO LLANO

aplicable a la dirección y gestión de todos los
Decían los viejos filósofos que el “argu- 2
CUADERNOS EMPRESA Y HUMANISMO Nº 26

mento de autoridad” es el más débil de todos. ámbitos de la vida social ha supuesto un
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Figúrense ustedes lo precario de mi situación cambio real mucho más extenso e intenso que
cuando, para comenzar esta conferencia, los cambios logrados por todas las revolu-
tengo que recurrir -de entrada- a esa debi- ciones políticas.
lísima razón.
Pues bien, lo que ahora nos dice Drucker es
La precariedad de mi posición es patente: que esa “tecnología social”, que tiene que ver
tengo que defender una tesis que parece a con la acción y con la aplicación, y que sólo se
todas luces insostenible: que el humanismo es evalúa por sus resultados, esa tecnología
algo actual, vigente, vivo, precisamente en el directiva y organizativa, es también y sobre
mundo empresarial; es decir, en ese mundo todo un humanismo.
implacable y frío, en el que -según todos los
¿Por qué? Dejemos hablar al propio
indicios- reina la religión de la búsqueda del
Drucker: porque el management “tiene que
éxito y del poder a cualquier precio.
ver con la gente, con sus valores, con su perfec-
Pero la autoridad a la que recurro también cionamiento y desarrollo -y eso lo define como
es fuerte. Se trata del gran teórico del mana- algo humano-. (…) El management está pro-
gement, Peter Drucker. En su último libro, Las fundamente comprometido con asuntos espiri-
nuevas realidades, hay un apartado que se tuales: la naturaleza del hombre, el bien y el
titula precisamente “El management como mal. (...) El management es, en definitiva, lo
arte liberal”. Teniendo en cuenta que lo que que tradicionalmente suele llamarse ‘arte
los anglosajones llaman liberal arts es lo que liberal’; ‘liberal’ porque se refiere a los funda-
nosotros llamamos humanidades, el parágrafo mentos del saber, al conocimiento de uno
en cuestión viene claramente en auxilio de mismo, a la prudencia y al liderazgo; ‘arte’,
este apurado conferenciante. porque es práctica y aplicación. Los managers
aprovechan todos los conocimientos y
Tomás Calleja nos habló lúcidamente, en la
hallazgos, de las humanidades y de las ciencias
última Reunión Internacional del Seminario
sociales (... ) Por estas razones, el management
Permanente, de “La revolución social del
será cada vez más la disciplina y la práctica a
management”. Es patente ya que el surgi-
miento del management como una disciplina cuyo través las ‘humanidades’ adquirirán, de


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sarial” equivale a intentar comprender el
nuevo, reconocimiento, influencia y rele- 3

mundo en el que vivimos.
vancia” (Las nuevas realidades, p. 335).
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Para entender nuestro propio tiempo,
Todos hemos leído en la prensa referencias y
hemos de darnos cuenta de que nos hallamos
discusiones sobre el ya famoso artículo de
en un período de “entre-épocas”: la época que
Francis Fukuyama titulado “¿El final de la his-
ahora concluye es la era industrial o moderna;
toria?”. Fukuyama sospecha que la historia
la que comienza es la era postindustrial o post-
está tocando a su final, porque lo que cons-
moderna. El que no se percate de este cambio
tituía la trama de la historia humana -la pugna
“no sabe en qué mundo vive”. Y, desde luego,
entre ideologías antagónicas- ha terminado
no es un buen manager, porque para gestionar
con el abandono de uno de los contendientes
el cambio lo más importante es saber “de qué
(el socialismo marxista) y el triunfo por K.O.
va”, en qué consiste, este cambio que se está
técnico del otro (el neoliberalismo capitalista).
produciendo ahora mismo.
De todas maneras, Fukuyama pone su título
entre signos de interrogación. Y a esa pre- ¿Qué es la modernidad? Inmanuel Kant
gunta -¿final de la historia?- hay que contestar, definió la modernidad como el paso del
a mi juicio, negativamente. hombre a su condición de adulto: no explicarse
ya el mundo por apelación a lo que han dicho
No, no se ha acabado la historia; lo que ha
otros, sino por el recurso a lo que la razón
terminado es una fase de la historia. Pero otra
humana se dice a sí misma con autonomía. En
comienza. Y la que ahora empieza es precisa-
este sentido, modernidad viene a coincidir con
mente esa era de la que el management es
ilustración (Aufklärung): aclaración, disipación
signo o símbolo. Esa época de los aconteci-
de velos y nieblas. La ilustración es una eman-
mientos humanos en la que es posible una con-
cipación: es salir de la minoría de edad, superar
junción entre técnica y humanismo, entre efi-
la incapacidad de valerse de la propia razón sin
cacia y cultura, entre logro de objetivos econó-
la guía de otros.
micos y realización de lo más humano del
hombre. El ámbito en el que esta conjunción Max Weber, por su parte, caracterizó a la
se está produciendo más claramente es preci- modernidad como desencantamiento: proceso
samente la Empresa. Por eso, tratar de de quitarle a la concepción del mundo lo
entender qué significa “humanismo empre- mítico e ilusorio, eliminar el misterio y ate-


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No puedo entrar ahora a examinar con
nerse a la seguridad científica. Pero Max 4

detalle estas ideas. Nos resultará más útil con-
Weber fue también uno de los primeros que
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siderar la estructura sociológica en la que han
atisbó los “efectos perversos”, las conse-
precipitado, el esquema en el que se decantan.
cuencias no queridas, de ese proceso de desen-
Ese “esqueleto” se deja ahora ver más fácil-
cantamiento:
mente porque, como advirtió irónicamente
1. La pérdida del sentido.
Kafka, un edificio deja ver su estructura sólo
2. El politeísmo de los valores. después del incendio.
3. La aparición de un nuevo tipo de No hacemos ninguna injusticia a Schu-
hombres, caracterizados así: especialistas sin macher si resumimos esos seis caracteres en
espíritu, vividores sin corazón. dos grandes tendencias sociológicas, en dos
tendencias o valores dominantes:
Ilustración en sentido positivo, desencanta-
miento en sentido negativo, la modernidad ha Economicismo Burocratización
cristalizado en formas características, que
podemos resumir con seis ideas subyacentes, La sociedad industrial o moderna, en su fase
resaltadas por Schumacher: terminal, deja ver ahora su esqueleto estruc-
tural, lo cual antes no era posible. El economi-
1. Todo es producto de la evolución.
cismo y la burocratización cristalizan en las
2. El desarrollo se desencadena por el meca- estructuras mercantiles y estatales, según el
nismo de la competencia. siguiente esquema:
3. El hombre se mueve fundamentalmente
Economicismo Burocratización
por intereses.
4. La afectividad humana está dominada por
el instinto subconsciente del placer.
donde se com- donde se regula
Mercado Estado
pra y se vende y gobierna
5. El conocimiento humano debe aceptar su
relativismo.
6. Este conocimiento debe basarse en las
Poder
Influencia
Riqueza
experiencias cuantificables.


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salida. Ahora nos encontramos ya en otro
El desorden que puede generar la iniciativa 5

espontánea del mercado se compensa con las mundo, en un mundo futuro que ya está aquí.
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reglamentaciones estatales; y el anquilosa- Es curioso que fuera Drucker el primero que,
miento burocrático de la Administración se ya en 1958, utilizara la expresión “mundo
compensa mediante la agilización que brota postmoderno”, años antes incluso de que
del mercado. Daniel Bell consagrara la expresión “sociedad
postindustrial”.
Las soluciones convencionales a los pro-
blemas sociales se mueven unívocamente en Desde entonces, la realidad social -especial-
esta línea monocolor: más Estado y menos mente la realidad empresarial- no ha hecho
mercado; menos Estado y más mercado. El apa- más que confirmar abrumadoramente esta
rente triunfo de la segunda solución no tendencia de cambio epocal. Los aconteci-
cambia las cosas sustancial mente. Entre otros mientos en curso de la Europa del Este con-
motivos, porque aún queda mucho Estado y firman con tremenda fuerza que nos encon-
porque, en gran parte, el Estado es el dueño y
tramos ya en otra galaxia cultural.
señor del mercado.
La dirección a la que apunta tanto la teoría
El vaivén sociológico del que hablamos -
sociológica como el cambio social es la
Estado y mercado- se traduce en los inter-
siguiente: el mercado y el Estado, el economi-
cambios entre dos distancias antropológicas
cismo y la burocratización, la riqueza y el
básicas: la riqueza y el poder, que se convierten
poder, no constituyen lo central y fundamental
en símbolos de transacción: la riqueza compra
del hombre-, ni son, por tanto, los elementos o
poder y el poder conquista riqueza. Parece que
dimensiones principales del juego social.
estas son las dos motivaciones radicales del
hombre moderno: “quiero riqueza para ganar Invirtiendo la terminología del marxismo -
poder” o “quiero poder para ganar riqueza”. que vio el problema pero erró de lleno en su
Como ustedes saben bien, la mediación de un solución- podríamos decir que el entramado
tercer factor -la influencia- no soluciona las económico-político es la superestructura,
cosas, sino que las distorsiona. mientras que la estructura viene dada por una
dimensión más viva y fundamental, a la que
A juicio de muchos estudiosos actuales, este
esquema ha entrado en un atolladero sin llamaremos mundo de la vida o ethos vital.


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Debajo de la “superestructura” económico- que son portadoras las comunidades de 6

política está el mundo de aquellas relaciones carácter personal”.
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que no pueden traducirse en términos de
Este mundo ha quedado marginado por la
dinero y de poder, que no pue-den comprarse
superestructura político-económica y, en
o venderse y que no son susceptibles de regu-
general, por el modo moderno de pensar. Lo
lación oficial.
que quedaba fuera de la reglamentación
De manera que el esquema social tendrá oficial y de las transacciones comerciales
que ser completado con un nuevo elemento, resultaba lúdico o lírico, sospechoso o senti-
que es la dimensión de la vida, del sentido y de mental: era un residuo que no merecía ser
la unidad básica: tenido en cuenta, algo puramente decorativo
o doméstico.
Mercado Estado
Superestructura

Y ahora nos hemos dado cuenta de que no
Ethos vital
Estructura
es así, de que ese campo es el territorio
Lo que hoy llamamos postmodernidad es
decisivo de la vida social. Se ha producido una
una vuelta, un regreso a ese mundo de vida
rebelión del ethos vital. Al principio fue una
corriente, que hasta ahora había quedado
“revolución silenciosa”, como la llamó
sumergido. Es el mundo de lo radicalmente
Inglehart. Pero ahora es una “revolución cla-
humano: el mundo de las solidaridades pri-
morosa”, en forma de feminismo, pacifismo,
marias, el cañamazo de las relaciones vitales,
nacionalismo (o regionalismo) y ecologismo. A
la sustancia misma del ethos o cultura en
estos “movimientos divergentes” habría que
sentido radical. Allí donde el hombre es sólo
añadir todos los afanes de participación, de ser
hombre; no mercancía ni súbdito, no objeto de
informado, de que cuenten con cada uno, de
compra ni de reglamentación; el ámbito de la
que le valoren por sí mismo, que constituyen
plena confianza y correspondencia, el lugar de
hoy los problemas básicos de la vida empre-
lo insustituible y entrañable: lo que de suyo no
sarial.
está nunca sometido al intercambio transac-
cional. Así las cosas, nos encontramos en una encru-
Dicho al modo de Max Weber, estamos cijada: hay dos grandes posibilidades que se
hablando de “las relaciones originarias de las abren ante nosotros:


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a) La colonización: es la intromisión del El humanismo en general consiste en tratar 7

Estado y el mercado en el ethos vital: el afina- a la persona no sólo como medio sino siempre
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miento y la capilarización de la burocracia, por también como un fin en sí misma (Kant). El
un lado, y la mercantilización de la vida ordi- humanismo equivale a valorar más las per-
naria, por otro. sonas que las cosas: a afirmar la supremacía de
la ética sobre la técnica: a anteponer el espíritu
b) La emergencia: es la aportación de
a la materia (Juan Pablo II).
sentido que va desde la estructura vital a la
superestructura político-económica. Es la Esta es la tradición humanística, que
libertad creativa, la responsabilidad personal, reconoce la dignidad de la persona, que nos
la personalización. prescribe tratarla con respeto, que nos incita a
un cultivo (o cultura) de lo más humano del
La colonización es descendente y aline-
hombre.
adora; la emergencia es ascendente y persona-
lizadora. Veámoslo en nuestro esquema. Todo esto ha de quedar recogido en el
humanismo de hoy, y constituye la base de
toda comunidad humana justa y, por supuesto,
Superestructura de la Empresa.
¿Qué es lo que añade a este humanismo
Mercado Estado
básico el humanismo actual? Respuesta: la
Emergencia activa emergencia, la libre comparecencia, el
Colonización
protagonismo de las personas en la comuni-
Estructura
dades humanas.
El esquema inicial, que dividía el mundo
Ethos vital
humano entre las esferas de la economía y de
la política, es el diseño propio del Estado del
La tesis principal que sostengo, y que bienestar (Welfare State). Pues bien, el cambio
someto a la discusión de ustedes, es que el que estamos considerando es el paso del
nombre actual del humanismo empresarial es Welfare State a la Welfare Society. Este cambio
“emergencia”. presenta dos vertientes:


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sidere un miembro vivo y activo de esa organi-
lª El peso se traslada de la “superestructura” 8

zación, un protagonista nato del drama que
a la “estructura”: del Estado-mercado a la
15
cada día se representa en la Empresa.
sociedad.
Sin duda, este cambio de actitud implica una
2ª El concepto de bienestar cambia: ya no
transformación de los modelos organizativos,
tiene una concepción pasivista de prestaciones
en una línea que disminuya el automatismo y
recibidas. Pasa a tener una significación activa.
aumente la espontaneidad.
Ahora hay que llamarle calidad de vida.
Ahora bien, por poca experiencia directiva
Durante mucho tiempo, la retórica domi-
que uno tenga, sabe que una transformación
nante defendió al mundo empresarial porque
de tal tipo es más fácil de enunciar que de rea-
-se argumentaba- la empresa genera bienestar
lizar. Las rutinas burocráticas imponen su
(y otro tanto cabría decir de la Administración
pública, aunque la argumentación resultaba cadencia implacable y la espontaneidad
más ardua en la medida en que los ciudadanos provoca frecuentemente disfunciones.
percibían sobre todo a la Administración en Esto es de hecho así. Pero los hechos no
relación con el malestar que les provocaba). tienen la última palabra. Por debajo de los
Hoy día la única legitimación de la Empresa hechos mostrencos está la realidad viva, las
(y de la Administración) es que facilite y aspiraciones de la libertad y los proyectos de la
permita la calidad de vida. Y “calidad de vida” inteligencia. “Atenerse a los hechos” es un
ya no significa sólo recepción pasiva de pro- procedimiento de dirección que consagra la
ductos o prestaciones, sino posibilidad de pro- resignación y el conformismo. Expresiones tan
tagonismo, de activa intervención en una nuestras como “no hay más cera que la que
tarea común. arde” o “con estos bueyes hay que arar” son, a
veces manifestaciones de realismo o de sentido
En la actualidad, el humanismo empresarial
común; pero, si se usan siempre, revelan inmo-
implica una primacía de las personas sobre las
vilismo y pereza mental: resistencia al cambio.
superestructuras organizativas. No se trata
simplemente de que la organización no dañe Si yo considero sinceramente que existe una
al hombre que en ella trabaja, ni siquiera de actualidad del humanismo empresarial es
que lo asista y proteja. Se trata de que lo con- porque estimo que la sociedad postindustrial


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la condición de posibilidad de toda sabiduría
nos ofrece ya las condiciones de posibilidad 9

es el ocio. Obviamente, el ocio humanístico no
para que se produzca esa emergencia en la
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consiste en no hacer nada, sino en poder dedi-
que hoy estriba la concepción humanista de la
carse a actividades específicamente humanas.
Empresa. Los avances en Teoría de Sistemas,
como ha mostrado Felipe Gómez Pallete, per- La modernidad eclipsó en parte esa con-
miten ir hacia organizaciones mucho más fle- cepción clásica, porque tendió a concebir uni-
xibles y dinámicas. Si ya podemos construir lateralmente la acción humana en términos de
“edificios inteligentes” o “cibernéticos” para producción.
alojar las sedes de las Empresas, seria lamen-
La postmodernidad, por su parte, representa
table que esas organizaciones siguieran siendo
una síntesis del clasicismo y de la modernidad.
“empresas mecánicas”, estáticas y rígidas, en
Ha vislumbrado la posibilidad de un ocio pro-
las que la superestructura fagocita al hombre
ductivo. El management constituye, precisa-
real y concreto.
mente, un tipo de actividad en la que el saber
Resulta paradójico, pero muy real: las se orienta, como dice Drucker, “hacia la efi-
nuevas tecnologías del conocimiento permiten cacia y los logros: curar a un paciente, enseñar,
aligerar y diversificar las “superestructuras”, construir un puente, diseñar un programa de
de manera que el hombre pueda emerger en software...”. El ocio se entiende ahora como
ellas. Entender el proceso de informatización un espacio para la libertad. Y, a su vez, la
de una Empresa como una “mecanización” libertad es sobre todo emergencia, capacidad
equivale a coger el rábano por las hojas. Lo de iniciativa, posibilidad de intervenir en la
importante de la informatización no es lo que gestión, responsabilidad en la propia tarea y
se hace sino lo que se deja de tener que hacer. en su conexión con las tareas de los demás.
La informatización es un procedimiento de
En la sociedad industrial o moderna, la sepa-
descarga: permite visualizar lo que no es auto-
ración de la superestructura respecto al mundo
mático, aquello que sólo el hombre puede vital, y la unilateral supremacía de esa superes-
hacer. tructura, hicieron casi inevitable un tipo de
Expulsadas por la puerta, las viejas ideas “alienación” más profundo aún que el
humanistas vuelven a entrar por la ventana de señalado por Marx. Marx pensó que la alie-
nación económica consistía en que al traba-
la historia. Siempre dijeron los humanistas que


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jador se le arrebataba su producto. Pero no 10
no se le está expoliando de una cosa, sino que

advirtió que había una “alienación” más se le está arrancando su propia humanidad.
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honda todavía: que al trabajador se le arre- A la luz de estas consideraciones, aparece
bataba el sentido de su trabajo. Esa es precisa-
claro que un modelo humanista de la Empresa
mente la causa de Ia pérdida del respeto que
tiene que anteponer los bienes compartibles a
el hombre y la mujer se deben a sí mismos”.
los bienes excluyentes. Los bienes compartibles
Si ese segundo tipo de “alienación” es más son aquellos que no decrecen al repartirlos: la
radical, es precisamente porque los bienes de alegría, la seguridad, la paz, el respeto a la
la inteligencia y de la voluntad son más naturaleza y a la dignidad humana, el logro de
valiosos que los bienes materiales. Dicho así, metas comunes... Los bienes excluyentes son,
esto puede parecer simple “moralina”. Pero es en cambio, los que sólo yo puedo tener, los
bastante más: responde a la propia estructura que disminuyen al compartirlos: la riqueza, el
antropológica, al mismo modo de ser y de dinero, la influencia, el espacio (de una oficina,
actuar de la persona. por ejemplo).
Lo extraño e inquietante del economicismo La primacía de los bienes excluyentes en una
consiste en que nos reduce a buscar la posesión empresa conduce a un planteamiento que,
de los únicos bienes que justamente no desgraciadamente, continúa vigente en
podemos poseer: los bienes materiales. Yo algunas compañías: el fomento de la compe-
puedo usar, tener cerca, ser propietario de, tencia interna; la “cultura” -quiero decir la
vender, comprar... una alfombra, un aspirador, “incultura”- corporativa que considera que la
un automóvil, una supercuenta, etc. Pero no promoción dentro de la Empresa sólo se puede
poseo nada de eso. Nada de eso es mío. Lo
conseguir a costa de otros.
tengo, pero no lo soy. Lo único que yo puedo
En cambio, la primacía de los bienes compar-
real-mente poseer, hacer mío, es aquello que
tibles implica una cultura corporativa -esta vez
el economicismo desprecia: aquello que forma
sí- que fomenta la cooperación e incluso llega
la estructura de mi mundo vital, es decir, lo que
a prohibir taxativamente la competencia
conozco y lo que amo. Si el modelo organi-
interna, como hacen algunas excelentes com-
zativo impide al trabajador conocer y querer la
pañías nacionales o multinacionales.
finalidad, el sentido, de su trabajo, entonces


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nalización originada por la burocracia estatal y
El darwinismo social -la supervivencia de los 11

más aptos- es uno de los muchos efectos per- pensamos equivocadamente que la persona-
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versos que provoca la unilateralidad de lo lidad se recupera en el mercado, confundiendo
superestructural. En cambio, la emergencia del así la personalización con una de sus manifes-
mundo vital pone en circulación un nuevo taciones parciales: la privatización, donde el
valor simbólico de intercambio: la solidaridad. cliente es el que manda.
Pensar hoy en términos de solidaridad no es Max Weber tenía una idea menos optimista
tampoco una utopía moralizante. Viene -casi dramática- de las relaciones mercantiles:
exigido por la interdependencia comunicativa “la comunidad del mercado es la relación
cada vez más densa, por la interacción multila- práctica de vida más impersonal en la que los
teral que caracteriza a la sociedad del conoci- hombres pueden entrar (...) porque es específi-
miento. Como insiste Leonardo Polo, “todo camente objetiva, orientada con exclusividad
interactúa con todo”. Y resulta muy difícil por los bienes de cambio. Cuando el mercado
pensar un modelo organizativo en el que se abandona a su legalidad -la oferta y la
todas las variables sean interdependientes, demanda- no conoce ninguna obligación de
excepto las “variables” decisivas, es decir, las fraternidad ni de piedad, ninguna de las rela-
personas y sus actividades. ciones originarias de las que son portadoras las
comunidades de carácter personal”. (Economía
Una concepción exclusivamente mercantil
y Sociedad, Fondo de Cultura Económica,
de la Empresa lleva a considerarla como un
México, 1944, vol. 11, p. 297).
“micromercado” dentro del Mercado. Por eso
se dice a veces que “tengo que vender una Quisiera dejar claro que el humanismo
idea” (al jefe o al subordinado). Cuando es empresarial no se opone, en modo alguno, a la
obvio que las ideas -como el “cariño ver- economía de mercado, aunque sólo sea
dadero” de la copla- ni se compran ni se porque ya es la única que hay. A lo que se
venden, precisamente porque están en la línea opone -como se opone a la burocratización- es
del ser y no del tener: porque pueden ser ínti- al mercantilismo, es decir a la concepción (ide-
mamente poseídas. ológica, no científica) de que todo es mercado.
Ni tuvo razón Gramsci cuando afirmó “todo es
En la concepción ideológica que hoy parece
dominante somos conscientes de la desperso- política”, ni tienen razón algunos presuntos


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sino por el ethos vital, por el entramado de
neoliberales cuando dicen “todo es eco- 12

relaciones que cohesionan a esas personas que
nomía”.
15
forman la Empresa.
Lo que sí cabe decir es: todo es vida. Porque
Pues bien, acontece que en el ethos vital
tanto la política como la economía son realiza-
rige otro principio diverso -no adverso- al cri-
ciones de la emergencia libre y vital. Volver a
terio de generalidad. Es el criterio de inci-
entender así las cosas supone volver al prin-
dencia: un bien es mayor bien en la medida en
cipio de realidad y despertar del sueño ideo-
que incida más profundamente en la persona.
lógico de la modernidad. La “herida vieja”, la
llaga del desgarramiento entre superes- Un ejemplo puede ilustrar la diferencia
tructura y ethos vital puede ya ser restañada. entre el criterio de generalidad y el criterio de
Cabe entonces entender que el anonimato incidencia: en caso de incendio de un museo,
burocrático o mercantil no tienen la última el criterio de generalidad exigiría el rescate de
palabra y, desde luego, que ya no la tienen en un cuadro de Picasso del que no existe réplica
la Empresa. y que es deseado por muchos; el criterio de
incidencia, en cambio, exigiría el salvamento
El mundo de una superestructura cerrada al
de un niño cercado por las llamas (y habría que
mundo vital es el mundo de las cosas o de las
salvarlo incluso aunque a muchos les parezca
personas cosificadas. En él rige lo que
que hay demasiados niños en el mundo).
podríamos llamar el criterio de generalidad: el
bien es cuantitativo y anónimo; su búsqueda Claro aparece que una concepción huma-
se rige por una especie de “aritmética del nista de la Empresa tiene que hacer valer el cri-
bien”: el bien es más bien en la medida en que terio de incidencia. Lo que en ella importa no
beneficia a un mayor número de personas. es sólo la satisfacción de todos -o el mayor
Este principio rige las leyes estatales y mercan- número posible- de empleados y clientes, sino
tiles, particularmente en la ley de la oferta y la también y sobre todo la emergencia de cada
demanda. Y es lógico y positivo que sea así, uno de ellos. Porque cada persona es distinta,
pero no es suficiente para explicar la vida real irrepetible e insustituible. Como decía el poeta
de la Empresa. Porque -insisto- la estructura inglés T. S. Eliot, en este mundo nada sustituye
básica de la Empresa no viene dada por las a nada. Pero lo menos sustituible de todo es la
persona individual.
reglamentaciones o intercambios económicos,


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El criterio de generalidad es el criterio de la de la Empresa, caen bajo la consideración uni- 13

eficacia; el criterio de incidencia es el criterio versalista o humanista.
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de la personalización. El primero -repito- vale Como ha señalado Rafael Alvira, el huma-
en la superestructura; el segundo, en el ethos
nismo es la consideración plural y unitaria al
vital.
tiempo de la realidad. El humanismo es la
Pero si entendemos el humanismo empre- visión poliédrica de la realidad, que supera a
sarial como emergencia, entonces la personali- todo reduccionismo.
zación no está reñida con la eficacia. Todo lo
Ya es hora de acabar, Pero antes quisiera
contrario: en una organización compleja y
resumir esquemáticamente mis propuestas de
viva, la eficacia sólo se puede lograr desde la
avance hacia una concepción actual del huma-
personalización. Por eso, en una concepción
nismo empresarial:
humanista de la Empresa, el criterio de inci-
dencia no elimina el criterio de generalización, 1. Consideración del ethos vital como
sino que lo realiza. Volvamos a nuestro “estructura” de la Empresa.
esquema, q que seqpresenta ahora así:
2. Primacía de la emergencia sobre la coloni-
zación.
Criterio
Criterio de
de
Superestructura
3. Paso del concepto pasivo de bienestar al
universalidad
genera-
lización
concepto activo de calidad de vida.
Emergencia
Ethos vital
Colonización
Criterio de
4. Transformación del modelo organizativo
incidencia
desde el automatismo hacia la espontaneidad.
El criterio de incidencia acoge al criterio de
5. Recuperación del sentido del trabajo por
generalización y se convierte en un criterio de
medio del conocimiento de los fines y de la
universalidad. Y la universalidad constituye el
participación en su logro.
signo más claro y típico del humanismo. Lo uni-
versal no es, sin más, lo general. Lo general se 6. Superioridad de los bienes compartibles
refiere a todos; lo universal, a todos y cada respecto a los bienes excluyentes.
uno. Todos y cada uno de los hombres de la
7. Eliminación de la competencia interna y
Empresa, todas y cada una de las dimensiones
fomento de la cooperación.


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8. Complementación del criterio de genera- 14
futuro ni en la esperanza, porque no consigue

lización con el criterio de incidencia . ni siquiera imaginar que el viejo Adán pueda
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transformarse, que la humanidad pueda rege-
9. Vigencia del criterio de universalidad.
nerarse. Este obtuso y cínico conservadurismo
A mi juicio, estas líneas de actuación no son es la causa de tantos males, porque induce a
-por recordar a Italo Calvino- algo así como aceptarlos como si fueran inevitables y, en con-
“nueve propuestas para el próximo milenio”. secuencia, a permitirlos”.
Son más bien tendencias actuales que ya
El presente es nuevo y por eso “da mucho de
empiezan a hacerse realidad en las mejores
sí”. Este presente nuestro está surgiendo a la
empresas de todo el mundo.
luz de un humanismo renovado. Es una opor-
Aún así, se me podrá decir que mi des- tunidad vital. ¿La dejaremos pasar sentados a
cripción no se atiene a los hechos. Y si yo fuera la puerta de nuestra casa? ¿O decidiremos no
tan arrogante como Hegel, podría contestar ser “convidados de piedra” en la gran fiesta de
“¡peor para los hechos!”. Pero como no soy un la historia? Esta es la cuestión.
genio del pensamiento, sino más bien lo que
antes se llamaba un “intelectual de pro-
BIBLIOGRAFIA
vincias”, no me queda más remedio que ter-
minar acudiendo al recurso con el que empecé:
BALLESTEROS, Jesús: Postmodernidad: Deca-
el argumento de autoridad.
dencia o resistencia. Madrid, Tecnos, 2.ª reimp.,
Sólo que esta vez la autoridad es -al menos 1989.
para mí- máxima, porque voy a citar a la
BELL, Daniel: Las contradicciones culturales
Sagrada Escritura. En ella, el Señor dice de Sí
del capitalismo. Madrid, Alianza, 1989.
mismo: “He aquí que hago nuevas todas las
cosas”. Por el contrario, al maligno se le llama DAHRENDORF, Ralf: The Modern Social Con-
en el Apocalipsis, “la serpiente antigua”. tract. An Essay on Politics and Liberty, Wei-
denfeld and Nicolson, 1988.
Por eso, el excelente escritor italiano
Claudio Magris pudo decir ante los recientes DRUCKER, Peter F.: Las nuevas realidades.
acontecimientos de la Europa del Este: “El Madrid, Edhasa (Ciencias de la Dirección),
1989.
diablo es conservador porque no cree en el


ALEJANDRO LLANO

GOMEZ PEREZ, Rafael: Cómo entender el fin NOTA BIOGRAFICA 15

de siglo. Barcelona, Ediciones del Drach
Alejandro Llano es Catedrático de Filosofía. 15
(Colección “Contrastes”), 1989.
Ha realizado sus estudios en las Universidades
INGLEHART, Ronald: The Silent Revolution.
de Madrid, Valencia y Bonn (RFA). Ha sido
Princeton, Princeton University Press.
Decano de la Facultad de Filosofía y Letras de
LLANO, Alejandro: La nueva sensibilidad. la Universidad de Navarra y es miembro del
Madrid, Espasa-Calpe, 2.ª edic., 1989. comité Directivo del Seminario Permanente
“Empresa y Humanismo”, del que ha sido
LLANO, C.; GILDER, G.; PEREZ LOPEZ, J.A. y
también vicepresidente.
POLO, L.: La dimensión humana del trabajo en
la Empresa. Madrid, Rialp (Colección “Empresa Ha investigado y publicado obras sobre el
y Humanismo”), 1990. pensamiento de I. Kant, Filosofía del lenguaje
y sobre Filosofía Práctica. Es de destacar su
MELENDO, Tomás: Las claves de la eficacia
obra más reciente, La nueva sensibilidad, que
empresarial. Madrid, Rialp (Colección
ha alcanzado una gran difusión.
“Empresa y Humanismo”), 1990.
Recogemos en este Cuaderno el texto de su
SCHUMACHER, Fritz: Lo pequeño es
intervención en el curso “7 Lecciones sobre
hermoso. Madrid, Blume, 1983. El buen
Humanismo”, que tuvo lugar en Madrid los
trabajo, Madrid, Debate, 1980. Guía para los
perplejos. Madrid. Debate, 1987. días 29 y 30 de marzo de 1990.


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