Los caras rotas.

José María Olayo olayo.blogspot.com
Los caras rotas
(Les gueules cassées)
Discapacidad física

Con la I Guerra Mundial, la revolución técnica llegó a los campos de
batalla y cambió para siempre la forma en que se enfrentaban
los ejércitos; la tecnología se convirtió en un elemento
esencial y muy destructivo en el arte de la guerra

La guerra, año tras año, destruyó vidas y recursos: en el frente,
la situación militar parecía estancada, empeoraron gradualmente
el abastecimiento de comida, el nivel de vida de las poblaciones
civiles y las condiciones de los obreros en la fábrica

La utilización del gas tóxico mató a más de 70.000 personas y causó
lesiones a más de un millón de personas; fue prohibido por el
Derecho Internacional en 1925, por su brutal crueldad: el 10
de julio de 1917, las tropas alemanas lanzaron por primera
vez el agente "cruz azul", que atravesaba los filtros de las
máscaras de gas y obligaba a quitárselas por la insoportable
irritación que producía. Su apodo: rompemáscaras.

La cirugía adquirió un importante desarrollo gracias a la experiencia
adquirida en la gran guerra, aunque todavía no se contaba con
los antibióticos capaces de curar e incluso prevenir infecciones,
lo que dejaba impotentes a los cirujanos, así como para
la implantación de las técnicas de reanimación

Un guerra que veía por primera vez la utilización de armas
nuevas, bombardeos masivos y gases de combate, transformó
la situación: una guerra de posiciones y trincheras que provocaron
un aumento de las heridas en la cabeza y el rostro, las
partes más expuestas a los disparos enemigos

Muchos combatientes salieron vivos pero lisiados, mutilados,
desfigurados, eran los gueules cassées (los caras rotas),
según la expresión acuñada en Francia por el coronel
Yves Picot, primer presidente de la Unión de heridos
en el rostro y la cabeza, fundada en 1921

Al acabar la Primera Guerra Mundial, Francia tenía alrededor
de 6,5 millones de inválidos de guerra; los cirujanos de los
países implicados tuvieron que enfrentarse a una avalancha de
gueules cassées, a los que trataron de devolver un rostro humano
y mitigar su calvario en el momento de la vuelta a la vida civil

La magnitud de la tragedia y la brutalización de la guerra
cogieron desprevenidos a los servicios médicos de las distintas
naciones contendientes; el pronóstico para este tipo de heridas
en los inicios del conflicto fue a menudo demasiado pesimista

En un primer momento, el Service Medique de l'Armée habilitó un
centro "especializado" para este tipo de heridos en la ciudad de Amiens,
donde se llevaron a cabo los mayores avances en el campo de la
cirujía reparadora: la práctica totalidad de estos heridos tardaban horas,
incluso días en ser evacuados a hospitales con los medios necesarios

En muchos casos, los heridos pasaban semanas esperando una
atención adecuada, por lo que no era de extrañar que las
posibilidades de sobrevivir fuesen escasas; pero el instinto
de supervivencia de estos hombres era de tal envergadura, que
muchos de ellos sobrevivieron a las heridas y adversidades

“Faltaba músculo y hueso, así que hubo que hacer injertos,
una técnica que se desarrolló a tientas, igual que lo hizo, en la
misma época y por las mismas razones, la transfusión sanguínea.
Y junto a los injertos óseos o cutáneos, también empezaron a
utilizarse prótesis y aparatos que parecían más instrumentos
de tortura, sin lograr siempre, ni mucho menos, hacer milagros”.
Paul Benkimoun (Le Monde)

El estado francés no consideraba las graves heridas en el rostro
como una enfermedad o invalidez, por lo que no recibieron
pensión alguna hasta pasado un tiempo, al menos en Francia

La Unión de Heridos en la Cara y Cabeza (UBFT) "Les gueules
cassées" es una asociación creada en 1921 por 43 mutilados faciales
y tres fundadores - Colonel Picot, Bienaimé Jourdain y Albert
Jugon - para ayudar a sus compañeros heridos y desfigurados,
abandonados por todo el mundo sin recursos; en 1927
fue reconocida de utilidad pública

La Union trataba de encontrar un portavoz y garante de los
derechos de aquellos hombres que habían defendido la patria y
estaban pagando un precio demasiado alto por ello. Su defensa de lo
patrio no sólo no encontró consuelo y piedad en su desgracia, sino
que topó con lo más inhumano de la sociedad: su desprecio.
El objetivo era reclamar atención hacia su desgracia y
apoyo moral e institucional del Estado y la sociedad.
Su lema no pudo ser más gráfico: "Sonreir al menos".


Una iniciativa muy apreciada que siempre ha valorado el tesón
de sus fundadores para preservar los derechos de miles de
víctimas desconocidas de la guerra y garantizar un
apoyo moral y material indispensable

Una entidad que ha trabajado desde el inicio para que se reconozca
el derecho a una indemnización a miles de víctimas de la guerra y,
gracias a los conocimientos y esfuerzos notables de sus líderes
sucesivos, que la UE haya incrementado de forma significativa
sus recursos para realizar sus actividades de utilidad pública
en el ámbito social, y la creación de instalaciones médicas
innovadoras y eficientes, abiertas a todos, con el objetivo de
superar el trauma y los trastornos de la cara y la cabeza

La Unión ayuda a muchas asociaciones, colabora en proyectos
de carácter nacional, en el ámbito médico-social para la
construcción o rehabilitación de hogares de personas mayores,
y en el desarrollo de técnicas de reparación cráneo-maxilofacial

Los proyectos de la Unión son financiados gracias a la organización
de rifas, espectáculos, galas benéficas y trabajos en las tierras
agrícolas en su área de Moussy-le-Vieux; también, en la
participación activa en el desarrollo en Francia de la Lotería
Nacional y Lotto; las cuotas de afiliación que son simbólicas,
donaciones y legadosy la buena gestión del patrimonio

Situada a 35 kilómetros al norte de París,a 8 km del aeropuerto
de Roissy, accesible desde la autopista A1, el RER, TGV, es el
hogar de Moussy "histórico" de "Caras Rotas"; una zona donde
los mutilados del rostro de la guerra del 14-18 se recuperaban
de las múltiples cirugías a las que se tenían que someter;
después, también se atendieron a heridos de la Segunda
Guerra Mundial, Indochina y Argelia.
La finca de Moussy dejó de operar el 14 de julio de 2014.

A 8 kilómetros al este de Toulon, en el municipio de La
Valette-du-Var, a los pies del Monte Coudon, la Unión adquirió
en 1934 el dominio de Coudon, que cuenta con 20 cómodas
habitaciones, comedor para 250 personas, bar, salas de
reuniones, capilla, piscina y un parque de
40 hectáreas para realizar excursiones

Padres Fundadores de “Gueules Cassées”.
Coronel Emile-Yves Picot, Presidente Fundador
de “Gueules Cassées” (1862 – 1938).
Nació en Brest el 17 de marzo 1862, fue voluntario
en 1881 y entró en Saint-Cyr, promoción de la
Bandera Negra (1882-1884); después de su liberación,
estuvo destinado en varias ciudades de Francia.
Al estallar la I Guerra Mundial, era comandante del
Batallón del 57 Regimiento de Infantería en Libourne.
Nombrado coronel, fue ascendido al rango de comandante
y más tarde fue elevado a la dignidad de Gran Oficial de
la Legión de Honor en 1933

En 1932, abandonó la política para dedicar todos
sus esfuerzos a sus compañeros de guerra, para
los que había fundado en 1921 la Unión de Heridos
en Cabeza y Cara, una apuesta por la recuperación
física y psicológica y calidad de vida de los
veteranos de guerra.
Murió 19 de abril 1938 en el dominio de Coudon
en La Valette-du-Var, y fue enterrado en el
cementerio de Moussy-le-Vieux, en Seine-et-Marne,
en medio de sus camaradas "Caras rotas”.

Bienaimé Jourdain, Primer Secretario General
de “Gueules Cassées”.
Nació en Tourville, cerca de Cherbourg, el 20
de diciembre de 1890; fue movilizado como
sargento de infantería en los primeros días de
la guerra de 1914-1918; con su regimiento,
el 36º de Infantería, participó en las sangrientas
batallas que permitieron detener al invasor.
Fue una de las primeras víctimas de la Marne
y recibió una primera lesión muy grave en
septiembre de 1914. Después de varios meses,
se incorporó en la unidad justo cuando se lanzaron
las ofensivas de Artois, Vimy Notre-Dame-de-Lorette.


En las ruinas de Neuville-Saint-Vaast, el 1 de
junio de 1915, fue atacado sufriendo la mutilación
de la cara, por lo que fue trasladado a un hospital
especial donde permaneció ingresado durante 5 años.
Un día de junio de 1921, cuarenta soldados mutilados
en la cara se reunieron alrededor de uno de los suyos,
el coronel Picot, lo que fue el preludio de una gran aventura.
Dedicó toda su vida a la Unión de Heridos en Cabeza y
Cara, ayudando a muchos camaradas de su antiguo
Hospital, a través de una serie de recursos de autoayuda,
subsidio de enfermedad, muerte, ayuda a los huérfanos,
becas, préstamos de rehabilitación de honor, ec.
También colaboró de forma decisiva en la creación del
centro específico de maxilofacial dirigida en el hospital
Lariboisière por el Dr. Ponroy y el de Rennes liderado
por el Comandante Virenque.


A pesar de la enfermedad que le fue minando,
organizó la primera Asamblea General después
de la guerra, el 01 de febrero 1948.
Murió 17 de agosto 1948, siendo enterrado en el
cementerio de Moussy-le-Vieux entre sus camaradas.
Fue titular de la Cruz Militar, la Medalla Militar y
la Cruz de Oficial de la Legión de Honor.

Albert Jugon, Secretario General de
“Gueules Cassées”. (1890 – 1959).
Nació en Montreuil-sur-Ille, en el corazón de la
Bretaña, el 3 octubre 1890, siendo movilizado
el 2 de agosto 1914, en el Regimiento de Infantería
con el que se fue al norte de Bélgica; participó en las
batallas épicas de "Nightingale", que había dado lugar
a la lenta marcha de los invasores y para hacer
posible la ofensiva victoriosa contra el Marne.
El 16 de septiembre 1914 en Ville-sur-Tourbe, su
posición tomada bajo intensos bombardeos, dejando
a muchos soldados horriblemente heridos por la
metralla, siendo él dado por muerto en la trinchera.

Durante varias semanas, se mantuvo entre la vida
y la muerte; gracias a la atención proporcionada
por los profesores Moure en Burdeos y Morestin
en Val de Grace en París, recuperó un nuevo impulso
y su primer pensamiento fue "pensar primero en los demás".
Colaboró de forma activa con sus compañeros heridos
realizando las tareas más humildes y conmovedoras,
pasando de una cama a otra, diciéndole al oído de los
que sufrían palabras de ánimo que aliviaran su dolor.
Fue uno de los cinco principales mutilados que asistieron
en calidad de testigos, a petición de Clemenceau, a la firma
del Tratado de Paz de Versalles el 28 de junio 1919.

Tras cuatro años de tratamiento, abandonó el hospital
y se reunió con Bienaimé Jourdain: juntos tuvieron la
idea de traer a los heridos a la asociación en torno a
uno de los más gloriosos de ellos: el coronel Picot.
Albert Jugon fue un gran líder de la Unión, encargándose
de todos los los detalles, estando en todos los sitios,
tomando decisiones y proporcionando contacto humano
a todos los heridos, sumidos en el dolor y la adversidad.
A la muerte de Jordan en 1948, se convirtió en secretario
general, asistido por dos jóvenes camaradas Duroueix Louis
y Pierre Legrand, ensanchando ls solidaridad humana a los
nuevos heridos que venían de la guerra de Indochina y Argelia.
Murió el 27 de abril de 1959, siendo enterrado en el
cementerio de Moussy-le-Vieux entre sus camaradas.
Era Oficial de la Legión de Honor, medalla militar, titular
de la Cruz Militar laureada, por mérito a sus heridas.

Las heridas faciales graves (alrededor de 10 000 a 15 000 hombres
en Francia) causaron no sólo mucho sufrimiento físico, sino que,
al quedar irreconocibles, debían afrontar una nueva relación con
sus familias y allegados, y aprender a vivir con una nueva cara

"Algunos ya no quería ir a casa porque pensaban que iban
a asustar a todos. Otros eran rechazadas por sus familias.
Después de cuatro años de conflicto, muchos franceses
preferían mirar hacia otro lado para no
pensar en ese período trágico”.
François Xavier-Long.

En 2001, el realizador francés
François Dupeyron llevó a
la gran pantalla el drama de un
gueule cassée de la Gran Guerra,
La Chambre des officiers

«J'appartiens pour toujours à un groupe d'hommes stigmatisés,
à la face ravagée et qui n'a plus rien d'humain.
Nous sommes une chose sans nom. Un amas monstrueux de
chairs déchiquetées, de pansements, de pus, de fièvres
empaquetées, le tout teinté par l'ombre des canons».
“Pertenezco para siempre a un grupo de hombres estigmatizados,
con la cara desfigurada y que ya no tiene nada de humano.
Somos una cosa sin nombre. Una monstruosa masa de
carnes despedazadas, de gasas y vendas, de pus, de fiebres
delirantes, todo teñido por la sombra de los cañones”.
Anónimo herido de guerra

Los gueules cassées permanecen en la memoria
de la historia como uno de los símbolos más
inhumanos y cruentos de la Gran Guerra

De derecha a izquierda: Eugene Hebert, movilizado en el 315º regimiento de infantería,
que murió en 1957. Henri Agogue, cuarto batallón de Cazadores, murió en 1935.
Pierre Richard, los cazadores del 102ª Batallón, murió en 1965.
Andre Cavalier, zuavo herido en Dixmude el 4 de mayo de 1915, murió en 1976.

“Habiendo con veinte años tocado el fondo de la angustia
moral y física, nos encontramos y nos dignificamos. Nos
unimos todos. En los caminos de la fraternidad nada pudo
ya pararnos. Nos llamamos a nosotros mismos las
Caras Rotas y adoptamos como lema, al menos sonreír”.
Coronel Yves Picot

Páginas
recomendadas

http://www.gueules-cassees.asso.fr/gueules_images/revues/brochure/

http://internacional.elpais.com/internacional/2014/01/07/actualidad/1389098936_446317.html

https://www.youtube.com/watch?v=HlFTntGguAY

Para muestra, el testimonio del Dr. Vassal de su retorno en un barco hospital de los Dardanelos:
"Todas las miserias humanas se concentraban en aquel grupo de soldados que se hacinaban en el
puente del barco. Cuanto más podía germir, aquella pobre cosa cuyo cráneo una bala había
destrozado? Cuando le levantaban la cabeza, la sangre y la masa encefálica eran todo uno. Sólo
entonces gemía. Aquel otro de allí, el más pálido de todos, nos rogaba que no le moviésemos. Tenía
un fragmento de proyectil alojado en el pecho. Más para allá, un senegalés tenía ambas piernas
amputadas. A su camarada, otro senegalés de Dakar o St. Louis le faltaba media cara. Un pedazo
de metralla le había arrancado la barbilla. El pobre emitía sonidos ininteligibles, a través de un
profundo y sangriento agujero, mientras nos salpicaba con su saliva sangrienta."
http://lagranguerra1914-1918.blogspot.com.es/2010/02/los-gueules-cassees-los-leprosos-de-la.html

http://www.france24.com/fr/20141016-grande-guerre-gueules-cassees-blessures-face-medecine-colloque-operation

http://www.gueules-cassees-2014.org/

https://www.youtube.com/watch?v=8epVBKiMmns

http://www.biusante.parisdescartes.fr/1418/

http://www.francetvinfo.fr/societe/guerre-de-14-18/video-apocalypse-la-premiere-guerre-mondiale-les-gueules-cassees_559805.html

http://musique.ados.fr/Miossec/Les-Gueules-Cassees-t5628.html

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