2. ¿Puede curarse el sida?
Hay que recordar que hasta hace tan sólo 15
años, no existía posibilidad de modificar el curso
mortal de la enfermedad. Con la aparición de los
primeros medicamentos antiretrovirales (el VIH
es un virus de la familia de los retrovirus, de ahí
este nombre) se vislumbró con esperanza la
posibilidad de frenar el número incesante de
muertos por sida, algunos de ellos celebridades
de la época como Rock Hudson o Freddie
Mercury el solista del grupo de rock Queen.
3. Historia de los tratamientos contra el
VIH
Sin embargo, en aquella época (finales de los 80), esta
primera generación de medicamentos como el AZT o
retrovir tenían gran toxicidad y obligaban a los pacientes
a tomarlos con horarios muy estrictos, muchas veces al
día y con pautas muy rígidas respecto a las comidas.
Había fármacos que debían tomarse con el estómago
vacío, otros con el estómago lleno y algunos otros que
obligaban a beber grandes cantidades de agua. A estos
inconvenientes había que sumar el hecho de que, en
general, debían ser tomados entre tres o cuatro veces al
día y en grandes cantidades.
4. • La situación más habitual de un paciente tratado
hasta hace pocos años era la de tener que
tomar entre 10 y más de 20 pastillas al día algo
que dificultaba enormemente llevar una vida
medianamente normal, sobre todo si añadimos la
necesidad de combinar estas tomas con las
distintas necesidades de ayuno o comida de cada
fármaco e incluso algunos de ellos refrigerados.
Se hacía casi imposible bajo aquellos regímenes
draconianos, llevar una vida normal.
Historia de los tratamientos contra el
VIH
5. Cómo te contagias?
El tiempo que se dedicaba a decidir con el paciente si
comenzaba o no tratamiento contra el virus era motivo
de varias consultas. Tampoco era nada raro el que, con la
aparición de los primeros efectos tóxicos (frecuentes por
otra parte), el paciente decidiera abandonar la
medicación y no volver a la consulta.
Por supuesto, el primer problema infeccioso relacionado
con el sida que sufría ese paciente hacía que volviera de
nuevo a su médico, esta vez con más posibilidades de
adaptarse al tratamiento aunque con menores opciones
de beneficiarse de él por estar en fases más avanzadas de
la enfermedad.
Historia de los tratamientos contra el
VIH
6. El Presente
Afortunadamente, éste ya no es el caso. En los últimos años
hemos asistido a una mejora espectacular del tratamiento del
sida. Disponemos cada día de un número mayor
de medicamentos eficaces, con lo que cada vez es más fácil
conseguir que el virus no se haga resistente.
También son cada vez mejor tolerados, conocemos al detalle
sus efectos tóxicos y la vigilancia para evitarlos es más
detallada. Pero, para el paciente, son todavía más importantes
las mejoras conseguidas en la presentación farmacológica de
los nuevos y de los antiguos medicamentos. Las formulaciones
actuales permiten tomar la mayor parte de estos tratamientos
en dos tomas, o incluso una sola vez al día, lo que realmente
permite que los pacientes lleven una vida normal.
7. Los problemas
Sin embargo, no todo son buenas noticias. Algunos
medicamentos contra el sida consiguen salvarnos la vida pero
nos crean problemas que, indudablemente, la condicionan.
Por ejemplo, muchos de estos fármacos producen subidas
importantes del colesterol y los triglicéridos en la sangre.
Como es sabido, estos niveles elevados de grasa en la sangre
aumentan claramente el riesgo de sufrir arterioesclerosis y
otras enfermedades cardiovasculares como el infarto de
miocardio o la trombosis cerebral. Ahora, cuando algunos
pacientes con sida llevan hasta 10 años de tratamiento y están
entrando en la cincuentena, nos es raro que sufran alguno de
estos problemas cardiovasculares; y eso es sólo la punta del
iceberg.
8. Los problemas
Los inhibidores de la proteasa, un grupo de medicamentos
contra el sida espectacularmente eficaces, se asocian a
problemas de distribución de la grasa corporal. Producen un
trastorno conocido como lipodistrofia que elimina la grasa
que poseemos normalmente en muchas partes del cuerpo.
Los miembros se deforman y adquieren el aspecto de
pertenecer a deportistas de elite, algo muy desagradable para
muchas mujeres; también la cara se afila y pierde su aspecto
natural. Aunque el problema es más estético que
verdaderamente médico en comparación con lo que supone el
sida, para los pacientes llega a ser tan preocupante como para
tener que recurrir a procedimientos de cirugía estética.
9. Los problemas
Respecto a qué ocurre si no se sigue ningún
tratamiento contra la enfermedad, la cosa está
clara: el sida, aunque lentamente, mata
irremediablemente al paciente en meses o años.
La recomendación es por tanto obvia: hay que
someterse a tratamiento aunque esto suponga
el requerir controles médicos periódicos o la
posibilidad de sufrir efectos tóxicos como
consecuencia de los medicamentos.