El documento resume un artículo que conmemora el 120 aniversario de La Gamazada en 1893, cuando los navarros se unieron para resistir los intentos del gobierno liberal de Madrid de eliminar la autonomía fiscal de Navarra. Explica que Navarra era históricamente un reino independiente que conservó sus fueros y autonomía aun después de ser conquistado por Castilla en 1512. Sin embargo, los liberales intentaron eliminar esta autonomía a través de la ley presupuestaria de 1893 propuesta por el ministro Gamazo, lo que llevó a la resist
1. RECORDATORIO FORAL
EL FUERO de NAVARRA
120 ANIVERSARIO DE
LA GAMAZADA (1893-2013)
JOSÉ FERMÍN GARRALDA ARIZCUN
Doctor en Historia
Colección Nueva Bermeja nº 10
Pamplona, 2013
2. 2
Autor: José Fermín Garralda Arizcun
Año 2013
C/ Arrieta nº 2
31002 Pamplona (Navarra)
rargonz@gmail.com
historiadenavarraacuba.blogspot.com
Colección Nueva Bermeja nº 10
* Queda prohibida la reproducción total o parcial de este trabajo sin permiso del autor. En caso de ser
citado, la cita debe ser completa: autor, título y procedencia. Septiembre de 2013 (N. de A.)
3. “120 aniversario de La Gamazada (1893-2013)”, por José Fermín Garralda Arizcun
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120 ANIVERSARIO DE
LA GAMAZADA (1893-2013)
Por José Fermín Garralda Arizcun
Doctor en Historia
Septiembre de 2013
NAVARRA FUE UN REINO milenario desde los albores de su historia hasta 1841.
Fue independiente hasta su conquista por las tropas castellanas en 1512 –
incluidos numerosos guipuzcoanos, alaveses y vizcaínos-. Desde entonces hasta
1841, se incorporó a la Corona de Castilla conservando su naturaleza de Reino
POR SI, sus instituciones políticas y judiciales (Cortes, leyes, tribunales de justicia
como el Consejo Real, la Corte Real, y la Cámara de Comptos…), aduanas,
moneda, y una unión entre iguales (eqüe principal) con Castilla.
El 23-III-1513 se realizó el juramento mutuo Reino-Rey en las Cortes de
Pamplona, en el que Fernando el Católico fue reconocido como “rey y señor
natural”. No obstante, poco después el Reino fue incorporado a la Corona de
4. 4
Castilla. En 1645, Felipe IV reconoció que la incorporación de Navarra a Castilla
había sido de “igual a igual”, entre iguales, una “incorporación principal” (eqüe-
principal).
Así fue hasta las imposiciones de la Revolución liberal, esto es, de la pantomima
de las Cortes de Cádiz, el pronunciamiento militar que dio origen al Trienio
Constitucional, la ilegal instauración de la Diputación Provincial en 1836, un día
cualquiera y como si nada ocurriese ….
Después de la Primera Guerra Carlista (1833-1839/40), la Diputación de Navarra
existente de hecho, pactó con los liberales vencedores de Madrid la pérdida del
Reino y la reconversión del Reino en provincial Foral. Lo hizo mediante la Ley
Paccionada del 16-VIII-1841. Esta ley fue tan especial que se realizó vía pacto
(aunque el texto legal no hable expresamente de él) y por ella Navarra conservó
una pequeña parte de sus atribuciones originarias, y, sobre todo, el carácter
pactista de su derecho público o político. Sin embargo, gran parte de la población,
que era carlista, consideró que la Ley Paccionada era un contrafuero, no por ser
un pacto debido a su procedimiento, sino por los agentes que lo realizaron: los
liberales de Pamplona –por cierto que nada representativos- y los Madrid, que
actuaron tras la fuerza de las Armas.
Pasó el tiempo y los liberales conservadores se mostraron poco o nada pactistas,
como ha demostrado Martínez Beloqui. El 10-V-1893, el ministro liberal radical
de Hacienda, Germán Gamazo, presentó al Congreso de los Diputados el proyecto
de ley de Presupuestos para 1893-1894, cuyo artículo 17 señalaba que el Gobierno
central iba a aplicar las contribuciones, rentas e impuestos que se aprobasen pero
sin contar con Navarra, quebrando así el carácter pactado entre la Diputación
Foral y el Gobierno.
Ese mismo día, el diario carlista “La Lealtad Navarra”, se hizo eco de la noticia en
un artículo “Contra Navarra”, que dio origen a la resistencia masiva de todos los
navarros independientemente del color político. Todos los navarros se unieron
como una piña. Al final, Gamazo dimitió mientras que el Gobierno tenía un lío
más que suficiente con la guerra de Cuba. La cuestión entre Navarra y el Gobierno
terminó en tablas, la historia continuó su marcha, los Gobiernos se sustituyeron
unos a otros, y Navarra mantuvo su naturaleza pactista que posteriormente fue
reforzada.
En 1973 se publicó, actualizado, el Fuero Nuevo o privado de Navarra, que ha sido
vulnerado paradójica y reiteradamente por las supuestas leyes “Forales” de
derecho público durante la actual democracia.
5. “120 aniversario de La Gamazada (1893-2013)”, por José Fermín Garralda Arizcun
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El sábado 1 de junio, la PEÑA MUTILZARRA de
Pamplona celebró en la vieja Iruña el 120 aniversario de LA
GAMAZADA.
(En la presente crisis nadie más lo celebró, lo que es sintomático)
A las 10 de la mañana, los socios y simpatizantes de la Peña
Mutilzarra se reunieron para asistir a la Santa Misa en la Capilla de
San Fermín, acompañada a la navarra por la Rondalla Armonía.
A las 11:00 tuvo lugar
una mesa redonda sobre el
tema de “La Gamazada.
Navarra y Fueros”,
realizada en el Palacio del
Condestable. En ella
intervinieron Don Santiago
Arellano Hernández que
disertó sobre “Los Fueros”
en general, y Don Juan
José Martinena Ruiz que
analizó con gran amenidad
lo que fue llamado “La
Gamazada”. El coloquio
estuvo pero que muy animado.
A la salida tuvo lugar la Karrikadantza con charanga hasta la
estatua a los Fueros, porteando pendones alusivos al acto
conmemorado como los que llevaron nuestros abuelos y bisabuelos.
A las 13:00 se realizó el Homenaje a los Fueros en conmemoración a
“La Gamazada”, bajo la estatua (Paseo de Sarasate) y monumento
diseñado por Martínez Ubago. A continuación, el Vermú en la plaza
del Castillo animado por la charanga. Con ella marcharon los socios
y simpatizantes por la emblemática calle Estafeta, la plaza de
Toros… hasta el restaurante donde tuvo lugar la comida de
hermandad para los socios y simpatizantes.
* * *
¿POR QUÉ CELEBRAMOS EL FUERO? Celebrar el Fuero nos
recuerda una verdad de Perogrullo hoy muy olvidada, y es que el
Capilla del glorioso San Fermín, de patronato municipal,
aneja a la parroquia de San Lorenzo de Pamplona.
Foto: JFG2013
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hombre es sociable por naturaleza. Y lo es con todo lo que eso
significa. Una segunda gran verdad es que el poder civil –las leyes, la
justicia, la fuerza socialmente reconocida…- no son es un mal
necesario, sino un gran bien para el hombre y la comunidad. Y, por
último –entre otras consideraciones-, nos recuerda que el hombre se
hace principalmente en su familia, con sus costumbres cada vez más
comunitarias según avanza la vida, en sus legítimas libertades,
siéndole reconocidas sus libertades naturales en lo que él mismo
pueda hacer. Por eso, nuestra cultura, que es tremendamente
individualista, hace el vacío o muestra su rechazo frontal hacia el
Fuero. Por oposición, están los que se llaman socialistas, para
quienes el hombre es en tanto se confunde con lo común (la política
es todo, dicen), la nación (los nacionalistas), o lo que sea. El vacío
que hoy se hace al Fuero es visceral cuando se advierte que el Fuero
se configuró en una época de familias profundamente cristianas, que
se reunían en su parroquia, teniendo sus concejos en su atrio. Este
cristianismo impregnaba todo el ámbito laboral, social, de los
saberes, municipal y la representación, incluyendo la política y el
Derecho.
La milenaria Navarra estaba firmemente
constituida mucho antes de 1812, y sus leyes
podían actualizarse conforme a las
necesidades de los tiempos. Era un Reino
POR SÍ. Cualquier actualización la debía
realizar el mismo Reino y siguiendo los cauces
establecidos según Derecho. Que el Fuero no
fuese un fósil no significaba que aceptase el
marco del liberalismo.
Esto no lo tienen en cuenta los amigos de
relativizar lo que no hacen suyo, de no
esforzarse en cuestiones ajenas, y de seguir
interesadamente los hechos consumados.
Tales optan por anular a unos y otros con
pretextos que siempre pueden encontrarse,
quedando ellos en lo que llaman “centro”.
Esto les permite estar con los ganadores y
tachar a los otros con feos calificativos. Ser
navarro de adopción es mucho más que esta
cómoda y oportunista actitud de querer
hacerse intencionadamente “todo con todos”,
pero más con algunos: pero no hacerse con
Navarra y lo que las cosas son, lo que no es
romántico ni historicista.
7. “120 aniversario de La Gamazada (1893-2013)”, por José Fermín Garralda Arizcun
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Sentirse heredero de los Fueros, recibirlos en y como parte de la
vida, amarlos y amejorarlos, impide hacerlo sólo de nombre, por
reflejo condicionado, mediante una costumbre rutinaria y vacía de
sentido, como mera afirmación egoísta del yo, o por herencia o
historicismo.
Cuando el que fue fuerista cae en el individualismo y la
secularización, se transforma en un fuerista vergonzante que no sabe
dar razón de lo que antes vivía; eso es lo peor, porque crea una gran
confusión sobre qué es el Fuero y porque devalúa la causa que se
dice defender.
Un amigo nos recordó qué es el Fuero en la conmemoración del
120 aniversario de la Gamazada. Lo explicó muy bien y todos
estuvimos muy atentos. Por algo será, quizás porque el Fuero se
"respira", y se respira porque se vive. Nos reunimos en el Palacio del
Condestable de Pamplona, situado al inicio de la Calle
Mayor, arribica del todo, a primera hora de la mañana: la hora de
los madrugadores.
* * *
Mi amigo dijo más o menos así:
“Todos los pueblos se definen por sus leyes y el Derecho mediante el
que se gobiernan.
“El Derecho romano se aplicaba sólo a los que gozaban el derecho de
ciudadanía. Todo lo demás era como que no existía: era el mundo de los
esclavos, de las cosas, de los extranjeros o bárbaros.
“Pues bien, el gran cambio lo trajo la Buena Nueva del Evangelio,
donde no hay vencedores ni vencidos, ni esclavos ni libres, ni ricos ni
pobres... El cristianismo mira y valora sobre todo a la persona,
subordinando a los poderes públicos al bien común que parte y está al
servicio de dicha persona en sí misma y en sus circunstancias.
“Roma se sustentaba en la Legión, que no sólo era una maquinaria de
conquista, sino que expresaba una cultura práctica en la que todo se
controlaba y organizaba como si fuesen modernos tecnócratas. Era un
ejemplo de racionalismo, cálculo y practicismo.
“Ahora bien, en Navarra nuestra patria son los Fueros. La
configuración peculiar de Navarra era el sistema jurídico que fue
perfilándose de forma pareja a la constitución histórica del propio Reino.
El Fuero fue el modo específico de nuestra tierra, que es Navarra.
“En Roma y hasta en Bizancio, el poder se creía con posibilidad para
decir cómo el otro tenía que ser y qué tenía que hacer: es el cesarismo.
“Aquí, y fruto del cristianismo, no es la voluntad del rey la que va a
definir lo que las cosas son. Fruto del dinamismo de una realidad
desenvuelta sin fórceps ni manipulación, en Navarra, en Castilla (“Las
Partidas” de Alfonso X el sabio), en Cataluña y en otros muchos lugares de
la vieja piel de toro, lo primero eran los usos, luego estos podían
convertirse en costumbres y, al final, las costumbres podían elevarse a
rango de ley y norma escrita. Es decir, el Fuero no es una organización de
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la vida de los pueblos que comience en la autoridad y, desde allí, modele la
sociedad. Es precisamente el revés: surge de la vida de la sociedad, de los
pueblos, y llega hasta la autoridad y suprema potestas. Esta realidad, este
hacer, está en germen en el Evangelio, que hace partir todo desde la
persona.
“Por su parte, el positivismo puede llegar a concluir algo aberrante: si
la realidad no se ajusta a la teoría (la inteligencia o decisión de unos u
otros), pues peor para la realidad. Así dicen los positivistas e idealistas. En
verdad, fundar la realidad en un sistema de leyes, facilita la tiranía. Un
ejemplo es la Roma imperial, que fundaba la misma Roma y la sociedad en
la voluntad del emperador.
“En efecto, una realidad sistematizada fundamental y básicamente en
las leyes positivas (normas, reglamentos…) conlleva que nadie conozca las
tantísimas disposiciones existentes. Además, ya se dará la vuelta a la ley –y
en ello los hombres somos muy perspicaces-, que para algo hay expertos en
leyes que buscan pequeños vacíos, imprecisiones legales y aun pequeñas o
mayores contradicciones. Con un sistema así podemos perder la esperanza
de que nuestra sociedad mejore. Amén que, como se suele decir, hecha la
ley hecha la trampa. Y así estamos hoy. ¿La acumulación de leyes nos hace
más felices? ¿Más seguros? ¿Hace que esto “funcione” mejor? ¿Se realiza el
“bien común”, las libertades, la comunidad y cuerpos sociales, el auzolan,
o nuestros pueblos se han convertido en un vacío social? Pues la realidad
es que hoy no tenemos bien común, sino mal obligado, porque el problema
está en otro lado: está en la persona. Luego es contra natura querer
controlar y definir la realidad “desde arriba”, desde el Estado como si de un
todo se tratase, hacerlo en pequeños centros y círculos, comités y lugares
de influencia, en base a tantas leyes, y leyes que se meten en todo.
“Sin embargo, los Fueros son fruto de la vida social configurada ya
antes que la aparición y aumento desmedido de poder en los Estados. Los
Fueros se originan en la realidad de la vida y por los agentes que
inmediatamente la configuran, están en la vida del foro público, no deben
hacer daño a nadie, han de respetar el derecho natural de todos y el
derecho cristiano entre los cristianos, son para ser dichos y mostrados en
las plazas para conocimiento de todos y no a escondidas.
“Es preciso recobrar lo que define a Navarra, que no son los Fueros
tomados en abstracto, como una ideología más, sino que son los Fueros
concretos, los reales, los que tienen un fundamento que nunca pasa porque
respetan el derecho natural y cristiano.
“El Fuero parte de la persona y la familia. Parte incluso de la casa.
Este es el pilar de los Fueros. Por eso, si quebramos la persona, si
resquebrajamos la familia, el Fuero se diluirá rápidamente. Y así estamos
como estamos: una sociedad desmantelada, a merced de activos grupos de
presión (desde la kale borroka hasta los tripartidos de la partitocracia) y
desorientada, y un Estado que, mande quien mande –todos son iguales- se
cree origen y poseedor de todo el Derecho.
“Cuando el Fuero es sustituido por el individualismo, el hombre
queda desvinculado de todos sus compromisos. En tal caso, el “yo” se sitúa
por encima de todo tipo de compromiso y relación. Por eso el Fuero no se
inaugura –tampoco el monumento que lo representa-, sino que es previo”.
Esto me consta dijo mi amigo.
9. “120 aniversario de La Gamazada (1893-2013)”, por José Fermín Garralda Arizcun
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En el palacio del Condestable, en Pamplona.
Don Joaquín Baleztena presenta a los ponentes. Foto:JFG2013
En el monumento a los Fueros del Paseo
de Sarasate. Foto: JFG2o13
* * *
En la segunda intervención el ponente destacó cómo amaneció
un día cualquiera de 1836, un día más, en el que se pudo presenciar
una de las verdaderas rupturas de la historia política de Navarra. En
ese día cesó Su Señoría la Diputación del Reino y entró Su Señoría la
Diputación Provincial. Así dicen las Actas. Así de sencillo y todo pasó
desapercibido.
Ciertamente en Navarra se estaba en una situación de guerra,
pero no deja de ser significativo que a veces los grandes cambios en
la historia se consuman de forma insensible.
Navarra en general era carlista, bajo el lema de Dios, la Patria,
los Fueros y los derechos del rey. Los navarros entendieron que su
Reino estaba garantizado por Don Carlos, y no por el sistema
constitucional de 1812 que rebajaba a Navarra al rango de una
provincia más. Luego comprendieron con hechos fácilmente
comprobados que así era.
Cuando en la Ley Paccionada de 1841 Navarra se convirtió en
Provincial Foral, su situación chocaba frontalmente con el Estado
único y centralista, que era la moda europea del momento, toda vez
que Navarra no era una provincia sin más.
Pasará el tiempo, y será el liberal radical o fusionista Germán
Gamazo quien, el 10-V-1893, presentó una Ley de Presupuestos, en
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cuyo Art. 17 se recogía que el Estado iba a decidir unilateralmente la
cantidad que Navarra tenía que aportar al Estado. El ministro
planteó este asunto sin contar con Navarra.
Sin embargo, advertida dicha unilateralidad tan antiforal
(Navarra sólo contaba de sus Fueros milenarios su carácter
pactado), todos los navarros de la época vieron en dicha Ley de
Presupuestos un ataque directo a los Fueros que quedaban en vigor.
La Diputación Foral esgrimió la Ley Paccionada de 1841, una ley
pactada o, mejor, un pacto-ley. Toda Navarra se puso en pie para
defender sus derechos, desde los carlistas mayoritarios hasta los
liberal-fusionistas (los del “puñadico” –añadimos-) y los
republicanos. La primera vez que apareció la protesta fue en el diario
carlista “Lealtad Navarra”. Luego, la primera institución que
protestó fue el Ayuntamiento de Pamplona; lo hizo el 18 de mayo por
unanimidad e incluyendo todas las tendencias políticas.
Navarra no quería ser un Estado dentro de otro Estado, sino el
respeto a sus derechos legales y sobre todo al pactismo que
fundamentaba sus Fueros.
Todo lo ocurrido a continuación alarmó seriamente al Gobierno
de Madrid. Llegaron las guerras de Cuba y Filipinas, finalizadas en
1898, y debido a ellas las cuestiones más urgentes para el Gobierno
serán otras. El asunto se cerró en tablas, aunque Gamazo fuese
sustituido por el ministro liberal fusionista Aunós. El Gobierno
temía la posibilidad de una nueva guerra civil que levantase a
Navarra y, con ella, a las Vascongadas, Cataluña, Valencia… lo
lugares más significados en conflictos civiles anteriores.
* * *
Libro con 120.000 firmas de los navarros que
realizaron la Protesta Foral contra el Proyecto de
Ley de Presupuestos de 1893-1894. Cualquier
navarro puede ver por poblaciones la firma de sus
antepasados en este libro.
AGN, DFN, L. 6136
11. “120 aniversario de La Gamazada (1893-2013)”, por José Fermín Garralda Arizcun
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Así hablaron los dos ponentes, aunque lo aquí recogido se ofrece
lógicamente bajo exclusiva la responsabilidad de su cronista. El
primero de ambos lo hizo desde una perspectiva más amplia y vital,
comprensiva del Fuero no como construcción racionalista ni
ideológica, ni como exclusivo de Navarra, sino como fruto de una
civilización cristiana en libertades.
El segundo siguió una perspectiva más empírica y quizás algo
historicista, ofreciendo algún juicio de valor o personal. Este último
dio a entender que la cesión foral de 1841 fue históricamente
suficiente, porque mantuvo el pacto con el Estado y porque la
situación de Navarra era totalmente atípica respecto al resto de
España. Personalmente no creo que el puñadico liberal de navarros
que aceptó la Paccionada en 1841 fuesen unos héroes; el Gobierno
centralista liberal podía darse más que satisfecho porque, tras 1841,
Navarra quedó con menos atribuciones que las Provincias hermanas
y además perdió su categoría de Reino milenario con todo lo que ello
significaba. Tras una guerra, los vencidos –los carlistas vendidos en
Vergara siendo así que ningún batallón navarro estuvo ahí-
quedaban condenados al silencio, sin que éste significase una
aprobación de la Ley Paccionada, máxime cuando los carlistas
querían mantener el Reino POR SI de 1512-1841. Basta releer Los
derechos de Navarra de Gregorio Iribas y Sánchez (Pamplona,
Imprenta Provincial, 1894).
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* * *
Además de los trabajos de Salinas Quijada, Salcedo Izu, Jaime Ignacio del
Burgo, y otros autores, sobre este tema interesa: LARRAZA MICHELTORENA,
Mª del Mar, y otros, La Gamazada. Ocho estudios para un centenario,
Pamplona, Eunsa, 1995, 332 pp.; GALÁN LORDA, Mercedes, El Derecho de
Navarra, Gobierno de Navarra, 2009, 251 pp.; OLORIZ, Hermilio de, La
cuestión Foral. Reseña de los principales acontecimientos…, Pamplona, Imp.
Provincial, 1895, 231 pp.; GARCÍA-SANZ, Ángel, La Navarra de “La
Gamazada” y Luis Morote, Pamplona, Ed. el autor, 1993, 203 pp.
* * *
13. “120 aniversario de La Gamazada (1893-2013)”, por José Fermín Garralda Arizcun
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DOS ARTÍCULOS DE PRENSA
elirrintzi.blogspot.com
jueves, 30 de mayo de 2013
CONMEMORACIÓN DE
LA GAMAZADA.
TRAS 120 AÑOS (1893-2013)
UNA VEZ MÁS estamos encantados.
Nos parece muy bien la iniciativa de otros.
¿Por qué iba a pasar desapercibida esta celebración?
Quieren que pase desapercibida porque la Gamazada afirma Navarra. Y
porque afirma la Navarra de siempre.
El Fuero nos libra de la opresión del Estado, de mayorías reales y
sobre todo artificiales, y afirma la persona, sus derechos y obligaciones, y el
respeto a sus buenas obras.
Del nacionalismo liberal (soberanía nacional o del Estado como suma
anárquica de individuos), centralista y todopoderoso, del ayer ministro de
Hacienda Germán Gamazo, hoy se ha pasado al nacionalismo liberal o marxista
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(soberanía nacional de los iguales por la lengua con exclusión de los demás)
llamado vasco o mejor antivasco, que quiere modelar todo y a todos desde el
poder de una parte. Ambos casos son una forma de imitar el poder de Roma y
no el servicio a la persona de la civilización cristiana.
Todo nacionalismo (la "nación" un todo pretendidamente soberano que
puede anular cualquier derecho y deberes de personas y grupos) siempre es
ideológico y liberal. Los marxistas, pretendidamente "nacionalistas", lo son tan
sólo como elemento de lucha y conflicto. En ellos el txistu y su bandera quedan
como meras reliquias sin contenido.
Por otra parte, que los dos partidos actualmente dominantes en Navarra se
hayan olvidado de una magna celebración foral como es el recordatorio de la
Gamazada (1893), nos cuadra bien porque para ellos el Fuero se subordina
totalmente y de facto a la Constitución presente, así como al actual sistema
político (antiforal) imperante en España, siendo también para ellos el Fuero un
antigüalla superada por la nación "moderna" en clave nacionalista, estatista y
tecnócrata, y por todo poder sin rostro que se enmascare tras la palabra
"Libertad".
Se olvidan que los Fueros de siempre -no la palabra semivacía- son una
realidad pre-constitucional, para-constitucional (Salcedo Izu), y ofrecen una
forma de Gobierno propia y privativa. Son la afirmación de lo propio en el seno
de la España común: por eso, ni los nacionalistas secesionistas ni los liberal-
socialistas pueden ver los Fueros ni en pintura. Los Fueros son una de las granes
aportaciones que Navarra puede hacer a Europa.
Pero hay algo mucho más profundo. El Fuero es limitación del poder,
triunfo del Derecho, afirmación de la persona y la familia, y reafirma las
instituciones sociales creadas en el libre ejercicio de las libertades. En el Fuero
la sociedad se hace "desde abajo" y no desde el Estado. El Fuero se ha hecho con
la civilización cristiana, y por ello cualquier modo de racionalismo lo rechaza.
El alejamiento y hasta negación de Dios-Jaungoikoa por las instituciones
públicas, la matanza provocada contra la vida del no nacido, la partitocracia y el
mangoneo, la desmoralización y desmovilización social, la desvertebración y
paralización de los navarros, la opresión del Estado y su administración... es la
misma en Navarra que en el resto de España. El pacto foral de la LORAFNA
(1982) para nada ha servido más que para subordinar Navarra a lo que nunca ha
sido, e imponerle desde las instituciones públicas y el ambiente generado por la
dejación, lo que ni ha sido, ni es, ni debe ser.
Repitamos que el Fuero nos libra de la opresión del Estado, de las
mayorías o minorías, y afirma la persona, sus derechos y obligaciones, y el
respeto a sus buenas obras.
Esto lo decimos desde este Blog. elirrintzi.blogspot.com
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30 de mayo de 2013
Ramón de Argonz y de la Urrutia
15. “120 aniversario de La Gamazada (1893-2013)”, por José Fermín Garralda Arizcun
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viernes, 14 de junio de 2013
De cuando el tal Pere Navarro, jefe de los socialistas en Cataluña,
arremetió contra los derechos forales
y el Convenio Económico de Navarra
en el Año de Gracia 2013.
TODOS CON LOS FUEROS: OLIGARQUÍAS QUE
ENGAÑAN Y SE ESCONDEN
EL HECHO es que ya tienen "carnaza" para un tiempo, para declarar y
ejercer el oficio del "Bla-Bla-Bla"
EL MOTIVO de hoy es el ataque a los FUEROS de Navarra realizado por el
"sociata" del PSC Pere Navarro -"el mejor"-.
LO DE SIEMPRE es el secuestro de la presunta Democracia por las
Oligarquías.
Hoy las oligarquías se esconden detrás de los Fueros y de la crisis, y de
nuevo en Navarra los estatistas de derechas e izquierdas engañan al decirse
foralistas y amantes del pueblo y sus tradiciones.
Como ayer, las oligarquías del Estado se esconden tras la apariencia de
Democracia -"la que nos dimos", dicen- y tras el sillón de don Juan Carlos de
Borbón -que ahí está-.
Si siempre el caciquismo y las oligarquías han anidado en los partidos
liberales (conservadores o "progres") y socialistas..., hoy también anidan en los
nacional-separatistas, en los falsos catalanes como el tal Pere Navarro y en los
falsos vascos.
PUES BIEN: TODOS tienen algo en común.
Todos se mantienen del presupuesto (¡qué buenos cartelones hacen aquí
los abertzales, sin pagar un duro!).
Todos quieren (aunque unos más que otros) como super fatxas modelar la
sociedad desde arriba.
A nadie le importa la vida humana a la que destrozan o bien dan
medios para destrozarla en el vientre materno (que los den con o sin disgusto es
lo menos importante).
Todos son unos aprendices y el cargo les sobre por todos los lados.
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Todos piensan en su partidito, en sus dietas, y no en el bien común. Sí,
también los que tanto dicen amar al pueblo como los abertzales.
Todos dejan a Dios fuera del Derecho de modo que sin Él éste último no
existe... Nunca como hoy el hombre está tan abatido y machacado.
* * *
Lo de ayer es que Pere Navarro, jefe de los socialistas en Cataluña,
arremetió contra los derechos forales y el Convenio Económico de Navarra. Un
jacobino y federalista, amigo del Estatismo, ataca a la Navarra de hoy y siempre.
Mientras tanto, en Cataluña, él, Mas y ERC... tienen a todos esclavos y
arruinados.
Lo de hoy es que Bildu, NaBai y Geroa Bai en Navarra (perdón,
Nafarroa), quieren presumir de derechos originarios, de derechos históricos y
hasta de tradición. No tienen vergüenza: ¿no son revolucionarios y ultra fatxas
en cuanto jacobinos y totalitarios, y amigos de la soberanía nacional como lo fue
Mussolini? Con sus mil máscaras se han opuesto y se oponen siempre a la
tradición y libertades de nuestros pueblos.
También es penoso que hoy, los liberales del PP y UPN, que reproducen en
Navarra el estatismo de Madrid, se presenten como foralistas. Más les valiera
devolver los Fueros a Navarra. Ni siquiera conmemoraron el otro día la
Gamazada.
Los únicos coherentes en su jacobinismo, centralismo y antifuerismo son
los de UPyD de la "sociata" Rosa Díez.
Lo permanente. ANTES QUE PÉREZ-GALDÓS -lea el texto de abajo,
que merece la pena- y sin necesidad de utilizar bandera alguna como fondo, lo
que decía don Benito ya lo decían los tradicionalistas o carlistas en toda
España.
También lo dijimos en tiempos de Franco (mientras no pocos peperos,
socialistas y nacionalistas vivían muy bien), lo dijimos cuando la Constitución
de 1978, lo decimos ahora, y nunca nos cansaremos de decir "las verdades del
barquero".
Ahora bien, es algo tristón ejercer de profeta.
Una vez más, vemos que carlistas y la tradición española son los únicos
renovadores de nuestra sociedad.
Pues bien, lo que viene a continuación lo hemos tomado del Blog de
Manuel Morillo.
Ramón de Argonz y de la Urrutia
Ochagavía, 14-VI-2013