La obra "La Cruz del Diablo" de Juan Diego Gómez es un poema sinfónico basado en la leyenda española del mismo nombre de Gustavo Adolfo Becquer. Narra la historia de cómo una armadura poseída por el diablo fue fundida para formar una cruz de hierro después de que los aldeanos la usaran para atormentarlos. La obra orquestal de un solo movimiento explora las secciones de la introducción de la cruz, la danza de los aldeanos con el diablo, el ermitaño que los ayuda, y la batalla final

1. JUAN DIEGO GÓMEZ
LA CRUZ DEL DIABLO
POEMA SINFÓNICO PARA CUATRO Y
ORQUESTA
INSTRUMENTACIÓN
Piccolo
2 Flautas
2 Oboes
2 Clarinetes Bb
2 Fagotes
2 Cornos F
2 Trompetas Bb
Timpani
Triángulo
Platos
suspendidos
Platos chocados
Hi-hat
Maracas
Pandereta
Tom-toms
Redoblante
Gran cassa
Cuatro solista
Violines I
Violines II
Violas
V. Cellos
C. Bajos

2. La Cruz del Diablo, Poema Sinfónico para Cuatro y
Orquesta, es una obra programática basada en la leyenda
del mismo nombre recreada por el escritor español
Gustavo Adolfo Becquer. En ella se cuenta cómo un grupo
de expedicionarios que atravesaba los Pirineos se topa con
una enorme y bruñida cruz de hierro. Al ser interrogado
por ellos sobre su origen, el guía les cuenta que hubo una
vez un malvado señor feudal que tenía azotados a sus
vasallos con su crueldad. Los aldeanos decidieron
enfrentarlo y una noche, armados de antorchas, atacaron
su castillo y le prendieron fuego. Al amanecer, pudieron
ver, aliviados, que por fin el cadáver del tirano yacía
junto a su armadura. La calma reinó después, pero no por
mucho tiempo. Pronto volvió a escucharse el estrépito de
la armadura abandonada. Alguien la había tomado
nuevamente y comandaba ahora otro ejército de bandidos.
Los aldeanos acudieron entonces a un santo ermitaño,
quien les enseñó una oración efectiva para atrapar al
malvado. Cuando lo tuvieron por fin en su poder, lo
llevaron a juicio. Pero al levantarle la visera de la
odiosa armadura descubrieron que estaba vacía: era el
diablo en persona quien la había heredado. La armadura
fue hecha prisionera pero no tardó en huir del calabozo.
Cuando pudieron atraparla nuevamente, el ermitaño
aconsejó al pueblo fundirla para hacer con ella una cruz.
Los hierros candentes gemían de dolor y el metal
palpitaba y se estremecía sobre el yunque. La armadura se
convirtió en la Cruz del Diablo.
La obra, escrita en un solo movimiento se subdivide en las
siguientes secciones:
• Introducción y Primera Aparición de la cruz
• Danza de los aldeanos y avatares con el diablo
• El ermitaño o el bálsamo de la bondad
• La batalla final